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Letrame Editorial no tiene por qué estar de acuerdo con las opiniones del autor o con el texto de la publicación, recordando siempre que la obra que tiene en sus manos puede ser una novela de ficción o un ensayo en el que el autor haga valoraciones personales y subjetivas.

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Parte de la venta de este libro irá destinada a fines benéficos.

Agradecimientos:

Gracias a www.laganzua.net (Marisol Blanco Gómez) por el interés mostrado en esta publicación. A Xabier Sanmartín Cuevas, Nora Trueba, Javier Gancedo y Sergio Santos por cedernos sus entrevistas.

A Pedro Alonso (www.metaljournal.net) por su implicación directa en este libro; a Juan Francisco Corredera y Carlos Arcaya (Cadena Ser Alicante), por su predisposición absoluta.

A Samantha, al grupo Mediterráneo (Víctor J. Carratalá) y a Diana Navarro por la atención prestada; a Pep Coloma i Moltó por compartir sueños.

Gracias a las personas que tenéis este libro y a las que habéis pensado que es un buen regalo para compartir la felicidad. También nos acordamos de nuestra familia y de las amistades.

¿Por qué nos gusta tanto la música?

Son tantos los factores que intentarían dar respuesta a esta pregunta que necesitaríamos otro libro para dar cabida a las diferentes teorías. En nuestra opinión, la música tiene como un poder que hipnotiza a cada persona de una manera diferente y siempre especial.

El ambiente de los conciertos, las sensaciones que nos provocan las canciones en directo, el poder evocador de ciertas composiciones musicales… son simplemente tres de los factores que nos ayudarían a explicar el motivo por el cual nos gusta tanto la música.

Y eso sin olvidar el placer del ritual con el que se disfruta de un vinilo: abrir la carpeta para leer las letras de las canciones, para saber quién es el productor, para conocer más aún a los músicos…, mientras la aguja trabaja sin descanso surcando por ese maravilloso disco que te alimenta el alma.

Según nuestro criterio, la música es como una brisa de libertad, como un patrimonio de la humanidad y, afortunadamente, sabe expresarse de múltiples maneras. Una de las finalidades de esta publicación es, precisamente, la convivencia de la variedad de estilos: encontrarás entrevistas a grupos o artistas muy alejados unos de otros. Podrás disfrutar de esta lectura con el respeto que se merecen cada uno de ellos.

Personalmente, hace treinta años que formamos nuestro primer grupo musical. Y seguimos manteniendo esta idea: que las canciones unan a las personas, que tiendan puentes de entendimiento. Que el respeto por los diversos estilos esté presente.

Àngel Asensi Esteve.

Miquel Asensi Esteve.

Capítulo 1. Las entrevistas

Las entrevistas están ordenadas alfabéticamente según el nombre de los grupos.

Entrevista: Amaral

«Una canción no podemos saber si es buena, pero sí cuándo es auténtica». «En España, todavía veo a gente con ganas de apostar e ir a conciertos y ver música en directo».

Cadena Ser. Programa: Hoy por hoy. Alicante. 27 de junio de 2016.

Entrevista de Carlos Arcaya y Juan Francisco Corredera.

Carlos Arcaya: Recta final del programa. Tenemos aquí a Juan Francisco Corredera con buena música, bien acompañado, como siempre. Juanfran, ¿qué tal?

Juan Francisco Corredera: Hola, Carlos. Bueno, como hemos venido anunciando, hoy contamos con la visita de la banda zaragozana que tan buenos momentos nos ha hecho disfrutar con su música. Han tardado cuatro años en lanzar un disco, que vienen a presentar el próximo 23 de julio a la plaza de toros de Alicante. El nuevo disco lleva el título de «Nocturnal» y hoy, con nosotros, están Eva Amaral y Juan Aguirre. Aquí están con nosotros Amaral. Hola.

Eva Amaral: Hola. Encantados.

Juan Aguirre: Hola a todos. Buenos días.

Carlos Arcaya: Habéis tardado en volver. Cuatro años…

Eva Amaral: Pues sí. Hemos estado cuatro años, la verdad, sin parar de hacer conciertos y de viajar al otro lado del océano, y por Europa también hemos estado. Bueno, no hemos parado y esto ha hecho que las nuevas canciones tardaran un poquito más en materializarse en un disco, pero aquí estamos.

