Buch lesen: «Julio Ramón Ribeyro»

Schriftart:



Julio Ramón Ribeyro, creador de dos mundos narrativos: Perú y Europa

Primera edición impresa: julio, 2020

Primera edición digital: agosto, 2020

© Antonio González Montes

© Universidad de Lima

Fondo Editorial

Av. Javier Prado Este 4600

Urb. Fundo Monterrico Chico, Lima 33

Apartado postal 852, Lima 100, Perú

Teléfono: 437-6767, anexo 30131

fondoeditorial@ulima.edu.pe

www.ulima.edu.pe

Diseño, edición y carátula: Fondo Editorial de la Universidad de Lima

Versión e-book 2020

Digitalizado y distribuido por Saxo.com Perú S. A. C.

https://yopublico.saxo.com/

Teléfono: 51-1-221-9998

Avenida Dos de Mayo 534, Of. 404, Miraflores

Lima - Perú

Se prohíbe la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier medio, sin permiso expreso del Fondo Editorial.

ISBN: 978-9972-45-540-7

Índice

Prólogo

Presentación

Primera parte. El Perú en los cuentos de Ribeyro

“Los moribundos”

Tres historias sublevantes (1964)

“Al pie del acantilado”

“El chaco”

Ritmo: Escena. Resumen. Elipsis

“Fénix”

Seis rondas de narración

“Una medalla para Virginia”

“Un domingo cualquiera”

“Los predicadores”

“Sobre los modos de ganar la guerra”

“El ropero, los viejos y la muerte”

“Terra incognita”

Actores en la historia

“El polvo del saber”

“Alienación”

Estructura externa del texto

Estructura interna de “Alienación”

Cuento resumen

Incio in media res. El cronotopo.

El objeto de deseo

El objeto de deseo de Queca

“Desambarze” y “deslopizarse”: el objeto imposible de alcanzar

Espacios en que se desarrolla la historia

Personajes del relato

Acciones o actividades relevantes

“Silvio en El Rosedal”

El modelo actancial en “Silvio en El Rosedal”

Hacendado o investigador

Nuevo modelo actancial con el mensaje secreto del rosedal como objeto de valor

¿Quién es el destinador?

El objeto de valor del destinatario

El sujeto del deseo. Ayudantes y oponentes

Llegada de la prima y de la sobrina

Programas narrativos más relevantes

Programas narrativos de apropiación

Programas de atribución

Programas de renuncia

“Silvio en El Rosedal”, el relato más estudiado

“Atiguibas”

Segunda parte. Europa en los cuentos de Ribeyro

“Doblaje”

“El libro en blanco”

“Bárbara”

“Los cautivos”

“Ridder y los pisapapeles”

“La primera nevada”

“La estación del diablo amarrillo”

“Los españoles”

“Papeles pintados”

“Demetrio”

“La juventud en la otra ribera”

El modelo actancial

El sujeto del deseo (Plácido Huamán)

El destinador

Ayudantes y oponentes en la historia de Plácido Huamán

Solange: ¿ayudante u oponente de Plácido Huamán)

Solange y la red de oponentes de Plácido Huamán

El objeto de deseo o de valor

El cuadrado de veredicción: lo aparente y lo oculto

Vigencia del cuadrado de la veredicción

Programas narrativos en “La juventud en la otra ribera”

Programas narrativos de apropiación

Programas narrativos de atribución

Programas narrativos de renuncia

Programas narrativos de atribución y de renuncia (combinación factible)

Programas narrativos de desposesión

“El carrusel”

Los narradores y sus historias

Un joven llega a Francfort

Desde Génova

En la isla

En el departamento parisino

Monique y la historia de su hermano

El gasfitero y su pequeña historia

Madame Nguyen, la vietnamita en París

Los sucesos en el bar de Saygón

El propietario del bar

El capitán Dupuis, descendiente de Descartes

La amonestación del director y la requisitoria del general Ney

El probable sustractor del documento sobre la sustracción

El pibe argentino polemiza con el joven francés

El veredicto del médico

A modo de colofón ¿edificante?

