¿Qué guardas en tu cartera?

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¿Qué guardas en tu cartera?
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Mancinelli, Sandra

¿Qué guardas en tu cartera? / Sandra Mancinelli. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: online

ISBN 978-987-87-1228-4

1. Filosofía de la Religión. 2. Ensayo Filosófico. I. Título.

CDD 210

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: info@autoresdeargentina.com

Citas bíblicas tomadas de:

- La Biblia Textual

1999, Sociedad Bíblica Iberoamericana

- Biblia Reina Valera

1960, Sociedades Bíblicas en América Latina

ESTE LIBRO PERTENECE A...


UNA MUJER QUE DESEA TENER UN NUEVO CORAZON

Dedicado a los mejores desarrolladores de mis emociones, sentimientos y observancia. Mi amado esposo y mis cuatro amados hijos:

Florencia

Maria Agostina

Bruno

Mauro

Gracias a ellas, mis preciosas hijas, que traen a mi vida cada día la delicadeza de una mujer y hacen crecer en mí, esa esencia que se desliza y llega al corazón de tantas otras mujeres.

Por el apoyo incondicional, por las largas y profundas conversaciones de “mujer a mujer “que devienen en lo bueno, lo mejor y lo óptimo.

¡Gracias familia!

AGRADECIMIENTOS

Quiero dar las gracias a mi profesora de literatura S.S por guiarme en este camino maravilloso de la escritura. A mi hermano de sangre Gabriel por su ayuda incondicional y el compromiso de involucrarse en un libro tan femenino y tener la delicadeza de atraparnos con la cubierta del mismo, siempre tan certero en su palabra y decisión. Gracias a A.C por tomarse el tiempo de leerlo.Gracias a A.F, por tu aporte después de leerlo aun siendo mama de tres pequeños, aprecio mucho el tiempo dedicado y tu devolución. Gracias L.F, por tu aporte, no solo por entender de qué se trata el cuidado del corazón, sino por la necesidad de vivenciarlo. Gracias, muchas gracias al equipo de “El arte de ser mujer”, ustedes son mujeres inspiradoras, mujeres con autoridad, mujeres que buscan el orden de su corazón para guardarlo porque saben que de el mana la vida. ¡Cuánto más podría decir de ustedes mis amadas!

Gracias querida familia por acompañarme en todo, gracias a los hombres que colaboraron definiendo desde su corazón “a la mujer” gracias mi querido esposo por tu tiempo dedicado a leer el libro y darle tu toque, para mí siempre tan cierto y personal, por tu autenticidad que te distingue y te da libertad.

Gracias, gracias por creer siempre y confiar en Dios que El lo hará, gracias por acompañarme en oración.

¡Gracias Dios por quien Tu Eres!

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1. EMOCIONES

CAPÍTULO 2. MÁSCARA (maquillaje)

CAPÍTULO 3. ESPEJO

CAPÍTULO 4. IDENTIDAD (orden y dirección en tu camino)

CAPÍTULO 5. AGENDA

CAPÍTULO 6. PUERTAS ABIERTAS, PUERTAS CERRADAS (llaves).

UNA PÓCIMA CON VENENO BAJO LLAVE

UNA PÓCIMA CON AJENJO

UNA PÓCIMA AMARGA DIFERENTE Y CON PROPÓSITO

CAPÍTULO 7. SEXUALIDAD

CAPÍTULO 8. COMUNICACIÓN

PALABRAS CRUZADAS

PASA PALABRAS

MENTIRAS

VERDAD VS VERDAD

MALAS PALABRAS

SILENCIOS

BUENAS PALABRAS

CAPÍTULO 9. BÚSQUEDA DE LO INMEDIATO

CURANDERIA Y HECHICERIA

El REIKI

TAROT

HOROSCOPO O SIGNO DEL ZODIACO

YOGA

CAPÍTULO 10. SIEMPRE HABRÁ DULCES

EPÍLOGO

TESTIMONIOS

PRÓLOGO

Este libro probablemente es una verdadera confrontación con la verdad de cuanto peso cargamos en el corazón las mujeres, y que cada vez más nos damos cuenta que buscamos soluciones inmediatas y no a largo plazo por la inquietud de sentirnos bien. Creo que el sentirse bien, renovada, confortada y demás... tiene que ver con algo más profundo aun y es por eso que este libro puede ayudarte a encontrar la verdad porque el mismo contiene “la verdad “que es “la bendita Palabra de Dios”

Conozco a la autora de este libro, hacen veinte años. Ella es una mujer muy creativa, llena de dones que Dios le ha regalado, entre ellos, la pasión por comunicar el evangelio.