Carlos Arcaya: Afortunadamente, no habéis parado.

Eva Amaral: Sí, sí. La verdad es que han sido cuatro años muy intensos y se nos han pasado volando.

Juan Francisco Corredera: Habéis tardado cuatro años en lanzar «Nocturnal». Imagino que sería un reto y, además, un pulso para los fans, aunque con una trayectoria tan resistente y tan potente como la vuestra, a vuestras espaldas, no hacía falta tampoco un disco por año. Queríamos saber si esto fue premeditado…

Juan Aguirre: ¡Qué va, qué va! Realmente, el disco estaba previsto que saliese mucho antes porque teníamos las canciones. Lo que pasa es que yo creo que obedece a una manera de funcionar un tanto caótica porque cuando acabó la gira, que duró más de dos años, de «Hacia lo salvaje», pues nos metimos a recorrer Europa, luego América y una serie de festivales que no estaban previstos y al final nos quedaron unos poquitos meses para grabar el disco. Yo creo que tenemos el reto, mirando al futuro, de organizarnos un poco mejor, de manera que las nuevas canciones las podamos grabar mucho antes. Cuando escribimos una canción, lo que nos falta es tiempo para enseñársela a la gente. Es lo que yo creo que cualquier músico tiene en la cabeza.

Juan Francisco Corredera: Bueno, y ya son más de quince años de carrera los que lleváis. ¿Cómo veis a España desde el escenario, Eva?

Eva Amaral: ¿Desde el escenario? Pues la verdad es que me sorprende porque aún veo a gente con ganas de apostar por la música en directo y de ir a conciertos y de disfrutar de la música y es para estar tremendamente agradecidos, la verdad.

Carlos Arcaya: Así veis la música desde el escenario, pero a la hora de componer, ¿os fijáis u os habéis fijado en cómo está la sociedad, en cómo está este país?

Juan Aguirre: En realidad, yo creo que así; a toro pasado, una vez que el disco ya lleva unos meses, yo creo que, fundamentalmente, las canciones hablan de relaciones entre personas a todos los niveles, pues son historias de encuentros de personas de muy diversa índole y es como si hicieras una foto y se filtrara el tiempo en que esas personas viven. Pero no es algo premeditado, es como si nos hiciésemos una foto y de pronto surgieran detrás los personajes principales de la fotografía y el mundo en el que se ha hecho esa foto. Y yo creo que tiene que ver con el hecho de observar, de salir a la calle. Observar lo que pasa, y no tiene mucho más misterio.

Juan Francisco Corredera: Es importante también, un poco, la libertad creativa, aunque vosotros siempre la habéis tenido, tanto en vuestra propia discográfica como cuando estabais en Virgin.

Juan Aguirre: Mira, hay una cosa que no podemos saber: nosotros no vamos a saber si una canción es buena o mala porque significaría que puedes separarte mucho de lo que tú estás haciendo y no es así, pero sí que sabemos cuándo una canción es como verdadera, o sea, como real. Es como cuando tú vas a ver una peli y te olvidas que es ficción y te metes, te emociona o te hace sentir cosas. Entonces, desde que hacíamos maquetas en Zaragoza y tocábamos en bares, la forma de funcionar era igual: la libertad creativa… Es que, si no, no nos hubiésemos dedicado a la música. Hubiésemos hecho otra cosa.

Juan Francisco Corredera: Bueno, ya tenéis este nuevo trabajo que se llama «Nocturnal». Un poco por curiosidad: ¿de dónde sale ese nombre de «Nocturnal»? ¿Sois aves nocturnas?

Eva Amaral: Digamos que pasamos una época un poco más «Nocturnal» dentro de estos cuatro años… Y sí, las canciones han nacido dentro de esas idas y venidas de América, los viajes que hacíamos. Luego, volvíamos aquí y teníamos jet lag y entonces no podíamos dormir por la noche…

Juan Francisco Corredera: Vale, vale, ya queda aclarado.

Eva Amaral: No podíamos dormir por la noche y esas noches en blanco, digamos que aprovechábamos para escribir canciones o para salir a buscar la inspiración por ahí, por la noche madrileña o zaragozana o donde quiera que nos tocara, y bueno, es una palabra que aparece en una de las canciones del disco, que se titula «Nocturnal». Y una de las canciones también se titula Nocturnal. Nos gustó porque pensamos que englobaba el espíritu completo del disco. Es como un disco misterioso, pero que mira hacia la luz. O cósmico.

