Buch lesen: «Prevención del estado sanitario de cultivos ecológicos y aplicación de productos. AGAU0108», Seite 3

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3. Medios biológicos: definición

Los medios biológicos utilizados en la sanidad vegetal de los cultivos ecológicos pueden ser definidos como el uso de organismos vivos o de sus productos para impedir, controlar o reducir las pérdidas y/o daños ocasionados por organismos nocivos.

Ocasionalmente, existen organismos autóctonos de la propia zona de cultivo que son capaces de controlar por sí mismos a la plaga, por lo que simplemente respetándolos y protegiéndolos se consigue prevenir o reducir los daños. Por tanto, el uso de esta fauna auxiliar autóctona sería la lucha biológica más sencilla.

Sin embargo, en muchas ocasiones la fauna autóctona es superada por la plaga (a causa de desequilibrios producidos por tratamientos anteriores) o aparece una nueva plaga que no cuenta con enemigos naturales en la zona de cultivo. En estos casos se pueden utilizar productos biológicos formulados con aplicaciones dirigidas o mediante una liberación inundativa. Las especies más utilizadas en los medios de control biológico son, básicamente, microorganismos (como bacterias, hongos y virus), macroorganismos (depredadores y parasitoides), extractos vegetales, feromonas y minerales.

La biodiversidad macro y microbiológica es imprescindible para el equilibrio sostenible del agrosistema ecológico, en la realización de procesos tales como la polinización o el reciclado de nutrientes. En este sentido, tanto el suelo como los márgenes de los cultivos pueden constituir interesantes fuentes de reserva de la biodiversidad en las plantaciones agrícolas. Así, en un agrosistema ecológico común se pueden localizar más de 200 especies de insectos, de las cuales, más de 150 suelen ser especies no nocivas y beneficiosas.


Sabía que...

La Organización Internacional de Control Biológico (IOBC, por sus siglas en inglés) se estableció en 1955 como una organización global afiliada al Consejo Internacional de Uniones Científicas (ICSU) que promueve métodos ambientalmente seguros de control de plagas y enfermedades.

Sin embargo, a diferencia de la Agricultura Ecológica donde se fomenta la rotación y asociaciones de cultivos, la agricultura convencional implica la simplificación de la estructura medioambiental de grandes superficies, sustituyendo la biodiversidad natural por un reducido número de especies cultivadas y animales domésticos. Es una realidad que las zonas agrícolas se cultivan actualmente con solo unas diez o doce especies de cereal, veinte o veinticinco especies de hortícolas y treinta o treinta y cinco especies de árboles frutales. Es decir, no son más de setenta las especies vegetales que constituyen la mayor parte de la biodiversidad vegetal cultivada en el mundo. La agricultura convencional frecuentemente lleva esto al extremo con la práctica del monocultivo intensivo. Cada vez es más común la existencia de grandes superficies de terreno en las que, además de haber eliminado totalmente la cubierta natural, las variedades cultivadas se reducen a unas pocas especies vegetales o, incluso, tan solo a una, con lo que la biodiversidad es mínima. Por tanto, es necesario tener en cuenta que cuanto más variado, diverso y natural sea un ambiente, mayor facilidad de instalación tendrán los enemigos naturales para instalarse en los cultivos.

En la actualidad, el entorno social ha cambiado, ya que ha aumentado la demanda de materias activas susceptibles de ser usadas y de productos sin residuos, en relación con la producción integrada o en régimen de Agricultura Ecológica. Por ello, la industria ha desarrollado productos compatibles con la fauna auxiliar, que son selectivos, ya que respetan los enemigos naturales, mientras controlan a los insectos-plaga o enfermedades.


Nota

Según la Organización Internacional de Control Biológico, actualmente se comercializan más de 230 especies de enemigos naturales.


Actividades

5. ¿Qué tipo de organismos vivos se emplea en el control biológico?

6. ¿Conoce alguna experiencia española de liberación masiva de insectos beneficiosos para el control de alguna plaga específica? Descríbala y explique su nivel de impacto.