Referencias

Bibliografía

Prólogo

Poco antes de morir, Julio Ramón Ribeyro (1929-1994) tuvo pruebas elocuentes (que —nos consta— recibió con tan honda satisfacción que, a pesar de su temple reservado y sabiamente estoico, salía a flote en su mayor predisposición al entusiasmo y a conceder entrevistas y apariciones públicas) de que, por fin, se lo situaba entre los mejores cuentistas de la lengua española: el premio Juan Rulfo (de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara) y la edición de sus cuentos completos en una colección que no hacía mucho había creado la Editorial Alfaguara con clásicos de la talla de Juan Carlos Onetti y Julio Cortázar. En ambos reconocimientos influyó mucho la “campaña” a favor suyo que venía efectuando, desde los años setenta, Alfredo Bryce Echenique, sin duda el creador consagrado internacionalmente que se dedicó con mayor tesón y generosidad, en vida de Ribeyro, a difundir sus obras.

Ya en los años sesenta, desde la publicación de Tres historias sublevantes (1964) y Las botellas y los hombres (1964), reinaba, en el Perú, el consenso de que Ribeyro era el cuentista más dotado de las letras nacionales. Valoración que animó al editor Carlos Milla Batres a reunir sus cuentos en dos volúmenes, bajo el título de La palabra del mudo (1973, con un notable prólogo de Wáshington Delgado), claramente presentándolo como una de las voces más admirables del cuento hispanoamericano. Sitial que poco a poco, pero con paso firme, fue imponiéndose hasta los importantes reconocimientos que comenzó a cosechar Ribeyro al final de su existencia.

Un cuarto de siglo después, Ribeyro goza de un interés creciente entre los lectores y críticos de todo el ámbito hispánico; y no solo por sus cuentos, sino también por sus aportes a géneros (poco transitados en las décadas del cincuenta hasta la de los ochenta) en boga: diario personal (La tentación del fracaso), aforismos (Dichos de Luder) y textos híbridos (Prosas apátridas). Abundan los libros y las tesis universitarias que lo estudian con rigor y penetración crítica. Destaquemos aquí las contribuciones críticas de James Higgins, Peter Elmore, Irene Cabrejos, Jorge Coaguila, Luis Fuentes Rojas, Eva Valero Juan y… qué duda cabe, Antonio González Montes, quien nos entrega ahora un nuevo libro de consulta imprescindible, esclarecedor y sustancioso.

Miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua, profesor universitario de dilatada trayectoria, González Montes se ha dedicado, con esmero admirable, a estudiar voces de la narrativa peruana, tanto figuras del período colonial (ahí el Inca Garcilaso de la Vega) como de la literatura contemporánea (verbigracia, Carlos Eduardo Zavaleta y Mario Vargas Llosa). Dentro de ese conjunto de artículos y libros publicados, descuella la manera sistemática con que ha analizado a dos autores fundamentales: César Vallejo (todos sus cuentos y novelas) y, por supuesto, Ribeyro.

Estamos ante el tercer libro que consagra al autor de La palabra del mudo. Luego de Ribeyro El arte de narrar y el placer de leer (2010) y Ribeyro. El mundo de la literatura (2014), ha tejido una reveladora cartografía de los variadísimos ámbitos geográficos en que se localizan sus cuentos: Julio Ramón Ribeyro, creador de dos mundos narrativos; Perú y Europa. Ha escogido una temática digna de examinar en el universo literario de creadores con un mirador amplio de la diversidad nacional e internacional (ejemplos señeros de las letras peruanas: Ventura García Calderón, Ciro Alegría, Carlos Eduardo Zavaleta, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique y Miguel Gutiérrez); pero que resulta especialmente idóneo en el caso de Ribeyro, dado que el artífice de Silvio en el Rosedal enfatizaba el entorno geográfico de sus narraciones (actúa en ello el legado de los grandes realistas europeos del siglo xix que Ribeyro veneraba: Balzac, Stendhal, Flaubert, Maupassant, etcétera), llegando a aportar la división en costa, sierra y selva, en sus Tres historias sublevantes; a resaltar como un microcosmos su barrio miraflorino de Santa Cruz, en Relatos santacrucinos. Y, en el marco internacional, a separar los cuentos localizados en el Perú de los ubicados en Europa, en los dos conjuntos nuevos que dio a conocer en el tomo II de La palabra del mudo: El próximo mes me nivelo y Los cautivos, respectivamente.

