Fabricato 100 años - La tela de los hilos perfectos

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Fabricato 100 años. La tela de los hilos perfectos / Ana María Mesa Bedoya... [et al]; Karim León Vargas y Juan Carlos López Díez, editores académicos. – Medellín: Editorial EAFIT, 2020.

344 p.; 28 cm. -- (Ediciones Universidad EAFIT)

ISBN 978-958-720-626-5

1. Fabricato (Empresa comercial) – Historia. 2. Industria textil – Historia – Antioquia (Colombia). 3. Empresas – Historia Antioquia (Colombia). I. Mesa Bedoya, Ana María. II. León Vargas, Karim, edit. III. López Díez, Juan Carlos, edit. Tít. IV. Serie

338.47677 cd 23 ed.

F126

Universidad EAFIT – Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas

Fabricato 100 años. La tela de los hilos perfectos

Primera edición: febrero de 2020

© Fabricato S. A.

© Universidad EAFIT

© Ana María Mesa Bedoya, Juan Carlos Jurado Jurado, Diana Londoño Correa, Flor Ángela Marulanda Valencia, Jairo Campuzano Hoyos, Sandra Patricia Ramírez Patiño, Leidy Diana Uribe Betancur, Jorge Andrés Suárez Quirós, Andrea Velásquez Ochoa, Juan Carlos López Díez, Juan Sebastián Marulanda Restrepo, Karim León Vargas, Fernando Gil Araque

© Editorial EAFIT

Carrera 49 No. 7 sur - 50

Tel.: 261 95 23, Medellín

http://www.eafit.edu.co/fondoeditorial

Correo electrónico: fonedit@eafit.edu.co

ISBN: 978-958-720-626-5

DOI: https://doi.org/10.17230/9789587206265lr0

Investigación gráfica e histórica: Karim León Vargas

Asistencia: Ana María Mesa Bedoya

Coordinación editorial: Claudia Ivonne Giraldo G. y Marcel René Gutiérrez

Diseño y diagramación: Cristina Londoño Carder

Imagen de carátula: Pabellón de Fabricato en la Gran Exposición Nacional de Bogotá, 1931. Archivo Fabricato

Agradecimientos a Sandra Patricia Ramírez P. y a Juan Sebastián Marulanda R., por su colaboración en la investigación histórica del proyecto.

Universidad EAFIT | Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto Número 759, del 6 de mayo de 1971, de la Presidencia de la República de Colombia. Reconocimiento personería jurídica: Número 75, del 28 de junio de 1960, expedida por la Gobernación de Antioquia. Acreditada institucionalmente por el Ministerio de Educación Nacional hasta el 2026, mediante Resolución 2158 emitida el 13 de febrero de 2018

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita de la editorial

Editado en Medellín, Colombia

Diseño epub

Hipertexto – Netizen Digital Solutions


[Detalle] Primer telar Draper que trabajó en Fabricato, 21 de junio de 1923 Fotógrafa: Catalina Londoño Carder Showroom, Fabricato, Bello (Antioquia)

Este libro recoge la memoria de Fabricato durante sus primeros 100 años de funcionamiento. Queremos extender nuestro agradecimiento a cada uno de los integrantes de la Junta Directiva

Junta Directiva Fabricato 2018 - 2020

KAREN BRAZDYS VILLEGAS

LUIS FERNANDO ARANGO ARANGO

ROBERTO ARANGO DELGADO

GABRIEL MAURICIO CABRERA GALVIS

FEDERICO MOLINA SOTO

CARLOS ANDRÉS PIEDRAHITA TELLO

CARLOS SANTIAGO RESTREPO POSADA

ALEJANDRO REVOLLO RUEDA

GILBERTO RESTREPO VÁSQUEZ

RICARDO TORO LUDEKE

Administración

CARLOS ALBERTO DE JESUS

Presidente

JUAN OCTAVIO MEJÍA ARIAS

Director de Operaciones

WILLIAM CANO CARDONA

Director Marketing y Ventas

Nuestro agradecimiento a todas las empresas que nos han acompañado a lo largo de estos 100 años. Fabricato presenta un especial reconocimiento a las compañías que hicieron posible la publicación de este libro conmemorativo:



