Déjate florecer

Text
0
Kritiken
Leseprobe
Als gelesen kennzeichnen
Wie Sie das Buch nach dem Kauf lesen
Déjate florecer
Schriftart:Kleiner AaGrößer Aa

© Derechos de edición reservados.

Letrame Editorial.

www.Letrame.com

info@Letrame.com

© Sheila Mulero Almeda

Diseño de edición: Letrame Editorial.

ISBN: 978-84-18362-28-6

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

Letrame Editorial no tiene por qué estar de acuerdo con las opiniones del autor o con el texto de la publicación, recordando siempre que la obra que tiene en sus manos puede ser una novela de ficción o un ensayo en el que el autor haga valoraciones personales y subjetivas.

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

PRESENTACIÓN DEL LIBRO Y

@NUTRIESTRATEGIC

Eres esclava de tu cuerpo cuando lo tapas constantemente porque no aceptas su forma, cuando solo deseas que cambie, cuando todas tus acciones se dirigen hacia eso, cuando no lo escuchas, pasas hambre y, aun así, no comes, cuando sigues comiendo aun encontrándote mal pensando en que luego vas a vomitar, cuando necesitas comprobarlo constantemente y checkear que todo está en su sitio... Cuando dejas de salir con amigas o pareja solo por no comer fuera o no saber qué vas a comer... Cuando el miedo a engordar está por encima de tu bienestar... Cuando solo puedes pensar en ello, cuando no soportas mirarte al espejo o cuando te criticas por tener grasa o algún defecto físico... Todo esto no tiene nada que ver con tu cuerpo. Tu cuerpo es ya. Es todo lo que tiene que ser porque así lo necesita.

Puedes tener las caderas más grandes de lo que te gustaría pero ahora piensa: ¿Qué cambiaría en tu vida? Ponerte otra talla de pantalón, ¿algo más? ¿Te querrían más? ¿Cambiaría algo de tu alrededor? ¿Y más pequeñas por qué? ¿Con quién las comparas? ¿Por qué te haces eso? ¿Quién marca lo que es ideal? ¿La sociedad? ¿Y quién es la sociedad?

¡Somos nosotros! Tenemos que dejar de juzgarnos por nuestro cuerpo y dejar de hacerlo a otras personas.

Amo profundamente mi trabajo por poder hablar y entender la forma de percibir y percibirse a una misma más allá de un físico o de su belleza... Cómo darle la vuelta a todo eso y ver los cambios de mentalidad de las personas que se implican en su proceso. Obviamente hay quien se queda en el camino porque no soporta la idea de dejar los kilos a un lado y ver qué sale de este renacer... Pero quien se queda y lo experimenta... Hace magia.

Soy Sheila Mulero, psicóloga sanitaria y psicoterapeuta estratégica especializada en Dietética y Nutrición, TCA y autoestima. Siempre he sabido que mi vocación era ayudar, de más pequeña me decían que se me daba bien escuchar y ayudar a las personas a solucionar sus problemas… Aunque mi autoexigencia y perfeccionismo no me dejaban verlo en absoluto. A pesar de (o gracias a) mi complejo mundo interno, empecé a estudiar Psicología. Después de la carrera, pensé que me había equivocado de profesión, no le veía sentido alguno a todo lo trabajado y estudiado. Así que me adentré en el mundo de la Nutrición pensando que así solventaría mis problemas de insatisfacción conmigo misma y mi cuerpo. Por suerte, seguí leyendo mucho y encontré los libros de Giorgio Nardone que me animaron a realizar el máster de Alta Formación de Terapia Breve Estratégica. Gracias a ello, pude unir ambas disciplinas y trabajar con una visión mucho más holística de la persona para ayudar a mis estratégico/as en la consulta privada.

El objetivo principal de este libro es ayudar a personas a indagar dentro de ellas, conocerse y cuestionarse, aprender a romper las creencias disfuncionales que le invalidan en su vida. Aprender a quererse y aceptarse como acto de revolución. Solventar su relación disfuncional o tormentosa con la comida (la cual está totalmente ligada a la mala relación con una misma y el propio cuerpo).

En esta recopilación de posts de Instagram podrás hacer un recorrido por todos los aspectos que considero necesarios para que puedas atravesar y transitar tu proceso terapéutico sintiéndote lo más segura y acompañada posible. Como en el proceso de crecimiento de una planta, me gustaría con este escrito plantar una semilla, y que aprendas a regarla con cariño y que, con mucha paciencia, consigas verla(te) florecer.

