Bendiciones para la vida cotidiana

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Aus der Reihe: Celebrar #104
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Bendiciones para la vida cotidiana
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Jaume Grané

Bendiciones para la vida cotidiana


Centre de Pastoral Litúrgica de Barcelona

Colección “Celebrar”

–104–

Director de la colección Celebrar: Joan Obach

Imagen de la cubierta: Monasterio Santo Domingo de Silos

© Edita: CENTRE DE PASTORAL LITÚRGICA

Nàpols 346, 1 – 08025 Barcelona

Tel. (+34) 933 022 235 – wa (+34) 619 741 047

cpl@cpl.es – www.cpl.es

Edición digital: noviembre de 2020

ISBN: 978-84-9165-397-4

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Presentación

Todas estas oraciones expresan el deseo de recibir la bendición de Dios. Están dirigidas por laicos, por tanto, no son directamente una bendición que preside un ministro ordenado, al que se le pedirá siempre que pueda acercarse para que haga una bendición formal de personas, objetos o espacios, tal como la Iglesia lo tiene dispuesto en el libro litúrgico oficial del Bendicional.

Por lo tanto, estas oraciones se tendrán que hacer sin los signos y gestos propios que son competencia exclusiva de un ministro ordenado (obispo, sacerdote o diácono).

Todo lo dicho no excluye la buena praxis que todo bautizado puede realizar a la hora de pedir a Dios que haga descender su bendición –esto quiere decir «diga bien»– sobre una persona, un objeto o un espacio concreto.

Como anexo hemos situado la bendición de los agentes de las ADAP. Esta sí, que ha de ser distribuida por un sacerdote.

Bendiciones de personas

Bendición en los aniversarios de bodas

Introducción

Ahora que estamos en comunión con Jesús, pedimos a Dios que llene de bendición los matrimonios que nos acompañan.

Oración

Padre Santo, cuando creaste la persona humana a imagen tuya,

creaste el hombre y la mujer,

porque, en la unidad de un solo corazón

y de una sola carne,

gozasen de la alegría del amor compartido.

Oh Dios,

que para dar a conocer tu amor a los hombres,

quisiste que el amor de los esposos fueran la mejor imagen.

Y cuando Jesucristo estableció

tu pacto definitivo con los hombres,

quisiste que la alianza matrimonial

fuera una señal muy clara.

Te pedimos, pues, que veles por estas parejas,

que comparten toda la vida en el matrimonio;

haz que, muy unidas y con un solo corazón,

compartan también tu amor

y den testimonio a todos los hombres.

Que su amor crezca sin cesar.

Que con el trabajo de cada día

puedan tirar adelante su hogar.

Que sean, para todo el mundo que los conozca,

estímulo de alegría y de esperanza.

y que no tengan nunca miedo

de demostrar a los demás el camino del Evangelio.

Bendice, Padre de bondad,

A todos los que se han unido en matrimonio

Y, muy especialmente, a estas parejas

que celebran el (1, 25, 50…) aniversario de su boda.

Bendice también a todos los que hoy les acompañan en esta celebración.

Concédeles compartir

la vida del Reino del amor y de la paz.

Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que resucitado vive por los siglos de los siglos.

Oraciones de los ancianos

Oración para dar gracias y abrir el corazón

Padre, me diste una vida larga,

y te doy las gracias.

Te doy gracias por todo lo que he vivido,

por lo bueno,

por las alegrías y los aciertos,

y también por las cosas que no me han ido bien,

por los sufrimientos, por las tristezas:

porque todo esto lo he podido vivir

acompañado por ti,

y he podido encontrar tu amor,

que es más fuerte que todo mal y todo dolor.

Te doy gracias, Padre,

y te pido que me sigas acompañando siempre, día tras día:

dame ánimos para continuar con ganas

de estar al servicio de los demás en todo lo que pueda;

dame ilusión para tener los ojos abiertos al mundo

y para disfrutar de las cosas;

dame paz para aceptar mis debilidades

cuando me doy cuenta de que no puedo hacer

todo lo que antes podía hacer.

Y que tu amor me reciba,

al final de mi camino en este mundo,

en tu vida para siempre.

Oración para vivir en paz la vejez

Padre, acompáñame en mi vejez.

Enséñame a tener serenidad,

no me dejes caer en el agobio, en la pereza,

en el abandonarme.

Dame fortaleza y paz para aceptar

todo lo que no puedo cambiar,

todas las dificultades que antes no tenía y ahora tengo.

Dame decisión y ganas

para hacer todo lo que pueda ayudarme

a mejorar la salud y el ánimo.

Dame cordura para poder descubrir en cada momento

lo que es más provechoso para mí

y para los que me rodean.

Dame confianza en los que me ayudan

en la vida de cada día,

y sencillez para permitir que ellos tomen decisiones

que antes tomaba yo.

Señor, enséñame a tener serenidad,

para saber disfrutar de todo lo bueno que tengo,

para poder sentir el gozo

de estar con los que tengo cerca,

para recibir los momentos difíciles y dolorosos

con paz de espíritu,

para no dejarme abatir ni desesperar,

para obtener todo el buen fruto que pueda

de mi situación.

Bendición de una persona mayor

Introducción

Y, ahora, roguemos de una manera especial por N. Roguemos a Dios, nuestro Padre, dándole gracias por sus años de vida en este mundo; y pidámosle que derrame abundantemente sobre él (ella) su bendición.

(pausa)

Oración

Oh Dios, a ti podemos llamarte Padre,

porque, el día del bautismo,

aceptaste a N. como hijo (hija)

que hoy quiere recibir tu bendición.

Y, desde que recibió

el Sacramento de la Confirmación,

has derramado sobre él (ella) el Espíritu Santo

para que espere en ti

y experimente tu Bondad.

Te damos gracias por todos estos años de vida

durante los cuales le has llenado de beneficios;

y, muy especialmente, te agradecemos

que haya podido llegar a la vejez.

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