Los Bidis

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CARLOS ERNESTO LACIANA

Los Bidis


Editorial Autores de Argentina

Laciana, Carlos Ernesto

Los Bidis / Carlos Ernesto Laciana. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: online

ISBN 978-987-87-0722-8

1. Cuentos. 2. Narrativa Argentina. I. Título.

CDD A863

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: info@autoresdeargentina.com

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

A Carmen Viscarret y Carmen Inés

Quiero agradecer muy especialmente a la licenciada

en letras Silvia Paglieta , por la lectura crítica y las

importantes sugerencias; que hicieron de esta una

versión muy mejorada respecto a la primera.

Body Fantasy (I)

–...Como conclusión podemos asegurar, sin equivocarnos, que la aplicación totalmente libre del método de reproducción estimulada de células de diseño, conocido como RECD, puede llevar a la formación de monstruos. Propongo la creación de leyes que regulen esta actividad dijo el Dr. Contín, ante los congresistas.

–Me parece que usted se excede en la interpretación acerca de las facultades de regulación del estado. Interfiere en la libre elección de los ciudadanos, yendo en contra de la cultura actual urbana y de las tendencias modernas que hacen de nuestro cuerpo una manifestación artística. Impide concretar la ambición generalizada que pretende hacer de nuestro cuerpo un instrumento de placer. Poner trabas a esto sería eliminar un ingrediente importante para fortalecer el deleite por la vida y por la plenitud individual. Permítanme, además recordarles, a usted y a los demás integrantes de esta honorable cámara, que también en el pasado había resistencia en ciertos sectores, a la modificación estética de nuestro cuerpo y sin embargo esto no impidió que las prácticas proliferaran, tanto en lo referido a las cirugías estéticas como a las creaciones artísticas que inundaron gran número de cuerpos con tatuajes. Pido el voto en oposición a la regulación de estas expresiones, considerando que es el ánimo de las mayorías el ejercer este derecho relacionado a la libre expresión, descartando toda acción limitante por contraria a nuestro estilo de vida.

A pesar de los esfuerzos del Dr. Contín se impuso la elocuencia del diputado Miccio. Los medios contribuyeron a que la imagen del doctor se viera con un sesgo conservador, mientras que el diputado Miccio lucía como progresista; la juventud lo apoyaba sin reservas. Finalmente, el congreso, se opuso a las restricciones a la aplicación de RECD.

Como se trataba de un negocio casi sin límites, las inversiones en RECD se multiplicaron. Gracias al uso de los laboratorios de diseño genético, las complejas inteligencias artificiales pudieron manejar a voluntad los códigos genéticos, de manera de combinar formas de vida conocidas, e incluso inventar nuevas posibilidades.

Body Fantasy, era una empresa que había aprovechado comercialmente los avances de las técnicas RECD. A partir de sus investigaciones había acortado la distancia entre las construcciones fantásticas de la imaginación y la realidad y con campañas agresivas de marketing había logrado imponer sus productos, haciendo que su utilización fuera un indicador de un alto status social.

La proliferación de estas prácticas llevó en algunos casos a consecuencias dramáticas, que las empresas involucradas buscaron tapar con dinero.

El Dr. Contín recordaba con pesar un caso que le tocaba de cerca, por tratarse de gente amiga. Era el de la familia Watters: Landa y Enur; junto a sus hijos Arnold y Musa. Con Enur los unía una amistad de muchos años y a Arnold y Musa los había tenido en brazos. Constituían en realidad uno de los tantos ejemplos nefastos en cuanto a las consecuencias del uso de los servicios Body Fantasy. Ellos habían decidido usar el programa Leyenda para experimentar nuevos placeres. El procedimiento era aplicable a adultos, así que sólo los padres habían podido usarlo. A Landa y a Enur les había atraído la oferta de convertirse en algún ser mitológico.

Enur se convirtió en un centauro brioso y fuerte. Landa, en una centáuride elegante y altiva. Esta elección había logrado combinar la inteligencia y habilidades humanas con la agilidad y el vértigo equinos.

Correr kilómetros por la playa o zigzaguear por entre los árboles en el bosque, mientras las ramas rozaban sus espaldas y las hojas azotaban su cuello era de gran placer para Landa y para Enur. El sexo en ellos se veía, tal vez, incrementado en igual medida que sus cuerpos. Corrían hasta quedar exhaustos y con el último aliento Enur erguía su cuerpo sudoroso sobre el de Landa y ella se sentía poseída por un coloso.

Sin embargo, otras familias, habían elegido formas que implicaban cambios de vida más drásticos. Estaban, por ejemplo, las que elegían ser sirenas. En el proceso se les generaban branquias y se convertían en anfibios. El desplazamiento fuera del agua era torpe, entonces debían desarrollar su hábitat en el mar. El programa Sueño Marino era líder en transformaciones acuáticas. Hacía posible conservar algo de la parte humana, por ejemplo en el modelo sirena, o convertirse totalmente en un ser acuático, como en el modelo delfín, conservando sólo la conciencia humana. También se había desarrollado un programa aéreo que, aún a nivel prototipo, buscaba perfeccionar el modelo hada, aunque la combinación de cuerpo de ave y torso humano resultaba bastante trabajosa.

