Loic y su novia Nadja se han separado recientemente debido a sus tendencias sadomasoquistas. Junto con su enjambre secreto de Julia, viajó a París para ganar unos días de distancia.

Allí descubre un espejo muy interesante en una tienda de antigüedades.

Ese espejo no lo dejará ir. Poco a poco parece tomar más y más posesión de él. Nubla los sentidos de Loic y lo atrae con fantasías sexuales y libertinaje, que no considera real al principio.

El recién inflamado amor por Julia también parece ser víctima del espejo. Pero con el tiempo, Loic también se da cuenta de que no está solo.

No es el primero a quien el espejo nubla los sentidos.

El espejo de la lujuria

Loic creía que su miseria había comenzado con las siguientes palabras:"No, en estas circunstancias no puedo quedarme contigo". "¿Sabes cómo me estás lastimando con eso?" "¿No me acabas de decir que estás molesto cuando las mujeres te hacen daño? "Me entristece que lo veas así, sobre todo porque estaba dispuesto a dejarlo por ti. Me demuestra que no entendiste mucho." No sirvió de nada. Nadja no quería entender su punto de vista, probablemente no podía, Loic lo sabía, pero también estaba decepcionado de que ella no entendiera su amor.

En este estado de ánimo se quedó dormido en su sofá azul, no muy cómodo cuando ella se había ido. No fue una buena noche de sueño, fue el tipo de sueño que te da dolores de cabeza muy fuertes. Durante mucho tiempo, sin embargo, ni siquiera este sueño le fue concedido. Justo cuando estaba a punto de entrar en una fase de sueño profundo, fue despertado rudamente por un zumbido. Sabía el tono penetrante de algún lugar, pensó, cuando aún estaba luchando contra la desorientación permanente.

Este sonido realmente no es bueno para mi cabeza, pensó más lejos y se frotó los templos. Eventualmente, sus ojos podrían poner su teléfono en un cierto contexto sonando. Aún sordo en sus piernas, se balanceó para tocar la campana y se fue:"¿Sí?" dijo preguntándose por qué siempre tenía que empezar a hacer comentarios tan ingeniosos. "Hola, soy Julia, espero no molestarte." "En realidad, lo haces." "¿Por qué? Chico, no suenas nada bien". "Nadja rompió conmigo hoy." "Oh, lo siento, ¿debería pasar?" "No, sólo quiero estar sola.

Será mejor que me digas por qué me llamas." "Tengo que ir a París unos días más para encontrar otra cosa para mi diploma universitario, y quería preguntarte si te gustaría venir conmigo unos días. Estás interesado en mudarte a la universidad allí". Eso era lo correcto para Loic, quería salir de aquí de todos modos y unos días de distancia y cambio de aire combinado con una eficiencia útil. Además, Julia era un personaje muy guapo y odiaba a Nadja. Sí, unos días con ella sería justo lo que pasaría.

Quizá cometí un error después de todo, pensé Loic y me limpié el sudor de la frente. Era julio y hacía un calor abrasador en Reims, al este de la gran ciudad del amor. Había completado su visita al campus y charla con los profesores de la universidad en un día y luego estaba solo. Julia inmediatamente se retiró a algunas revistas y bibliotecas y vio recortes de periódicos desde tiempos olvidados. Por lo tanto, Loic decidió visitar la ciudad. La ciudad del amor siempre tiene algo que ofrecer. No importa cuántas veces hayas visitado París, te enamoras de él una y otra vez.

Y ahora estaba de pie en la plaza grande frente a la catedral de Notre-Dame, sudando y preguntándose si podía usar su tiempo con más sensatez. Su belleza es ilimitada y está fuera de su alcance. Loic decidió no mirar dentro de la catedral. La has admirado tantas veces antes, tanto desde fuera como desde dentro, le disparaste en la cabeza y él se giró en la otra dirección, viendo un McDonald's allí en alguna parte. Allí podía comprar algunas cosas que le ayudarían a combatir el calor.

Caminó por el corto pasadizo, alejándose de la catedral hasta el centro de la ciudad y permaneció de pie como si estuviera arraigado. Allí vio algo que inmediatamente lo cautivó. Al principio no estaba seguro de si era una tienda, pero cuanto más cerca estaba, más seguro estaba de que tenía que ser una especie de tienda de antigüedades. Las oscuras ventanas, que formaban un fuerte contraste con el calor abrasador y el brillo exterior, le habían irritado tanto. En las ventanas había algunas palabras latinas escritas en alemán antiguo.

