Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio

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Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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RODOLFO M. ARELLANO

Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio

POEMAS


Rodolfo M. Arellano

Los ejercicios espirituales de San Ignacio : poemas / Rodolfo M. Arellano. - 1a ed. -

Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.

150 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-87-1225-3

1. Poesía Argentina. I. Título.

CDD A861

EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA

www.autoresdeargentina.com

info@autoresdeargentina.com

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Con gratitud a quienes fueron mis profesores en el “Curso de Especialistas en Ejercicios Espirituales”, en el Centro de Espiritualidad San Ignacio de Salamanca, dependiente de la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid.

INTRODUCCIÓN

Difícilmente exista algún aspecto de la obra mayor de san Ignacio de Loyola, el libro de los Ejercicios Espirituales (EE), que no haya sido trabajado profusamente por una multitud de autores, muchos de ellos en forma magistral. No es nuestra intención sumarnos a la lista.

Pretendemos, humildemente, dar a conocer una serie de poesías siguiendo la temática de los EE; de ese modo pensamos que también podemos facilitar en algo a quienes han hecho los ejercicios en alguna de sus variadas formas, a continuar perseverantes en la oración, según su espíritu; ahora sin las ayudas de “quien los da” y de todo lo que se puede encontrar en el marco de un retiro.

También este podría ser un instrumento útil para acercarse a la temática, por parte de quienes, de ningún modo, pueden realizar los ejercicios clásicos. A estas personas, les sugerimos que diariamente se aboquen a la meditación de una poesía, si es posible por la noche, y luego la misma por la mañana, para rumiarla durante el día.

Este libro no pretende reemplazar al “director”, ni el trabajo de quien se ejercita. Lo óptimo sería que quien lo tome con la pretensión de orar, siguiendo el esquema de los EE, cuente con la ayuda del “acompañante” o “asesor espiritual”, algo que, lamentablemente, no es fácil para la mayoría de los cristianos de hoy.

Pensando en ellos, junto a cada poesía damos el punto al que nos referimos, así como también incluimos otros elementos propios del libro de los EE de san Ignacio y las citas evangélicas que da el mismo santo.

Eventualmente, el presente puede ser una guía para el abordaje del libro de los EE, hoy disponible en numerosos sitios de internet, además de las librerías o durmiendo en muchas bibliotecas, a las que llegaron en la creencia de que esta obra de san Ignacio era para la lectura espiritual ordinaria, sin advertir que fue escrita, ante todo, como “un manual para predicadores”.

Recordamos las enseñanzas del autor de los EE [2]: “… si la persona que contempla toma el fundamento verdadero de la historia, y discurre por sí misma y halla alguna cosa que explique o haga sentir un poco más la historia (…), es de más gusto y fruto espiritual que si el que da los ejercicios hubiese declarado y ampliado mucho el sentido de la historia...” (2.° anotación). Lo que sugerimos es que este trabajo puede servir para “hacer sentir un poco más la historia”, para ello la forma poética nos parece apropiada.

Atentos a ello, hemos tratado de conjugar la fidelidad al libro de los EE (con la profunda experiencia de fe del santo y su extraordinario conocimiento de la psicología humana) con la mayor simplicidad que nos fue posible, de modo que ayude eficazmente a quien realizó el proceso o a quien no tiene modo mejor de hacerlo.

Esperamos que este pueda ser un instrumento para que más personas se aprovechen de “todo lo mejor que yo (san Ignacio) en esta vida puedo pensar, sentir y entender, así para el hombre poderse aprovechar a sí mismo como para poder fructificar, ayudar y aprovechar a otros muchos” (Monumenta Ignatiana, v. 1, p. 133).

Ponemos estas páginas bajo la intercesión de san Ignacio y de la beata María Antonia de Paz y Figueroa (Mama Antula), apóstol argentina de los EE ignacianos.

El autor


PRIMERA
ETAPA


[23] PRINCIPIO Y FUNDAMENTO

Introducción: Después de la lectura comprensiva del texto completo del Principio y Fundamento de san Ignacio, tomar un punto por día para la profundización y meditación según la secuencia de las páginas siguientes.

(Texto completo)

[23] 1. El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios, nuestro Señor y, mediante esto salvar su alma; 2. Y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden a conseguir el fin para que es creado. 3. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar de ellas cuanto le ayuden para su fin, y tanto debe privarse de ellas cuanto para ello le impiden. 4. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que cae bajo la libre determinación de nuestra libertad y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos, de nuestra parte, más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y así en todo los demás, 5. Solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce al fin para el que somos creados1.

