Buch lesen: «Mujeres universitarias, profesionales y científicas»
©Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín
Facultad de Ciencias Agrarias
©Gloria Patricia Zuluaga Sánchez
Ruth López Oseira
Mónica Reinartz Estrada
Editoras
©Dora Isabel Díaz Susa, Lourdes Elena Fernández Rius,
Ruth López Oseira, Sara Lugo Márquez, Mónica Reinartz Estrada
y Gloria Patricia Zuluaga Sánchez
Autoras
Primera edición, mayo de 2020
ISBN 978-958-794-153-1 (e-pub)
ISBN 978-958-783-791-9 (e-book)
ISBN 978-958-783-790-2 (rústica)
Colección Nación
Edición
Editorial Universidad Nacional de Colombia
Coordinación editorial
Julián Naranjo Guevara
Corrección de estilo
Anyeli Rivera Tancón
Imagen de cubierta
Gloria Rendón
Diagramación
Ángela Pilone Herrera
Diseño de cubierta
Olga Lucía Cardozo Herreño
Conversión a epub
Mákina Editorial
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio
sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales
Impreso y hecho en Bogotá, D.C., Colombia
Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia
Mujeres universitarias, profesionales y científicas : contextos y trayectorias / Gloria Patricia Zuluaga Sánchez, Ruth López Oseira, Mónica Reinartz Estrada, editoras. -- Primera edición. -- Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Editorial ; Medellín : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Agrarias, 2020.
CD-ROM. -- (Colección Nación)
Incluye referencias bibliográficas al final de cada capítulo e índice temático
ISBN 978-958-794-153-1 (e-pub)
1. Universidad Nacional de Colombia (Sede Medellín) -- Ciencias agrícolas --1960-2014 2. Educación de la mujer -- Historia -- Colombia 3. Educación superior de mujeres 4. Formación profesional de mujeres -- Colombia 5. Mujeres en la ciencia 6. Mujeres científicas 7. Género y equidad I. Zuluaga Sánchez, Gloria Patricia, 1961-, editora II. López Oseira, Ruth, 1971-, editora III. Reinartz Estrada, Mónica, 1966-, editora IV. Serie
CDD-23 378.19822 / 2020
Contenido
Lista de figuras
Figura 1. Porcentaje de mujeres y hombres matriculados en pregrado en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín en 2015
Figura 2. Relación de hombres y mujeres en la FCA, 2015
Figura 3. Histórico de egresados de la FCA
Figura 4. Porcentaje de hombres y mujeres matriculados en posgrados de la FCA, 2015
Figura 5. Porcentaje de hombres y mujeres egresados en posgrados de la FCA (1992-2015)
Figura 6. Dendrograma del índice de similitud entre los casos
Figura 7. Dendrograma del índice de similitud entre grupos de códigos
Prólogo
La idea de este libro surgió en las discusiones e intercambios que tuvieron lugar durante el transcurso del seminario internacional Mujeres, Universitarias, Profesionales y Científicas: Contextos y Trayectorias, realizado en diciembre de 2015 en la Sede Medellín de la Universidad Nacional de Colombia. El seminario se convocó con la intención de crear un espacio de intercambio de ideas que permitiera situar los resultados del proyecto de investigación en el contexto de los estudios de las mujeres y el género en las ciencias y la educación superior, así como promover redes académicas y de investigación en el tema. Esto es de gran importancia porque, aunque los estudios de género en las universidades colombianas aún encuentran obstáculos y resistencias, sus aportes han representado una perspectiva crítica e innovadora para abordar la docencia, la investigación y la profesión científica.
Desde la década del cuarenta del siglo XX, hasta las primeras décadas del siglo XXI, la Universidad Nacional de Colombia experimentó un aumento paulatino de mujeres que se vincularon a ella como estudiantes y docentes. Su incorporación, sin embargo, no se ha producido de manera homogénea y sostenida en todos los espacios, sino que se ha concentrado en algunas áreas y niveles, sin que ello haya representado transformaciones significativas en los esquemas de funcionamiento institucionales.