[Detalle] Pabellón de Fabricato en la Gran Exposición Nacional de Bogotá, 1931

Archivo Fabricato

Contenido

Prólogo

Presentación

Introducción

1.Constitución y primeros años de la Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato, Fabricato

2.La producción de textiles y otros negocios de Fabricato

3.Un siglo, una fábrica y mucha gente. Fabricato y su talento humano

4.Fabricato: 100 años de legado social

5.Innovación en infraestructura, tecnología y desarrollo energético

6.Fabricato y la cultura en Colombia

7.Amor por las telas, innovación y nuevos retos

Notas

Fuentes y bibliografía

Autores

Grupo de Historia Empresarial EAFIT

Agradecimientos


Letras y Encajes, No. 173, Medellín, diciembre de 1940

Prólogo

La historia es un viaje por el tiempo. No solo porque permite recuperar un pasado en común para preservar la memoria, también ayuda a situarnos en el presente y a prepararnos para el futuro. El término conmemoración, de contenido histórico, es una bella palabra que convida a una comunidad, a veces tan grande como una nación o la propia humanidad, a recordar, en compañía, un determinado acontecimiento. Esta historia y esta conmemoración son las que ahora nos convocan para una fiesta: el centenario de Fabricato.

Esta es una celebración que integra a una de las más grandes textileras e industrias manufactureras del país a lo largo del siglo XX con la Universidad EAFIT, un pariente un poco más joven, de sesenta años, que ha vivido junto a Fabricato una existencia cruzada por la transformación.

Bastaría con decir que el alma de una universidad, que es su biblioteca, lleva en el caso de EAFIT el nombre de un fundador y, a la vez, presidente de Fabricato: el ingeniero textil Luis Echavarría Villegas. Pero no solo este fundador de EAFIT estuvo vinculado a Fabricato. Otro de sus fundadores, el ingeniero químico Jorge Iván Rodríguez, hizo su primera experiencia profesional en Fabricato, empresa en la que trabó amistad con un fundador más, quien, además llegaría a ser presidente de la textilera, Jorge Posada Greiffenstein. Otro de los fundadores, Luis Fernando Echavarría Vélez, llegaría a subgerente de Fabricato. En total, cuatro de los dieciocho fundadores de EAFIT estuvieron relacionados de manera directa con la compañía. De ahí que los vínculos tan estrechos se mantengan todavía.

También, la compañía norteamericana Burlington Mills, socia de Fabricato en Textiles Panamericanos (Pantex), fue clave en el nacimiento del Instituto Tecnológico, que completaría la razón social de EAF con EAFIT. Y son más los emprendimientos y proyectos cruzados, como el hecho de que la primera aula especial de nuestro centro educativo lleve el nombre de Fabricato. La lista es más larga.

Por este motivo, la fiesta centenaria de esta emblemática empresa la sentimos como nuestra. La Universidad EAFIT agradece la confianza depositada en ella, y en especial en su Grupo de Investigación en Historia Empresarial, que con su dedicación durante los dos años corridos entre 2018 y 2019 logró reconstruir y dejar memoria escrita y gráfica de una historia llena de anécdotas, de compromiso urbano y municipal, de generación de empleo y riqueza, de innovación permanente y de palanca del desarrollo económico e industrial del país. En síntesis, y como lo afirman los autores de esta obra conmemorativa, esta es la historia de una empresa que ha construido nación. Aquí confluyen el legado y los logros que han permitido la supervivencia con excelencia de esta importante compañía y que la preparan para otro nuevo siglo. ¡Enhorabuena!

 

JUAN LUIS MEJÍA ARANGO

Rector de la Universidad EAFIT


Urdidora, primera planta de Fabricato, Bello, s. f.

Archivo Fabricato

Presentación

“El término de duración de esta sociedad será el de 100 años, contados de esta fecha en adelante”. Esta frase se lee en uno de los artículos de la escritura número 617 de la Notaría 3a de Medellín, que registró la creación de la Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato el 26 de febrero de 1920. Los comerciantes que fundaron la empresa tal vez no concibieron los adelantos que alcanzaría su negocio 100 años después. Hoy el hecho no pasa desapercibido, pues en el país es inusual encontrar una empresa con tan larga vida. El acontecimiento merece una celebración significativa, porque, como podrán apreciar los lectores en las páginas de este libro, gracias al esfuerzo de una gran cantidad de personas e instituciones Fabricato ha impactado la vida económica, social y cultural de Bello, del área metropolitana de Medellín, de Antioquia y del país. Los colaboradores y accionistas de la empresa deseamos extender por muchos años más su vida y las buenas huellas que esta pueda dejar.