Aunque utiliza los conceptos teóricos y los aportes metodológicos de la narratología, opta por una exposición clara y didáctica, al alcance tanto del público interesado como del público en general, así como enormemente útil para los estudiantes universitarios.

En concordancia con el trasfondo sapiencial (búsqueda profunda y problematizadora de la verdad, en pos de la ansiada sabiduría, y no meramente de la información acumulada por la ideología reinante) de los escritos de Ribeyro, González Montes percibe un hilo conductor en sus libros:

una experiencia vital y artística que lo condujo a intentar comprender, más que narrativamente, su heterogénea sociedad de origen, a la vez que accedía a una visión más amplia del mundo, basada en su instalación progresiva en el mundo europeo, en especial en Francia, y dentro de este país, en París, una ciudad con la que se identificó, como lo hizo con Lima, y de modo particular, con el distrito de Miraflores. (p. 16)

En consecuencia, leer cabalmente a Ribeyro implica un “aprendizaje vital y artístico”, concluye en sus reflexiones finales. Un aprendizaje que el lector aprovechará como es debido, bajo la guía segura y penetrante de González Montes. Comulgará así, enriquecido por la lectura de Ribeyro, con la complejidad de la condición humana, liberándose de prejuicios, marginaciones y, en general, la carga alienante del “contrato social”.

Ricardo González Vigil

Presentación

El 2019, Julio Ramón Ribeyro habría cumplido noventa años de edad y veinticinco de su partida física (1929-1994), pero pese a la respectiva distancia temporal transcurrida, el escritor peruano está muy vivo en el recuerdo de los muchos lectores peruanos y extranjeros que ha ido ganando, a lo largo de las décadas, por lo menos desde mediados de la del cincuenta, pues su primer volumen de cuentos apareció e inició su camino en 1955.

Con motivo de estos importantes hitos temporales, nos hemos propuesto compartir en este libro, Julio Ramón Ribeyro, creador de dos mundos narrativos: Perú y Europa una visión global y, a la vez, selectiva, de la producción cuentística de un autor, cuya vigencia, casi al término de la segunda década del siglo xxi, está fuera de toda duda. Sus cuentos son lo más valioso de su obra literaria, pero el resto de su polifacética creación (novela, teatro, ensayo, crítica literaria, microrrelato, diario personal, epistolario) complementa y enriquece la importancia de Julio Ramón como un gran escritor, reconocido a nivel nacional e internacional.

Esta popularidad que entusiasma a sus lectores y los lleva a recorrer, una y otra vez, los memorables cuentos plasmados por la prosa transparente, fluida y polisémica de Ribeyro, también ha incentivado a los críticos peruanos y extranjeros, de varias generaciones y de diversas tendencias exegéticas, a profundizar en el conocimiento de las historias realistas y fantásticas que nos ha regalado desde sus primeros libros publicados en la década de los cincuenta (Los gallinazos sin plumas y Cuentos de circunstancias), hasta los que han aparecido en los siguientes decenios y se han reunido, finalmente, en la colección La palabra del mudo.

En este relevante proceso de producción narrativa, que ha ido desarrollándose en un contexto, a la vez, peruano y extranjero, Ribeyro, que desarrolló su vida en el Perú y fuera del país, ha creado, mediante el conjunto de sus cuentos, dos mundos narrativos, que hemos querido diferenciar para una mejor apreciación de la calidad artística, humana y social que distingue a la obra cuentística de este hombre de letras que ha enriquecido la literatura peruana contemporánea.

Sin duda, esta capacidad de dar existencia a más de un mundo narrativo no es una característica privativa de nuestro autor, pero él la ha realizado “a su manera”, paso a paso, como producto de una experiencia vital y artística que lo condujo a intentar comprender, más que narrativamente, su heterogénea sociedad de origen, a la vez que accedía a una visión más amplia del mundo, basada en su instalación progresiva en el mundo europeo, en especial en Francia, y dentro de este país, en París, una ciudad con la que se identificó, como lo hizo con Lima, y de modo particular, con el distrito de Miraflores.