Juan Francisco Corredera: La verdad es que no paráis de hacer conciertos por toda Latinoamérica o por Europa. La verdad es que estáis imparables. Conectáis muy bien con todo ese público que está a miles de kilómetros de aquí.

Eva Amaral: Bueno, en realidad, yo creo que es la música lo que conecta. Es como un lenguaje universal. Ya sé que es un poco tópico decir esto, pero nos ha llamado la atención, de repente, las primeras veces que íbamos a tocar a Alemania y en primera fila veías alemanes intentando articular las frases en español, un idioma que desconocían. Y, de alguna manera, el idioma que sí conocían son las melodías, la energía que transmite la música, y yo creo que eso es lo más bonito de todo.

Juan Francisco Corredera: No hay barreras con la música. Además, los sentimientos, las inquietudes del ser humano…

Eva Amaral: Eso es precioso.

Juan Francisco Corredera: Llamasteis la atención con el que fue adelanto, que, al final, no se llegó a incluir dentro del disco, la canción Ratonera… ¿Tuvisteis algún tipo de reacción por parte de los protagonistas que aparecían en el videoclip?

Juan Aguirre: En el fondo, ahora que todo el debate se ha desinflado y ha quedado en lo que era… Era una canción que respondía a un sentimiento de flipar un poco con la falta de empatía en general, a nivel global, porque en Alemania, Holanda o Francia también lo veíamos. En general, la falta de empatía de los poderes respecto a la gente normal.

Y luego, había un vídeo que tenía mucho de sátira humorística al estilo de El Jueves o Charlie Hebdo, tristemente célebre… Y, en el fondo, era una manera de reírnos un poco de nosotros mismos y es un poco lo que intentaba explicar antes de que, joder, está bien que las canciones, por lo menos, hagan a la gente debatir, discutir o polemizar porque eso significa que están vivas. Es cierto que iba a ser el adelanto del disco, luego nos fuimos a una gira de festivales y al final, no se acabó incluyendo.

Eva Amaral: No, porque teníamos muchas más canciones nuevas. En realidad, Ratonera ya la había escuchado la gente, ya podían tenerla a través de las redes sociales, o de Internet, y decidimos incluir canciones nuevas en el disco, nos apetecía más que las escucharan.

Carlos Arcaya: Eso está muy bien. Canciones nuevas.

Juan Francisco Corredera: Y el próximo 23 de julio vais a estar aquí en Alicante. Invitad a los oyentes… ¿Qué les vais a ofrecer?

Eva Amaral: Pues el día 23 de julio, en la plaza de toros de Alicante, vamos a estar presentando «Nocturnal», pero también haremos un repaso por discos anteriores. Y os ofreceremos un espectáculo que estamos orgullosísimos de él, porque, la verdad, somos un equipo de gente, no solo los que estamos en el escenario, sino los que han hecho las visuales, diseñadoras, escenografía, la gente de sonido…; haciendo un trabajo maravilloso. Y se está creando algo mágico, es como un ambiente mágico, como la caja de un ilusionista o algo así, no sabría muy bien explicarlo, pero algo muy bonito que ver. Muy curioso.

Carlos Arcaya: Con eso nos quedamos. Gracias, Eva, Gracias, Juan. Adiós.

«Canto desde que estaba en el vientre de mi madre».

Fotografía cedida por Diana Navarro.

Entrevista: Diana Navarro

«Los años me han posibilitado formarme y mejorar. Siempre estoy investigando en diferentes disciplinas para llevarlas a mi mundo creativo y ofrecer lo mejor de mi voz y mi interpretación».

Febrero de 2021. Entrevista de Àngel y Miquel Asensi Esteve.

La voz de Diana Navarro es un ejemplo de cambio de registro constante. Así lo demuestra cuando canta copla, zarzuela, flamenco o, también, pop sinfónico. La creatividad es una de sus banderas.