Además de celebrar los 100 años de Fabricato y registrar su historia hasta el presente momento, pretendemos también con este libro agradecer a todos los que hicieron y hacen parte de esta historia: desde los fundadores (los señores Carlos Mejía Restrepo, Antonio Navarro Misas y Alberto Echavarría Echavarría), que fueron ejemplo de emprendimiento y pujanza, hasta los accionistas y colaboradores que en la actualidad continúan con la misma fuerza impulsando esta compañía.

Fabricato ha forjado muchos legados a través de historias que compartiremos en este libro, y no por acaso es una de las empresas con mayor sentido de pertenencia del país. Este sentido de pertenencia es resultado del continuo aporte al desarrollo social, que podemos ilustrar con la mención de la entrega de becas de estudio a los hijos de sus trabajadores desde el año 1959: una medida de avanzada para la época, que se mantiene hasta hoy, y que ha representado un cambio positivo en la vida de muchas familias.

En forma similar, la relación de confianza y cariño con sus clientes explica el sentido de pertenencia, establecido a lo largo de todos estos años de entregar productos con calidad de excelencia: “Fabricato, la tela de los hilos perfectos”.

Y seguimos sumando razones que nos ayudan a explicar este sentido de pertenencia de toda la sociedad colombiana con la empresa: la tradicional costumbre de regalar acciones de Fabricato a los hijos, ahijados o sobrinos; la satisfacción de las familias al ver que uno de sus miembros había logrado un puesto de trabajo en la compañía; el compromiso con la innovación, de vieja práctica en la organización, y la responsabilidad ambiental.

De igual manera, la visión de futuro y el desarrollo sistémico siempre han estado presentes en la historia de Fabricato. Muchos testimonios dan cuenta de ello a lo largo de su historia, como la construcción en Bello del barrio Obrero, la clínica, la escuela, la biblioteca y tantos otros espacios que beneficiaron a cientos de personas. Súmense los aportes a la promoción de la música, la fotografía y otras artes.


Fabricato S. A., Bello (Antioquia), 2019

La misma visión de futuro y de desarrollo sistémico, llevada al campo empresarial, está registrada en la historia de Fabricato al desempeñar fundamental papel en la creación de organizaciones empresariales como la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), de empresas como Enka, de la emisora de radio La Voz de Medellín, y del Club Atlético Nacional, sin dejar de mencionar las adquisiciones de empresas como Tejicóndor, Texmeralda y Fibratolima.

Sentido de pertenencia, visión de futuro y desarrollo sistémico, responsabilidad social y ambiental son apenas algunos de los elementos que nos permiten explicar cómo una empresa llega a los 100 años.

Por todo lo anterior, y por mucho más, los invitamos para que disfruten de esta historia empresarial que, en algunos momentos, podrá parecer más una novela que el relato de la historia de una compañía, debido a la manera amena y fluida en que fue escrita por los integrantes del Grupo de Historia Empresarial de la Universidad EAFIT, institución de educación superior en cuya fundación Fabricato también desempeñó un importante papel. Para terminar, los agradecimientos a todos los que, directa o indirectamente, contribuyeron y contribuyen con Fabricato: nuestros accionistas, colaboradores, proveedores y clientes.

Cordialmente,

CARLOS ALBERTO DE JESUS

Presidente


Personal de Fabricato S. A.

Fotógrafo: Julián Restrepo Restrepo Bello (Antioquia), 2019


Introducción

Durante gran parte del siglo XX, el Estado y la sociedad colombiana hicieron de la industrialización del país un propósito común y con ello pretendieron una nación moderna. Sin embargo, desde los años de 1990, no solo el Estado ha renunciado a este proyecto de nación, sino que la industrialización ha perdido legitimidad para la sociedad colombiana. En tal contexto, y dadas las limitaciones del desarrollo económico nacional y la consiguiente desindustrialización del país desde la década de 1980, son pocas las empresas colombianas que logran cumplir 100 años de existencia. Situación tan compleja y paradójica justifica narrar la historia de una empresa centenaria como Fabricato.