1 Los textos de los Ejercicios son citados según Ignacio de Loyola, Santo, Ejercicios espirituales, 1.a ed. Buenos Aires: Claretiana, 2013.

Consideración del principio y fundamento

Inicio y cimiento, sólido y conciso;

arquitectura acabada, orden preciso.

Por puerto: la felicidad de tu anhelo.

Para ir presto: usarlo todo y tirar por la borda lastre sin beneficio.

Lo demás es indistinto.

Luz diáfana, brújula infalible;

quien sigue su ruta no yerra el camino.

Borra la caricatura de lo que desfiguró la caída;

devuelve la libertad que perdió el peregrino.

¡Construye sobre roca! ¡Cincélalo en tu pecho con caracteres dorados!

Tarde o temprano, por gracia o trabajo,

Principio y Fundamento será tu beneficio.

[23] Principio y Fundamento 1
1° día de perseverancia.

[23] “El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios, nuestro Señor”.

Desde la eternidad me has soñado. ¡Salido de tus manos!

De tu bondad todo me ha sido dado.

Mi destino: el más alto que, como Dios, pudiste haber pensado:

amarte eternamente y conocer que me has amado.

Reverencio tu Omnipotencia

a la que a tu don de Padre has anejado.

¡Cuántos siervos quisieran servir a un señor

que por amor al servidor se hace esclavo!

Por eso te canto alabanzas, porque no hay mejor destino

que el que me has fijado.

Este es mi canto, “mi Dios y mi todo”,

que cada nota sea mi credo y mi llanto

Yo no quiero sino lo que tú quieres, para eso me has creado

por mí has hecho esto, ya no tengo otro trabajo,

pues al fin de la jornada se salva quien te ha amado.

[23] Principio y Fundamento 2
2° día de perseverancia.

[23] “… y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden a conseguir el fin para el que es creado”.

Señor de los dones que muchos hiciste:

los que brillan en el cielo, esplendentes y bellos,

los otros humildes, que se arrastran por el suelo

y las hojas que se lleva el viento. Los mares bravíos,

y azules como ellos, los ojos de aquel niño pequeño.

El honor y la gloria, la adversidad y el tiempo,

la salud y el dinero, escasez y abundancia;

la ciencia, el arte y lo que no vemos.

Multitud de criaturas, nombrarlas no puedo,

número y hermosura no tienen cuento.

Desde el paraíso mandaste:

–“Poned nombre a las cosas, gobernadlas”.

Aunque el hombre, en su natural apego,

busque quedarse en ellas, en vez de usarlas, para llegar al cielo.

–¡Señor de los dones! ¡Cuántas y bellas!

Que ellas me sirvan al fin que me diste:

amarte y servirte, alcanzarte en el cielo.

[23] Principio y Fundamento 3
3° día de perseverancia.

[23] “De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar de ellas (las cosas) cuanto le ayuden para su fin, y tanto debe privarse de ellas cuanto para ello le impiden”.

Título y medida de cada cosa:

 

todo es bueno, “tanto-cuanto”.

Todo y solo lo que a mi fin sirve:

salvar el alma, llegar al cielo. Lo demás es atasco.

Nadie es libre si a criatura alguna está aferrado;

lastre que carga el barco; por la borda se ha de tirar.

[23] Principio y Fundamento 4
4° día de perseverancia.
[23] “Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que cae bajo la libre determinación de nuestra libertad y no le está prohibido; de tal manera que no queramos, de nuestra parte, más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y así en todo los demás…”.

Si el fin es el creador

y todo lo creado es relativo (tanto-cuanto),

relativo será mi desvelo, si no es por el que me ha creado.

Si a Él me lleva, y cuanto más directo mejor,

bienvenido lo creado, sea ventura o dolor.

Esta será la medida y patrón de toda preocupación,

lo demás es tiempo muerto, de mi fin distracción.

A esta verdad he de llamarla “indiferencia”,

no es indolencia, sino el más puro amor:

tener al mundo por nada, si no me lleva a Dios.

Continuando esta ciencia, cuidaré de lo que está mandado;

de lo demás, como se ha enseñado:

no he de querer de mi parte, más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y así en todo lo demás, solamente deseando y eligiendo lo que más conduce al fin para el que fui creado. He de aprenderlo todo, mirando al crucificado.