Supe de su deseo de escribir para las mujeres y me llena de felicidad que haya llegado el tiempo.

Al mirar el libro; la primer pregunta que resuena en mi es...

¿Qué significa cuidar el corazón? ¿Guardar el corazón?

A medida que avances en la lectura, seguramente podrás encontrar respuestas. Tal vez te sientas confrontada. ¡No dejes de leer cada página y capítulo de este libro tan sencillo y destinado a nosotras con tanto cariño.

Recurre a la metáfora de la cartera, Todas usamos una y en ella guardamos... llevamos cosas importantes que hacen a la vida cotidiana. A la vez, esta cartera se torna muy pesada a veces, es necesario limpiarla y poner orden para que cumpla con el propósito que tiene y que su peso innecesario nos provoque problemas.

¡Por esto al leer encontraras temas diversos importantísimos relacionados con objetos necesarios que nos llevan a recorrer un camino más virtuoso!

Al mirarnos al espejo podremos seguir reflexionando y direccionando nuestra vida a la luz de verdades bíblicas absolutas.

¡Ser mujer es un reto constante y una aventura incomparable!

Invertir tiempo con Dios, revisar tu agenda. Ser Sincera con tu corazón y reconocer esas llaves que abren las puertas correctas harán que tu paso al caminar se torne más liviano.

Sandra más de una vez te dirá: Encontré una perla y te la quiero compartir... hace referencia metafóricamente también a la palabra de Dios y es maravilloso abrirte a esta verdad para salir de lugares oscuros que hacen peso en tu corazón y destruyen no solo tu vida sino también tu descendencia. Las Escrituras son Luz y Cristo quiere hacer cosas nuevas. Porque El vino a dar vida.

Volvé a la lectura las veces que quieras, Hace una pausa... todas necesitamos a Cristo y cuidar el corazón es vital, considéralo y Dios te guiara por el camino eterno.

ADRIANA CICCIELLO

PROFESIONAL DE LA SALUD

Querida mujer que estas a punto de empezar a hojear las páginas de este libro ¡Déjame decirte antes el... ¿Por qué leer este libro?... Oh... Por qué la autora pregunta ¿Qué guardas en tu cartera?

 

Recorrí cada página sintiéndome identificada en cada una de ella es por eso que...

¡Me encanta este libro! de Sandra Mancinelli; Una mujer apasionada por la vida y por compartir el grandioso anuncio de las buenas noticias, la palabra de Dios.

Dedicada hace muchos años a la escucha y servicio de la mujer. El deseo de su corazón es que muchas mujeres sean sanadas y liberadas. Es por eso que comparte este libro

“Que guardas en tu cartera” un libro especial para toda aquella mujer que desee vivir una vida plena, sin cargas, segura y en verdadera libertad.

Te sentirás identificada con lo que llevas en tu cartera y guardas en tu corazón.

La autora utiliza una metáfora para relacionar tu corazón con una cartera, a medida que lees iras descubriendo lo que debes entregar a Dios para que en tu vida “todo sea hecho nuevo”

Es imposible vivir en plenitud sin reconocer y aceptar al autor y creador de nuestra vida.

La autora a través de sus páginas de mujer a mujer te invita y te dirige con amor a un encuentro con Dios y a entregarte a Jesús como único guía de tu vida.

¡A medidas que lees comprenderás cuales deberán ser tus prioridades y entenderás lo más preciado que tienes: ¡Tu corazón!! Porque depende de lo que guardes en él, eso reflejaras o darás.

Es nuestro deber cuidar lo que atesoramos en El.

¡Disfrutaras leer este libro y querrás regalarlo a mujeres que amas!!

Anabela Fogar

Docente Escuela Normal Ciudad de Esperanza Santa Fe.

Cuando sonó el teléfono aquella noche, la autora de este libro me habló con palabras humildes, pausadas, reflexivas.

Su idea era concretar con testimonios y vivencias de mujeres, el armado de un libro que llevara como título uno sumamente original y claro:

“¿Qué guardas en tu cartera?”

