El poder de la universidad en América Latina

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El poder de la universidad en América Latina
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ÍNDICE

PRESENTACIÓN

AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

PRIMERA PARTE. APUNTES SOBRE LA SOCIOLOGÍA HISTÓRICA DE LAS UNIVERSIDADES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Antecedentes y perspectiva analítica; Historia, sociología y política; Conjeturas, sospechas, hipótesis; La construcción del poder autónomo de la universidad; Dos ejes del poder autónomo universitario: legitimidad y representación; Metodología, fuentes y limitaciones

SEGUNDA PARTE. ANTECEDENTES EUROPEOS E INVENCIONES AMERICANAS: LAS TRES ÉPOCAS DE LAS UNIVERSIDADES HISPANOAMERICANAS

Las primeras universidades europeas; La universidad medieval; La Universidad de Salamanca

LA ERA COLONIAL (1538-1812)

El contexto latinoamericano en la era colonial; Historias paralelas: tres universidades, tres tipos de legitimidad; La Universidad de Santo Domingo: la legitimidad precaria; Universidad de San Marcos: la legitimidad conflictiva; La Universidad de México: la legitimidad ambigua; Recapitulación y conclusiones preliminares sobre la Era Colonial

LA ERA REPUBLICANA (1812-1918)

El agitado fin de una época; Absolutismo, Ilustración y revoluciones de independencia; Universidad de México: de real y pontificia a nacional (1833-1910); Las dos muertes de la Real Universidad de México: 1833 y 1865; El porfiriato y la fundación de la Universidad Nacional; La Universidad de San Marcos: modernización y escombros de guerra; Santo Domingo, la “España boba”, y la reinvención de la universidad; Recapitulación y consideraciones finales acerca de la Era Republicana

LA ERA DE LA AUTONOMÍA (1918-1980). REFORMAS Y UTOPÍAS, MODERNIDAD Y NACIONALISMO

Córdoba y la construcción de un nuevo modelo universitario; Universidad de México: nacionalismo y autonomía; La conquista de la autonomía universitaria dominicana y la dictadura de Trujillo; Universidad de San Marcos: autonomía y legitimidad; Recapitulación y conclusiones acerca de la era moderna de las universidades latinoamericanas

CONSIDERACIONES FINALES. UNA NOTA SOBRE EL PODER DE LA UNIVERSIDAD EN LA ERA CONTEMPORÁNEA (1980-2018): INCENTIVOS, CALIDAD Y EVALUACIÓN

La construcción de un nuevo contexto político y de políticas para la legitimación universitaria; Las universidades históricas en un contexto cambiante: privatización, desigualdad y masificación; Gobierno, legitimidad y representaciones universitarias hoy; Poder y políticas universitarias hoy: un mapa mínimo

EPÍLOGO: EL LARGO PLAZO Y LA SOCIOLOGÍA HISTÓRICA UNIVERSITARIA LATINOAMERICANA

REFERENCIAS

ANEXO I. Cronología de fundación de universidades en América Latina y el Caribe

ANEXO II. Cronología de colegios, institutos y universidades hispanoamericanas durante el siglo XIX y primera mitad del siglo XX (1812-1944)

sociología

y

política

EL PODER DE LA UNIVERSIDAD

EN AMÉRICA LATINA

Un ensayo de sociología histórica

por

ADRIÁN ACOSTA SILVA



siglo xxi editores CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS, 04310, CIUDAD DE MÉXICO www.sigloxxieditores.com.mx

siglo xxi editores, argentina GUATEMALA 4824, C1425BUP, BUENOS AIRES, ARGENTINA www.sigloxxieditores.com.ar

anthropos editorial LEPANT 241-243, 08013, BARCELONA, ESPAÑA www.anthropos-editorial.com

CATALOGACIÓN EN LA PUBLICACIÓN

NOMBRES: Acosta Silva, Adrián, autor

TÍTULO: El poder de la universidad en América Latina : un ensayo de sociología histórica / por Adrián Acosta Silva

DESCRIPCIÓN: Primera edición. | Ciudad de México : Siglo XXI Editores, 2020.