Para Landa y Enur no dejaba de ser una diversión pasajera, sabían que no era algo definitivo, ya que la tecnología permitía volver al estado inicial, tal como en otras épocas lo habían sido los tatuajes, ya que en los laboratorios genéticos se podía deshacer lo hecho y producir un nuevo reemplazo celular, con el ulterior crecimiento acelerado.

Los hijos disfrutaban de las largas cabalgatas, montando sobre sus lomos. Sin embargo Arnold, con doce años, se sentía confundido y a veces hasta le resultaba difícil abrazar a su madre ya que le quedaba demasiado alta, además la textura equina de la piel no le resultaba agradable, le ponía distancia.

También recordaba el Dr. Contín que en la casa donde vivía la familia Watters, habían sido necesarios algunos cambios estructurales. La pareja de adultos dormía en el establo, sobre el piso anatómico y acondicionado, pero piso al fin. El baño de Landa y Enur era diferente al de los niños, el inodoro tenía hendiduras que posibilitaban el encaje de las patas traseras.

Las dificultades no empañaban las innumerables posibilidades de diversión que las nuevas formas aportaban, por lo menos así lo creían Landa y Enur. Arnold no pensaba lo mismo, creía que esas formas monstruosas debían seguir habitando el mundo de lo imaginario y que nuestro cuerpo tal como lo aportaba la naturaleza tenía aún mucho que ofrecernos, en especial nuestra mente.

Con diez años, Musa quería saber acerca de los centauros: buscaba información en la computadora, pero nada de lo que veía le producía entusiasmo. La mitología griega los mostraba cayendo en excesos por el alcohol y, salvo excepciones, como seres violentos y grotescos. No parecían seres a imitar. Y justo a mis padres se les había dado por querer parecérseles pensaba.

–No los entiendo. ¡Tener medio cuerpo de caballo es espantoso!. ¿Por qué no disfrutar de las piernas y la piel?. ¿Es feo nuestro cuerpo?. ¿Está bien cambiarlo como si fuera una camisa? se preguntaba Arnold mientras la hermana giraba la cabeza hacia ambos lados.

El Dr. Contín recordaba el fatídico momento en el que Landa y Enur habían decidido pasear por las sierras. Era una mañana diáfana de verano, Musa los acompañaba. Arnold prefirió quedarse. Necesitaba estar sólo para ordenar las ideas. Enur los iba guiando por el desfiladero; Landa lo seguía con Musa montada sobre el lomo. El sol era intenso y por momentos dificultaba la visión.

Enur, en un descuido, erró el paso y cayó delante de Landa, que hizo volar hacia al vacío a Musa. El impulso llevó a la pareja al precipicio que irremediablemente perdió la vida.

Al Dr. Contín se le empañan los ojos al recordar el horrible velatorio. Los cajones trapezoidales de Landa y de Enur y el de la pequeña Musa.

Un Arnold desorientado, en medio del drama, a quién el Dr. Contín contuvo.

El Dr. Contín también recordó que partir de ese momento Arnold se convirtió en su hijo, quién sería criado bajo principios humanistas, sin consumismos.

Sin centauros ni otros caprichos estéticos.

Confrontación (II)

Pasados veinte años de la muerte de sus padres, Arnold Watters, decidió dedicarse a la lucha contra el mal uso de las técnicas del rediseño genético. Aún lo asaltaban las grotescas imágenes, con aspecto de centauros, desbarrancándose, y de su hermana cayendo al vacío.

–No podemos dejar que las grandes corporaciones nos seduzcan con una forma de existencia vacía. Una tecnología tan importante debería utilizarse con un fin más elevado – decía Arnold.

 

–Es hora de dar un paso adelante en nuestra evolución, para eso tienen que servir las nuevas tecnologías – intervenía uno de sus seguidores.

–Pienso igual – continuaba Arnold – debemos potenciar nuestras facultades para alcanzar un estado de conciencia superior. Tenemos que propender a la evolución, tanto en lo relativo al saber como también a la capacidad de modificar y de utilizar la naturaleza en beneficio propio. Esta posibilidad transformadora incluye al propio cuerpo humano, que debe ser mejorado en sus capacidades, pero no deformado en forma absurda.

–Estos objetivos deben ser un fin en sí mismo. Deberíamos globalizar el concepto, que alcance a toda la sociedad humana – continuaba otro entusiasta seguidor.

–Comparto, esa será de aquí más nuestra misión.