3.1. Ventajas e inconvenientes de los productos biológicos

Estos productos presentan una serie de ventajas e inconvenientes frente a los fitosanitarios convencionales; como ventajas se presentan las siguientes:

1 Son menos tóxicos que los productos fitosanitarios convencionales, no presentan riesgo de toxicidad ni para las personas, ni para los animales ni las plantas. La mayoría no presentan residuos.

2 No contaminan el medioambiente, ya que los productos biológicos suelen ser eficaces a dosis muy bajas y degradarse rápidamente, lo que disminuye el riesgo ambiental, tanto para la salud humana, como para la biota edáfica y acuática.

3 No es necesario respetar plazos de seguridad.

4 Presentan mayor selectividad, ya que generalmente afectan únicamente a la plaga/enfermedad objetivo y organismos relacionados, respetando la fauna auxiliar autóctona. Además, presentan un menor riesgo de aparición de resistencias.

5 Reducen de forma considerable el uso de productos fitosanitarios convencionales, manteniendo la productividad de los cultivos. Además, los productos obtenidos bajo criterios biológicos suelen alcanzar mejores precios finales en los mercados.

Y en cuanto a los inconvenientes, contienen los siguientes:

1 Aún no se comercializan productos biológicos para el control de todas las plagas.

2 La eficacia del control depende de las condiciones climáticas.

3 Algunos productos tienen un modo de acción lento y una fecha de caducidad reducida.

4 Al ser un método de control relativamente novedoso se enfrenta al desconocimiento general, siendo necesario el asesoramiento técnico para ser realizado correctamente.

3.2. Monitorización

En el control biológico de la sanidad vegetal ecológica debe establecerse un plan de vigilancia periódica a lo largo del ciclo de cultivo, estableciendo un sistema de seguimiento de las poblaciones de insectos, con el fin de evaluar o estimar el riesgo de plaga y determinar el momento idóneo de actuación sobre la población del insecto-plaga. La herramienta que se utiliza para decidir el momento de intervención es el concepto denominado umbral económico de tratamiento, definido como el nivel de población de la plaga en el que se deben aplicar medidas de control para evitar que una población de insectos-plaga en aumento ocasione pérdidas económicas (cantidad y/o calidad) en un cultivo agrícola.

Para llevar a cabo el seguimiento de la densidad de población o monitoreo, se realiza un muestreo periódico, obteniendo información cuantitativa bajo métodos directos (a partir de la observación visual de los órganos vegetales) y/o mediante métodos indirectos, utilizando elementos o dispositivos trampa con sustancias atrayentes (feromonas, que son los compuestos químicos que emiten los insectos para comunicarse) colocados entre las plantas para la captura de los insectos.

Las trampas de feromonas permiten hacer un seguimiento e identificación del animal que constituye la plaga de forma fácil y exacta. Además posibilita la elaboración de mapas de distribución que ayuden a su localización. Las feromonas pueden ser sexuales, de alarma, de agregación o de dispersión, y son específicas para cada especie de forma que controlan la plaga, evitando atrapar a otros insectos que pueden ser beneficiosos, favoreciendo así el equilibrio biológico natural. Este método de las trampas de feromonas, además de para el conteo o monitorización de insectos, se puede utilizar como trampeo o captura masiva para atrapar a los machos, y también para la técnica de la confusión sexual, técnica mediante la cual se libera al medio un exceso de feromonas sexuales que confunden al macho, haciendo que sea incapaz de encontrar a la hembra, evitando así la fecundación de la especie. Es un método de control progresivo y ecológico, que no extermina a los insectos plaga de forma inmediata, sino progresivamente y sin riesgos de toxicidad por insecticidas químicos.


Trampa delta con feromonas para la detección de la Tuta absoluta del tomate


Definición

Monitoreo

Método que se utiliza para localizar la distribución y cuantía de la densidad de población de los insectos a través de muestreos periódicos. Su objetivo es determinar el mejor momento para tomar acciones de control de plagas como actividad preventiva.