Ante todo, gracias por concedernos esta entrevista. Para empezar, comentarte que tuvimos la suerte de verte actuar. Fue en los Festivales de Verano, en la plaza del Puerto de Alicante (8 de agosto de 2006). Fuimos acompañados por parte de tus familiares que viven en Alicante. Tu concierto fue un éxito. Se nos quedó grabado un momento, cuando interpretaste el padrenuestro a cappella. Nos recordaste a David Bowie cuando se arrodilló para rezar, precisamente el padrenuestro, en el concierto homenaje a Freddie Mercury (1992). Te llevaste una gran ovación por parte de los asistentes.

Muchísimas gracias, fue un gran concierto.

Te gusta ser muy directa con el público. ¿Es esa una de tus señas de identidad?

Me gusta mostrarles mi verdad desde mi voz y mi emoción. Creo que eso hace que conecte con el público.

Eres una cantante con una voz muy característica. La canción Sola te sirvió para presentarte en sociedad. Después han venido apariciones televisivas como en los programas Tu cara me suena o en la película Padre no hay más que uno. ¿Cómo valoras tu evolución en todos estos ámbitos?

Positivamente. Los años me han posibilitado formarme y mejorar. Siempre estoy investigando en diferentes disciplinas para llevarlas a mi mundo creativo y ofrecer lo mejor de mi voz y mi interpretación.

La copla, la zarzuela, el flamenco… Estilos musicales en los que tu voz brilla, como también sucede con otros registros como la electrónica o el pop sinfónico. ¿Qué tipo de música escuchabas incluso antes de subirte al escenario?

En mi reproductor hay desde Valderrama y Camarón a Beyoncé y David Guetta, pasando por Lola Flores, María Callas, Coldplay, Muse, José Mercé, Vicente Amigo, Tomatito, Rocío Jurado, Marifé de Triana, Omar Faruk y un largo etcétera de artistazos que, a simple vista, no tienen nada que ver entre sí, pero para mí son mi santo grial de la inspiración.

¿Cómo empezaste en el mundo musical?

Canto desde que estaba en el vientre de mi madre. Siempre sentí que era lo que quería. Mis primeros escenarios fueron las fiestas de fin de curso del colegio, donde cantaba el himno de Andalucía. Después fui solista en la AF Renacer y el coro Rociero El Gaspachuelo. Cantaba para el cuadro flamenco de Luci Montes. Y, a partir de ahí, empecé a presentarme a concursos de copla. Aprendí muchísimo esos diez años hasta que me llegó la oportunidad de darme a conocer con Sola.

Sola, Campanera, Encrucijada… son interpretaciones con las que se puede disfrutar de tu arte. No es fácil llegar a tus registros vocales. ¿Cómo te cuidas para llegar siempre al máximo rendimiento?

Haciendo un buen calentamiento, y siendo disciplinada con la alimentación y el deporte. Para mí es muy importante estar en forma mental y física para estar bien emocional y vocalmente.

Está claro que, cuando estás en el escenario, lo vives intensamente. La ilusión es uno de los motores de tu vida. Aunque aún eres joven, ¿qué legado musical quieres dejar en la sociedad?

Que mi universo creativo tenga sentido para quien lo quiera escuchar y le llene de la energía necesaria que busque en ese momento.

¿Qué te parecen iniciativas como este libro, en el que se pueden encontrar diferentes estilos musicales, pero que está escrito con el objetivo de respetar a cada uno de ellos?

Me parece fantástico porque todo lo que sea apoyar la música y la cultura es necesario. La música es el bálsamo sanador del alma. Te reconforta y abraza.

Por último, ¿por qué te gusta tanto la música?

Para mí es como respirar. Si dejo de hacerlo, me muero.

«La música es el bálsamo sanador del alma. Te reconforta y abraza».

Diana Navarro. Fotografía cedida por la propia artista.

Entrevista: Joey Tempest (Europe)

«El mundo del pop es muy variable, no puedes confiar en él».

Metal Journal, 11 de octubre del 2018. Entrevista de Pedro Alonso.

Después de cuatro décadas y de haber tocado el cielo con las manos en los años 80, es muy llamativo que a Tempest, vocalista de Europe, todavía le brillen los ojos cuando habla de su banda en una entrevista. Y la principal razón es que sigue estando orgulloso, especialmente, del presente de un grupo que ha sabido madurar musicalmente sin perder las raíces del hard rock de los años 70 que tanto les influenció en su adolescencia.