Para muchas mujeres vincularse a los campos de la ciencia y la tecnología ha significado adaptarse, en mayor o menor grado, a parámetros establecidos como normas objetivas cuando las universidades aún eran ámbitos exclusivamente masculinos. En numerosas ocasiones se ha subrayado el hecho de que las instituciones universitarias y científicas fueran pensadas y organizadas para la formación cultural y profesional de hombres —en el contexto de sociedades donde los roles sociales femeninos y masculinos estaban segregados de forma bastante rigurosa—, lo cual impone una inercia en las culturas institucionales que requieren de una gran inversión en términos de reflexión, tiempo y recursos para llegar a transformarlas.
El aumento de la presencia femenina en la educación superior se ha producido sin que las instituciones pensaran atenta y detenidamente acerca de las implicaciones de su ausencia o presencia. Por tanto, este proceso ocurrió sin que mediara ninguna intención de estimular el ingreso de mujeres y hacer de ello ocasión de una reflexión más amplia acerca de los contenidos, los currículos ocultos, las expectativas sociales y culturales, los métodos y los objetivos de las distintas ciencias y disciplinas, o de la relación entre estas y la sociedad en la que actúan. Esto contrasta notoriamente con otros aspectos de la política institucional que contemplan una atención especial a la inclusión de personas de distinta procedencia socioeconómica, étnica o cultural.
Así como la universidad no ha medido su impacto en la equidad de género en la sociedad, tampoco las desigualdades de género al interior de la universidad han sido estudiadas sistemáticamente, de forma que se pueda entender, entre otras cosas, cuáles obstáculos o dificultades en las trayectorias académicas y profesionales son atribuibles a la condición de género. La incorporación de las mujeres al ámbito académico y científico ha venido ocurriendo y se supone que continuará haciéndolo de manera “natural” y progresiva, sin que la comunidad universitaria se pregunte cómo ha ocurrido, cuáles condiciones han facilitado o dificultado este proceso, cuál es su aporte a la vida universitaria y académica o qué impacto puede tener en la sociedad y en el desarrollo futuro de las ciencias y las técnicas.
Sin embargo, aunque pronto se cumplirá un siglo desde que se abrieron para las mujeres las puertas de la educación superior en Colombia y más de cincuenta años desde que las primeras comenzaron a ingresar regularmente a carreras técnico-científicas, en instituciones como la Universidad Nacional de Colombia no se ha logrado la paridad de género en la composición de los estudiantes, por lo contrario la brecha se ha ampliado desde la década de 1990, especialmente en ingenierías, matemáticas o física. Esta realidad disipa la idea ingenua de que el tiempo se haría cargo de resolver las barreras estructurales e institucionales para que las mujeres avanzaran de manera equitativa en sus carreras científicas y laborales.
Por esto es necesario reflexionar acerca de los procesos sociales, culturales e institucionales del acceso, permanencia y trayectorias académico-profesionales de las mujeres en las ciencias y sobre los mecanismos que reproducen la segregación disciplinaria y ocupacional. Este libro muestra que las mujeres tienen presencia en unas áreas del conocimiento, y suelen estar subrepresentadas en otras e indaga acerca de los factores culturales y estructurales de dicha segregación. También aborda los conflictos y tensiones entre las responsabilidades familiares y laborales que —coincidiendo con la literatura producida sobre el tema en distintas partes del mundo— constituyen un factor de peso para explicar las trayectorias diferenciadas de mujeres y hombres en el ámbito académico y científico.
En un esfuerzo por transformar la cultura institucional de género, la Universidad Nacional de Colombia aprobó la primera normativa universitaria de equidad de género del país (Acuerdo 035 de 2012), que institucionalizó la perspectiva de género y ordenó la puesta en marcha del Observatorio de Asuntos de Género para velar por el desarrollo y cumplimiento de la política de equidad en la institución. Estos avances sitúan a la Universidad Nacional a la vanguardia del sistema colombiano de educación superior en la promoción de la equidad de género y las políticas de igualdad de oportunidades, en concordancia con su tradición democrática y su liderazgo histórico en modelos de justicia y solidaridad social.