COLECCIÓN: Sociología y política

IDENTIFICADORES: 978-607-03-1082-9; 978-607-547-854-8; 978-607-8066-57-5

TEMAS: Educación superior – América Latina | Enseñanza – América Latina

CLASIFICACIÓN: LCC LB2331.46 A36 | DDC 378.12509714

esta publicación fue dictaminada a doble ciego según políticas editoriales de la UdeG y de la UDUAL.

fotografía de vla, segmento del patio del antiguo colegio de san ildefonso. agradecemos al patronato universitario a través de la dirección general del patrimonio universitario por el uso de la imagen de la portada

primera edición, 2020

© siglo xxi editores, s. a de c. v.

isbn 978-607-03-1082-9

isbn-e 978-607-03-1083-6

© universidad de guadalajara

josé bonifacio andrada 2679, lomas de guevara, 44657, guadalajara, jalisco

isbn 978-607-547-854-8

isbn-e 978-607-547-855-5

© unión de universidades de américa latina y el caribe, a.c. avenida flores magón 1, tlatelolco, 06995, cuauhtémoc, ciudad de méxico

isbn 978-607-8066-57-5

isbn-e 978-607-8066-58-2

derechos reservados conforme a la ley.

prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio.

En las áreas de las que nos ocupamos,la comprensión sólo se produce en forma derelámpagos. El texto es el largo trueno que los sigue.

WALTER BENJAMIN

PRESENTACIÓN

En 2019, la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) cumplió 70 años; con el fin de conmemorarlos, se convocó a un seminario académico que derivó en una publicación, la cual consideramos fundamental para comprender la situación actual de las universidades en nuestra región latinoamericana y caribeña (Autonomías bajo acecho), también publicada por la casa editorial en la que hoy presentamos El poder de la universidad en América Latina.

La divulgación de ideas, como las que Adrián Acosta Silva ensaya en este libro con una amplia revisión sociológica e histórica, es parte de las labores de la UDUAL, donde el intercambio académico y la promoción del debate son piezas sustantivas de nuestro perfil institucional, siendo un medio idóneo las publicaciones de los investigadores de las universidades afiliadas.

Con el propósito de continuar esta iniciativa e interesados en dialogar con la Universidad de Guadalajara, una de las casas de estudios con más tradición en México, hoy consideramos oportuno coeditar esta importante investigación por los datos históricos y el análisis sociológico que aporta acerca de las tres universidades más antiguas y emblemáticas de la región: Santo Domingo (1538), San Marcos (1551) y la Universidad de México (1551). Estamos seguros de la trascendencia que representa para el mundo educativo.

Desde su fundación como la red de educación superior más grande de América Latina y el Caribe, la UDUAL defiende, fortalece y promueve el ejercicio de la autonomía universitaria, tomando en cuenta la diversidad y pluralidad de las regiones y las instituciones de educación superior. Asimismo, impulsa la actividad académica y promueve el análisis de las distintas realidades y problemáticas que enfrenta este nivel de enseñanza.

 

La UDUAL aspira a continuar posicionada como el espacio donde se afirma y fomenta el pensamiento integral de las universidades latinoamericanas y caribeñas para proyectarse en la región. Qué mejor manera de subrayarlo que a partir de un libro como éste, el cual fortalece nuestra razón de ser y manifiesta el sentido de esta unión académica.

Por su parte, la Universidad de Guadalajara, institución bicentenaria fundada en 1791 como Real y Literaria, coincide ampliamente con la UDUAL en el interés por difundir la historia y las condiciones en las que realizan sus funciones sustantivas las universidades latinoamericanas y caribeñas.

Asimismo, el apoyo a la edición de este tipo de trabajos forma parte esencial de la construcción de la autonomía intelectual e institucional de la vida universitaria en las distintas regiones y territorios nacionales.

Para la Universidad de Guadalajara, coincidir en este esfuerzo conjunto de publicación es una muestra del ánimo de cooperación interinstitucional que se orienta hacia el fortalecimiento del conocimiento histórico-sociológico de nuestras universidades, como ejercicio sustantivo de la vida académica universitaria moderna y testimonio de la enorme riqueza del pasado y el presente de nuestras propias instituciones.