Permitidme que hable en femenino la mayoría del tiempo ya que un 85% de mis lectoras son mujeres.

1. PSICOLOGÍA

1.1. ¿QUÉ NO ES PSICOLOGÍA?

Algunos psicólogos decimos (medio de broma medio en serio) que la Psicología es TODO, está en todo. Y aunque estudiemos tanto sobre ella, siempre van a quedar materias, estudios, teorías, ideas, técnicas… por saber, estudiar e intentar poner en práctica. Y muchas de esas herramientas tan necesarias no se pueden estudiar porque son mucho más complejas que una simple teoría. Tan complejas como que cada persona es un mundo distinto y hemos de entender las idiosincrasias personales que existen.

Los psicólogos estudiamos en cuatro años de carrera (antes cinco), más dos de máster de especialidad, más dos del general sanitario ahora, más todas las horas de lectura, artículos, prácticas, voluntariados, posgrados, cursos, formaciones, conferencias, talleres... Aun así, hay personas que se autodenominan coachs (otras sí se forman como tal de forma legalizada y estructurada) que creen que pueden solventar problemas complejos con frases de autoayuda o algún curso o libro que han hecho. Por desgracia, ir al psicólogo sigue sin estar bien visto. Queda mal, es de locos o enfermos o se suele pensar: «No estoy tan mal».

Realmente todos lo necesitamos o podemos beneficiarnos en mayor o menor medida de esos servicios. No es solo escuchar y hacerte de espejo como en las películas, ni leer la mente, ni buscar teorías raras en tu infancia y mundo interno… Es comprender nuestros pensamientos, emociones, impulsos… Nuestros patrones mentales, creencias, valores… Descubrir nuestra esencia y ayudarla a superar las barreras del ego.

La psicología es diferente del coaching. Este es una herramienta más para poder ayudar a motivar, a sacar las mejores habilidades y potencialidades de una persona, a superar problemas... Un psicólogo puede ser coach, pero un coach no es psicólogo y muchas veces incluso se autodenominan coach aun sin haber estudiado nada al respecto. No pongáis en juego la salud por dejaros llevar por una persona que haya leído muchos libros de autoayuda, que haya visto vídeos de YouTube, influencers o de personas carismáticas, porque la mayoría de veces no velan por tu bienestar sino por el suyo y el de su negocio.

Hoy en día, seguimos queriendo aferrarnos a cualquier atisbo de luz, cualquier promesa de mejora increíble, rápida y mágica... Carta astral, consejos de personas que han pasado por un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) y creen poder ayudar a otras (cobrando por su ayuda), dietistas que dicen quitar la ansiedad con su dieta, coachs de la vida gracias a libros de autoayuda, entrenadores con técnicas únicas y mágicas que solo ellos saben hacer que bajes de peso y resuelvas todos tus problemas...

No digo que el psicólogo sea la solución siempre, ni que todos tengan la solución ni que vayan a dar con la tecla perfecta en todos los casos, no todos podemos conectar con todos los pacientes que acuden a nosotros... Pero al menos hay una formación extensa y una concienciación clara de lo complejo que es el problema. Y tenemos un código deontológico según el cual no vamos a engañar, no vamos a crear dependencia ni mirar primero por nosotros ni nuestros intereses, si hay conflicto de intereses o conocemos a los implicados o nos remueve algo por dentro estamos obligados a derivar el caso, nunca pretenderemos inculcar nuestros valores, etc.

Y por supuesto, abogo por una AYUDA HOLÍSTICA, pero dentro de la legislación y plena consciencia y conocimiento del servicio que se está adquiriendo.

Empecemos con algunos constructos importantes de la Psicología que necesitamos aprender y entender:

1.2. AUTOESTIMA

Para mí la autoestima es quererse sin condiciones, creerse y sentirse válida, buena y suficiente por quién se es (como en la filosofía budista). ¿Qué es para ti?


