Malos recuerdos

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Malos recuerdos
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Publicaciones Faro de GraciaP.O. Box 1043 Graham, NC 27253 www.farodegracia.org

ISBN 978-1-629462-61-5

© 2004 by Robert D. JonesAll rights reserved. P&R Publishing Company, P.O. Box 817, Phillipsburg, New Jersey 08865-0817.

© Copyright, Publicaciones Faro de Gracia. Traducido al español por Paula Bautista. La portada y las páginas fueron diseñadas por Benjamín Hernandez.

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, procesada en algún sistema que la pueda reproducir, o transmitida en alguna forma o por algún medio -electrónico, mecánico, fotocopia, cinta magnetofónica u otro- excepto para breves citas en reseñas, sin el permiso previo de los editores.

© Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Contenido

Malos recuerdos: dejando atrás tu pasado

NUESTRO OBJETIVO ES LA TRANSFORMACIÓN DE LOS RECUERDOS

UNA PERSPECTIVA BÍBLICA DE LOS RECUERDOS

TRES CARACTERÍSTICAS DE UNA MEMORIA REDIMIDA

ARREPENTIMIENTO CADA VEZ MÁS PROFUNDO

GRATITUD CRECIENTE

MAYOR EFECTIVIDAD AL AYUDAR A OTROS

CONCLUSIÓN

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Malos recuerdos: dejando atrás tu pasado

gobiada por recuerdos oscuros, Lina a duras penas lograba sobrevivir un día a la vez. Sus pecados sexuales del pasado y su intento de suicidio la perturbaban a diario. Desde el momento en que su esposo Sergio se enteró de estas cosas, poco después de que se casaran, él había tratado de apoyarla. Pero el haber ocultado sus pecados a Sergio solo aumentaba el sentimiento de culpa de Lina. Día y noche una nube de depresión se posaba sobre ella mientras recordaba su pasado. El hecho de haber cometido esos pecados cuando ya era cristiana duplicaba su miseria. Ella sabía que no debía hacer esas cosas, y ahora odiaba su vida.

Mario también se sentía perturbado por su pasado. Cuando su negocio de tecnología fracasó, él quedó lleno de deudas, y sus planes para hacerse rico no produjeron más que miseria financiera para él y su esposa. Los ataques de rabia se volvieron eventos de cada noche. Su creciente consumo de alcohol y el aumento de su ira solo lo distanciaron de Gloria y los niños, lo cual resultó finalmente en un divorcio amargo. “¿Por qué dije esas cosas acerca de ella en frente de los niños? Yo sabía que no eran verdad”, admitió más adelante a su pastor. “Soy yo quien arruinó nuestro matrimonio, no ella. Y no hay nada que pueda hacer al respecto ahora”.

¿Hay ayuda y esperanza en Cristo para Lina y Mario, y para otros que sufren a causa de su propio pasado? ¿Los recuerdos de tu pasado te atormentan? Tal vez fue un pecado grave, o tal vez un patrón crónico de malos comportamientos. Los recuerdos pueden agobiarte y paralizarte.

Si luchas con tu pasado, no estás solo. Escucha este análisis del sabio pastor D. Martyn Lloyd-Jones:

El problema en este caso es el que afrontan los cristianos que, por causa de algún pecado específico en su vida anterior, o por la forma tan particular en que el pecado se introdujo en su caso, se sienten desdichados o sufren de depresión espiritual. Por mi experiencia en el ministerio, que abarca ya muchos años, yo diría que no hay problema más común. Es un problema recurrente, y me parece que he atendido a más gente en relación con este en particular que en relación con cualquier otro problema1.

Dios en Su Palabra proporciona una solución para este problema abrumador, una solución poderosa y transformadora que está más allá de lo que podríamos imaginar. ¿Cuál es la respuesta de Dios?

NUESTRO OBJETIVO ES LA
TRANSFORMACIÓN DE LOS RECUERDOS

Comencemos por definir nuestro objetivo. La mayoría de las personas que sufren con malos recuerdos simplemente quieren que estos desaparezcan. Me dicen: “Solo quiero olvidar el pasado. Quisiera que desapareciera por completo”. Lo que quieren, en pocas palabras, es borrar su memoria.

Si erradicar el pasado es tu objetivo, el mundo ofrece una variedad de escapes. Puedes diluir tus recuerdos por medio del abuso de drogas o alcohol. “Yo bebía para olvidar el dolor”, confesó Mario más adelante. Lina se conformó con una combinación de terapia para “sanar la memoria” y tranquilizantes recetados. Algunas personas abrumadas optan por tratamientos de terapia electroconvulsiva o ministerios de liberación de demonios. Lo que tienen en común todos estos métodos es el objetivo de vaciar la memoria.

Por otro lado, algunas personas que pretenden ayudar parecen negar el problema y promover un objetivo distinto, un plan enfocado simplemente en olvidar el pasado. Algunos cristianos apelan a Filipenses 3:13 (“olvidando ciertamente lo que queda atrás”), para animar a las personas acosadas por malos recuerdos a “solo olvídalo y sigue con tu vida”. Ese fue el consejo que Lina recibió de un predicador en la radio. “Cuando te lleguen malos pensamientos, solo ora y persevera en leer tu Biblia, ir a la iglesia y servir a Jesús. No te detengas en el pasado; vive para el presente”.

Aunque esto suene atractivo, esta agenda causa confusión y es insensible ante el sufrimiento de las personas. Por un lado, esa interpretación de Filipenses 3:13 es errónea. Pablo no está hablando de olvidar pecados pasados. Él está hablando de la forma en que alguna vez buscó ser reconciliado con Dios a través de sus logros religiosos y no por medio de Jesús. Pablo no le dice a la gente que “simplemente olvide sus robos pasados”. Por otro lado, el consejo no es muy bondadoso en términos pastorales. Es verdad que la oración, la Escritura, la iglesia y el servicio cristiano son partes esenciales de la respuesta de Dios, pero la idea de “simplemente olvidar el pasado” no ubica esas disciplinas en el contexto del evangelio. Sin el evangelio, estas disciplinas son prácticamente inútiles para las personas que no pueden detener el flujo de malos recuerdos. Además, esta agenda se conforma con muy poco. Pierde de vista el objetivo más grande para nosotros: ser semejantes a Cristo.

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