La entrevista con Metal Journal tuvo lugar apenas una hora antes de que Europe subieran al escenario de la sala Santana 27 de Bilbao, inmersos en plena gira europea de presentación de «Walk The Earth» (2017), su último disco de estudio.

Tempest jamás renegará de todo lo que les dio «The Final Countdown» y reconoce que fueron años en los que disfrutaron sobremanera. Pero tiene claro que el mundo del pop, en el que también causaron una revolución, es mucho más voluble que el rock, donde se sienten más cómodos.

Joey Tempest es la cara que decoró millones de habitaciones de adolescentes en los años 80 al son del final de la cuenta atrás, pero también es el chaval que tomó un barco en Estocolmo y se pasó veinticuatro horas de viaje para ver a Thin Lizzy en el Hammersmith Odeon de Londres o el que soñaba con seguir la estela de Deep Purple. Entonces y ahora su pasión por la música es la que guía sus pasos.

En Bilbao tocasteis en plena efervescencia de finales de los ochenta en el pabellón de La Casilla y después habéis vuelto unas cuantas veces…

También estuvimos aquí en un festival (Kobetasonik 2008). Recuerdo que nos encontramos con Gene Simmons. Estuvimos en un hotel cerca del Guggenheim, donde hubo una fiesta en uno de los pisos. Sí, hemos venido muchas veces. Nos gusta Bilbao; el arte, la audiencia rockera… La ciudad es preciosa. Nos gusta venir aquí.

Comenzasteis la gira «Tour The Earth» el año pasado en un festival en Santander (Movember Food & Rock 2017), a cien kilómetros de aquí. ¿Cómo ha sido este periplo de once meses?

Ha sido genial. Y queremos seguir girando con este disco porque es bueno. Nos divierte. Tocamos cinco canciones del nuevo álbum. Recientemente, hemos empezado a incorporar Turn To Dust y Pictures al repertorio. Es un placer, realmente nos gusta este álbum.

¿Esto significa que creéis en vuestros nuevos lanzamientos y que no son una mera excusa para salir de gira?

Sí, «Walk The Earth» es un disco muy interesante, diverso y variado. Nos divertimos mucho tocándolo porque es diferente al resto del material.

Hay dos Europe diferentes. La primera es la banda del siglo xx con cinco discos y la segunda es la del siglo xxi con hasta seis trabajos de estudio. ¿Cuáles son las principales diferencias musicales?

Ahora tenemos más experiencia, una expresión más profunda, somos ligeramente más blues y soul…Quizás somos mejores músicos, hemos girado mucho y hemos realizado miles de conciertos. Además, hoy en día los discos los grabamos más en directo. No los fijamos tanto, somos más espontáneos. También somos más experimentados y tenemos una expresión diferente. Éramos jóvenes en los ochenta y en los noventa. Estábamos buscando nuestro camino. Nos lo pasamos muy bien, lo hicimos lo mejor que pudimos, ja, ja. El segundo período es genial porque somos dueños de nuestra música, controlamos nuestras giras, tenemos una compañía que dirige todo. Tomamos todas las decisiones en el camerino. Es genial tener el poder.

Apostáis claramente por tener el control total de vuestra carrera…

Sí, creo que la mayoría de artistas deberían hacer esto. Al comienzo, tienes que confiar en alguien para seguir adelante. Los artistas necesitan controlar, porque de este modo pueden ser libres. Si otra gente controla tu carrera no puedes ser libre con tu arte. Estarás influenciado, lo que no es tan bueno. La decisión tiene que estar dentro de la banda.

Pero eso debe de ser difícil para una banda joven…

Sí, entonces tienes que confiar en cierta gente para llegar más lejos.

¿En los ochenta tuvisteis que obedecer muchas normas de mánagers, compañías, etc.?

Sí, hemos pasado por todo eso. Nos mudamos fuera de Suecia, lo intentamos con diferentes mánagers y agencias. Es el viaje del rock. Lo hemos hecho todo y aprendimos de ello. Y todavía estamos aquí, somos los mismos chicos. Eso es lo bonito. Hemos conocido a gente que creíamos que era genial y no lo era. Y también a otros que fueron absolutamente fantásticos y que nos ayudaron. Hemos conocido todo tipo de gente.