Cuando llevas toda tu vida odiándote sin saberlo, hablándote mal, machacándote por todo lo que haces, nunca nada es suficientemente válido porque no te sientes suficiente... Cuando no te soportas y no puedes con tu propia mente... Cuando lo pagas, no solo contigo sino con el mundo... Es lógico que de alguna manera «explotes». En algún momento buscas cambiar lo que sea que necesites para no ser más así contigo. Normalmente lo intentas de mil formas y la última es la del autoconocimiento y desarrollo personal a nivel psicológico.

Si consigues aprender a amarte, a verte con otros ojos, a quitarte la máscara del ego... Llega un punto en el que vives tal paz que piensas: «¿Por qué no lo haría antes?».

Frena, calma... Compasión, amor y paciencia en todos tus procesos. Si no lo hiciste antes fue porque no pudiste o no tenías aún los recursos necesarios para dar los pasos que necesitabas para llegar adonde estás ahora. Hacemos lo que podemos con el grado de consciencia que tenemos en cada momento y etapa. Valora cada paso. Porque son los que hacen que al «final» (nunca hay final porque el proceso de aprender a quererse es infinito, es para siempre, un constante) parezca que es magia haber llegado hasta aquí. Pero no lo es, todo es fruto de tu trabajo, por lento o pequeño que pueda parecértelo.

 

FACTORES


En lo que se refiere a autoestima, hay tantos aspectos a tener en cuenta y que se pueden trabajar... Sabemos que la forjamos desde pequeños y el foco de atención suele estar en lo externo, en las comparaciones con otros niños de clase o de la familia, en los resultados de nuestras notas, esfuerzos, etc. Y empezamos a creer que así es como se gana una la autoestima. Soy mejor o peor en función de mis esfuerzos y resultados, en función de lo que digan de mí mis profesores que me evalúan o mis referentes como la familia con sus comentarios... Y no debería ser así. Deberíamos educar en algo diferente, hace falta un cambio muy grande en la educación (vengo de familia de profesores que lo confirman y luchan por ello a diario) y entre ellos está el hacer entender que debemos querernos sin condiciones, que el foco debe estar en lo interno, en uno mismo y no en los demás y que con esa base... Todo suma, de todo se aprende y tu autoestima es mucho más fuerte, menos inestable y más validante y funcional.

BENEFICIOS

Hablamos mucho de la autoestima y se piensa que esta solo se reduce a quererse mucho y siempre. Y hay mucho más a tener en cuenta:

 Las personas con una autoestima sana son capaces de valorarse, sentirse valoradas por los demás, mantenerse vinculadas al grupo social con el que conviven y están predispuestas a progresar, mejorar su condición y superarse.

 Tienen sensación de controlar razonablemente las circunstancias.

 Abandonan la comparación.

 Dejan de lado el pensamiento contrafactual (algo que no ha sucedido pero que podría suceder).

 Aprovechan las oportunidades y sienten curiosidad, no miedo. Se lo toman como retos u oportunidades.

 Se perciben valiosas: respetan tanto sus derechos como los de las demás personas (estilo asertivo).

 Luchan por lo que piensan merecer.

 Cuidan su autoimagen e integridad física.

 Renuncian a prácticas temerarias o autodestructivas.

 Disfrutan con la creatividad: capacidad de improvisación, hacer las cosas de manera distinta, innovar, crear.

 Tienen menor necesidad de sobrecontrol (las personas inseguras aspiran a tenerlo todo controlado porque no confían en sí mismas).

 Aceptan los aspectos que no le gustan (de la persona o de su vida), no con resignación.

 Presentan proactividad a la hora de marcar un plan de acción o tomar decisiones.

 No es un estado al que llegar y ya está, es un constante, un camino que transitar.

CÓMO EMPEZAR A QUERERSE

Aprender a quererse es un trabajo largo y a veces duro. Porque hay que desprenderse de las creencias más arraigadas, cuestionarse, sentirse en todas las facetas de la vida ya sean buenas o malas... No vale solo con decirlo y subir una foto atravesando tapujos o complejos (¡Que está genial hacerlo también!). Primero hay que parar y observarse. Autoevaluarse.

Autoestima no es solo quererte cuando haces las cosas bien. Es relativamente fácil sentirse orgullosa cuando consigues un objetivo u obtienes un resultado positivo... Pero el peligro de esto es que puede interferir el perfeccionismo y que siempre te exijas a ti misma más y más y más...