Los leyó cuidadosamente y con cuidado: Semper fidelis, dum spiro spero. Había otras palabras que no podía traducir. Conocía muy bien el significado de estas dos cosas: para siempre fiel y mientras respire, espero. El negocio realmente empezó a fascinarle. Entró con cuidado y al principio estaba decepcionado. Era brillante en el interior por el sol extremadamente fuerte y los libros yacían por todas partes, un anciano con una camisa azul desempolvaba un globo igualmente viejo y la tienda había perdido todo su misterioso esplendor. Cuando el hombre se fijó en él, levantó la vista brevemente, sus ojos parecían destellar por un momento, pero enseguida se aclararon de nuevo.

Probablemente el sol, pensó Loic. "¿Puedo ayudarle?" El hombre quería saberlo en un tono muy amistoso. "Esa es una buena pregunta, que honestamente no puedo contestar tan fácilmente." El hombre asintió sabiendo:"Entiendo, mucha gente entra en nuestro negocio sólo para mirar a nuestro alrededor." "No, tampoco es eso. Su negocio, deben pensar que es ridículo, me parecía un poco místico. Parecía tan lleno de contrastes con el sol, que creo que he oído hablar demasiado de él".

El hombre se acercó a él y le mostró comprensión:"No encuentro esto ridículo, ya sabes, la gente siempre viene a nosotros por motivos diferentes, si no sólo quieren mirar e incluso entonces tienen una razón por la que lo hacen. Esta ciudad está abarrotada de bibliotecas. ¿Buscas algo misterioso? Estoy seguro de que también podemos ayudarles. Marie, ven aquí, por favor!" Cuando había dicho la última, se abrió una puerta desde algún lugar, que, Loic estaba absolutamente seguro, no estaba allí antes.

El resultado fue una joven discreta, probablemente de su edad, con una falda gris y una blusa oscura. "¿Me llamaste, tío?" Ella quería saberlo. "Sí, el joven agradable aquí presente está interesado, creo que al menos en el espejo negro y las velas de la Hydra." Velas de la Hydra, Loic lo pensó y se preguntó qué significaba, pero entonces la joven llamada Marie lo tomó de la mano, le sonrió y le dijo:"Ven conmigo. Ya verás, te gustará el espejo". En ese momento, Loic vio que sus labios estaban pintados de rojo oscuro. Extrañamente inapropiado para su otro traje. Pero ella tiró tan fuerte de su brazo que inmediatamente se le cayó el pensamiento.

Fueron juntos a la habitación de al lado y sorprendieron mucho a Loic. La habitación era como una vieja bóveda de un castillo. Marie cerró la puerta y Loic se dio cuenta de que la habitación estaba iluminada sólo con antorchas en las paredes y que las paredes estaban hechas de piedras desnudas. Al principio, Loic pensó que la habitación estaba vacía, pero cuando miró de cerca, se dio cuenta de que había estantes cubiertos por cortinas negras en todas las paredes. Esto se había hecho tan hábilmente que al principio parecían el borde de sombra de las antorchas. "Emocionante espacio", comentó Loic.

Marie se volvió con una risa:"Sí, ¿no es así? Lo llamamos la cripta. Es el cuarto favorito del dueño de la casa. Ella guarda los detalles en gran medida, por lo que las antorchas deben estar siempre frescas e irradiar un olor que recuerde a la Edad Media y a la tortura. Si has visto la picota afuera, se rumorea que este es el cuarto oscuro. Aquí es donde hicieron lo que luego se avergonzaron. Así es como lo imagino". Loic condujo el show Schauer, no sólo con asco en la espalda. "Y al mismo tiempo levantó una cortina negra, resaltando algunas velas negras profundas y algunas velas blancas brillantes. El negro estaba probablemente hecho de vidrio o de un material similar, pero no grande, del tamaño de un CD.