Como la historia es una forma de autoconocimiento, este libro es una oportunidad inigualable para que sus trabajadores y directivos amplíen la comprensión de su empresa y de su acontecer histórico en el marco de la historia de Antioquia y Colombia. Otra motivación para realizar esta historia empresarial tiene que ver con la función social de la historia como un “deber de memoria”, que nos reclama mirar hacia nuestros antepasados “para reconocer qué parte de lo que somos se la debemos a ellos”. No se trata solo de guardar las huellas del pasado, sino de sentirnos obligados con respecto a esos otros que ya no están, pero que estuvieron, es decir, “pagar la deuda”, y también “someter la herencia a inventario”.1 Así, la historia nos ayuda a reincorporar a la fuerza creativa del presente el conocimiento del pasado, con objeto de poder enfrentar los problemas actuales y futuros. En tal sentido, esta obra es un reconocimiento a la labor de trabajadores y directivos que durante 100 años han contribuido con su trabajo a la construcción de Fabricato, y con ella, a la del país.

La historia de la industria textil colombiana ha dejado una profunda impronta en la vida de los colombianos y de los antioqueños, no solo porque ha sido común tener algún familiar o allegado que trabajase en una empresa textil, como Fabricato, sino porque sus telas y confecciones han estado presentes en su diario vivir mediante el vestuario, los enseres domésticos, la moda y la publicidad con sus representaciones modernas acerca del cuerpo, las formas de presentarse ante los demás y han alimentado los imaginarios de nación y progreso.

Este libro no restringe su objeto al negocio de las telas y las confecciones. Como lo narran sus autores, la presencia de Fabricato en la vida social de los habitantes de Bello y de Antioquia ha trascendido durante sus 100 años de vida a un sinfín de campos como el desarrollo urbano (lo que, en especial, compromete a los bellanitas), sus iniciativas institucionales con los municipios del valle de Aburrá, su accionar cívico por medio de diversas instituciones filantrópicas y sociales, sus políticas de apoyo a la educación y variadas obras de orden cultural por medio de sus revistas, programas de radio, apoyo al deporte, las artes plásticas, la arquitectura, los desarrollos del diseño y la publicidad, expresiones folklóricas y concursos musicales. La historia de Fabricato nos revela facetas de nuestra historia casi olvidadas, pero omnipresentes en la vida regional y nacional.

Estas consideraciones son compartidas por los directivos de Fabricato y por los investigadores del Grupo de Historia Empresarial de la Universidad EAFIT, quienes nos hemos dado a la tarea de indagar la historia de esta emblemática empresa de Antioquia y Colombia. Con tal objeto, se ha hecho una amplia pesquisa en los archivos institucionales (en particular en las actas de la junta directiva y las publicaciones periódicas institucionales), se hicieron algunas entrevistas y se acopió un sustancioso y rico material gráfico que enriquece e integra la obra.

Tradicionalmente los libros de historia empresarial se han confeccionado de forma cronológica, de modo que sus capítulos se ordenan según la evolución y el desarrollo de la compañía a través del tiempo. El libro que se presenta a los lectores difiere de esta estructura y se ordena a partir de siete capítulos temáticos, en los que se exponen las materias más relevantes que dan cuenta de la centenaria historia de Fabricato y que definen su identidad organizacional y la forma como ha contribuido a la construcción del país en diversos ámbitos de la vida nacional, no solo en el negocio de las telas. A continuación, se describe el contenido de cada capítulo.

El primero trata la fundación y los primeros años de vida de la empresa. La constitución de la Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato tuvo lugar el 26 de febrero de 1920, por parte de las casas comerciales de las familias Mejía, Navarro y Echavarría, cuyos capitales provenían del comercio de importación de telas, la trilla y exportación del café, la minería y haciendas agrícolas. Estas sociedades de negocios se establecieron entre allegados y familiares de la burguesía antioqueña para garantizar el control de las inversiones, de forma que los fundadores de Fabricato, sus familiares o allegados participaron en la fundación y el desarrollo de otras icónicas empresas textiles que hicieron de la ciudad de Medellín la capital industrial de Colombia durante el siglo XX.