La designación de la científica Dolly Montoya Castaño en 2018 como primera rectora de la institución en sus ciento cincuenta años de existencia tiene, en este contexto, una fuerte relevancia simbólica. Supone también un llamado a conocer mejor el papel de las primeras generaciones de científicas en la construcción de la ciencia colombiana y su institucionalidad, a entender la persistencia de sesgos de género a través de las importantes transformaciones del sistema de educación superior en las últimas décadas, así como los efectos que tienen en la sociedad las políticas educativas y científicas en términos de su contribución a reproducir o erradicar las inequidades basadas en el género.
La Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín es un objeto de investigación interesante para los estudios de género, debido a que durante la mayor parte de su larga trayectoria histórica cultivó su identidad como un campo profesional y académico masculino y transitó rápidamente hacia la incorporación de mujeres en un periodo reciente. Este libro contribuye a generar información significativa sobre dicho proceso en esta sede mediante datos cuantitativos, así como a través de las voces de estudiantes, egresadas, profesoras e investigadoras, reconociendo sus aportes como creadoras y transmisoras de conocimiento. Igualmente, esta obra ofrece elementos para entender los cambios significativos que ha producido la educación superior en la vida de las mujeres y en la construcción del orden de género en la sociedad, con miras a ilustrar factores que deberían ser tomados en cuenta por aquellas políticas públicas tendientes a impulsar la equidad y la excelencia en la educación superior y las ciencias.
Gloria Patricia Zuluaga Sánchez
Presentación
Este libro está organizado en dos partes, la primera se compone de tres capítulos que ofrecen elementos conceptuales e históricos para la comprensión del contexto académico del género en la ciencia. La segunda parte está conformada, a su vez, por tres capítulos que abordan el tema a partir de investigaciones realizadas en la Universidad Nacional de Colombia. En el capítulo uno, Ruth López Oseira aborda una perspectiva histórica acerca de las preguntas que ha suscitado la relación entre las mujeres y las ciencias, a partir de una síntesis de los aportes de la historiografía. Este campo de estudios, que se afianza en la década de 1980, surge en la intersección entre la historia y la sociología de las ciencias y la historia de las mujeres; adicionalmente, se apoya en las herramientas conceptuales de las epistemologías feministas y la reflexión sobre la categoría de género.
López Oseira resalta la relevancia de dos enfoques complementarios: los que se centran en los contextos institucionales en los que las ciencias se desarrollan históricamente como un campo independiente, y aquellos que dan cuenta de las polémicas filosóficas, políticas y culturales acerca de las diferencias entre hombres y mujeres. Para finalizar, describe el interés reciente en la cuestión por parte de las instituciones que gobiernan las políticas de educación superior, ciencia, tecnología e innovación en aquellos países que concentran gran parte de la producción científica mundial. Concluye subrayando que una perspectiva histórica lineal, que no tome en cuenta la complejidad de las relaciones de género, simplifica la interpretación de los procesos de inclusión/exclusión de las mujeres y tiende a cerrar en falso el debate.
En el siguiente capítulo Sara Lugo Márquez, desde su experiencia personal, pone en cuestión el modo en que la educación de científicas y científicos suele ignorar los contextos sociales, políticos e intelectuales en los que la ciencia se produce y desenvuelve, los cuales condicionan a quienes participan en la empresa científica, a las prioridades de la investigación científica o a los usos que se le dan a los resultados de esta. Para ello presenta varios ejemplos de los aportes que los estudios de género, queer y feministas —vinculados al giro historicista en los estudios sociales de la ciencia—, han realizado al planteamiento de que las ciencias y las tecnologías son construcciones sociales que se relacionan estrechamente con la construcción jerárquica del orden social.