Como hemos señalado, este exitoso proyecto narrativo de Ribeyro surgió paulatinamente y encontró una primera plasmación en Cuentos de circunstancias (1958), su segundo libro de relatos breves, en el cual, la primera palabra del título subraya la importancia que le concede a esa forma literaria, con el cual terminó identificándose plenamente. En este volumen, indicábamos, Ribeyro supo integrar los componentes peculiares de su poética narrativa de modo coherente y totalizador. En el conjunto de los textos, los lectores comprobamos que coexisten los cuentos realistas con los fantásticos, a la vez, que las historias se desarrollan, algunas, en ciudades del Perú o de Europa.

Este modelo, experimentado por primera vez en el citado volumen, se repitió, con variantes, en todos los libros que Ribeyro publicó de 1964 en adelante. Dicho año, por citar una versión del modelo aludido, dio a conocer dos libros dedicados a mostrar ficciones narrativas ambientadas en el Perú (Tres historias sublevantes y Las botellas y los hombres). Y en la década de los setenta, el autor miraflorino y peruano inaugura su serie La palabra del mudo II (1994), con dos colecciones, en las que vuelve a basarse en la duplicidad de los mundos en los que se mueve y comparte esa experiencia vital y estética con sus lectores: en Los cautivos (1972) reúne los cuentos cuyos respectivos escenarios son europeos y en El próximo mes me nivelo (1972) todas las historias se ambientan en diferentes lugares del Perú, aunque es cierto que Lima es la urbe preferida1.

En los siguientes libros, que integran los varios tomos de La palabra del mudo, Ribeyro consolida la plasmación de los dos mundos, construyendo historias que hacen posible que los lectores viajemos de la mano del respectivo narrador por el Perú o por algunos países europeos, con especial preferencia por Francia y su capital París. Por ello en las páginas de nuestro libro, presentamos una selección de análisis de los cuentos que pertenecen a uno y a otro de esos mundos.

Siguiendo este derrotero, comenzamos deteniéndonos en un total de catorce cuentos, cuyos personajes se desenvuelven en diversos escenarios peruanos. Ellos son “Los moribundos”, “Al pie del acantilado”, “El chaco”, “Fénix”, “Una medalla para Virginia”, “Un domingo cualquiera”, “Los predicadores”, “Sobre los modos de ganar la guerra”, “El ropero, los viejos y la muerte”, “Terra incognita”, “El polvo del saber”, “Alienación”, “Silvio en El Rosedal”, “Atiguibas”.

Por otro lado, hemos analizado doce relatos ambientados en el mundo europeo, de varios de los libros, comenzando, precisamente, con el célebre “Doblaje”, que apareció en el ya citado volumen Cuentos de circunstancias. Completan la mirada ribeyreana de Europa los textos “El libro en blanco”, “Bárbara”, “Los cautivos”, “Ridder y el pisapapeles”, “La primera nevada”, “La estación del diablo amarillo”, “Los españoles”, Papeles pintados”, “Demetrio”, “La juventud en la otra ribera”, “El carrusel”.

La razón de haber elegido examinar, mayoritariamente, cuentos de Julio Ramón publicados a partir de 1964, obedece a que en dos anteriores libros nuestros dedicados al estudio de los célebres cuentos de Ribeyro, hemos investigado los textos editados con anterioridad a dicho año. Así, en Ribeyro. El arte de narrar y el placer de leer (2010), ofrecemos el análisis principalmente narratológico de todos y de cada uno de los treinta cuentos de sus tres primeros libros, con excepción de Tres historias sublevantes (1964), cuyo trío de relatos sí han sido abordados en este volumen.