Registrasteis «Walk The Earth» el año pasado en los estudios Abbey Road de Londres. ¿Qué sentías cuando estabas grabando en el mismo sitio que algunas de las bandas más grandes de la historia?

Fue una energía especial. Escribí letras y parte de la música en el estudio. Teníamos diez canciones, pero no estaban terminadas. Dejamos algo sin acabar porque queríamos conseguir la energía del lugar. Y realmente ayudó. Fue fantástico estar en el estudio 3, donde Pink Floyd grabó «The Dark Side Of The Moon». Ellos también registraron más material allí. Abbey Road es uno de los mejores estudios del mundo hoy en día. Es muy moderno, pero siguen teniendo todo el equipo en el sótano. Todo lo que usó John Lennon, Pink Floyd, The Beatles… todavía funciona, así que lo sacamos fuera. Lo combinamos con el material nuevo. Eso es lo increíble de Abbey Road y por eso queríamos trabajar allí. A nuestro productor, Dave Cobb, le gustan todas las viejas técnicas de grabación, los equipos antiguos… y combinarlos con el nuevo mundo. Es genial.

¿Grabasteis muchas partes en directo en el estudio?

Sí, realizamos cuatro o cinco tomas y después decidimos con cuál íbamos a trabajar. Posteriormente, la arreglamos un poco y listo.

En ocasiones, el éxito destroza las relaciones. Sin embargo, la formación de Europe ha sido muy sólida, especialmente en los últimos quince años. ¿Cómo lo habéis conseguido?

Probablemente, porque crecimos en el mismo pueblo. Escuchábamos a las mismas bandas e íbamos a conciertos juntos: Rainbow, Thin Lizzy, Queen, UFO, Deep Purple con Perfect Strangers, los primeros Whitesnake con Micky Moody y Bernie Marsden… Todas esas bandas… Íbamos juntos y nos tomábamos unas cervezas. Forjamos una sólida amistad cuando apenas éramos adolescentes. Esto es muy importante para nosotros. Tenemos muchos recuerdos. En ocasiones nos sentamos después de los conciertos y hablamos de los recuerdos de cuando éramos adolescentes y eso es realmente importante. Con otros músicos no hubiera sido lo mismo, porque no los hubiéramos conocido realmente, como nos conocemos nosotros desde que tenemos catorce, quince o dieciséis años.

Pero las relaciones dentro de una banda son parecidas a las de un matrimonio. Hay que esforzarse para poder mantenerlas…

Especialmente, a través de los años. A veces los egos entran en juego y comienzan las discusiones. Pero nosotros hemos superado todo eso, lo que es increíble.

¿Qué sientes cada noche cuando suena la melodía inicial de The Final Countdown? ¿Alguna vez te has cansado de interpretar este hit?

No, es increíble. Es el final del show y une a toda la gente. Es una canción que une a mucha gente y tiene una energía positiva. No la escuchamos en casa ni la ensayamos. Simplemente la tocamos en directo y nos divierte.

Porque Europe es infinitamente más que esa canción, The Final Countdown…

Para nosotros sí, quizás para otros no. Para nosotros Europe son once discos… En la banda nos gustan temas como Last Look At Eden, Nothin’ To Ya o Firebox. Esas son las canciones que realmente nos gusta tocar. Es genial interpretar Rock The Night, Superstitious o The Final Countdown, pero nos divierte mucho más Nothin’ To Ya. Nos encanta esa canción y otras que hemos incluido en el set. Walk The Earth o The Siege son geniales también. Tenemos otras favoritas en la banda.

También hay fans que prefieren los Europe del siglo xxi…

Sí, lo podemos comprobar también nosotros.

¿Qué sientes cuando echas la vista atrás y recuerdas los ochenta?

Fuimos afortunados de sobrevivir. Los sobrevivimos. Teníamos veintitantos años y nos divertimos mucho. Pero también nos convertimos en una gran banda, lo que implicaba responsabilidades. Teníamos que encargarnos del nombre de la banda y de seguir escribiendo buena música. Eso fue muy importante, por eso estamos hoy aquí. Podíamos habernos dedicado solo a estar de fiesta y olvidarnos de todo, pero nosotros seguimos adelante y hemos hecho seis nuevos discos desde entonces. Pero era un gran circo, fue increíble. Queríamos ser como Deep Purple y Thin Lizzy y girar por el mundo. Y después del tercer disco, «The Final Countdown», conseguimos girar por todas partes: España, América, Japón… Fue increíble. «The Final Countdown» fue muy bueno para nosotros para convertirnos en una banda que giraba por todo el mundo. Era nuestro sueño.

