Buch lesen: «¿Qué es una Iglesia reformada?»
¿QUÉ ES
UNA IGLESIA REFORMADA?
Stephen E. Smallman
Publicaciones Faro de Gracia
P.O. Box 1043
Graham, NC 27253
Publicado por:
Publicaciones Faro de Gracia P.O. Box 1043 Graham, NC 27253 www.farodegracia.org
ISBN: 978-1-629462-00-4
Agradecemos el permiso y la ayuda brindada por el autor y la editorial, P&R Publishing, P.O. Box 817; Phillipsburg, NJ, 08865-0817, para traducir y publicar este libro al español.
© 2003 por Stephen E. Smallman.
© Traducción al español por Publicaciones Faro de Gracia, Copyright 2013. Todos los Derechos Reservados.
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© Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera
© 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Todos los derechos reservados.
¿QUÉ ES
UNA IGLESIA REFORMADA?
Stephen E. Smallman
Contenido
¿QUÉ ES UNA IGLESIA REFORMADA?
RAÍCES HISTÓRICAS
LAS ESCRITURAS
LA SOBERANÍA DE DIOS
EL PACTO
LA LEY DE DIOS
LA IGLESIA
El Bautismo
Comunión
EL REINO DE DIOS
Conclusión
Otros Tratados de la Misma Serie: Cuestiones Basicas de la Fe Cristiana
¿QUÉ ES UNA IGLESIA REFORMADA?
“¿Qué es una iglesia reformada?” Durante los treinta años como pastor de la Iglesia Presbiteriana en McLean, Virginia, a menudo me hicieron esta fundamental pregunta. Fue allí donde comencé a escribir esta respuesta. Aunque actualmente estoy sirviendo en un lugar distinto al que estaba cuando empecé este proyecto, y casi en una época distinta, todavía es una pregunta importante que requiere respuesta.
La congregación de McLean comenzó su existencia como Iglesia Presbiteriana Bíblica de Washington, DC. Tras varias escisiones y uniones denominacionales, además de un traslado a las zonas residenciales de las afueras, cuando la dejé se había convertido en miembro de la Iglesia Presbiteriana en América (PCA). Pero tener el nombre de “presbiteriana” sobre la puerta de la iglesia no significaba que a ella vinieran sólo presbiterianos. Recibíamos a gente de distintos trasfondos espirituales, así como a gente sin trasfondo eclesial alguno. Durante los años que yo daba la clase para personas interesadas, aprendí cuáles son las cuestiones con las que la gente lucha para llegar a comprender y apreciar las doctrinas y tradiciones reformadas fundamentales. A menudo me decían: “¿Me podría explicar qué entiende por “reformado”? (lo cual es otra manera de preguntar, “¿Qué es una iglesia reformada?”)
Mientras escribo este tratado tengo en mente al conjunto de toda la gente que me hizo esta pregunta. Tampoco he olvidado mis propias luchas con algunas de estas cuestiones. Estoy muy contento con llamarme “reformado”, y espero que usted pueda llegar a la misma convicción (aunque estar de acuerdo con todos los puntos no sea un requisito para ser miembro de la iglesia). Pero el valor de cualquier tradición es que ella provee un punto de partida en común y familiar; no nos debe dejar con el sentimiento de que ya hemos llegado a toda sabiduría. Espero que mis palabras sean recibidas en este espíritu.
Una precisión en cuanto a mi uso de la Escritura: a menudo, para ayudar a comprender un punto, cito sólo una porción de un pasaje de la Biblia. Lo hago para mantener el hilo del discurso, no para eliminar la necesidad de un estudio más cuidadoso. Por esta razón se incluye la referencia y le animo a estudiar los versículos alrededor y el pasaje del que ha sido citado –lo que se llama el contexto. Si usáramos partes de versículos fuera de su contexto se podrá probar casi cualquier cosa. He intentado exponer los versículos de la Escritura con cuidado, pero usted necesita estudiarlos por sí mismo. Como discípulo de Cristo, el hábito o disciplina más importante para establecer es el ser estudiante de la Biblia.