Cuando se construye una autoestima lábil suele acarrear muchas otras dificultades personales. En cambio, con una autoestima fuerte no necesitas la aprobación externa siempre, no te comparas, no te juzgas constantemente, hace que te valores en todas las facetas, en las más eficientes y resolutivas y en las que no tanto… Una debilidad reconocida puede convertirse en fortaleza también. Te ayuda a ser capaz de trabajar tus miedos, tus inseguridades, permitirte fallar, errar, retroceder, solo así se aprende muchas veces...


Puedes empezar por aquí puntuándote del 1-10 en:

 Autorespeto: 1 sería no te respetas nunca en la forma de hablarte, tratarte, cuidarte... Y 10 te respetas siempre independientemente de las condiciones o factores que puedan influenciar.

 Autoconcepto: 1 sería tener una imagen muy negativa de ti misma y tu forma de ser y 10 que sea positiva siempre.

 Autoaceptación: 1 sería no aceptar cómo eres en ningún aspecto y 10 en todos.

 Autoconocimiento: 1 sería no conocer o saber qué te gusta, qué te apasiona, tus virtudes, tus cualidades, tus defectos... Y el 10 ser consciente de todo ello.

 Autoestima: 1 sería darte muy poco valor general, no quererte y 10 sería quererte incondicionalmente.

A partir de aquí se puede trabajar mucho cuestionando en qué aspectos hay que trabajar más o menos y cómo:

¿Qué cambiaría en tu vida si puntuara más alto en todo? ¿Qué pequeñas cosas podría empezar a cambiar o hacer? ¿Qué sería diferente si en autoconocimiento (por ejemplo) puntuara un poco más arriba? ¿Qué cambiaría en mí? ¿Qué pequeñas cosas puedo hacer para acercarme a ello? ¿Cuánto de mi tiempo estoy invirtiendo en esto? ¿En qué estoy priorizando entonces?

Y cada día hay que trabajar algo. Demostrándote día a día con pequeños detalles que estás esforzándote en dejar atrás tus habituales pensamientos/conductas autodestructivas o que te hacen daño y que muchas veces vienen automáticos. Pero cada vez serán más fáciles de identificar y, por consecuencia, trabajar con ellos.

Ten amor propio y date cariño porque te lo mereces independientemente de lo que hayas hecho bien o mal, perdónate, sigue adelante, háblate bien, lucha por lo que quieres, confía en ti, cuídate...

Y si no puedes creértelo, haz como si pudieras, haz todo aquello que harías si confiaras en ti y en tu potencial para llegar a ser o conseguir lo que quieras. Haciendo cosas distintas conseguirás sentir emociones distintas y por ende, pensar distinto...

EJERCICIO

Hay muchos ejercicios para ayudar a mejorar la autoestima en internet. Uno de ellos es el de dibujar un árbol bien grande, el que más te guste, con raíces, tronco, ramas, hojas, frutos... Tú eliges qué añadir. En las raíces escribe tus cualidades, habilidades y capacidades. En el tronco escribe cosas positivas que haces. En la copa, los éxitos, pequeños logros, triunfos o hechos por los que puedes estar orgullosa.

La idea es que tú sola consigas rellenarlo sin problemas pero cuando se tiene una baja autoestima, esto cuesta. Puedes ponerte en la mente de las personas que te quieren y pensar en qué te dirían ellos o puedes compartirlo con ellas y te irán diciendo nuevos aspectos que tú no veías.

Valora en el proceso:

¿Cuánto te ha costado valorarte o encontrar todo aquello bueno de ti? ¿Te valoras suficiente? ¿Los demás encuentran más cosas buenas en ti que tú misma? ¿Cuántas de las cosas que te dicen están relacionadas o condicionadas al peso/talla/forma de tu cuerpo? ¿Qué crees que cambiaría si te valoraras un poco más?


Interioriza estas máximas de autovalidación. No sirve de nada que te lo diga yo. Necesitas que esa voz venga de ti y necesitas creértela. ¿Cómo? Trabajando mucho en ti misma. No es egocentrismo, no es ser egoísta. Es amor propio y autoestima y sin ello todo lo demás es insostenible.


A veces (o toda la vida) nos centramos tanto en los demás que olvidamos amarnos a nosotros mismos. El amor propio… Tan poco valorado, tan olvidado... lo dejamos para el final.