"Este es el espejo, al menos una parte de él", dijo cautelosamente y con admiración, y luego continuó:"Supuestamente la esposa de Constantino el Grande lo trajo aquí y lo rompió cuando sorprendió a su marido con una de sus amantes. Dicen que tiene poderes mágicos". Loic vio el espejo y enseguida quedó fascinado. Era como si estuviera hechizado. "Yo, yo debo tenerlo", tartamudeó. "Sí, por supuesto", dijo Marie casi en un tono de voz arrogante, e inmediatamente volvió a ser amistoso:"Pero cuesta 500 euros con las velas juntas". A Loic no le importaba, quería este espejo para sí mismo y si le costaría un mes de salario, porque lo hacía en su trabajo extra.

Regresaron a la habitación de al lado y Marie llenó el espejo mientras él le pagaba a su tío. Todavía no lamentaba haber pagado tanto dinero por el espejo. Tal vez era muy antiguo. Cuando él se acercó a Marie para coger el paquete, ella se inclinó brevemente y le susurró algo extraño al oído:"Para obtener la magia del espejo, puso una imagen de mujer frente al espejo y encendió una de las velas y oscureció la habitación. Ahora vamos, rápido."

Con estas palabras, ella casi lo empujó a la puerta y volvió inmediatamente al calor y se fue a McDonalds confundido. No entendía sus palabras, pero quería probarlo. En el Mc Donalds vio a una bella joven mujer de 18/19 años, vestida con sandalias blancas altas, una falda corta y una blusa blanca apretada. Tenía el pelo negro con gafas de sol.

Él consideraba que la foto de un teléfono con cámara probablemente también tendría que ver con la foto y si ponía la foto de una mujer debajo del espejo, entonces podría tomar una que le gustara mucho. Los fotografió brevemente y cuando vio que la foto se había convertido en algo, dejó la tienda en medio de la cola tan rápido como pudo, sin haber ordenado nada para apurarse a su hotel. La zona peatonal estaba llena, pero no le molestó más, se apresuró lo más rápido que pudo, pero de repente se detuvo cuando vio a un joven que lo miraba fijamente con calma, pero aparentemente sabiendo. No, miró fijamente a la mano en la que descansaba el paquete del espejo.

De repente sintió como si la temperatura del espejo se elevaba, se calentaba, Loic dejó caer el espejo y gritó el dolor en voz alta. El espejo se agrietó fuertemente en el suelo. Loic lo recogió y un primer examen rápido a mano demostró que aún estaba sano. Miró a este otro hombre y aún pudo verlo mientras lo miraba, con compasión agitó su cabeza, se giró y desapareció entre la multitud. Decidió ocuparse de sus propios asuntos y se apresuró a ir al hotel.

Cuando llegó a su habitación, miró el reloj:"Tres horas más hasta que Julia dijo que volvería lo antes posible, mucho tiempo. Apresuradamente oscureció la habitación con la ayuda de las sábanas y algunas cortinas, apagó todas las luces y la hizo tan oscura que no podía ver la mano delante de sus ojos. Estaba jugando un viejo truco. Encendió el televisor y pudo orientarse con la ayuda de su luz, pero pudo apagar la luz inmediatamente con el mando a distancia. De alguna manera sabía que ninguna de las velas Hydra debía ser desperdiciada.

Loic se sentó en su cama y buscó la foto de la mujer y la puso debajo del espejo negro. No ha pasado nada. Aún así no perdió la esperanza, encendió una de las velas y se alegró de que el espejo tuviera un lugar, que se suponía que era un candelabro. Los puso en el lugar designado y no volvió a pasar nada. De repente, sin embargo, sin embargo, sintió la necesidad incontrolada de bostezar e hizo esto en voz alta, cerrándose los ojos y al abrirlos de nuevo, vio una mano vestida con un guante en su cara, que le dio una poderosa bofetada y lo escuchó, mientras aún estaba pensando en el dolor, una voz femenina, hermosa pero severa: "Supongo que no estás lo suficientemente bien como para atrapar a tu amante, esclavo. ¿Estás loco de remate?"

No sabía dónde estaba, pero levantó la vista y vio a la mujer de la foto. Llevaba botas negras largas y un traje de látex y guantes de látex. Sus ojos y labios estaban pintados de negro y su hermoso pelo negro revoloteaba libremente. Pensó que el espejo debía tener poderes mágicos. "¿Qué esperas, esclavo? ¡No tengo todo el día!" Sólo podía adivinar lo que quería decir, pero decidió seguirle el juego y disfrutarlo. Se inclinó hacia delante y se dio cuenta de que estaba completamente desnudo y su cosa ya estaba visiblemente excitada.