Del mismo modo, en nuestro segundo libro dedicado al examen de otros cuentos del autor limeño y de otros libros, Julio Ramón Ribeyro. El mundo de la literatura (2014), desde la perspectiva de lo metaliterario, hemos efectuado un asedio textual a cuentos que figuran en sus colecciones Solo para fumadores y Relatos santacrucinos, como también abordamos Los geniecillos dominicales, Prosas apátridas y Dichos de Luder.

En cuanto a la perspectiva desde la que se ha examinado cada uno de los inagotables y polisémicos textos de Ribeyro, hemos considerado siempre, como una premisa pertinente, lo que establece en su célebre decálogo. “No hay cuento sin historia. El cuento se ha hecho para que el lector a su vez pueda contarlo”. Por ello, nuestros enfoques parten habitualmente de esa licencia que recomienda el Maestro del cuento, con el propósito de compartir y de comprometer a nuestro lector con la mirada desde la que nos detenemos a contemplar el desarrollo del recorrido narrativo que efectúa la prosa del autor en cada relato.

Otra categoría importante que nos orienta en el trabajo de exégesis es la del narrador, ese ser hecho de lenguaje y que posee el don y el poder de insuflar vida a un mundo verbal en el que pululan seres diversos que, en el ámbito realista o en el fantástico, se ubican en una cierta coordenada espacio-temporal y allí dejan testimonio de sus acciones, ideas, pensamientos, deseos, sentimientos, palabras, actitudes, miedos, esperanzas y con todo ello y más configuran historias de diverso tipo que los lectores completan con su mente. Cada relato de Ribeyro está construido con tal coherencia artística que la ficción narrativa, cualquiera que sea el mundo representado elegido, constituye una unidad realzada por la prosa, la estructura, las técnicas y otros recursos que muestran el dominio que llegó a alcanzar en el cultivo del cuento este maestro insuperable que siempre se impone por un gratificante nock out a sus agradecidos lectores2.

En cuanto al enfoque metodológico, nos hemos servido de los conceptos que la narratología pone a disposición de quienes tienen la tarea de intentar construir un conocimiento válido pero abierto acerca de los textos literarios, en este caso, los insuperables cuentos de Julio Ramón Ribeyro. Igualmente, el método semiótico-greimasiano nos ha sido de utilidad cuando hemos dialogado con relatos ribeyreanos que se prestaban a un análisis de este tipo. Hemos empleado estos conceptos, pero al hacerlo nos ha preocupado explicarlos para que nuestros lectores sientan que dicho enfoque los ayuda a captar mejor el sentido del texto examinado, lo que no quita la posibilidad de evaluar el objeto de estudio desde otras ópticas3.

Y sobre el origen de estas páginas, ellas formaron parte de sendos proyectos de investigación, auspiciados por el Instituto de Investigaciones Humanísticas de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, durante los años de 2010 y 2015. Este apoyo hizo posible que pudiera continuar estudiando la producción cuentística de Julio Ramón Ribeyro, cuya tarea había iniciado, también como un proyecto, en el Instituto de Investigación Científica (IDIC) de la Universidad de Lima, el 2005.

Agradezco a mi esposa, Eliana Vásquez Colichón, mi compañera de vida y cómplice en mi trabajo literario. Así mismo, mi gratitud al Fondo Editorial de la Universidad de Lima, por honrarme con la publicación de este nuevo libro (el tercero en mi bibliografía personal sobre el autor) dedicado a homenajear la calidad humana y literaria de Julio Ramón, con motivo de los aniversarios ya citados. No es, pues, la primera vez que esta prestigiosa Universidad publica un texto de mi autoría. Lo hizo ya cuando dio a conocer mi obra Ribeyro. El arte de narrar y el placer de leer (2010) y la presentó en la Feria del Libro Ricardo Palma de aquel año. Este libro es un testimonio de agradecimiento a esta casa de estudios. Asimismo, expreso mi gratitud al doctor Ricardo González Vigil, por sus palabras prologales. No hay nadie que como él haga tanto cada día —y con tanta calidad, penetración crítica y equidad— por las letras de este Perú de todas las sangres. Sean estas palabras mi reconocimiento a su infatigable labor académica, de proyección nacional e internacional.

Antonio González Montes

Lima, verano del 2020

5,49 €