«Tengo tiempo para todo y para todos pero no para mí». Para mostrarme cariño y ternura, para demostrarme que valgo, que puedo, que me necesito, que soy suficiente, que soy y vivo acorde a mis necesidades, valores, virtudes... Que no vivo en piloto automático sino que paro, me escucho, medito, actúo... Esto repercute en todos los ámbitos de tu vida sin que te des ni cuenta.

Así que quiérete y si no sabes cómo... Busca la manera de hacerlo hasta que lo consigas. La terapia también sirve para esto, no solo para solucionar problemas también para entenderse, evitarlos, mantenerse en equilibrio, entrenar habilidades, trabajar la autoestima y autoconcepto, autorespeto y autoconocimiento...

RELACIÓN ENTRE SOBREPESO/OBESIDAD Y AUTOESTIMA

La obesidad es un problema complejo que abarca muchas variantes. Una de ellas, desde el ámbito psicológico es la autoestima. En personas con obesidad, esta se ve afectada por varios motivos de forma consecuente: estigma, juicios, imposibilidad de realizar algunas acciones de disfrute, menos opciones laborales, etc. Con su consecuente apatía y confianza en uno mismo para solventar sus problemas. Pero también se ha encontrado una relación causal directa (a menos autoestima junto con todo el resto de factores implicados… más probabilidad de padecer obesidad).

Además esto puede retroalimentar que se acabe desarrollando otros trastornos psicológicos como TCA, depresión y ansiedad.

Sabemos que la imagen corporal de los niños con obesidad se ve mermada poco a poco en base a las experiencias y comentarios de sus adultos y compañeros de referencia y eso condiciona sus vidas.

Es importante que se valore la imagen corporal desde una perspectiva multidimensional (aspectos afectivos, emocionales, cognoscitivos, sociales, etc.) y no solo nutricional o de la actividad física. El hecho de tener una mirada más amplia, compasiva, comprensiva y basada en el amor propio, podría contribuir a modo de prevención para que tanto los niños como sus padres se sintieran menos amenazados y menos resistentes para asumir y trabajar sobre la condición de obesidad junto a un equipo de salud especializado.

La estigmatización y discriminación hacia las personas con obesidad (gordofobia), al contrario de motivar para bajar de peso, generan sentimientos y pensamientos de devaluación e ineficacia (bajada de autoestima) que interfieren en los esfuerzos de prevención e intervención y, por lo tanto, en los resultados.

La aceptación es imprescindible para una autoestima sana y más como condicionante para una pérdida de peso efectiva. Ser capaz de distinguir lo que depende de uno mismo y lo que no... No es lo mismo resignación ni autoindulgencia, que tener una falsa creencia de control total (ambas situaciones serían los extremos).

Desde un equilibrio y estado de aceptación y bienestar mental, inevitablemente, conseguiremos llegar al estado de paz y armonía que tanto anhelamos. Desde esta posición puedes conseguir realizar una pauta dietética adaptada a tus necesidades sin querer conseguir los resultados de forma rápida o insana. Escuchando al cuerpo, disfrutando del proceso, confiando en ti y tu dietista de cara a conseguir los objetivos de salud que os marquéis.

Afecta también el sobrepeso al autoconcepto, autoestima y percepción corporal. Y todo esto influye en las emociones, pensamientos, acciones... Y estas, a su vez, siguen retroalimentando ese sobrepeso. A veces, es difícil encontrar dónde empieza el problema.

¿Y qué hacemos ahora para solucionarlo?

La mayoría de historias empiezan por un «de pequeña estaba gordita» o «nunca había tenido sobrepeso pero tampoco estaba delgada» y pasaron por burlas y comentarios hacia el físico por parte de otras personas (ya sean compañeros de clase o adultos de la familia, profes...), por experiencias que promueven una mala relación por la comida... Y aunque todo eso determina muchas creencias y formas de ser y actuar, piensa en la adulta que eres ahora, con los recursos que tienes ahora, con tu vida actual...


1.3. AUTOCUIDADO

 

¿Cuánto hace que no tienes un momento zen? ¿Cuánto hace que no respiras profundamente unos segundos? ¿Cuánto hace que no meditas? ¿Cuánto hace que no te sientes en paz contigo misma? ¿Cuánto hace que no dejas de pensar en todos menos en ti? ¿Cuánto hace que no paras en todo el día y pasan los días sin darte cuenta de que no vuelven? ¿Cuánto hace que te necesitas? ¿Cuánto hace que no sabes qué pasa por tu cuerpo? ¿Cuánto hace que no sabes de ti? ¿Cuánto hace que no haces algo por cuidarte?