Los primeros insectos atrapados en la trampa permiten conocer la fecha de aparición de los individuos adultos. El seguimiento de las capturas indica el aumento de la población de insectos-plaga a lo largo del tiempo. La ausencia de capturas en la trampa indica ausencia de insectos. Con estos datos se elabora la curva de vuelo que es una simple representación gráfica de las capturas de individuos (machos, generalmente) adultos en trampas colocadas para tal fin.


Importante

El monitoreo no es un sistema de erradicación de plagas por sí mismo, sino más bien un método de detección de los insectos-plaga para, posteriormente, aplicar el tipo de control que el profesional considere más eficaz.


Aplicación práctica

Imagine que usted es un agricultor que se dedica al cultivo de tomate en invernadero y un técnico agrícola le recomienda controlar la plaga de Spodoptera exigua mediante la suelta de enemigos naturales cuando se llegue a un determinado nivel de población. Para ello, el técnico agrícola le comenta la necesidad de elaborar una curva de vuelo de la plaga a lo largo del desarrollo del cultivo.

¿Qué procedimiento seguiría para la confección de la curva de vuelo?

SOLUCIÓN

Primero habría que adquirir algún tipo de trampas, de feromonas fundamentalmente, instalarlas y colocarlas en distintos puntos dentro del invernadero. Conforme va desarrollándose el cultivo, cada día o cada varios días, se va anotando el número de los individuos capturados en las trampas. Estos datos transformados en una gráfica constituyen la curva de vuelo, donde puede observarse la evolución de la plaga.



Aplicación práctica

Suponga que hay una plaga de polilla en su explotación agrícola y quiere combatirla mediante medios biológicos, sabiendo que las orugas son más sensibles a los productos insecticidas cuanto más jóvenes son y que el periodo de maduración de huevos para esta especie es de siete días. Trace la curva de vuelo con los datos obtenidos a partir de los adultos capturados en las trampas colocadas para tal fin:


SemanaAdultos capturados
00
10
220
350
420
50
60
70
80

Determine el momento de máxima eficacia de los distintos tratamientos:

1 Un piretroide de amplio espectro con una eficacia de dos semanas.

Bacillus thuringiensis, con una persistencia de una semana.

SOLUCIÓN

De los datos obtenidos a partir de los adultos capturados se elabora una curva de vuelo (en rojo), que no es más que una curva de orugas anticipada. En la semana 3 se detecta el inicio de vuelos de adultos, que aumenta hasta alcanzar el máximo en la semana 4. Sabiendo que el periodo de maduración de huevos para esta especie es de una semana, se puede obtener una segunda curva (en azul), la cual indica que la máxima eclosión de huevos se producirá en la quinta semana. De esta forma, es posible predecir cuándo habrá un máximo de orugas eclosionadas y determinar el momento de máxima eficacia en función del tratamiento.


En el caso del piretroide de amplio espectro, con una eficacia de dos semanas, debe aplicase en la semana 4 para afectar al periodo comprendido entre antes y después del máximo de eclosiones.

En el caso de que el producto empleado fuese Bacillus thuringiensis, con una persistencia de una semana, se debería aplicar tres días antes del máximo de eclosiones.

4. Fauna auxiliar

El empleo de la fauna auxiliar es una alternativa válida para el control de la gran variedad de especies plaga y/o enfermedades que causan problemas en los cultivos agrícolas, ya que otros métodos de control convencionales no resultan tan efectivos o tienen otros inconvenientes. Gracias al uso de la fauna auxiliar beneficiosa, a su vez, es posible disminuir el uso de pesticidas de forma considerable, con el consiguiente beneficio para la salud de los trabajadores y del medioambiente.