¿Qué descubristeis unos chicos de Upplands Väsby en Estocolmo cuando abristeis las puertas de todo el mundo?

Vivimos muchas cosas… Fuimos a París bastantes veces y frecuentábamos mucho los clubes nocturnos. Era un tiempo loco. Madrid. Recuerdo cuando fuimos a Madrid la primera vez en 1988. Era una ciudad muy festiva. Todo sucedía a partir de las tres de la mañana. Nunca habíamos experimentado esto antes. No habíamos estado en clubes que estuvieran abiertos a las dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete u ocho de la mañana. O incluso las veinticuatro horas del día. En Bangkok sucedía lo mismo. Para nosotros, unos locos suecos, fue increíble. ¡Yeah, vamos de fiesta! También nos lo pasamos muy bien. Experimentamos todas esas ciudades; en Nueva York fuimos el centro de atención, íbamos a las plantas VIP, donde estaban un montón de bandas por allí, había helicópteros, guardaespaldas… Pero lo importante es que éramos músicos de verdad y queríamos pensar en el futuro. Lo podíamos haber echado todo a perder con las fiestas…, pero no lo hicimos y por eso estamos aquí.

¿Hicisteis muchos amigos entre las bandas de los ochenta?

Sí, unos cuantos. Giramos con Def Leppard, Whitesnake… Conocemos bastante bien a esos chicos. Michael Schenker, por supuesto. Coincidimos con mucha gente: cantantes, guitarristas… Y, actualmente, cuando estamos de gira nos encontramos con muchos de ellos en el circuito de los festivales, las mismas bandas, lo que es divertido.

Europe también causó una revolución en el mundo del pop.

Actualmente, estamos en la comunidad del rock, que es lo que nos gusta. Convertirnos en una banda muy grande fue un poco extraño, porque somos un grupo de guitarras. Aquellos años de «The Final Countdown» y «Out Of This World» fueron un poco raros porque aparecimos en pósteres y en la escena de la música pop. Y, realmente, la música pop no era lo nuestro. Ahora estamos muy cómodos consiguiendo muy buenas críticas y hasta ganamos un premio Grammis en Suecia. Nunca lo habíamos conseguido antes, y lo hemos logrado con «Walk The Earth». La revista Classic Rock dice que estamos haciendo nuestros mejores discos ahora… Formar parte de la comunidad del rock y ser respetados, eso es lo que amamos. El mundo del pop es muy variable, no puedes confiar en él; puedes confiar en la comunidad del rock.

Tu cara en millones de pósteres colgó en infinidad de paredes de todo el mundo en los años 80. ¿Pero quiénes eran tus héroes?

Cuando era muy joven eran David Bowie y Elton John. Pero eso era antes de que estuviera metido en bandas, cuando tenía entre ocho y diez años y estaba aprendiendo a tocar la guitarra. Cuando conocí a John Norum nos gustaba mucho Deep Purple, Led Zeppelin, Thin Lizzy, que era una gran banda para nosotros, o incluso Journey. El grupo que siempre nos ha inspirado es Deep Purple. Primero con «Made In Japan», el disco en directo, cuando éramos muy jóvenes, y después cuando volvieron con «Perfect Strangers». Fue la primera vez que los vimos, porque éramos demasiado jóvenes en la primera época. Fue en el Isstadion de Estocolmo donde vimos a Deep Purple: Ritchie Blackmore, Ian Gillan, Ian Paice, Jon Lord y Roger Glover. Fue magia para nosotros. Perfect Strangers, Knocking At Your Back Door… Estuvimos en la quinta fila. Al día siguiente fuimos a casa y empezamos a ensayar incluso más duro. Nuestro sueño era ser como ellos. El nombre de Europe viene de un directo de Deep Purple; «Made In Europe». Era un buen disco, aunque «Made In Japan» era mejor.

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¿Por qué nos gusta tanto la música?

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