Buch lesen: «Donato Guerra Orozco»

Donato Guerra. Forjador institucional de la patria.

es una edición de la Universidad de Guadalajara.

José Trinidad Padilla López

Rector General

Raúl Vargas López

Vicerrector Ejecutivo

Jorge Briseño Torres

Secretario General

Gustavo A. Cárdenas Cutiño

Coordinador General Administrativo

José Antonio Ibarra Cervantes

Director General del Corporativo

de Empresas Universitarias

Sayri Karp Mitastein

Directora de la Editorial Universitaria

Jorge Orendáin Caldera

Coordinación editorial

René de León Meza

Coordinador de la serie

Vícthor Chávez

Diseño de forros e interiores

Textos

© 2006, Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell

Primera edición electrónica, 2006

D.R. © 2006, Universidad de Guadalajara

Editorial Universitaria

Francisco Rojas González 131

Guadalajara, Jalisco 44600

www.editorial.udg.mx

ARRIOJA DÍAZ VIRUELL, Luis Alberto

Donato Guerra. Forjador institucional de la patria.

/ Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell

Guadalajara : Editorial Universitaria, 2006, 1ª edición

(Colección Jalisco, Serie Biografías)

ISBN 970-27-1065-0

1. Guerra, Donato, 1832 – 1876. 2. Jalisco – Historia.

972.35-cdd21

ISBN 970 27 1065 0

Conversión

Hipertexto – Netizen Digital Solutions

proyectos.mexico@hipertexto.com.co

+52 (55) 7827 7068

Noviembre de 2006

Se prohíbe la reproducción, el registro o la transmisión parcial o total de esta obra por cualquier sistema de recuperación de información, existente o por existir, sin el permiso previo por escrito del titular de los derechos correspondientes.

Diseño epub:

Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Los buenos servicios prestados a la causa de la Independencia de la República en el Ejército de Occidente [...] y las cualidades del valor, lealtad, honradez y aptitud que posee el citado Coronel Guerra lo hacen en mi juicio acreedor a que se le confiera el grado de General de Brigada de esta Guardia Nacional.

Informe del General Ramón Corona

al Ministro de Guerra,

8 de agosto de 1867¹

Los primeros pasos

Revisar libremente su “hoja de servicios”, encontrar en ella múltiples hechos de armas, fijar la atención en algunos informes y comisiones, repasar en general la carrera militar de Donato Guerra Orozco resulta una experiencia cordial. No se trata de una trayectoria llena de hazañas y laureles. Es más bien su inteligencia, tenacidad y lealtad lo que produce un inmediato placer. Al igual que otros miembros de la “docena militar” que participó en la restauración de la República, la carrera de Guerra inició en tiempos de la Reforma, se perfiló durante la Intervención y el Segundo Imperio, y culminó con la irrupción de la Rebelión Tuxtepecana.²

Antonio Caso señaló acertadamente que las figuras del liberalismo que sobrevivieron a las guerras de Reforma e Intervención “parecían gigantes”. Al menos en la cuestión militar lo fueron, y Guerra no fue la excepción. En uno de los periodos más agitados del siglo XIX (1858-1871), se desempeñó como subteniente, teniente, capitán, coronel y general del Ejército Republicano. Sufrió derrotas y persecuciones. Confinado en Sinaloa durante la guerra de Intervención, defendió intrépidamente al gobierno de Juárez. Consumada la restauración republicana fue habilitado como Jefe de Armas en Durango. Contaba con 40 años y en opinión de Daniel Cosío Villegas era “un revolucionario caballeresco, un modelo de lealtad”. ³

Donato Guerra nació en 1832 en Teocuitatlán, un pueblo adscrito al cantón de Sayula en el sur de Jalisco. Fue el quinto hijo de una familia cuyas raíces se remontan a la época colonial. Su padre fue el señor José María Guerra, un hombre que se dedicó a las tareas del campo y que murió cuando Donato apenas contaba con seis años. Su progenitora fue doña María Sebastiana Orozco, una mujer que desde muy joven se empleó en las labores domésticas y en la crianza de sus seis párvulos.

Desafortunadamente poco sabemos de sus primeros años de vida. Luis González señaló que era de “origen humilde y crianza rústica”. Francisco Sosa advirtió que, al igual que otros mexicanos que pelearon contra el Segundo Imperio, pasó su niñez en la “honrada y modesta vida del campo”. Otras fuentes, por su parte, subrayaron que su juventud debió haber sido difícil, no sólo por la falta de la figura paterna, sino también por los estragos económicos que dejó la primera mitad del siglo XIX. Ante esto, Guerra debió emplearse desde muchacho en múltiples actividades agrarias y comerciales, tanto en su natal Jalisco como en el vecino Sinaloa. En esas andanzas se casó con Valentina Simentel, con quien procreó dos hijas: Francisca y Antonia.⁴

Todo parece indicar que las condiciones en que creció el joven Guerra quizás lo llevaron a pensar que una opción para subsistir la encontraría en la carrera de las armas. Así, pues, ingresó al Ejército Republicano en el turbulento 1858, cuando Ignacio Comonfort dejó la presidencia de la República y estalló la Guerra de Reforma.