ROBERTO ESCALANTE SEMERENASECRETARIO GENERALUDUAL RICARDO VILLANUEVA LOMELÍRECTOR GENERALUdeG

AGRADECIMIENTOS

En la vida académica, ningún texto surge del vacío intelectual, institucional ni emocional. Las lecturas de artículos, ensayos, reseñas o libros son deudoras de circunstancias, personas y lugares específicos durante tiempos más o menos determinados, o más o menos imprecisos, según se quieran ver. Aunque el ejercicio de escribir es parte de un proceso que se desarrolla siempre en solitario, la manera en que esto es posible supone también, inevitablemente, un contexto específico, habitado por voces, lecturas, dudas, conversaciones y observaciones que trascienden a los individuos y sus respectivas soledades. En este caso, es obligado hacer mención de las situaciones, instituciones y personas que hicieron posible el desarrollo del proyecto que hoy se expresa en la forma de un texto convencional. Ya se sabe: detrás de cada libro hay una pequeña historia que a veces vale la pena ser contada. Supongo que éste puede ser el caso.

El proceso de investigación sobre el cual descansan las páginas que siguen tiene, como suele suceder en la vida académica e intelectual universitaria, un origen remoto, uno reciente, así como una combinación de eventos determinados por las fuerzas siempre misteriosas del azar. El origen remoto se configura por una serie de preguntas, dudas y hallazgos acumulados en más de 30 años dedicados tanto al estudio de las universidades públicas en México como en América Latina, relacionados casi todos con la trayectoria sociohistórica de las propias universidades, su evolución, pleitos, conflictos políticos contemporáneos, sus significados sociales y políticos, sus estructuras de poder, sus mecanismos de vinculación con el desarrollo de las profesiones, las ciencias y las humanidades. El origen reciente tiene que ver con el estudio del fenómeno expansivo de la educación superior en prácticamente todo el mundo, en la relocalización del papel que las universidades públicas juegan en ese proceso de proliferación, relativamente azaroso y espontáneo; el poder social que, a pesar de todo, mantienen estas instituciones como espacios de atracción para la formación de las nuevas generaciones, el desarrollo de la investigación o su representación como centros reclutadores de élites políticas o sociales significativas en distintos contextos sociales, económicos y políticos de América Latina y el Caribe.

En la hechura del texto que ahora se pone a consideración del lector, intervienen también factores que suelen ser producto de la combinación, siempre imprecisa, de voluntad/fortuna, cálculo/azar. El estudio de las reformas universitarias, las fallas coyunturales, los problemas sistémicos del gobierno universitario, así como el análisis de las trayectorias de estudiantes y egresados de universidades públicas en México, temas aparentemente distintos, cuanto distantes en el estudio de la educación superior, llamaron mi atención y me impulsaron a examinar cómo esos problemas del presente universitario latinoamericanos se habían desarrollado quizá desde el origen mismo de la fundación de las primeras universidades hispanoamericanas. En esas circunstancias, digamos, intelectuales, surgió la oportunidad de disfrutar de un año sabático en mi universidad (la Universidad de Guadalajara), que coincidió también con la oportunidad de realizarla en una institución extranjera y con la disponibilidad de apoyos institucionales básicos para concretarla.

Ello explica el hecho de que, aprovechando una agradable estancia sabática en el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre febrero de 2016 y enero de 2017, decidí desarrollar un estudio que permitiera abordar el déficit de conocimiento que tenía acerca del pasado remoto y reciente de las universidades latinoamericanas y caribeñas. Ese esfuerzo se prolongó de 2017 a 2019 en Guadalajara, donde revisé y cuestioné mis avances mediante la revisión de nuevos materiales bibliográficos y documentales en diversas bibliotecas universitarias. En el caso de la UAB, debo agradecer la generosa aceptación del Grupo de Investigación, Educación y Trabajo de ese Departamento (GRET), que me hizo partícipe durante un año de su seminario de investigación, así como por el acceso a la Biblioteca de Humanidades de la Universidad en su hermoso campus de Cerdanyola, en las montañas de Barcelona. También debo mencionar el apoyo financiero que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) otorgó a mi proyecto a través del “Programa de Becas de Investigación para Estancias Nacionales e Internacionales” (convocatoria 2015, clave 263807) para los miembros del Sistema Nacional de Investigadores. Asimismo, debo reconocer el apoyo institucional otorgado por la Universidad de Guadalajara, por medio del Departamento de Políticas Públicas del CUCEA y de la Coordinación General Académica para dedicarme un año completo a la realización de este proyecto.

