El Libro de los Siglos y los Instantes

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El Libro de los Siglos y los Instantes
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JAVIER SOVERNA

El Libro de los Siglos y los Instantes
(Poemas 2013-2021)


Soverna, Javier

El libro de los siglos y los instantes : poemas 2013-2021 / Javier Soverna. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-1867-5

1. Poesía Argentina. I. Título.

CDD A861

EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA

www.autoresdeargentina.com info@autoresdeargentina.com

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

A mis padres

Fenómenos del ping-pong

Un salón inmenso. Dieciséis mesas

Y espacio entre ellas para evitar el choque de nucas

Cuando me tocó ser espectador

Levanté una pelota abollada del suelo

Y saqué el encendedor del bolsillo

Una llama alargada salió de él

Y la pelota volvió a ser esférica

El aire en su interior

A temperaturas elevadas

Se expande, sube, empuja

Esa es la explicación del fenómeno

El rastreador y el mensajero-maratonista

El rastreador se mueve con soltura por las llanuras

El ámbito del mensajero-maratonista es la montaña

Los caminos inaccesibles, escarpados

(Un jinete con un caballo

Resolverá con mayor velocidad y eficacia

La entrega de un mensaje urgente a través de la llanura)

¿Un rastreador podrá seguir las huellas

De un mensajero-maratonista en su recorrido

Y develarlo?

¿Los mensajeros-maratonistas temerán a estos rastreadores?

Exploración del Barrio Envión

Cumplí nueve años

Mis padres querían mudarse

Y estaban buscando otra casa en Haedo

Encontraron una que les gustó

En la calle Las Flores

Pegada al pasillo principal

Del primer grupo de monoblocks

Que conforman el Barrio Envión

(O "Barrio Envión nº 1")

En éste, delimitado por las calles

Directorio, Primera Junta y Las Flores

(Y el pasillo principal al sur

Que si por él se avanzaba

Comunicaba con Puan, calle sin salida)

Se podían reconocer cuatro sectores

A partir de la corporeidad

De los bloques de los edificios

Los fui conociendo como un "explorador"

Con el paso del tiempo

Sorprendiéndome con la novedad

Todavía no se había comprado la casa

Que yo ya me había lanzado a recorrer el primero

Reconocí inmediatamente su carácter oscuro y laberíntico

Lleno de plantas, flores, arbustos y árboles

Comprendido por caminos entrecruzados

De "baldosas" de cemento

Reconocí también la falta de pasto

Que dejaba ver la tierra

Pero entonces no pensaba en ese escenario

Como el lugar a frecuentar

No pensaba volver a recorrerlo

Pero volví

Una vez hecha la mudanza

No sintiéndome extranjero

Avancé por el largo pasillo principal

(Siempre siguiendo el camino de "baldosas" de cemento)

Y llegué al segundo sector

Más grande y luminoso, espacioso

Con pasto abundante

En donde había un tanque de agua

Y la "garita" de los jardineros

Allí predominaban los colores amarillos y los verdes tenues

No quise seguir avanzando, para prolongar en el tiempo

La intriga, el descubrimiento, la sorpresa y la diversión

Al tercero llegué al día siguiente

Un árbol gigante

(El más grande de todo el Barrio)

Cargaba el aire con sombras azuladas y verdosas

Los gabinetes oxidados se veían bajo esos tonos

Entendí que era el sector que más me gustaba

Avivaba mis sensaciones de melancolía

Esa misma tarde supe que faltaba poco

Para desentrañar ese laberinto

Y decidí acortar la diversión

En el cuarto sector

No existía el desorden y la cantidad de vegetación

Ni la oscuridad

Y las cosas se ubicaban prolija y armoniosamente

Su color era el verde

Llegué entonces a un banco de madera

Me senté

Con las fachadas de los edificios a espaldas

Y observé la calle Primera Junta, y su tránsito

La vuelta también iba a ser fantástica

Sería la segunda vez que pasaría

De principio a fin o de fin a principio

Por lo que todo seguía pareciéndome novedoso

El árbol, el tanque de agua

El palier de uno de los edificios

Un grupo de chicos más altos que yo

(Tendrían unos once o doce años)

Tenían naranjas en sus manos

Y no eran del barrio

¿Cómo lo supe?

Cuando comenzaron a correrme

Y yo a esquivar naranjazos

Y a doblar en cada esquina a toda velocidad

Escuché que uno de ellos dijo:

¡Cuidado con este pendejo

A ver adónde nos va a llevar!

Y así en el laberinto los perdí de vista

Y así volví a mi casa, cansado y radiante

Porque ya era un especialista

Y el éxito cansa, como la imperiosa carrera

En los pasillos, aunque favorece a la alegría

Procesos y trabajos

Nuestro trabajo: juntar viruta de fundición

escallas pequeñas

obtenidas de la fundición de cilindros

camisas de automóviles

(alterados por un torno)

Se las pasaba por "zaranda"

un colador grande de alambre fino

para sacarles el polvo

y guardaba en tachos

En las acerías las vendíamos a buen precio

Usaban la viruta para "sellar" las lingoteras al suelo

moldes en los que se fabricaba el acero

unidos por canales en una fosa

(los hombres trabajaban adentro de ella)

Este salía fundido de los hornos

y era trasladado en "cucharones" por grúas

hasta la boca del tubo que conducía a los canales

A las lingoteras subía el acero por vaso comunicante

En contacto con la viruta se enfriaba, endurecía

y no derramaba

Escenas asirias

Alla greca:

Nace en Nimrod (Asiria). Sus padres son príncipes

y poseen un palacio lujoso en la ciudad.