A veces hace falta parar y observar para poder conocerte mejor y poder canalizar, organizar o crear un plan de acción para mejorar todo aquello que te falta o necesitas en tu vida. Autocuidado no es solo ponerse mascarillas o cuidarse físicamente.

Autocuidado puede ser: ver, tocar, sentir, estar cerca del mar, tomar el sol y sentirlo en la piel, una ducha caliente, un masaje, ponerse cremas, bailar, caminar, tomar algo/comer algo rico o diferente con gente que quieras, abrazar y besar a tu pareja, acariciar a tu mascota… Puede ser simplemente estar presente en tus acciones.

Autocuidado puede implicar a otros también, no solo a ti, lo importante es que por ti misma consigas fuentes suficientes de autocuidado para conseguir un buen nivel de amor propio, felicidad, bienestar, tiempo para ti... No solo trabajar, estudiar, tareas de casa, responsabilidades y todo hacia fuera.

Otras formas de autocuidado muy recurrentes son hacer deporte, cocinar, pintar, dibujar, escribir, oler aceites esenciales, darse un baño, baño de pies, meditar, hacer respiraciones profundas, leer, regar las plantas, abrazar árboles, ver vídeos de tu interés, hacer yoga, dedicarse un momento para parar y simplemente estar y disfrutar de las vistas/momento/sensaciones presentes…

CHUTE DE ENERGÍA

¿Notas que necesitas un chute de energía, que vas a medio gas y no tienes fuerzas ni ganas de... Ejemplos: empezar el cambio que necesitas/hacer lo que te habías propuesto/ser constante en un propósito/seguir tu dieta/entrenar con ánimo...?

Quizás puedes revisar qué cosas te absorben energía:

 ¿Te preocupas en vez de ocuparte en hacer aquello a lo que tanto le das vueltas?

 ¿Tienes varios frentes abiertos y llevas demasiadas cosas a la vez?

 ¿Te distraes con cosas que no son importantes como las redes sociales, mirar el móvil constantemente...?

 ¿Tienes tareas empezadas pendientes sin acabar?

 ¿El desorden o desorganización forma parte de tu vida?

 ¿Te autopresionas y autoexiges demasiado?

 ¿Sueles quejarte y frustrarte ante las dificultades?

 ¿Sabes cuándo retirarte de la batalla?

Primero elimina o valora alejarte de todas las fuentes que te roban la energía y después sigue buscando lugares/personas/actividades/emociones que te la recarguen.

FLUIR/FLOW


El flow es un término que usamos en Psicología que significa fluir, dejarse llevar y es lo que nos pasa cuando estamos enfrascados en algo que nos encanta hacer per se (no nos fijamos tanto en el resultado porque este es una consecuencia del proceso) que pasan las horas volando porque nos metemos tanto en eso que perdemos la noción del tiempo. Y esto implica mayor concentración, menor sensación de fatiga, menos esfuerzo, más autoestima, más placer.

Trabaja en encontrar tus momentos de flow si no sabes qué te lo provoca y si lo sabes, busca espacios para deleitarte en ello.

DESCONECTAR

Desconectar para conectar contigo misma o reconectar. Con el ritmo frenético de trabajo que llevamos siempre, a veces cuesta parar, buscar nuevas formas de ilusionarse, encontrar nuevas sensaciones o lugares, dedicarse tiempo a uno mismo solo para disfrutar. ¡Pero lo necesitamos! Y si no le prestamos atención, el cuerpo o mente en algún momento nos pasará la factura.

Igual que nos esforzamos a diario en ser buenos en nuestros roles de trabajo, también deberíamos intentar serlo con y por nosotros mismos y nada más.


AUTOCUIDADO DESDE EL AUTOCUIDADO


Autocuidado no puede trabajarse desde la exigencia, ni con prisas, presión o perfección... Es paradójico y contradictorio. Buscar estar contigo misma desde la autoexigencia y control, es lo contrario a la intención de la meditación y espacio que tanto necesitas para ti… Desde la impaciencia y la búsqueda obsesiva del equilibrio, solo consigues más de lo mismo… De tanto buscar la paz desesperadamente, solo consigues más ansiedad.