Debido a la crisis económica que marcó la década de 1920 y frustró tantos negocios, solo tres años después de constituida se dio comienzo en el municipio de Bello a la producción de telas de algodón teñidas, satinadas y blanqueadas. Para entonces, el grueso de los consumidores nacionales estaba acostumbrado a las telas y géneros importados de Europa, en especial de Inglaterra, de allí que empresas textiles como Fabricato tuvieran que luchar por la conquista de mercado nacional y para ello la calidad y la novedad de sus telas se asoció con las formas de vida moderna y con el progreso de la industria nacional y del país entero.

Las telas de Fabricato fueron vendidas en las principales plazas de comercio de Colombia, en las que ya eran conocidos diversos tejidos de la emergente industria nacional. En las primeras dos décadas, bajo las directrices de los comerciantes que habían dado impulso a la empresa, esta fue equipada con maquinaria moderna y generó en la planta hidroeléctrica de Potrerito, de su propiedad, parte de la energía que consumía. También se lograron levantar y ampliar los salones de hilados, telares y tintorería que conformaban, entre otros, un primer bloque de edificios fabriles. En una sociedad predominantemente católica y con fuerte arraigo agrario, los obreros y empleados de Fabricato constituyeron una preocupación para directores y gerentes, quienes implementaron desde temprano acciones de bienestar y control social en una sociedad aldeana sometida a las profundas transformaciones del crecimiento industrial, la urbanización y la agitación sindical.

 

Los numerosos ensanches de la planta principal (Fabri-1) se conjugaron con la compra de la Fábrica de Tejidos de Bello (Fabri-2) en 1939, hecho que expresó la estabilización económica de la empresa en un contexto de irrefrenable desarrollo industrial. Fabricato realizó una de las más ambiciosas operaciones en asocio con Burlington Mills Corporation y constituyó en 1944 Textiles Panamericanos S. A., Pantex, en terrenos próximos a la planta principal en Bello. Un año más tarde, con la creación de Confecciones Fabricato Ltda. en 1945, dio respuesta a los nuevos gustos en el consumo y a las cambiantes demandas de un mercado en crecimiento, y confeccionó camisas, pantalones, vestidos, ropa interior y de hogar, con lo que promovió hábitos de consumo moderno entre las nuevas clases medias de profesionales y obreros, y aun en sectores populares.

El segundo capítulo se orienta hacia el negocio de la producción de telas, para lo cual fue constituida la empresa, y hacia los procesos relacionados como la adquisición de la materia prima, el algodón, y la distribución de sus productos, llevada a cabo en especial a través de agencias. El capítulo se divide en siete períodos en los que, además de los procesos internos, se describe el desarrollo de la empresa a través de fusiones y creación de otras, tanto de textiles como de negocios conexos, y aspectos relativos a las orientaciones administrativas de la compañía.

Desde la segunda mitad del siglo XX, Fabricato creó otras plantas, como la de Santa Ana (Fabri-3), en 1963, dedicada a la producción de no tejidos, o adquirió otras compañías, en Medellín: Tejidos Santa Fe y Compañía Colombiana de Hilados, y en Bogotá: Sedalana, de la que nació Textiles La Esmeralda, Texmeralda. Estableció la planta de Textiles del Río, Riotex, en Rionegro, Antioquia, y en 1973, en asocio con el IFI y la Corporación Financiera del Tolima, creó Texpinal. Su expansión ha sido mucho más que nacional, pues desde 1960 llegó a Panamá y República Dominicana y en Nicaragua instaló Textiles Fabricato de Nicaragua, Fabritex. En la actualidad, como consecuencia de los ajustes que hizo la empresa en las dos primeras décadas del siglo XXI, su producción se concentró en el negocio inicial, la fabricación de telas, que se hace en la planta principal, la misma en la que comenzó el negocio hace 100 años.

El primer período de este capítulo abarca los años de despegue y consolidación (1923-1941), con la puesta en marcha de la producción textil y su comercialización a través de agencias a lo largo del territorio colombiano. El segundo período comprende el análisis del negocio durante los convulsionados años de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y los esfuerzos para garantizar el abastecimiento de materias primas y maquinaria, de difícil consecución durante la contienda. La posguerra (1946-1965) constituye el tercer período, cuando Fabricato ya era una empresa madura, posicionada como la segunda productora de telas de algodón de Colombia. A pesar de las dificultades políticas y económicas que experimentó el país durante aquel tiempo, Fabricato no paró de invertir en tecnología, de innovar y de producir con calidad una creciente variedad de productos textiles. El cuarto período comprende los años 1966-1987, caracterizados por trascendentales cambios en materia administrativa y de incorporación de nuevos procesos productivos. El sector textil era cada vez más competitivo, complejo y tecnificado y Fabricato daba evidentes muestras de ello. El apartado termina con la superación de una de las crisis más complejas que ha vivido la compañía en su historia, como parte de las restricciones propias del proceso de industrialización colombiano.