A la edad de dos años aprende a tensar las correas

de su honda: los pájaros no huyen porque caen muertos.

Aprende a manejar el arco y la flecha

y a conducir el carro de combate.

En busca de aventuras que le presten fama y renombre,

ansiando igualar las hazañas de los héroes del pasado

(y entre todos admira a Puzurashur),

a los catorce años de edad

abandona el palacio paterno.

Lleva consigo su escudo y su lanza.

En la llanura, en donde los leones devoran el ganado,

cobra su primera víctima: una leona, a la que vence

arrojándole una garrafal piedra.

Mata con su lanza al león de Nimrod, que asola

la región noche tras noche.

Cruza el río Tigris en un odre.

Conocidas sus hazañas a lo largo y ancho de Asiria,

se une al ejército: destaca en el cerco de Babilonia;

destrozada la torre de asedio, derriba los ladrillos

de adobe de parte de la muralla defensora

con sus inauditos puños.

Adorado como a un dios,

introduce hilo de oro en su barba postiza,

tiñe sus cejas de color violeta,

pinta sus labios de azul y maquilla el rostro

con polvos y cremas rojas y anaranjadas.

Es recibido con honores en el palacio de Nínive.

Come y bebe abundantemente.

Regresa a su patria (Nimrod) para impedir

la destrucción del Obelisco Negro por parte de

quince forajidos provenientes del reino de Urartu.

Viaja a Urartu y enfrenta y vence al Dios de las Tormentas.

Frente a la sublevación de mil esclavos

traslada él solo el Toro Alado de Nínive,

desde la misma Ciudad Capital hasta Nimrod.

Junto a un reducido número de hombres

frena el avance de las hordas escitas que,

integradas por guerreros hermafroditas,

saquearon Asur y otras ciudades del sur

en su regreso de Siria.

Perece en Asur, en guerra contra los medos.

Los fantasmas poéticos

El poeta autóctono de Haedo

Sabe que no le alcanzará la vida

Para cantar el barrio

(Plazas, trenes, andenes, perros, calles, árboles, soderías)

Contrata a un ghostwriter

Cuarenta años menor

Que estudia minuciosamente su estilo y léxico

A su muerte, el joven revela la verdad

Y el viejo poeta pasa con justicia al olvido

El "escritor fantasma" sufre un extraño accidente

En el andén de la estación

Homero

El primero de los cuatro pilares del arte de la aristocracia

 

Pilares con nombre

Cíclicos

El aedo gustaba de las efusiones de sangre

Que dirimían una autoridad

Pero sabía qué hacer con ellas

Para qué memorizarlas y escribirlas

Estas no eran gratuitas ni excesivas

Se justificaban

Mucho más que las de Shakespeare o de Cervantes

Meros efectistas a su lado

Que avivaban el morbo y la risa de la muchedumbre

Su vitalidad era seria, guerrera, milenaria

Emanaba de un mandato heredado

De una tradición adquirida

Safo

La mujer escribe

A raíz de ciertos enfrentamientos civiles y políticos

La poetisa hubo de exiliarse en Siracusa

Pero el exilio fue breve y, volviendo a Lesbos

La escritura y el canto no se desvirtuaron

La guerra y la muerte no son las únicas experiencias

La sensibilidad femenina se escribe y canta

No es solamente el amor

(El amor hacia sus jóvenes discípulas; el no correspondido)

La agresión y el enojo también

(Heródoto nos cuenta cómo repudió a su hermano Caraxo

Por haber liberado a una cortesana con su dinero

Ella misma hace públicas sus amonestaciones

- Aparentemente- al poeta Alceo)

El interior invisible es tan verdadero como el aire

Quemado por el cruce de las armas y la sangre en la superficie

Tespis

La lucha generacional violenta

Año Cero de la tragedia

La novedad, que es o no es frívola

Pero necesaria e inevitable

Motor del arte y la historia

Los jóvenes ríen y ensanchan sus caras blancas de estúpidos

(Tespis no era joven, era más joven que su censor

Era viejo y era joven)

Los viejos salivan mientras insultan y se desfiguran

Sienten lástima de sí mismos

El suelo hoy en día sigue temblando

Después del bastonazo de Solón

(Que era el más viejo

Pero todavía conservaba alguna fuerza)

Teognis

Teognis es el segundo pilar

Derrotado

Nostálgico

Los tiempos se perdieron

Y su arma es la escritura

Arma que no le sirve

(Porque otras ya no empuña)

El odio le sirve para escribir

Y ofender a sus verdugos

Su derrota no frustra el triunfo personal

(La venganza)