Cuántos objetos y utensilios que, tal vez no queremos dejar de lado y llevamos con nosotros permanentemente como un preciado tesoro.

Cuánto mayor será nuestro tesoro al final del libro.

Con su trayectoria, S. M. trabaja los testimonios reales de mujeres, y para ello recurre a proverbios de la sagrada Biblia, fundamentando cada suceso y cada actitud de modo que no queda nada librado al azar.

Su capacidad teórica ayuda a diseñar este texto con altura y elegancia.

Su lenguaje es claro, ameno, comprensivo.

Hay un antes y un después en la construcción de este libro.

¿Por qué leerlo?

Porque es de sumo interés, tanto que se hace necesaria su compañía casi a diario.

Su lectura es tranquila, pausada; el ritmo, la cadencia, invitan a sumergirse en la lectura y por qué no, reconocerse, por lo cercano o lejano de sus testimonios, en una de esas historias.

Sin duda, una se siente más buena.

Nueves meses de gestación y está por salir a la luz.

Disfrutemos de estas palabras.

Démosle a Sandra Noemí Mancinelli y a su obra, una merecida bienvenida.

SILVIA IRENE STISMAN

INTRODUCCIÓN

Una mirada femenina.

Después de muchos años de escucha en la mujer y entendiendo dicha escucha por ser mujer, fui decodificando perfectamente el mensaje; me inspira escribir sobre algo tan indispensable para la mujer como lo es “la cartera”.

Cuántas cosas apropiadas, favorables y otras no tanto, llevamos en ella ¿verdad?

Existen tantos modelos de carteras como tipos de mujeres existen en el mundo.

Cada una de nosotras elige la cartera o el bolso que más combina con su personalidad pero pensando bien, lo que más refleja la personalidad de cada mujer no es la cartera en sí, sino el contenido de la misma.

“Lo que llevamos en la cartera, dice mucho de nosotras”

Dicen algunos estudios sociológicos que: las mujeres más tranquilas llevan pocas cosas en su cartera. Las más complejas suelen llevar más cosas.

Lo importante es que cada uno de estos objetos habla y delata un aspecto de nuestra esencia.

Dicen que “...Una cartera de mujer es una pequeña fábrica de identidad”.

Yo sigo insistiendo que, no importa la cartera o el bolso que cuelgues de tu brazo, lo que importa es el contenido de la misma.

La pregunta inicial de este libro es ¿Qué guardas en tu cartera?

Sé que te sentirás identificada a medida que vayas leyendo estas páginas. Tan simple, cotidiano y pensado para nosotras.

¿Sabes cuál será la importancia del mismo? Que quien lo escribe es una mujer como tú, que lucha con las mismas cosas que tú luchas, que carga su cartera con lo mismo que tu cargas; tal vez más o menos pero casi seguro nos identificaremos aún en el final del mismo porque, así como pesa nuestra cartera, pesa nuestro corazón cuando no hacemos una limpieza profunda y eliminamos lo que no nos sirve; podrás empezar, de esa manera, a experimentar cambios para bien que te harán vivir más liviana.

A medida que te encuentres con esta lectura, tendrás la necesidad de ordenar tu corazón tanto como lo harías con tu cartera cuando pesa mucho y revisas qué es lo que ya no puedes llevar en ella.

Algunas de ustedes solo deberán ordenarla, otras hasta sentirán el deseo de renovarla, porque el peso de lo que, por años carga, la ultrajo tanto ¡pero tanto!, que necesitarás una nueva cartera.

¡VAYA METÁFORA!

Mujeres...

Necesitamos aliviar el peso de nuestro corazón que, al igual que nuestra cartera, pesa mucho con cosas que son importantes pero que necesitamos saber para qué sirven y otras cosas que tenemos que descartar; nos hemos acostumbrado a soportar el peso de lo que es viejo y caduco. Esto es lo que no nos deja ver más allá, no nos deja avanzar, damos un paso al frente y tres atrás.

Haz una pausa, mujer, prepárate una taza de café y revisa tu cargado corazón a medida que te introduzcas en las cotidianas páginas de este libro.

¿Sabes por qué?

Porque...

“SOBRE TODA COSA GUARDADA, DEBES GUARDAR TU CORAZÓN, PORQUE DE ÉL MANA LA VIDA”

Proverbios 4:23

CAPÍTULO 1

EMOCIONES

Dirás ¿Por qué hablar de emociones? ¿Acaso somos emocionales las mujeres?