La fauna auxiliar comprende a todas aquellas especies que han estado siempre ligadas a la agricultura, presentes de forma natural en cada zona (autóctona). Con este nombre se agrupa una serie de organismos que se han adaptado a convivir con los cultivos agrícolas de forma natural, pero sin alimentarse de ellos, sino que, en general, se alimentan de otros organismos vivos que son a menudo plagas o patógenos de los cultivos. En conjunto forman lo que se ha dado en llamar los enemigos naturales de las plagas y los patógenos. Su presencia y actuación espontánea como reguladores naturales de las poblaciones plaga se ve favorecida si los tratamientos químicos realizados en el agrosistema han sido mínimos. Su función puede ser tan efectiva que con frecuencia reducen significativamente a las poblaciones parásitas de los cultivos agrícolas por debajo del umbral económico de daños, evitando así la necesidad de tener que aplicar tratamientos fitosanitarios que encarecen los cultivos.

Como ya se ha comentado, la agricultura intensiva y convencional ha hecho desaparecer o escasear gran parte de la biodiversidad asociada a los agrosistemas, haciendo al agricultor cada vez más dependiente de soluciones “tecnológicas”. El mejor conocimiento del funcionamiento de la fauna útil natural, así como las variedades comercializadas de fauna auxiliar, que complementan las labores realizadas por las especies autóctonas sobre las nuevas plagas, ayudan al agricultor especialmente en la gestión de estas dificultades.

Como ejemplo frecuente en España de agrosistema tradicional está el olivar, donde un aumento de la biodiversidad hace posible mayor estabilidad del mismo, y menor incidencia de plagas al favorecer la mayor presencia de la fauna auxiliar. Según diversos estudios se han identificado 117 especies de artrópodos susceptibles de causar plaga en el olivar y, frente a ellos, más de 600 enemigos naturales. Hay evidencias que demuestran cómo los paisajes heterogéneos, con manchas de vegetación natural, ejercen una influencia positiva en el establecimiento de la fauna auxiliar autóctona contra la mosca del olivo; el establecimiento de la cubierta vegetal de gramíneas entre las filas de olivos reduce el ataque de la polilla del olivo, por el incremento de su complejo parasitoide; y las poblaciones de ortigas o la presencia de muretes o acumulaciones de piedras benefician la presencia de poblaciones de coccinélidos contra la cochinilla de la tizne, Saissetia oleae. En este sentido, se está investigando sobre cómo cambiar la estructura del olivar tradicional para favorecer la permanencia de las poblaciones de fauna auxiliar. Por ejemplo, la presencia de suficientes ejemplares de la planta olivarda (Dittrichia viscosa) o la alcaparrera (Capparis spinosa) ayuda a incrementar las poblaciones de parasitoides de la mosca del olivo.


Actividades

7. ¿Qué plagas atacan al olivar?

8. Investigue si en su comarca existe la asociación de cultivos entre olivar y la planta olivarda u otro tipo de plantas que favorezcan el establecimiento de parasitoides contra la mosca del olivo.

5. Ejemplos

Los productos ecológicos utilizados como agentes de control biológico en la Agricultura Ecológica se pueden encontrar de forma espontánea en los cultivos, constituyendo la fauna auxiliar autóctona, o pueden ser adquiridos en numerosas empresas comercializadoras que los producen masivamente.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) actualiza periódicamente en su web una base de datos de los productos fitosanitarios autorizados para su uso en España, y dentro de este listado se encuentran los Organismos de Control Biológico (OCB) como un “registro de otros medios de defensa fitosanitaria”. De esta forma, el Ministerio aplica los medios necesarios para que solo puedan ser comercializados aquellos productos útiles y eficaces en el control de plagas, pero asegurándose de que no comportan riesgos para la salud humana y el medioambiente. Así, todos los productos comercializados, son previamente autorizados e inscritos en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios.


Nota

Los últimos avances científicos sobre el uso de agentes de control biológico en el cultivo de cucurbitáceas son muy positivos, prometiendo un aumento del empleo de esta técnica.


Página web del MAGRAMA con acceso al Registro de Productos Fitosanitarios

En cualquier caso, para ser utilizados en sistemas agrícolas ecológicos es necesario comprobar su autorización en la normativa vigente sobre producción ecológica, en el listado de plaguicidas del Anexo II, Reglamento (CE) n.º 889/2008 de la Comisión de 5 de septiembre de 2008. Los agricultores deberán guardar documentos justificativos de la necesidad de utilizar el producto en cuestión.