Entre 2017 y 2019, en la Universidad de Guadalajara, llevé a cabo la investigación en el marco del “Programa de Apoyo a Miembros del Sistema Nacional de Investigadores” (Pro-SNI). En el Departamento de Políticas Públicas del CUCEA y en el Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo del CUCSH, pude combinar los tiempos y condiciones institucionales indispensables para culminar el proyecto iniciado en Barcelona en 2016. En especial, debo expresar mi reconocimiento por el trabajo de Bruno Acosta Hernández, estudiante de la carrera de Urbanística y Medio Ambiente del CUAAD, quien se desempeñó como becario del proyecto entre 2017 y 2018, revisando acervos bibliográficos, documentos y materiales gráficos vinculados con el estudio.

También deseo expresar mi agradecimiento al personal de las bibliotecas de Humanidades de la UAB, de la Facultad de Geografía e Historia y de Educación de la Universidad de Barcelona (UB) por la consulta de libros, revistas y documentos relacionados con el proyecto. El trabajo de lectura y reflexión que realicé en las instalaciones de los campi de la UAB, El Raval y Mundet de la UB fueron el pretexto perfecto para conocer no sólo la bibliografía especializada sobre el tema, sino también para recorrer las calles de la hermosa ciudad marítima, a la vez moderna y medieval que es hoy Barcelona, la capital de Catalunya. Asimismo, agradezco al personal de la biblioteca del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca por su apoyo, su orientación en tanto en la revisión bibliográfica como documental de su acervo entre junio y octubre de 2016.

Extiendo mi reconocimiento a las personas que hicieron posible mi estancia académica en la UAB. A mi amigo y colega Jordi Planas, su apoyo incondicional e interés por incorporarme al GRET y su orientación para hacer más fácil mi instalación en Barcelona a comienzos de 2016. A Luis F. Aguilar Villanueva, le agradezco su siempre cálido estímulo y apoyo intelectual, personal y académico en los últimos años, actitudes que me ayudaron a tomar la decisión de emprender el sabático en la UAB. A Manuel Alcántara y a José María Hernández, de la Universidad de Salamanca, y a Pilar García Jordán, de la Universidad de Barcelona, les extiendo también mi agradecimiento por sus amables invitaciones para presentar mis avances de investigación en sendos seminarios académicos llevados a cabo en dichas universidades en octubre y noviembre de 2016, respectivamente. A los miembros del GRET de la UAB, coordinados por Rafael Merino, su confianza y hospitalidad para integrarme con toda libertad a sus espacios académicos de reflexión y trabajo cotidiano durante mi estancia catalana.

Debo incluir también en este recuento de memoria y aprendizajes las conversaciones que, en el otoño de 2016, tuve con mi viejo amigo y colega Antonio Camou en la célebre Cervecería Moritz de la calle Sant Antoni, cercana al edificio principal de la Universidad de Barcelona (un local que debería ser de visita obligada para cualquier forastero, junto con el Camp Nou, la Iglesia de la Sagrada Familia, la de Santa María del Mar o La Pedrera de Gaudí). Como siempre que nos encontramos en Argentina o en México, esas charlas me resultaron estimulantes y cálidas, donde los temas de las universidades, la gobernabilidad y los problemas de las democracias en México, en España y en Argentina flotaron durante un par de tardes junto con las inevitables referencias al futbol, el clima, los amigos mutuos, nuestras mujeres o hijos.