Su ensayo inicia con una reflexión sobre la noción de sistema sexogénero hasta el punto de inflexión en que los estudios queer plantearon que no solo el género es una construcción social, sino también el sexo. A partir de ahí, presenta casos concretos acerca del modo en que la ciencia hegemónica positiva fundamentada en las ideas de la modernidad ha apuntalado la idea del dimorfismo sexual y las inferencias sociales que se han extraído de ello, con consecuencias decisivas para la exclusión de las mujeres del campo de las ciencias. Distanciándose de una postura relativista, plantea de manera sintética, y a la vez encarnada en casos concretos, cómo se ha construido la crítica epistémica de las ideas de objetividad, neutralidad y universalidad de la ciencia. De dicha crítica se desprende que serían posibles otras formas de construir conocimiento científico distanciado de los valores patriarcales y androcéntricos dominantes.
En el tercer capítulo la profesora Lourdes Fernández Rius realiza una disertación sobre género y ciencia. Señala, de entrada, que esta relación está condicionada por contextos socioculturales y políticos concretos, siendo insoslayable el examen desde la perspectiva de género. Plantea que se sigue privilegiando una noción positivista de las ciencias y que a pesar de que hace tres décadas las mujeres han llegado a este espacio de forma masiva, siguen siendo excluidas de las ciencias y tecnologías más prestigiosas y de los niveles más altos del sistema, en especial de los puestos de decisión.
Además, no se ha logrado una transformación profunda del modo de pensar la ciencia y la tecnología, lo que se puede investigar y lo que no, el planteamiento de problemas científicos, las hipótesis, los diseños metodológicos, las técnicas, los instrumentos y las interpretaciones que se realizan de los datos obtenidos, así como las decisiones de proyectos, los financiamientos y los recursos. Por ello considera necesario problematizar el androcentrismo de la ciencia en sí, y la relación entre verdad y poder.
En la segunda parte se presentan tres capítulos, iniciando con los hallazgos de la investigación “Acceso y trayectorias laborales de las mujeres en las ciencias agrarias de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín”, de Gloria Patricia Zuluaga Sánchez, donde se muestra que ha habido un cambio significativo en el porcentaje de mujeres que cursan carreras universitarias, incluso en aquellas consideradas en el pasado como “guetos masculinos”, como las ciencias agrarias, que hoy podrían catalogarse como neutras al género en cuanto a su número de matriculados.
Lo anterior constituye una importante conquista histórica, que supuso un proceso de rupturas culturales y sociales, no solo para las mujeres, sino también para la universidad y la sociedad como un todo. Sin embargo, dicha incorporación no ha significado una real igualdad de sus condiciones y garantías sociales en el ejercicio de la profesión, y una participación plena en el ámbito económico y social, dado que persisten obstáculos y prejuicios culturales que permanecen ignorados, cuando no naturalizados.
La investigación coincide con estudios de distintos países donde se han encontrado que las mujeres enfrentan una serie de obstáculos en su vida profesional, como la segregación horizontal (tipos de ocupación y brecha salarial), la segregación vertical (difícil acceso a puestos de dirección y poder), una presencia menos consolidada en el mercado laboral, así como dificultad para progresar en sus carreras y hacer compatible la maternidad y el matrimonio con el empleo. También señala que se requieren transformaciones en el espacio doméstico para lograr una mayor equidad y reparto de responsabilidades en este ámbito.
A continuación, la profesora Mónica Reinartz Estrada presenta los resultados de la investigación “Rol educativo de las mujeres en las ciencias agrarias en la Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín 1960-2014”, que en un primer aparte enumera una serie de hechos que permiten contextualizar el acceso de las mujeres a la educación superior en los ámbitos internacional y nacional, para luego referirse al caso concreto del ingreso femenino a la Facultad de Ciencias Agrarias.