Actividades

9. Consulte en el Registro de Productos Fitosanitarios del MAGRAMA los formulados autorizados para el control de la plaga de araña roja.

10. Investigue los daños que pueden causar los ácaros plaga en los cultivos hortícolas.

Existe un vademécum, llamado ECOVAD, que recopila la mayoría de productos e insumos que en la actualidad pueden ser aplicados en Agricultura Ecológica, incluidos los agentes de control biológico. Este registro se actualiza de forma anual con los productos que son certificados oficialmente para realizar esta función y que pueden adquirirse en distintas casas comerciales. Sin embargo, algunos de los ejemplos que se exponen a continuación no se encuentran disponibles comercialmente: es el caso de organismos vivos cuya presencia se ve favorecida por el empleo de ciertas técnicas de manejo de los cultivos, así como aquellos productos a base de extractos o partes de plantas que pueden ser producidos en la propia explotación agrícola si se tienen los conocimientos adecuados.

5.1. Formulaciones biológicas

Las formulaciones biológicas son productos comerciales preparados para su aplicación a los cultivos agrícolas con el fin de controlar o prevenir una determinada plaga o enfermedad. Se clasifican en depredadores y parasitoides (control macrobiológico), y microorganismos patógenos de insectos (control microbiológico). En el capítulo anterior ya se expusieron las características generales de cada grupo, aunque se citarán a continuación ejemplos y propiedades más en detalle.

Depredadores

Son aquellos organismos que, ya sea en estado de larva o de adulto, son capaces de matar al insecto-plaga mediante un ataque directo. En general, necesitan un gran número de presas para alimentarse. Suelen ser generalistas (se alimentan de insectos de especies diferentes) por lo que demuestran una gran habilidad para controlar distintos insectos-plaga.

Hay una amplia variedad de depredadores que pueden mantenerse en los setos. Se pueden señalar algunos órdenes destacados dentro del grupo de los depredadores, como son los coleópteros (escarabajos), hemípteros (chinches), neurópteros (crisopas) o dípteros (moscas).

Entre los escarabajos pueden destacarse las siguientes familias:

1 Carábidos: tanto las larvas como los individuos adultos de esta familia son importantes insectos depredadores, especialmente de orugas, lombrices, caracoles y adultos de lepidópteros, con lo que contribuyen a controlar sus poblaciones; también toman fruta madura y raramente son herbívoros. Suelen ser nocturnos y generalmente habitantes del suelo, estableciéndose en lugares protegidos y con cierta humedad, bajo piedras o entre la hojarasca, por lo que se ven muy favorecidos por la presencia de setos y cultivos de cobertura.Carabus auratus cazando una lombriz (© Fotografía: Soebe Vía Web - CC BY-SA 3.0)

2 Estafilínidos: la mayoría son de pequeño tamaño, aunque alguna especie como Ocypus olens (conocido como escorpión porque cuando se siente amenazado levanta el extremo final del abdomen y abre por completo sus mandíbulas) puede llegar a alcanzar los 25 mm de longitud. Están especializados en plagas que se alimentan de follaje, la depredación de los huevos de la mosca de la raíz de la col, del pulgón rojo de la lechuga, del pulgón de la fresa, del ácaro rojo y muchas otras especies de plagas. Las larvas también son depredadoras de huevos, larvas y adultos de las moscas que atacan las raíces de brócoli, cebollas y calabazas. Aunque es muy voraz, tiene bastante longevidad y una baja tasa de reproducción, por lo que es considerada una especie poco rentable económicamente para ser utilizada para el control biológico de plagas.Ocypus olens (© Fotografía: Quartl Vía Web - CC BY-SA 3.0)