1.4. AUTOACEPTACIÓN


En el mundo fitness está muy de moda el eslogan de buscar tu mejor versión: «¡Todo se puede! ¡Nada es suficiente nunca, y si no lo consigues es porque no quieres, vaga!».

Tener un objetivo (del tipo que sea: bajar la grasa corporal, mejorar la estética, dormir más, sacarse unas oposiciones, conocerse mejor...) como forma de mejora y capacidad de superación y motivación es maravilloso. Pero más maravilloso aún es sentirse a gusto y suficiente en lo que ya se es, sin más presión ni exigencias.


Demasiadas veces esa mejor versión se refiere única y exclusivamente a un físico... Siempre querremos ser mejores y mejorar en ciertos aspectos de nuestra vida y eso es evolución, es crecimiento y es valentía de superar nuevos retos y no quedarse estancado en algo que no te gusta o no te hace feliz. Pero que eso no implique que no te aceptes, no te hables bien, no te des cariño, no te cuides, te olvides del resto de cosas buenas que tienes, etc.

Pero si estás cómoda y feliz no tienes por qué buscar el siguiente reto que superar ni ser tan ambiciosa como la sociedad nos inculca.

Y es importante no solo intentar ser o mostrar lo bueno y bonito de una, sino entender todas las partes que tenemos y aceptarlas para no caer en la resignación, frustración, autoflagelación o sentimiento de culpa constantes. Somos luz y oscuridad, somos humanas, no robots.


En la Psicoterapia breve estratégica trabajamos mucho con la lógica no ordinaria, teniendo en cuenta las paradojas, contradicciones y ambivalencias de la mente. Como no podemos evitar los autoengaños diarios ya que todo lo que vemos está condicionado por nuestra percepción de la realidad... ¿Qué puede ser más útil que utilizarlos a nuestro favor?


1.5. PERFECCIONISMO Y AUTOEXIGENCIA


Es curioso como normalmente utilizamos la autoexigencia y perfeccionismo como argumento para conseguir mejores resultados, retarnos, conseguir más, no estancarnos, demostrarnos que podemos... Tanto que al final lo normalizamos e integramos en nuestra vida como si no hubiera otra vía.

Aunque querer mejorar nos ayuda a motivarnos y movilizarnos, debemos cambiar de estrategia cuando nos hacemos daño bajo este precepto y no conseguimos sentirnos nunca en paz. Y sí hay otra vía, mucho más efectiva y respetuosa: la autocompasión. Que dista mucho de lo que se entiende por compasión. No es darte pena, no es «dejarse», ni resignarse: es escucharse, respetarse y quererse para entender que no somos perfectas ni necesitamos serlo. Es darse cariño, paciencia, apoyo y calma ante las adversidades o cuando sintamos no estar a la altura.

Nos merecemos cariño, amor, paciencia, comprensión y amabilidad sobre todo de nuestra parte.

¿Cómo podemos ser autoexigentes de forma sana y efectiva?

 Con críticas constructivas y no machacarnos por machacarnos.

 Buscando una forma sana alternativa de ver la situación.

 Hablándonos con respeto, cariño y compasión.

 Señalando los errores solo si aportamos formas de mejorarlos.

 Valorando cada detalle o logro positivo (no destacar solo lo malo).

 Aprender a no caer en comparaciones ni metas irreales ya que no llevan a nada más que la frustración, inseguridad, etc.

 Rebajar la intensidad de autoexigencia, que no sea extrema ni constante.

Para conseguir algo que cuesta, hay que esforzarse pero olvida la necesidad imperiosa que te lleva hasta castigarte si no cumples con esa disciplina, constancia y esfuerzo autoimpuestos.

CÓMO EMPEZAR A SER AUTOCOMPASIVA...

Si tu mejor amiga/o o alguien muy importante para ti cometiera un error…

¿Qué le dirías? ¿Lo machacarías más y lo fustigarías para que aprendiera? ¿O le hablarías con cariño y le darías otra perspectiva pensando la parte positiva para que se sintiera mejor? ¿Quizás buscarías un aprendizaje para que ese fallo tuviera un sentido y conseguir reconfortarlo...? ¿Y por qué no lo haces contigo?

Sie haben die kostenlose Leseprobe beendet. Möchten Sie mehr lesen?