En la posición inclinada alcanzó sus maravillosas botas y primero la besó tiernamente, sólo para lamerle tan fuerte como pudo, pero también sintiéndose lo más fuerte posible. Casi como un hombre sediento que tenía agua, lamió las botas de esta maravillosa joven y lo disfrutó. Cuántas veces había soñado con que se le permitiese hacer tal cosa una vez, acostarse a los pies de una amante, pero entonces incluso quería prescindir de ella. Para Nadja... Antes de que sus pensamientos depresivos pudieran destruir el momento, su amante le interrumpió:"Bueno, ya basta de esclavos. Lo hiciste muy bien, pero entiendes que no puedo dejar que mi esclavo se salga con la suya bostezando sin castigo. Levántate y levanta las manos".

Hizo lo que le llamaban y la sintió atarse las manos a una polea en la parte superior de una botella y se la puso para que tuviera que caminar con los dedos de los pies. Entonces él sintió como ella se acurrucaba suavemente hacia él desde atrás y sintió como sus pechos acariciaban su espalda mientras ella presionaba todo su cuerpo contra él. "Primero quiero darte una recompensa, porque está a punto de ponerse muy difícil", explicó, riéndose a medias, y luego sintió sus manos aún explorando su cuerpo en los guantes y frotando lentamente otras partes de él.

Al llegar a sus pezones, ella comenzó a penetrarlos un poco, pero aún tan lejos que todavía era extremadamente placentero para él, entonces sus manos bajaron otra vez y ella aumentó la presión de sus senos en su espalda una y otra vez, por lo que ella se puso repetidamente en las rodillas y por lo tanto sus senos, envuelto en el látex realmente tiernamente acariciándolo. Sus manos alcanzaron su polla, primero le amasó cuidadosamente los testículos y luego empezó a sacudirlo.

Era increíble, creía oír cantar los violines. Empezó a ronronear y se movió rítmicamente tan lejos como pudo de puntillas. Se detuvo inmediatamente. "Oh, bueno, si estás listo, entonces podemos empezar a divertirnos ahora. Con el castigo por bostezar y, por supuesto, por la foto no autorizada".

Cuando ella dijo eso, se fue riendo y desapareció brevemente en la oscuridad, de modo que él se asustó. Poco después volvió, al menos eso es lo que él supo de sus tacones. Ella se le acercó por detrás, tomó el cuello entre las manos y le susurró al oído:"Tienes que sostener los primeros veinte sin mordaza, luego darle uno, no te preocupes. ¿Sabes qué es esto?" Su mano derecha cayó brevemente y luego le mostró algo que conocía demasiado bien de numerosas imágenes de Internet.

"Un látigo de perro". Jadeó. "Así es, y tú eres mi perrito", se rió y regresó. El primer golpe no fue tan fuerte todavía y le dio en la mejilla derecha, pero se sintió amargamente decepcionado:"Era sólo para calentarse, a partir de ahora cuenta con mi pequeño esclavo y gracias 4 veces, cuando puedes elegirte, por supuesto al final con las palabras, porque mi amante es tan buena conmigo. Por supuesto, si me hablas de ti en una apoplejía, se repetirá." Los golpes fueron rápidos y duros. El dolor disparó más rápido de lo que Loic había pensado a través de su cuerpo, y desde el quinto tuvo problemas para contar y empezó a gritar los números.

Ella siempre golpeaba el mismo punto y cambiaba tanto el ritmo que no sabía cuándo vendría el siguiente disparo. Pero también le emocionó escuchar cómo la joven diosa parecía esperar los movimientos de su cuerpo y sus ruidos con cada golpe y se rió de aprobación y le disparó con gritos cada vez más fuertes. Sin embargo, no olvidó dar las gracias y difundió el agradecimiento de manera aún más creativa y finalmente lo superó.

Ella se acercó a él y le susurró al oído mientras le acariciaba suavemente el culo:"Bien, baja, porque ahora es muy divertido. Dijiste que gracias, pero reduciré a la mitad el número de golpes con el próximo látigo. Y entonces tendrás tu recompensa, así que ahora mismo vas a necesitar tu mordaza." Ella le puso una gran mordaza en la boca, que él le abrió fácilmente, le dejó morder, apretó la mordaza y le mostró el siguiente látigo. Loic la vio e inmediatamente se asustó y trató de huir, lo que era imposible debido a su esclavitud, pero luego trató de protestar igual de infructuosamente a través de la mordaza.

