Only the Little Details

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FRANCIS BERTI

Only the Little Details
(Sólo los pequeños detalles)


Mastroberti, Francisco Javier

Only the Little Details : sólo los pequeños detalles / Francisco Javier Mastroberti. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2022.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-2492-8

1. Narrativa. I. Título.

CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA

www.autoresdeargentina.com info@autoresdeargentina.com

Fotografías de interior: PROF. ANA PAULA RIBAS

A quienes quieran hacer estallar las imágenes, emulsionar las palabras. A quienes quieran dejarse mojar los pies con el sonido Fibonacci de las olas, reales o invisibles de un latido. Que los aprenda. Las más ingeniosas, el final de una página. Hay un par de cosas, solo debe escucharse por las cuales se pueden quedar atrás. Por ejemplo: nada es tan importante como el infinito ni se acaba en una película: para sus invisibles, el infinito parece aplacarse a una emoción totalmente innegable, como alegría. Entre todas las cosas que están haciendo que nadie le entienda y por cualquier razón no se aproximan, existe una fuente de razón adicional, perfectamente menos exigente y más fácil cuando aprendes. Y es amar.

A los emulsionables de mi vida, que jamás decantaron.

Tabla de contenidos

1  PRÓLOGO

2  ANTESALA Honestidad afectiva ¿Para cuándo? Los recuerdos de los encuentros Aprendiendo a volar El puzle perdido Decisiones Deep summers Los besos impares Ni maquillar al ogro ni desmaquillar al payaso No solo cerrados descansan los ojos Agresiones silenciosas ¿Qué deseamos cada vez que despertamos? Sucesos imperceptibles Deja de explicarme, solo dilo La realidad no pide permiso Se derrite la vida Empezar, empezar… ¿empezar? Hay reservado un lugar Delicadezas compartidas Cuerpos envejecidos La voz Un salón de jabón ¿Y si probamos? ¿Y si te sueltas?

3  RELAXING AT HOME Debes vivir en Cancún Rescatando la inteligencia perdida Cuadrados con triángulos De princesas y sapos La suma de todos los sentidos no es el miedo Y lo que piensan las vacas en el atardecer, echadas y tristes mirando lejos

4  CAMINO A LA ALCANTARILLA Desconversaciones en el desayuno Acorazados de papel Escribiendo al atardecer Saliendo a respirar El destierro emocional

5  ONCE PASOS SOBRE EL AGUA Quieto Comprender Salir

6  CANTOS REGRESIVOS El arte de vivir Street La luz de la suerte La huella fotográfica El arte de morir La conversación

7  Epílogo

Landmarks

1 Table of Contents

PRÓLOGO

La vida está llena, plagada, encimada de pequeños detalles. En actos desprolijos los destruimos, los olvidamos. Sin darnos cuenta de que fueron, son y serán los únicos instantes que sumarán un grano de arena de lo que somos. Pequeños duendes, diabólicos gnomos, que deambulan divirtiéndose con nuestros ánimos. Las tristezas y alegrías en el cóctel que se nos ofrece de beber y muchas veces no aceptamos.

Por eso el ahora letal es el asunto, la desigualdad es el problema. Es una corriente del momento. Es una construcción sobre la calle sistema, sistema desconocido, que transcurre.

Lo importante, por lo que no debemos hacer, es tener una mirada razonable de los límites y objetivos que tenemos al frente, también, pero la experiencia nos va dando cierta tranquilidad a pesar de que todos tenemos que presentarnos ante una aventura desesperada. Seguida, seguida a la vida vivida.

Francis Berti

ANTESALA

CUANDO SOPLAN LAS PALABRAS

“Me llena de emociones tan dispares… Cuando uno tiene una emoción sobre una frase y a la siguiente cambias de dirección... como veleta... las palabras no siempre te llevan al mismo lugar... Depende de cómo esté tu mente y corazón en el momento en que las lees...”. Juana Olguín

Después de leer y releer esta definición, podría afirmar que aquella famosa frase que dice: “a las palabras se las lleva el viento” es irresponsablemente errónea. ¿Por qué? Porque “las palabras son el viento”.

Imaginémonos en un pequeño bote con una vela (veleta diría Juana Olguín), esperando que el viento de palabras despliegue la vela y nos empuje de sur a norte y este a oeste, aumentando y disminuyendo la velocidad, en un remolino de palabras.

Nuestras emociones pueden ser aterradoras y del placer más aliviador, dependerá de nuestra mente y nuestro corazón. Solo una duda, ¿debemos ser cuidadosos con nuestras palabras? ¿O quien conduce el bote estar atento de izar o plegar las velas? Y dejarse llevar en un mar venturoso de palabras.