RAÍCES HISTÓRICAS
El punto de partida más natural para iniciar el estudio acerca del cristianismo reformado es la Reforma protestante. Este movimiento se desarrolló por medio de los esfuerzos de cristianos comprometidos como Martín Lutero, para reformar la Iglesia establecida de su tiempo, a la que ahora llamamos Iglesia Católica Romana. Lutero no tenía intención de iniciar una nueva iglesia; él simplemente unió su voz al creciente coro que reclamaba una corrección de los abusos más patentes. Sin embargo, la protesta de Lutero basada en su propia profunda búsqueda de la verdad bíblica, resonó con autoridad. Llegó a la inconmovible convicción de que, para ser fiel al Señor, la Iglesia debe estar edificada sobre la autoridad absoluta de la Escritura. Fue la Escritura la que él esgrimió para llamar a la Reforma. La postura sin compromisos de Lutero le forzó a dejar la Iglesia de Roma en 1520, y el nuevo movimiento se puso en marcha.
Desafortunadamente, tras unos pocos años ocurrió una división entre las nuevas iglesias asociadas con Lutero (Luteranas) y aquellas que se iban reformando en Suiza y otras partes de Europa, que serían llamadas iglesias “reformadas”. El líder eventual de las iglesias reformadas fue el francés Juan Calvino, el principal maestro de la iglesia de Ginebra. La influencia de Calvino fue tan extraordinaria que incluso hoy los términos “reformado” y “calvinista” son casi sinónimos. A menudo se le ve como el que sistematizó la explosión de nuevos preceptos que brotaban de los líderes y maestros del movimiento de la Reforma.
Estos preceptos fueron la base de su estudio clásico, Instituciones de la Religión Cristiana. Las Instituciones comenzó como una obra escrita en 1536 al rey de Francia, en que explicaba que la “nueva” religión que había sido abrazada por muchos de sus súbditos, era en realidad una vuelta a una religión delineada directamente de la Sagrada Escritura. La obra fue revisada y aumentada cuatro veces más, mientras Calvino llegaba a una comprensión más plena de la religión verdaderamente bíblica. Hoy en día, todavía se estudia la edición final de 1559. Aunque fuera uno de los mayores pensadores de la Historia, Calvino nunca pretendió ser original. De hecho, hizo todo lo posible para evitar serlo, comparando sus ideas con la enseñanza bíblica y los puntos de vista de los grandes maestros cristianos que lo precedieron.
Lo que emergió de los escritos y la enseñanza bíblica extensiva de Calvino fue la convicción de que la Biblia, cuando se le permite hablar por sí misma, es internamente consistente, y provee una perspectiva desde la cual se podría considerar cada cuestión en la vida. La ilustración clásica de Calvino habla de las Escrituras como lentes que nos ponemos para corregir nuestra visión distorsionada por el pecado. A través de esas lentes ganamos una comprensión correcta acerca de Dios y del mundo que Él creó. El principio subyacente que unifica todo lo que la Biblia enseña, era lo que Calvino llamó “el conocimiento de Dios”. Este término es importante porque, para Calvino, la Biblia era más que una revelación acerca de Dios –esto es, un libro de teología– también era la revelación salvadora que Dios da de sí mismo, con el propósito de llegar a conocerlo y servirlo.
La influencia de Calvino sobre los líderes emergentes de la Reforma fue enorme. Primero, su habilidad para mostrar que la base Escritural de todo lo que había enseñado le dio una credibilidad inmediata ante todos los que tenían la misma alta estima por la autoridad de la Biblia. Además, debido a su desarrollo cuidadoso y sistemático, los principios de Calvino eran sencillos para enseñar. La doctrina que emanó desde Ginebra tenía una amplia recepción que interesaba tanto a académicos como a campesinos.
Durante los años más activos del ministerio de Calvino, una incesante corriente de líderes, celosos y aptos se fue a Ginebra para escapar la hostilidad contra los protestantes en sus propios países. Mientras en Ginebra añadían a su celo el conocimiento, más tarde regresaban a sus hogares como cuidadosos maestros de la Palabra. En ellos ardían deseos de ver a sus compatriotas llegar a una fe genuina en Cristo y ser reformados en una iglesia verdadera. Estas iglesias tomaron diferentes nombres: Presbiterianos en Escocia e Irlanda; Puritanos en Inglaterra; la Iglesia Reformada en Holanda, Alemania, Suiza, Hungría y Polonia; y Hugonotes en Francia. A pesar de las diferencias nacionales y culturales, ellos llegaron a ser una “familia” informal de iglesias, entretejidas por la doctrina común.
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