El instinto exacerbado de conservación de este grupo de seguidores, autodenominado Opus Neo, hizo que se anticiparan al crecimiento exponencial de la empresa Body Fantasy. Compraron sus acciones, y las vendieron cuando notaron que se estabilizaba la demanda. Ese fue el capital de partida para montar el laboratorio propio de reproducción estimulada de células de diseño. Incorporaron investigadores comprometidos con el grupo. Enfocaron las investigaciones en la reproducción y mejora de neuronas, o sea en potenciar las cualidades mentales del cerebro humano. A esta nueva empresa la llamaron New Brain. Mediante una agresiva campaña publicitaria se logró que mucha gente reorientase su interés en potenciar las cualidades intelectuales en lugar de buscar formas caprichosas para el cuerpo.

Empezó una guerra comercial con las Body Fantasy, pero más que eso fue la confrontación entre dos enfoques de vida: consumismo vs evolución.

El hiperdesarrollo cerebral logrado mediante la cibermanipulación de material genético, y el uso de la reproducción acelerada de células de diseño, permitía alcanzar capacidades impensadas, los sentidos se amplificaban. Uno de los ejemplos que Arnold solía dar era el aumento en la sensibilidad para captar las ondas electromagnéticas. Era de tal magnitud que permitía percibir, después de cierta práctica, las pequeñas perturbaciones producidas por el pensamiento de otros individuos.

La evolución genética produjo individuos superiores, que se convirtieron en líderes dentro de la organización y conformaron la élite del Opus Neo.

Hacía tres décadas que el mundo se había unificado. Consecuencia de la gran guerra entre La Confederación Democrática de Naciones y La Unión de Naciones Igualitarias. Además, el desarrollo de las comunicaciones permitía conectarse rápidamente con cualquier parte del mundo. Esto hacía que el planeta Tierra, como un todo, se asemejara a los países de épocas pasadas, en cuanto a su conducción unificada.

La percepción profunda adquirida por los líderes del Opus Neo los hacía decisores perfectos para una negociación, ya que el pensamiento de los otros se les revelaba con total claridad. El propio Arnold había seleccionado a aquellos colaboradores que integrarían el círculo de poder los cuales, pasado un tiempo, alcanzarían el control del mundo. Se instaló entonces un sistema de gobierno mundial aristocrático, en el cual la nueva raza superior establecía y hacía cumplir las leyes.

Mientras tanto, en el seno del Opus Neo, habría empezado a generarse una facción con argumentos diferentes a los planteados por el grupo original. Una de las voces que surgía era la del profesor Arrenius.

–Esta extraordinaria evolución ¿para qué nos ha servido?, ¿Cuál es la finalidad última de todo esto?. La respuesta no está en permanecer en este laberinto sin salida, sino en volar como Dédalo y hacer que el obstáculo desaparezca.

–¿Cómo es eso maestro?. Sea más concreto, percibo sus pensamientos aún confusos – le dijo uno de sus seguidores.

–Deberemos aceptar la derrota de nuestra capacidad de comprensión y admitir que el sin sentido que hemos creado refleja nuestras propias limitaciones. Pasemos del anhelo de dominio a la admiración por lo recibido. Encontremos la verdadera felicidad en el amor y en el respeto por aquello que nos precede. Es simple, se trata de retornar a una forma antigua de experimentar la realidad, de entregarnos a ella incentivando el placer de ser parte de la misma.

Esta nueva energía mística alentó a Arrenius y a sus seguidores a bregar por un contagio colectivo de la nueva, o muy antigua, visión. Otros adeptos se adhirieron a esta forma de pensar, constituyendo un nuevo grupo al que llamaron Naturalis Modus, que entraría en constante confrontación con el Opus Neo.

Los líderes partidarios de Body Fantasy, con una visión también contraria a Naturalis Modus, habían quedado reducidos a un grupo minoritario, después de las pérdidas económicas que le produjera la competencia con New Brain, la cara comercial del Opus Neo.

Los seguidores de Arrenius, a pesar de los esfuerzos por liberarse de tensiones, se enfrentaban ahora a nuevas dificultades derivadas de su evolución. Eran capaces, por su desarrollo, de conocer las intenciones del Opus Neo, que no iban a dudar un instante, llegado el caso, en aplicar la fuerza, desatando de esa manera una confrontación mundial que pondría en riesgo el planeta, lo contrario a la aspiración de Naturalis Modus.

Opus Neo preparaba la ofensiva: las máquinas inteligentes se encargarían de Naturalis Modus. Y estos esperaban con sus defensas.

Casualmente, o no, justo en ese momento histórico de la confrontación, la luna había recibido el impacto de un asteroide que a su vez había generado una cascada de desprendimientos rocosos, que se dirigieron a la Tierra a gran velocidad.

No hubo tiempo para prevenirlo.

El impacto fue tan grande que provocó una catástrofe natural mayor que la que produjera la extinción de los dinosaurios.

Arrasó con las especies existentes, incluyendo la humana.

Pasaron millones de años hasta que empezaron a aparecer formas de vida, que evolucionaron hasta dar origen a una nueva especie de seres inteligentes.

Y la historia volvió a comenzar.

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