¡Claro que lo somos!

Hay investigaciones realizadas en Universidades para determinar por qué las mujeres somos más emocionales que los hombres.

Las mujeres son capaces de recordar de manera mucho más significativa, imágenes positivas y están mejor preparadas para reaccionar físicamente a los estímulos negativos.

También es más probable que las mujeres desarrollemos depresión, desórdenes por ansiedad, por estrés postraumático.

Las mujeres somos seres emocionales. Pero creo que hay algo más profundo aún y tiene que ver con algunos factores influyentes en esta conducta.

*Cómo fue su crianza.

*Cómo fue desarrollando su primer vínculo familiar.

*Qué se fue inculcando en el orden de las normas de conducta y respeto.

Y algo que no quiero dejar pasar inadvertido es que: “la niña es inculcada con ese sentido de delicadeza, fragilidad y ternura”

Las emociones son buenas y también es bueno sentirlas y educarlas porque son dadas por Dios.

Seguramente las mujeres nos deprimimos más veces que los hombres pero también salimos urgentemente a buscar ayuda en otros y la mayoría de las veces en profesionales.

También tengo que decir que somos más susceptibles a los cambios de ánimo que seguramente tiene que ver el aporte de la fisiología hormonal.

Es casi seguro que hayas leído muchos libros, o en páginas de Internet sobre emociones en la mujer y siempre con la mirada de un profesional masculino, lo cual está perfecto y más que bien. Pero quiero hacer gala de poder hablar desde la perspectiva de una mujer acerca de nuestras emociones.

Todos somos seres emocionales, la victimización no se parcializa con el género.

¿Cuántos miles de chicos y chicas son afectados por el abuso o la violencia?

¿Cuántos de ellos escapan de la mentalidad de victimas?

Solo el poder transformador de Jesucristo en sus vidas puede cambiar su historia para siempre, de lo contrario ese patrón de conducta puede repetirse en ellos provocando en el prójimo lo que ellos mismos padecieron.

Uno de los planes del diablo es perpetuar la victimización en las personas, de esa manera te recuerda el problema una y otra vez causando dolor.

Cuando tú te encuentras con Dios, quien pone fin a estos dolores del alma, y dejas que te cure, los recuerdos solo pasan a ser recuerdos.

Proverbios 8:35 dice “Porque el que me halle hallará la vida, y alcanzará el favor de Jehová”.

Hablaremos de emociones.

La emoción. Es la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa que va acompañada de repercusión somática. Es un estado anímico que se activa ante situaciones extremas pero construidas en un devenir histórico personal. No nacemos con un conjunto completo de emociones saludables. Vamos aprendiendo gradualmente a diferenciarlas sobre todo de los sentimientos que perduran en el tiempo.

Según la RAE: el sentimiento es el estado afectivo del ánimo producido por causas que lo impresionan vivamente. Nuestro pensamiento puede llegar a ser afectado promoviendo en el falsas conclusiones que traducido seria, llevarnos a un estado tal de victimización que desembocaría en desórdenes tales como: alimenticios, sexuales, mentales y conductuales( bulimia, aventuras sexuales, pánico, trastornos obsesivos compulsivos, adicciones) El sentimiento surge como resultado de una emoción que permite ser consciente del estado anímico en el que te encuentras.

Las emociones no pueden pensar, planificar, organizar. Ellas responden involuntariamente a nuestras circunstancias. Son positivas o negativas en su naturaleza, no está mal sentirlas y aun la apatía es una expresión de emoción.

Necesitamos saber cómo trabajan nuestras emociones, ya que las respuestas emocionales tienen que ver con nuestra personalidad.

Las emociones son reactores, ellas activan nuestra voluntad para actuar, depende la emoción que sientes, tú puedes construir o destruir.

¿Cómo es esto?