3 Coccinélidos: la mayoría de los coccinélidos son depredadores de insectos y ácaros que provocan plagas en cultivos de interés agrícola, forestal, ornamental y medicinal. Reciben diferentes nombres coloquiales en cada lugar, siendo el más común mariquita. Tienen el cuerpo redondeado y, con frecuencia, colores vivos. Muchas de estas especies depredan tanto en estado adulto como en estado de larva, alimentándose, entre otros, de pulgones y cochinillas, de los cuales pueden llegar a consumir un número muy elevado de presas (un solo adulto puede devorar entre 90 y 240 pulgones por día, mientras que la larva es capaz de consumir hasta 600 pulgones al día) lo que les hace desempeñar un importante rol en la regulación de las poblaciones de estos insectos. Esta voracidad unida a su rápida evolución, dando varias generaciones al año, y su gran rusticidad, son condiciones que concurren en este insecto para calificarlo como uno de los depredadores con más éxito en el control biológico contra plagas.Hippodamia undecimnotata (mariquita)

Los chinches se caracterizan por poseer un aparato bucal chupador que utilizan para succionar y mediante el cual se alimentan de áfidos, huevos y otros insectos de cuerpo blando. Dentro del grupo de depredadores hemípteros, las familias más importantes son los antocóridos y los míridos, ambos depredadores tanto en fase larvaria como en estado adulto. Son insectos de gran interés en la lucha biológica por su carácter depredador de ácaros y pulgones:

1 Antocóridos: suelen localizarse en las flores y depredan ácaros y trips (30-40 al día). Los géneros más habituales de esta familia son Anthocoris y Orius, ambos de pequeño tamaño (2-4 mm). Los individuos adultos de los antocóridos son de un tono marrón oscuro con la cabeza negra y con ocelos, a diferencia de los míridos, que carecen de ellos. Cuentan con unas antenas relativamente largas y articuladas. Sus alas son oscuras, con los extremos membranosos y aspecto apergaminado. Los huevos son de color blanquecino, y generalmente son depositados, bien sobre la hoja o bien dentro del propio tejido foliar. Las larvas, tremendamente voraces, son de color amarillo-naranja en los primeros estadios de desarrollo, oscureciéndose a medida que evolucionan hacia adulto. Ya en la fase de adulto realizan la hibernación en las grietas de los árboles preferentemente, aunque también lo hacen en otros lugares. Cuando llega la primavera, en marzo o abril, salen al exterior para iniciar el ciclo biológico, con dos o tres generaciones por año. Es muy común su presencia en plantaciones de manzano.Orius insidiosus alimentándose de ninfas de mosca blanca

2 Míridos: estos depredadores son fitófagos facultativos, es decir, tienen la capacidad de alimentarse de tejidos vegetales, incluidos los frutos, cuando disponen de pocas presas, por lo que se debe prestar especial atención para evitar los daños que potencialmente pueden realizar a los cultivos. Entre ellos encontramos a Dicyphus tamaninii y Macrolophus caliginosus, que contribuyen al control de mosca blanca en cultivos hortícolas al aire libre, y Nesidiocoris tenuis, que es el mírido más abundante en los cultivos de tomate del sur de España, donde contribuye al control de plagas como Tuta absoluta.

Las crisopas son insectos de color verde, con alas transparentes y muy venosas, cuyas larvas son preferentemente depredadoras de áfidos, aunque también son capaces de atacar a psílidos, ácaros, huevos de mariposas, etc. Se alimentan también de néctar y polen, por lo que es fácil encontrarlos en zonas naturales con presencia de hierbas, arbustos y árboles. Los huevos son depositados sobre ramas u hojas de manera solitaria o agrupados, siempre en la cercanía de colonias de pulgones.

Las piezas bucales de las larvas forman una especie de tubo succionador que hunden en el cuerpo de la presa para vaciarlo. Su importancia como depredador en la lucha biológica se debe a la cantidad de pulgones y otros insectos nocivos que destruyen, de tal manera que una larva de crisopa puede devorar durante todo su ciclo vital hasta 2.000 áfidos. En el hemisferio norte la especie más común es Chrysoperla carnea, que se caracteriza por poner los huevos de forma aislada.