Debo reconocer igualmente a quienes me acompañaron todos los días a lo largo de un año en esa ciudad espléndida y asombrosa que es Barcelona, y con quienes compartí el privilegio de conocer las calles, edificios y rincones que guarda la Ciudad Condal para propios y extraños. Con la música de fondo de Serrat, Bruce Springsteen, Neil Young, Van Morrison, Nick Cave y Chet Baker (gracias, Enrique Vila-Matas), y entre las carrers, traveseras y avingudas de los barrios de el Born, el Raval, el Gótico, en Passeig de Gracia, o en la playa hermosa y solitaria de Sant Adriá de Bessos, justo frente al imponente Mediterráneo, la compañía, los abrazos y las largas charlas con Angélica, Bruno y José Emilio hicieron siempre más agradable y cálida la experiencia del sabático en las tierras catalanas y el regreso a las tierras jaliscienses. Ellos bien saben, desde siempre, que forman la tierra firme del mundo íntimo de mis afectos y preocupaciones, de mis sueños y esperanzas.

El recuento estaría incompleto sin mencionar el interés y apoyo de las instituciones que hicieron posible la publicación de este libro. De un lado, la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe, el organismo que durante más de 70 años se ha consolidado como uno de los espacios institucionales más importantes de reflexión y discusión sobre los problemas de las universidades públicas de la región. Del otro lado, la Universidad de Guadalajara, mi espacio de formación estudiantil, primero, y desde 1984 el referente institucional de mi desarrollo académico y laboral. A Siglo XXI Editores, su aceptación para la coedición de esta obra. Publicar en esta casa editorial es un privilegio y una responsabilidad intelectual para quienes creemos que la discusión pública de los trabajos académicos es una forma de construir espacios de conversación, donde los libros juegan hoy como ayer un papel relevante.

Barcelona, España, enero 2017/

Zapopan, México, diciembre 2019.

PRÓLOGO

La educación superior universitaria es hoy un territorio amplio, diversificado y extraordinariamente complejo. Millones de estudiantes, profesores y directivos habitan cotidianamente los campi universitarios y no universitarios, públicos y privados, de distinta magnitud y escalas, en miles de instituciones educativas del sector terciario en todo el mundo. Nunca como hoy el acceso a la educación superior se había convertido a la vez en un fenómeno social de búsqueda de identidad y posibilidades de reconocimientos, estatus o prestigios que posibiliten movilidad social entre distintos estratos y, al mismo tiempo, en un asunto público de primer orden en las agendas gubernamentales, una cuestión estratégica, de política y de políticas, que coloca a las instituciones de educación superior en un contexto de exigencias públicas, de incertidumbres globales y de aspiraciones sociales que difícilmente se ha presentado en los casi mil años de historia de las universidades en el mundo.

 

Pero la antigüedad, el tamaño o la diversidad de los sistemas nacionales de educación superior son apenas las postales de entrada en la comprensión de su complejo significado social, político o cultural. Si las universidades de Bolonia, París, Oxford o Salamanca se constituyeron por razones del azar o de la voluntad en las formas organizadas del saber y del poder que acompañaron tanto la legitimidad del orden social y político medieval como el desarrollo de la ciencia y de las profesiones a lo largo de la Edad Media, para luego ser parte de los núcleos intelectuales que institucionalizaron la transición del viejo orden feudal al moderno orden capitalista, no es muy claro cómo y por qué han sobrevivido como los modelos con o frente a los cuales nuevas universidades e instituciones de educación superior se crearon durante los últimos 500, 300 o 100 años.

Tampoco son claros los procesos que explican las diversas trayectorias institucionales de las universidades –en especial, las públicas–, en la configuración de los modernos sistemas nacionales de educación superior. Más allá de que algunas instituciones universitarias se colocaron desde su origen en la formación de las élites dirigentes e intelectuales, de los profesionistas y la formación del funcionario público, no sabemos muy bien cómo y por qué las universidades legitimaron ese encargo a lo largo del tiempo, en contextos sociales y temporales distintos y con grados de intensidad variables, muchas veces confusos y a menudo contradictorios.

Con el fin de explorar estas cuestiones, en el presente texto se ofrece un ensayo de interpretación histórico-sociológico acerca de las universidades latinoamericanas y caribeñas, centrando la atención en las tres universidades más antiguas de la región: Santo Domingo, San Marcos y México. Como se sabe, en las ciencias sociales y las humanidades el ensayo es generalmente una forma de aproximación que intenta organizar un conjunto de conocimientos fragmentarios, que propone relaciones posibles entre distintos componentes, factores y determinaciones de un objeto general o específico de investigación. El ensayo académico, en especial, es un método clásico de exploración más o menos libre pero sistemático sobre fenómenos sociales que auxilia en la comprensión de los perfiles, las tensiones y los relatos institucionales en un campo específico de la acción social, a la vez que se emplea como un recurso analítico, con el fin de exponer ciertas intuiciones, sospechas y conjeturas, y para ofrecer hipótesis explicativas respecto a fenómenos complejos y multidimensionales.