Si tú tienes un fuerte pensamiento sobre algún asunto, generarás fuertes sentimientos respecto de ese asunto. Si tu pensamiento se contamina por una victimización traumática, fomentarás falsas conclusiones y falsas convicciones y eso desencadenará en otras cuestiones que serán más traumáticas aún, conduciendo a un círculo vicioso. Las mujeres tendemos mucho a vivir en esta condición, creyendo aun que está bien y seguimos un rumbo equivocado auto convenciéndonos de una realidad totalmente distorsionada basada en sentimientos no tan agradables que desencadenan un carácter desagradable y así vamos comprimiendo el tiempo y dejamos que el fracaso del relato lo expanda de modo que nos acostumbramos y acomodamos a cada situación que se nos presenta y resolvemos de acuerdo a lo que nos conviene. Entonces me pongo en papel de “Victima o Protagonista”.

Resolvemos las cosas en blanco o negro, polarizamos cada situación de acuerdo al sentimiento, lo que sentimos o lo que nos conviene, para seguir siendo el centro de ese círculo vicioso del que no podemos escapar porque lo fuimos construyendo a través de la manipulación.(actuamos conforme al sentimiento y luego racionalizamos dicha conducta cuando debería ser al revés).

Recuerda que “Las emociones provocan estado anímico “y “EL sentimiento perdura en el tiempo”.

Hay emociones que afectan nuestro crecimiento y nos estancan de manera que no podemos avanzar y se mezclan con sentimientos basados en nuestra propia creencia o conveniencia creyendo que lo que me ocurre es así y que nadie me podrá entender.

Considera esta palabra escrita en Romanos Cap 7:14-20

“Porque sabemos que la ley es espiritual: más yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; ni lo que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no obro aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí (es á saber, en mi carne) no mora el bien: porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo. Porque no hago el bien que quiero; mas el mal que no quiero, éste hago. Y si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el mal que mora en mí”.

 

Pareciera un trabalenguas ¿verdad?

¡No lo es! Es Palabra bendita de parte de Dios a tu vida, por lo tanto considérala, escudríñala y haz el trabajo de ponerla por obra en tu diario vivir.

De eso se trata el cambio.

Nuestra fe no puede estar basada en nuestras emociones, las emociones no fueron diseñadas por Dios para la base de nuestras acciones y las acciones deben ser determinadas por su absoluta verdad y la verdad la encontrarás escrita en la Palabra de Dios.

Entonces, en esta luz, nuestros sentimientos añaden luz a nuestras acciones.

Encontrarás descanso y reparo en la cruz de Cristo, en su bendita Palabra, en una entrega absoluta a Él, al dueño de tu vida, al que te pensó con tanto cuidado y amor.

Tú puedes entregar tu mente a Cristo y empezar a caminar por un camino virtuoso.

“La mente del hombre piensa su camino, pero el Señor endereza sus pasos” Proverbios 16:9.

Lo importante de conocer y distinguir esto es; haciéndote una pregunta.

¿Vives sentimentalmente emocionada y emocionalmente equivocada?

Abre tu cartera y saca tus pañuelos, uno de esos objetos imperecederos que llevamos en ella, y se adapta a las necesidades y costumbres de cada sociedad, de seguro lo necesitarás para limpiar alguna lágrima que empezará a escapar y eso estará ¡muy bien!

¡Déjalas salir como fuente! ¡No sientas culpa por llorar!

Cada lágrima que tú derramas, Dios la recogerá, en su redoma tal como lo expresó David en el Salmo 56.

La redoma era una pequeña vasija de cuerpo ancho y cuello estrecho que servía para contener aceite, ungüentos de valor y las lágrimas que guardaban las mujeres en su dolor.

Hubo un periodo en el que parecía difuminarse la costumbre de usar las redomas, pero en el siglo XIX reaparecieron ya que la sociedad exigía guardar el luto debido, por la muerte de un familiar.

La costumbre era derramar lágrimas de duelo y guardarlas en la redoma, que era cerrada con un tapón especial, no debía ser hermético y eso permitía que las lágrimas se fueran evaporando poco a poco.

Entonces, cuando ya no quedaban lágrimas, se daba por finalizado el periodo de luto.

También se dice que las mujeres de aquella época, durante las guerras, guardaban las lágrimas hasta que sus esposos volvían de las batallas.

En el Antiguo Testamento, tenemos referencia a estos frascos de lágrimas cuando David, orando a Dios, habla de poner sus lágrimas en la redoma de Dios. Hace referencia a un tiempo de mucha dificultad en su vida.

“Mis huidas” Tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma, ¿No están ellas en tu libro?

Salmo 56:8.

Este es un salmo escrito por David cuando los filisteos le prendieron en Gat.