Chrysoperla carnea (© Fotografía: Luis Miguel Bugallo Sánchez Vía Web - CC BY-SA 3.0)

Dentro del orden de los dípteros, las familias depredadoras más importantes para el control biológico son: Syrphidae, Cecidomyiidae y Chamaemyiidae.

1 Sírfidos: los adultos de Syrphidae, conocidos como “moscas de las flores”, son llamativas moscas que actúan en su fase larvaria, atacando a muchas plagas tales como pulgones, cóccidos, trips y larvas de mariposas, y tienen una gran importancia económica en su aplicación agrícola. Su longitud oscila entre 4 y más de 25 mm y su coloración varía desde amarillos brillantes hasta negros o grises oscuros y opacos. Como su nombre indica, los adultos, muy similares a las abejas, también se alimentan de sustancias azucaradas que extraen de las flores, que además son usadas como sitios de apareamiento. Este comportamiento les capacita como insectos polinizadores, cumpliendo así una doble función. La hembra realiza la puesta de los huevos, blancos y alargados, siempre junto a una colonia de pulgones, y en cuanto aparecen las larvas en primavera inician, inmediatamente, su acción depredadora. Las larvas tienen una peculiar forma de “coma”, sin cabeza ni patas, con la parte trasera puntiaguda, de color verde grisáceo con manchas amarillas, casi transparente, y una longitud entre 10 y 20 mm. Tienen una gran voracidad, siendo capaces de ingerir durante la fase larvaria hasta 400 pulgones o un pulgón por minuto, y además pueden tener una o más generaciones por año. Los individuos adultos utilizan las flores como sitios de apareamiento y fuentes de néctar y polen para su alimento, por lo que también tienen una importante relevancia como polinizadores, pudiendo desempeñar el papel de las abejas. Sin embargo, algunos sírfidos son perjudiciales como, por ejemplo, las fases larvarias de algunas especies de los géneros Merodon y Eumerus que atacan a bulbos y tubérculos de plantas ornamentales y legumbres. Incluso, algunas especies han sido citadas como causantes de una enfermedad humana conocida por miasis accidental.Larva de sírfido en la depredación de un pulgón (© Fotografía: Beatriz Moisset Vía Web - CC BY-SA 3.0)

2 Cecidómidos: son una familia (Cecidomyiidae) de dípteros conocidos como “mosquitos de las agallas”, debido a que durante la fase larvaria de la mayoría de las especies se alimentan de tejidos vegetales, creando un crecimiento anormal en la planta, llamado agalla. Muchos de ellos son depredadores de ácaros, pulgones, cóccidos y otros artrópodos. Son moscas pequeñas, delicadas, finas y frágiles, de aproximadamente 3 mm de longitud y de color variable. Las antenas son generalmente largas y flexibles, sobre todo en los machos. Cuando la larva emerge del huevo inmediatamente localiza a un pulgón al que introduce una toxina paralizadora, lo que facilitará la absorción de su contenido interno, incluso en presas de grandes dimensiones. Según el tamaño del pulgón, este puede ser vaciado en algunas horas o en casi todo el día, al contrario de otros depredadores.Agallas producidas por el cecidómido Dryomyia lichtensteini en el envés de hojas de Quercus ilex subsp. ballota (© Fotografía: Luis Fernández García Vía Web - CC BY-SA 3.0)

3 Familia Chamaemyiidae: conocidos como “moscas plateadas”, son de pequeño tamaño, entre 1,5 y 4 mm, y están presentes en gran diversidad de cultivos. Las larvas de esta familia son voraces depredadoras de pulgones y cochinillas, jugando un papel importante en la lucha biológica contra estas plagas en condiciones ambientales de alta humedad y altas temperaturas.Larva de una pequeña mosca plateada del género Leucopis (Chamaemyiidae) devorando a los pulgones circundantes. (© Fotografía: Luis Fernández García Vía Web - CC BY-SA 2.1 ES)


Actividades

11. Cite, al menos, tres organismos depredadores y la plaga sobre la que actúan.

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