Sí el de la sangre, de clase

Polignoto

Pintaría los pies de una de sus figuras humanas

Sobre la cabeza de otra

En las ánforas

En donde antes vencían Exekias y Eutímides

Negros y rojos

No luciría la nueva representación espacial

El griego de Tasos prefirió las paredes

Los grandes murales

Guilhem de Peitieu

Afirma el nuevo ciclo

Lleno de alegría, insolencia y porvenir

La aventura

Las mujeres

Las ajenas

Exitoso con ellas

Se trata del amor imposible

Que no es imposible

Valiente con los hombres

Hábil con los caballos

La vitalidad es del trovador

De su escritura y su música

No de los héroes

Leonardo

La supremacía es de la pintura

Sobre las demás artes

Pintura: arte y ciencia

Estudio, observación atenta de la naturaleza

(Sin embargo no olvidará lo irracional

De los símbolos y los secretos

De la imaginería cristiana)

Cada árbol es único

Él observa el aire, que existe

Y ocupa espacio

Y genera la sensación de perspectiva

A través del color

Los fondos, las lejanías, serán azuladas, tenues

El sfumato, recurso absolutamente pictórico (Leonardo da Vinci, excelente dibujante, caricaturista) Corrige la rigidez desde Giotto hasta Giovanni Bellini (Botticelli lo hace con la línea) Consigue figuras más humanas, imprecisas, borrosas Y prepara el camino para los temblores de los manieristas (Hábiles reproductores de las obras de los Maestros, No de la naturaleza) De Tintoretto y El Greco Y por qué no, para el tenebrismo de Caravaggio

Charles Le Brun

Mi arte era total

Hasta su rebelión

Sin vacilaciones, como mis actos

¿Ellos podían ser como yo?

¿Por qué me odiaban?

¿Por qué vivían y eran?

¿Por qué tenían ego y conciencia de sí mismos?

¿Ellos podían ser como yo?

El mío se explicaba porque estaba solo

Y acompañado por el Rey Sol y el Estado francés

(Mi mundo era total)

En los días de la vejez y el olvido

Recuerdo mis tiempos de mandatario

Watteau

Ya no reinaba Le Brun

Y Luís XIV vivía sus últimos años y moría

Su tiempo era decadente

(Aunque no infernal, como el futuro)

Por eso su arte es óptimo

Negador de esas realidades

Roza lo sublime

(Watteau no era aristócrata

Como Homero, Teognis, o Peitieu

E incluso recordaba en momentos la vida común):

Hombres y mujeres

Nunca indiferentes, sensibles, a los placeres

Siempre jóvenes (la edad de la aristocracia)

Vitales, por la música

Por sus movimientos

Y los de sus vestidos amplios sobre la tierra

Por su delicadeza

Que busca el cuidado

El instinto del que conserva el cuerpo y el alma

Con ellos, el día y el aire; la vegetación

Tupida, oscura, pero no peligrosa y temible

Ondulada y gruesa

Los grupos descuellan luminosos, diversos, coloridos

Mientras el fondo es verde y color tierra

¿El mundo es en su mayor parte vulgar?

Sea así o no, el Rococó es trasgresor

Provocativo

¿Cuándo antes se habían visto esas fiestas?

¿Y cuándo después?

Mendelssohn

Empalagoso, melifluo, demasiado "amable", etcétera

Estos son algunos de los calificativos

Con los que ciertos críticos

Aluden a veces al Concierto para violín de Mendelssohn

(Conservador cardinal de la alta burguesía

Desviado de los innovadores Berlioz, Liszt y Wagner

Pero exquisito como un aristócrata)

Y los trasladan a, prácticamente, el conjunto de su obra

Ponderan, sí, su Sinfonía nº 1

Quizás maravillados porque la escribiría a los quince años

Que destila fuerza y potencia

El compositor de quince años, principiante

En la búsqueda de un estilo propio

Oscilaba entre Mozart y Beethoven

Luego optaría por uno emparentado con la música del primero:

Sin su oscuridad y secretos

Un clasicismo en tiempos románticos

Ese sería su carácter, de una imperturbable sensibilidad

Schumann

La búsqueda melódica de Mendelssohn

La coherencia en la continuidad de un motivo

El orden

No eran sus premisas

Aunque recibiera su influencia directa

(Sí, después de Beethoven y Schubert

Se fijó en alguien de su propia generación):

El "grito" del segundo movimiento de la segunda sinfonía

Fue más furibundo, desesperado e insoportable que el de Munch

La confusión se percibía en su música

Y también en su escritura:

Los silencios a la distancia, cartas de por medio

Entre los dos amantes

Robert Schumann y su futura esposa, Clara Wieck

Infunden una incomodidad enorme

Que ni siquiera desaparece cuando se leen las cartas

Enviadas por Wagner a Liszt y a la princesa Wittgenstein

Entre, por ejemplo, enero de 1854 y enero de 1859

(Período en el que entra, se mantiene

Y muere en el sanatorio de Endenich)

En las cuales la impaciencia del primero

Frente a una respuesta que se demora

(Necesitaba dinero, contactos, etcétera)

Es ciclópea