En un segundo aparte hace referencia a los porcentajes de hombres y mujeres que tienen título de posgrado y se desempeñan en la docencia y en la investigación en Colombia, enfatizando que el número de profesionales colombianos con estudios de maestría y doctorado es muy inferior a los datos encontrados en otros países. Para la docencia y la investigación reporta que, en términos generales —incluyendo a la Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín—, las mujeres ocupan en mayor proporción categorías de menor prestigio, como auxiliares y asistentes, las cuales tienen menor remuneración.
En otro aparte la autora hace una relación de las publicaciones y muestra que los trabajos hechos por profesoras de la facultad comienzan a divulgarse en los años setenta y aumentan en los siguientes años, lo que se relaciona con el incremento de fondos y de grupos de investigación en la sede, pero llama la atención que la cantidad de artículos de autoría femenina es menor que la de los varones, lo que incide negativamente en los salarios de las primeras.
Finalmente, en el último capítulo Dora Isabel Díaz Susa presenta y analiza la “Política institucional de equidad de género e igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en la Universidad Nacional de Colombia”, sancionada a través del Acuerdo 035 de 2012 del Consejo Superior Universitario. Esta política, que tiene el propósito de crear condiciones legales para hacer efectiva la democracia en la institución, fue aprobada después de ochenta años de haberse iniciado el ingreso de las mujeres a dicho claustro y de varias décadas de presión por parte de un sector de la comunidad universitaria.
La autora hace un recuento de los acontecimientos que posibilitaron el acceso de las mujeres a la educación superior y a la Universidad Nacional de Colombia, y hace énfasis en los vínculos con las luchas y demandas emprendidas en las primeras décadas del siglo pasado por los derechos civiles y políticos. Posteriormente se refiere a la creación del Grupo Mujer y Sociedad, de la misma universidad, que inició un debate relacionado con la situación de las mujeres y con las grandes corrientes del feminismo internacional. Este antecedente contribuyó a la institucionalización de los estudios de género y feministas, así como al desarrollo de la normativa de equidad e igualdad en la Universidad Nacional de Colombia.
El capítulo subraya que los estudios de género y de las mujeres representan una importante innovación para la docencia y la investigación, pues proponen ampliar las miradas a partir de experiencias y culturas diversas, aunque todavía encuentran muchos obstáculos. El Acuerdo 035 considera que el enfoque de género es un paradigma de análisis social y un método de identificación de desigualdades y, por lo tanto, debe ser un eje transversal de las políticas de equidad y una estrategia para la transformación del ejercicio institucional. La autora plantea que si bien este es un logro muy importante, es apenas un punto de partida en un espacio donde persisten las inequidades, las exclusiones y restricciones para las mujeres entre la población estudiantil, docente y administrativa.
Este conjunto de miradas heterogéneas está atravesado por una inquietud compartida relativa a las mujeres en la enseñanza, la producción de conocimientos y el desempeño de las profesiones científicas. Se trata de aproximaciones a un campo vasto del conocimiento, pero puede ser un instrumento útil al esfuerzo por sustentar una universidad incluyente y de calidad que exige este tipo de reflexiones. Una de ellas es que la relación entre mujeres, género y ciencia es un fenómeno de muchas aristas y, aunque algunos indicadores de equidad en el acceso han mejorado, ello no quiere decir que la inequidad se haya superado o los avances obtenidos puedan considerarse una conquista asegurada. Por eso, la equidad de género no debería seguir siendo el resultado de la inercia institucional respecto a los cambios que ocurren en la sociedad, así como no se dejan al azar otras políticas de equidad que toman en cuenta grupos vulnerables en razón de su situación socioeconómica o su identidad étnica.
En la actualidad, cuando las evaluaciones de la calidad en educación, investigación e innovación resaltan la importancia de cultivar una diversidad enriquecedora para alcanzar la excelencia, la Universidad Nacional de Colombia está en condición de liderar la investigación y la innovación mediante procesos que generen equidad, promuevan la diversidad y fortalezcan la democracia. La pregunta por las mujeres y el enfoque de género en ciencia, tecnología e innovación propone una apertura transdisciplinar que impacte en la investigación y la docencia y se pregunte por los sujetos y los contextos que producen esos saberes.