Empieza diciendo.

“Ten misericordia de mi, oh Dios, porque me devoraría el hombre”. Se sentía oprimido, pisoteado, combatido por el enemigo.

Sin embargo su confianza estaba puesta en Dios, pues no temía lo que le podía hacer el hombre. Y en este contexto habla con Dios reconociendo que Dios sabía todas sus huidas porque estaba siendo perseguido por los celos del Rey Saúl.

David tal vez no sabía qué hacer, hasta actuó haciéndose pasar por un demente.

“Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas y dejaba correr la saliva por su barba. Y dijo Aquis a sus siervos:

He aquí, veis que este hombre es demente; “¿Por qué lo habéis traído a mi?” 1 de Samuel 21:13-14

Tuvo que montar una escena por no saber qué hacer seguramente; pero bien sabía dónde tenía que ir.

Cuántas veces ocurre en tu vida, mujer, que no sabes qué hacer ante el problema, la dificultad y lloras, gritas y te enojas montada en un personaje horrible.

Si tienes que llorar, llora, no está mal hacerlo, David también lo hizo pero en el lugar adecuado, sino no hubiera dicho en su angustia tras esta persecución:

“Mis huidas tú has contado” Dios conocía sus pasos ¿verdad? Su vida no estaba oculta ante los ojos de Dios, es por eso que sigue diciendo:

“Pon mis lagrimas en tu redoma”.

¡Cuánto hartazgo habría tenido este hombre!

Pero el clamor y la confianza que tenía en Dios le hacían decir que sus enemigos serían vueltos atrás.

Si no sabes más qué hacer con tu vida, con lo que te ocurre, quiero invitarte a derramar tus lágrimas en la redoma de Dios.

Aquellas mujeres de la época las derramaban en esta vasija.

¿Sabes? hace más de dos mil años alguien murió en una Cruz por tu vida y al tercer día resucitó: ¡Jesús!

Él es el lugar perfecto para derramar cada lágrima.

Él ve cada una de ellas y están guardadas en el hueco de sus manos, benditas manos traspasadas por el dolor de horribles y punzantes clavos ¿Por qué? ¡Por tu vida!

Sí, por amor a ti.

¿Cuál es la tristeza de tu alma y de tu corazón?

Lloras porque estás enferma, enojada, maltratada, abusada, traicionada, abandonada, rechazada.

Lloras por un esposo que es insolente, por un hijo rebelde y desobediente, por tu madre o padre enfermos.

Lloras fracasos, desamor, ingratitud.

Lloras por la pérdida de tu marido.

Lloras por la pérdida de un hijo.

Llora mujer, llora y deja que salgan esas lágrimas de tristeza.

Dios ve tu dolor, Él sabe lo que ocurre en tu ser ¿No crees que te está llamando más cerca de Él, para que esas lágrimas sean bien recogidas?

“Así dice el Señor, Dios de tu Padre David: he escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; he aquí añadiré quince años a tus días” Isaias38:5

Esta palabra fue para el Rey Ezequías, dicha por boca del profeta Isaías.

Este Rey estaba muy enfermo y en esa situación no solo recibió al profeta sino que escuchó perfectamente el mensaje de Dios. Sin dejar pasar un segundo tomó la decisión de volver su rostro a la pared y oró a Dios.

“Y lloró Ezequías con gran lloro” Isaías 38:3

¿No crees, mujer, que hay una diferencia entre llorar simplemente y llorarle a Dios? Necesitas hablar con Él, pídele y confía que así será. La oración y las lágrimas van de la mano.

¿Puedes orar diciendo como dijo David en el Salmo 39:12?

“Escucha mi oración, oh Señor, y presta oído a mi clamor, no guardes silencio ante mis lágrimas, porque extranjero soy junto a ti, peregrino, como todos mis padres”.

Toma la decisión de quebrantar tu corazón dolido ante el dueño de tu vida, reconócelo en este momento de dolor que estás atravesando.

“Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce arrepentimiento que conduce a la salvación, de la cual no hay que lamentarse; pero la tristeza del mundo, la cual no produce arrepentimiento, conduce a la muerte espiritual”. 2 de Corintios 7:10(NTV).

¡Qué lágrimas derraman tus ojos!

¿Puedes arrepentirte de todos tus pecados?

“Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu” Salmo34:18

¿Te permites consolar por Dios?

Ahora sabes que cada lágrima que tú derramas está guardada en sus preciosas manos.

No dejes pasar más tiempo de entregar esta pesada carga, pues Él te dice.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” Mateo 11:28

¡Descansa mujer, descansa en Dios!, Él te conoce pues Él te creó con tanto amor que todo lo sabe de ti. Has tuya la expresión de David cuando dijo: ¿No están ellas en tu libro? ¡Claro! Están en su presencia. Entonces sabiendo que Dios enjuga tus lágrimas, empieza a tener lágrimas Cristo céntricas, creo que Dios no quiere que llores más, lágrimas de dudas incredulidad y lamento pues quiere tu confianza completa en Él.

Considera esta palabra “Así dice el Señor, reprime tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas, hay pago para tu trabajo, pues volverán de la tierra del enemigo” Jer 31:16

Nuestro Dios escucha cada oración que hacemos.

“No pasa por alto el clamor de los afligidos” Salmo 9:12

Un alma angustiada, trabajada y cargada, quebrantará su corazón, se inclinará ante Dios a expresar su desconsuelo y seguro será a través de lágrimas, sollozos y suspiros y eso hará detener el tiempo en el espacio porque alguien está interesado por las lágrimas que son derramadas para ser recogidas y atesoradas en su libro, cada lágrima que cae será recogida por tu Padre.

Nunca pienses que tu oración por más vacilante o débil que fuere no es tomada en cuenta.

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú oh Dios “Salmo 51:17

“Donde quiera que haya un corazón cargado de tristeza o unos labios temblando en agonía, profundos gemidos o suspiros de arrepentimiento, ahí mismo está abierto el corazón del Señor. Él registra cada uno en su memoria, colocando nuestras oraciones como si fueran pétalos de rosas entre las páginas de su libro de los recuerdos. Y cuando finalmente se abra ese libro, brotará de él una preciosa fragancia” Charles Spurgeon.

A medida que lees, mujer, ¿puedes experimentar la paz de Dios en tu vida? ¿Puedes sentir en tu corazón la confianza del Señor?

Puede tener el mejor deseo, o lo mejor para darle a Cristo, pero nada se comparará al valor de tus lágrimas derramadas a sus pies.

Te invito a que hagas tuya esta historia escrita en la Biblia en el libro de Marcos, capítulo 14.

Mientras los principales sacerdotes y los escribas buscaban estrategias para apresar a Jesús El pueblo espera la pascua y la fiesta de los panes sin levadura.

¿Acaso saben lo que planean estos hombres?

Jesús está en Betania, seguramente está triste, sabe que su hora está llegando, Simón, el leproso, lo hospeda en su casa, los discípulos estarían con él, seguramente.

Alguien pregunta ¿Dónde está? ¿En qué morada está? Pareciera que ella entiende lo que está pasando, ella escuchó atentamente a Jesús, con una mano toma su largo vestido, con la otra protege algo muy caro, quizás lo único que ella creía tener de tanto valor.

Sin embargo necesita darle a alguien ese valor que también traía en una redoma

Entra en la casa de Simón, el leproso.

¡Sí, ahí está! Está sentado a la mesa ¡Es Él! ¡Es ahora o nunca! No espera más, no le importa quiénes se encuentran en ese lugar, ella quiere dar lo único que cree tener de valor y era un caro perfume de nardos, el más caro de la época quizás.

Él la mira, ella cae rendida ante su presencia y quiebra el alabastro derramando todo el ungüento sobre la cabeza de Jesús.

¡Qué hizo! Cómo va a derrochar algo de tanto valor, más o menos así fue lo que dijeron los hombres que estaban allí. Podríamos haberlo vendido para los pobres ¡Qué desperdicio! Murmuraban contra ella.

Pero ¿sabes? Se abrió la boca del Maestro y tapó la boca de los presentes que solo veían lo pasajero del momento, no podían ver el acto de amor, valor y entrega de esta mujer.

Déjenla, ¿por qué se molestan? A los pobres los tendrán con ustedes por lo tanto háganle bien.

Pero a mí no siempre me tendréis.

Por favor, mujer, lee dos veces esta bendita expresión de Jesús.

Y prosiguió “Esta ha hecho lo que podía porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura” Marcos14:8 Palabras de