Francis Berti

Honestidad afectiva


En las burbujas de las interacciones humanas, una y otra vez rozamos los extremos de nuestras convicciones. Pero establezcamos un parámetro de disociación, en nuestras costumbres nos manejamos con valores como decencia, honestidad, principios éticos, respeto y condescendencia, siempre unidireccionalmente; o sea hacia los otros. Ahora, ¿cómo nos comportamos hacia nosotros mismos? Esta pregunta me la cuestiono sobre la base de estos valores que determinamos, ya que sus antónimos son mucho más correlativos con la realidad. Pero volvamos a los de base, los nuestros, y en especial al accionar de esos valores dentro de nosotros, ¿pueden estos ser en nuestro interior inversamente proporcionales? ¿Y permanecer en nuestro inconsciente sin siquiera colisionar con los otros? ¿Y si así fuera? ¿Qué conflicto podría desencadenarse en nuestras relaciones?

Presentado el escenario, con más dudas que certezas, es momento de escarbar en los actores y en su libreto diario, escenas hiperrápidas y ralentizarlas al máximo para obtener la imagen casi congelada de cada uno de los gestos y palabras que quedan colgadas en el aire como indicadores de cada una de su dirección hacia un lado o hacia el otro. Demostrando muchas veces la dificultad inconsciente de mantenerse entre la deshonestidad y la honestidad afectiva. Porque hacia allí nos encaminamos, allí es el quiebre en los conflictos que muchas veces surgen sin parámetros aparentes de que fueran a suceder. Sin embargo suceden y destrozan las estructuras más sólidas o más afectivas que a simple vista parece que florecen.

 

La última alternativa es convertirse en el propio detective de nuestro fracaso, o del posible fracaso que descubierto al deshonesto afectivo que llevamos dentro, muchas veces no nos animamos a detenerlo, esposarlo y llevarlo a la justicia de nuestra propia razón. Y si es familia, este descarado es parte de nuestra propia sangre. Pero no tenemos alternativa, sabemos que, si lo liberamos, su naturaleza lo determinará en el mismo sendero delictivo del afecto como blanco de su incapacidad. Quizás en un correccional de abrazos se recupere y sane.

¿Para cuándo? Los recuerdos
de los encuentros


Yo no busco, tan solo encuentro, y aquello que encuentro lo transformo rápidamente en un recuerdo, que sumo al vacío de mente en el ya no lo encuentro, quizás uno, pero solo. Yo busco algún tipo de vida, ya busco en cualquier sentido del futuro, y aquí me entra la chispa, me miro, y me di cuenta de que más de uno nos falta. Es decir, por supuesto hay gente que busca encuentros, es una necesidad como podamos, más bien encuentro en un deseo, hasta un ¿me das buenas tardes? es un encuentro, según los creyentes, una etapa en la vida. Yo no busco, tan solo encuentro, ya busco algún tipo de vida, ya busco en cualquier sentido del futuro y aquí me entra la chispa, me miro, y me doy cuenta de que más de uno nos falta. Yo, la generación de “yo quiero dejar, yo quiero estar, yo quiero” el de ““cuando están me dejan”. La sociedad no es la misma que yo imaginaba. Recuerdo cuando eran unos pocos y la violencia en su más baja escala era un mito. Cuando esas chispas. Hay gente que busca encuentros, es una necesidad que como podamos asegurar, más bien encuentro en un deseo. En que esos encuentros son cruciales. Golpea de frente si quieren vivir. Te presento, para los fanáticos que no saben quién debe ser, puede ser que nos consiga un encuentro hace ya varios días que espero. Es una razón de reconocimiento en este momento, cuando en este tiempo todos muy a la perfección la tuvieron hace tiempo. De aquel que quiere un encuentro. Hace tiempo tiene un ellos de todos, fue el dueño de una caja. Por la larga distancia creo que ella y los otros dejaron que quedara dormida ese trozo de lava de vida, hace ya tres pasos a hacer todos lo que se hizo, hace ya tres pasos, el armador de agua terminó la largas cajas. En tanto no encuentro mis encuentros que se perdieron sobre el tiempo.

Aprendiendo a volar


—A ver, ¿tienes todo?

—Sí, sí.

—Debes atarte bien la bufanda.

Déjame ver, no, no, así, que te cubra

media cara.

La campera, los guantes, el pasa montañas.

La mochila, ¿tienes todo dentro?

Déjame ver: un jarro, unas galletas, pañuelo,

hojas en blanco para anotar.

¿Recuerdas el camino? Te lo enseñé los otros días,

—Sí, lo recuerdo, no me perderé.

—Bien, ya es hora.

El sol comenzaba a atravesar las ramas

deshojadas que ahora

blancas de escarcha estaban listas

para que las botas las tatuaran

con el crepitar del quiebre del hielo.

Se abrazaron en el dintel de la puerta.

A los pocos metros levantó la mano

sin girar el rostro, era característico ese

saludo tras escuchar un último aliento

de buenaventura para ese día, un día mas

en todos los días.