La elección del ensayo como método de exploración no es una decisión que goce de mucha popularidad en las ciencias sociales contemporáneas. Hoy, el énfasis en los datos estadísticos –los cada vez más mitificados y poco cuestionados “datos duros”, “big data” y demás–, el uso de sofisticadas metodologías “cualitativas”, “cuantitativas” o “mixtas”, las crecientes exigencias de verificabilidad y comparabilidad sustentadas en la aplicación inmediata o remota de los conocimientos de las ciencias sociales para intervenir en los asuntos públicos, han desplazado a la duda y a la especulación intelectual como métodos legítimos de exploración de la realidad social. Es posible que el declive del ensayo como ruta de comprensión de los fenómenos sociales se deba más a la ansiedad “metodolátrica” (la adoración del método en sí mismo), a las exigencias de medición estadística del tamaño o calidad de los fenómenos (anclados cada vez más en las métricas del desempeño), a las dificultades de tiempo y financiamiento de proyectos de investigación, o a las exigencias de utilización práctica que gobiernan hoy zonas extensas de las diversas disciplinas sociales, que a una reflexión profunda de los límites de los datos y las correlaciones estadísticas que oscurecen el lenguaje académico de no pocos economistas, sociólogos y politólogos contemporáneos.

Sin embargo, el uso del ensayo académico, como cualquier otro género, también tiene sus límites. Se ubica siempre en las fronteras de la opinión o de la especulación filosófica, histórica o sociológica. No compromete su trayectoria analítica con la formulación de un problema de investigación ni sus resultados con la verificación de una o varias hipótesis, ni tampoco se hace cargo necesariamente de traducir sus hallazgos o especulaciones en la resolución práctica de un problema público específico. Tampoco asume alguna responsabilidad clara en un conocimiento científico más preciso sobre los objetos de investigación o reflexión que le dan origen. Bien visto, el ensayo es una especulación organizada en torno a fenómenos que suelen ser no sólo complejos sino esencialmente ambiguos, cambiantes y contradictorios, como lo es, en este caso, la universidad.

El ensayo puede ser, al estilo de Montaigne, el ejercicio práctico de cierto escepticismo intelectual, la forma que asume un punto de vista dubitativo acerca de las realidades múltiples. Más que la formulación de grandes teorías, el ensayo se concentra en la comprensión de los procesos y la organización de las dudas, en la exploración más o menos libre de las distintas aristas, dimensiones o la experiencia de construcciones sociales como la universidad. En ese sentido, el ensayo es un género para herejes, no apto para ortodoxos académicos, un estilo que asume que la contradicción es el combustible de las dudas, la fuente de toda especulación intelectual que aspira a organizar de la mejor manera posible –es decir, contrastante y contradictoria– una visión de la complejidad de las construcciones sociales. Aquí, adquiere pleno sentido la definición que Alfonso Reyes, el gran escritor mexicano, hacía del ensayo literario como el “centauro de los géneros”, como el territorio que aspira a congregar, en el caso del ensayo académico en ciencias sociales, “el rigor de los conceptos con el vuelo de las intuiciones”, como señala Victoria Camps en “El declive del ensayo” (2016: 164).

Desde esta perspectiva, las siguientes páginas se asumen más en el género ensayístico que en el propiamente científico. El esfuerzo de indagación historiográfica y sociológica que le acompaña intenta ofrecer una reflexión más o menos organizada en cuanto a la sociología histórica de las universidades latinoamericanas que quizá permita a las nuevas generaciones de (posibles) estudiosos una aproximación general a las trayectorias institucionales de las universidades públicas y privadas de la región. Si se alimenta la curiosidad y el interés intelectual sobre el tema por parte de más de algún improbable lector de las páginas siguientes, estará cubierto sobradamente el propósito que anima la hechura de este texto.