Ella se rió de él y dijo:"Veo, tú también los conoces, así que después de dividirlo a la mitad, todavía hay cinco golpes con el toro, así que sigue". El dolor era indescriptible, ella golpeó con fuerza y él gritó tan fuerte como pudo, que se volvió silencioso e incomprensible balbuceando a través de la mordaza. Después del segundo golpe, empezó a llorar y sollozar y después del tercero, estaba seguro de que perdería el conocimiento, lo cual no hizo porque ella hizo los dos últimos golpes muy rápidamente. "Así que y ahora quiero oírlo", dijo ella y le quitó la mordaza y escuchó sus sollozos y gritos por un momento, pero Loic supo lo que quería oír, y él sólo quería decir gracias por no golpearla de nuevo:"Gracias, señora, muchas gracias por ser tan buena conmigo".

"Ah, veo que todavía hay esperanza y ahora la recompensa prometida después del duro castigo." Ella tomó su cabeza entre sus manos de látex y lo besó con ternura y ternura, hasta que sus lágrimas desaparecieron y luego se hundió de rodillas y tomó su polla en la mano y comenzó a sacudirlo, tan sentimental que pronto se puso de pie de nuevo y luego ella le tomó la boca y se la sopló. Su polla resbaló rápidamente de un lado a otro en su boca y le llegó pronto. Cuando sintió que le llegaba, se acostó en sus grilletes lo más que pudo, cerró los ojos y se lanzó en muchos golpes contra su boca.

Finalmente, Loic volvió a abrir los ojos, notó que podía dejar los brazos colgando y miró la televisión en la habitación de su hotel. Al principio pensó que sólo lo había soñado hasta que miró su esperma, que afortunadamente se había ido en su mayoría al espejo. También estaba desnudo y rápidamente notó que su trasero ardía como fuego. Corrió al baño para ver por qué estaba en llamas. Allí reconoció en el espejo que estaba rojo como la piel de un cáncer. Miró brevemente a la bañera, que estaba húmeda.

Una mujer de la limpieza descuidada, pensó, para volver inmediatamente a su trasero. De unas pocas vacaciones con su familia en el pasado, él sabía que las quemaduras de sol ayudaban mucho al yogur. El mejor hielo frío. Alguien en el hotel seguramente sería capaz de darle tales cosas, porque cualquier cosa que tuviera en su culo, parecía una quemadura de sol sólida. Por eso se apresuró a quitar los rastros visibles de su experiencia espejo en la habitación, a limpiar el espejo, a felicitarse por su exitosa compra y a comprar un poco de yogur helado. Loic tuvo suerte en el restaurante que a esta hora del día, eran alrededor de las cinco de la tarde, muy vacío, le creyeron con una sonrisa la historia de las quemaduras de sol y le dieron yogur natural.

Con un pequeño cuenco lleno, volvió a su habitación y se preguntó seriamente si debía volver a usar el espejo. Solo el solo pensar en ello hizo que su emoción volviera a aumentar. El espejo parecía tener poderes mágicos. Se imaginó lo fácil y a la vez fresco que sería tomar fotos de cualquier mujer y tener a través del espejo estas experiencias. Pero, ¿cuáles fueron estas experiencias? ¿Eran sus secretos deseos los que reflejaba el espejo? ¿Fantasías aleatorias? ¿O eran al final los deseos sexuales secretos de las mujeres?

Le gustaba más el último pensamiento y lo excitaba aún más. Una mirada al reloj de su habitación lo decepcionó profundamente, no tuvo tiempo de masturbarse más y así pudo volver a disfrutarlo, Julia regresaría. En vez de eso, descubrió su trasero y se arrojó a la cama con el vientre para frotarse el trasero con el yogur, lo que no le bastó. Realmente no fue fácil, pensó enfadado y pensó que probablemente tendría que verse bastante extraño, ya que se acostó en la cama y trató de frotarse el trasero. Pero el yogur le ayudó mucho y le refrescó el trasero maravillosamente, mientras que sin ninguna motivación soportó una serie de demostraciones de casa llena.

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El espejo de la lujuria 1

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