La escena de amor que se grabará

en la memoria cuando crezca,

la memoria de haber sido cuidado.

Es probable que la vida se le presente

descuidada, agresiva, hostil.

Y aunque así fuera,

no olvidará que todos esas mañanas

su madre lo preparaba,

lo animaba.

Debía subir, caminaba las calles girando

de cuadra en cuadra.

Ya la podía divisar, una

bandera se la señalaba.

No fue difícil, la escuela ahí estaba.

El puzle perdido


Por favor deja de tomar la delgada suela, por favor deja de juzgarme tanto, por favor dejemos de tomar la suela, por favor dejemos de ser tan cobardes y de ser tan poderosos. Pedir perdón puede perder su bienestar, ese algo está y creen que yo amo para sufrir, pero desde el principio de mis bienestares viví que el sueño vuelve y no te preocupa, pues no había posibilidad de alcanzar esto o mucho menos de creerte viejo en el camino, y si me hubiera costado tomar este camino soy yo mismo el que estaría en él.

Tres veces más triste que aún en el asfalto no encontramos un nombre para nosotros o una idea concreta, o la conciencia de que aún estamos sin muertos entre nosotros mismos y tampoco sabemos qué queremos hacer. Esta es una de las dos historias que nace en la noche de los efectos del aire, el apogeo, la irrupción del sol que permite la noche al disfrutarla como parte de la vida misma. La cosa en sí misma está perdida, pero cualquier cosa que el mundo envía a nuestro cuerpo puede hacer que el puzle perdido encaje.

Sentirse agradablemente con lo que tengo. ¿Qué significa compasión? Que conscientemente te enojes y te confundas. Como compasión es una oportunidad para experimentar la alegría de las personas, siempre sobreviértela en lo que has encontrado en tú mismo. Como hay quien busca respeto, admiración y amor en otras personas que no estén a su alrededor, la compasión y el amor no siempre arranquen de manera agradable. Son los errores, tus eficaces principios y valores.

Conocer qué va por ti y conocer qué no, quiere a ti conocerte y quiere saber qué te recomiendo, pero ni a quien no quiere saber que vea paisajes, que no sabe que decir cosas de que no sabes si no sabe la palabra. Preferirías que no fuese sobre que no puedes aconsejar bien y que hablen de lo que no saben. Debes conocerte y no, no te conviene, debes conocerte y no a ti pero tampoco gustar de ti, desesperar por ti no te conviene, enfrentarte debería gustarte y deberías sentirte bien.

Decisiones


Decisiones que se toman, decisiones que se beben en café, decisiones que únicamente pueden realizarse estando vestido de camisa blanca y jean y a pesar de tener cinco son ceros, siempre es comienzo.

El estudio ha demostrado que, aunque haya una barrera, no se pueden confundir. Es esa frase de gentil gente: Pero no es que te parezca. Soy esto.

Porque, muy aparte de tejidos, físicos y emocionales, hay una barrera que es mayor que la física en las decisiones de no recogerla: es la carencia de atención personal en el mediano período. Los últimos años nos hemos metido en la chicha con la desidia de que tenemos que estar presente o que es lo que tiene que ser hoy mismo. La vida lleva distintas formas, y aunque quizás somos geniales con la expresión de nuestras mentes, el tiempo nos ha revelado que estamos tratando de encontrar la forma de sacar nuestro problema, que no llega así a esta edad.

No es lo que les brinda opciones. En particular, en un momento en que algunos casos en los últimos años nos hemos metido en la chicha con la desidia de que tenemos que estar presentes o que es lo que tiene que ser hoy mismo.

La vida lleva distintas formas, y aunque quizás somos geniales con la expresión de nuestras mentes, lo cierto es que hemos caído en el siglo XXI con la sensación de que nos están aburriendo con esas minorías de expresar nuestros sentimientos, y que no tenemos el tiempo adecuado para superarlos. Con este tiempo y en estos momentos, cuando nos están jodiendo por las imágenes, con esta discriminación de los diferentes, con esto de que sabemos que nuestro futuro está, todo indica que podemos hacer mucho mejor un esfuerzo.

No hay que buscar el mismo lugar, el mismo tiempo, el mismo café, solo busquemos el mismo sol y los rostros volverán a ser los mismos que ese día nos visitó.

Existe la diferencia entre construir una pared y vivir en el muro. Cuando uno lo hace, este intento es radical. Cada día se recibe dos veces que otros, la pared lo explota de inmediato y así gana terreno, el piso que cubre es más cálido y más amigable que el arriba de los muros. Aquí, la pared es construida desde un solo recurso y deben ser dos; la rueda del sol. Como decimos, no hay que buscar el mismo lugar, el mismo tiempo, el mismo café, solo busquemos el mismo sol y los rostros volverán a ser los mismos que ese día que nos visitó.

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