Entre 1988 y 2002 se desarrolla el quinto período, cuando la industria nacional colombiana experimentó profundos cambios y retos en medio del modelo de apertura económica, lo que repercutió de manera significativa en el desempeño de empresas como Fabricato. Fue entonces cuando dos de las tres compañías textiles más importantes del país se unieron para dar paso a Textiles Fabricato, Tejicóndor S. A. El sexto período corresponde a la década 2003-2013, durante la que tuvo lugar la consolidación de la nueva empresa resultante de la fusión con Tejicóndor y por ello Fabricato experimentó ajustes importantes, resultado de unir plantas y trabajadores que antaño fueron competidores. Se cierra el capítulo con la época iniciada con la gestión del actual presidente de la compañía, Carlos Alberto de Jesús, a finales de 2013. Este apartado recoge las principales acciones de transformación que ha implementado el nuevo presidente y destaca algunas de las innovaciones más representativas de la compañía.

Además de los procesos propios para la elaboración de textiles y las operaciones de apoyo, en el texto se analiza el desempeño financiero de la empresa y los diferentes momentos de crisis y de adquisiciones hostiles de las que fue objeto. También se exponen las diferentes fusiones y constitución de otras compañías en las que participó Fabricato como Textiles Panamericanos S. A. (Pantex, 1944), Paños Vicuña – Santa Fe S. A. (1945), Confecciones Fabricato Ltda. e Indurayón (1946), Distribuidora de Algodón Nacional (Diagonal, 1950), Enka de Colombia S. A., Promotora de Maquinaria Industrial S. A. (Prominsa, ambas en 1964) y Textiles Fabricato de Nicaragua (Fabritex, 1970), entre otras.

El tercer capítulo está dedicado a hombres y mujeres que durante un siglo han dispuesto su tiempo y esfuerzo a la producción textil, y también a niños y jóvenes, quienes durante los primeros años contribuyeron al desarrollo de la empresa. En este capítulo el lector encontrará descripciones sobre los perfiles de la fuerza de trabajo, sus características sociodemográficas de edad, género, estado civil y procedencia social y geográfica, además de las políticas de personal, como el asistencialismo, las prestaciones sociales y la capacitación técnica y laboral. De igual forma, se exponen las transformaciones del perfil de los obreros, que en un principio fueron predominantemente mujeres jóvenes, solteras, población trabajadora que caracterizó el arranque del proceso de industrialización en Antioquia y otras latitudes. El desarrollo de la legislación laboral y de bienestar social hacia las décadas de 1930 y 1940 restringió el trabajo de menores de edad, lo que obligó a los empresarios, no solo de Fabricato, a desistir de estas contrataciones. Con el tiempo, las mujeres se convirtieron en una minoría entre los obreros debido a la implementación de los procesos de estandarización productiva y de la ingeniería industrial, que significaron el reemplazo de trabajo humano por maquinaria moderna y trabajo más calificado, que fue asumido en su mayoría por obreros y técnicos cualificados.

En el capítulo también se refieren las dificultades enfrentadas por los directivos y por los mismos obreros, oriundos en su mayoría de entornos agrarios y campesinos, para adaptarse a la rutina mecanizada de la fábrica, definida por estrictas normas y horarios, al igual que por relaciones jerárquicas de trabajo que, con el tiempo, se tornaron más formales e impersonales.

Frente a las restricciones de la economía regional y a las nuevas expectativas que significó la vida en las ciudades, el empleo en industrias como Fabricato representó nuevas formas de ganarse la vida y de ascenso social para muchos campesinos y pobladores locales. La segunda parte del capítulo está dedicada a las políticas laborales y de bienestar de la compañía mediante instancias como el club Fabricato, un espacio de esparcimiento y diversión para los obreros, y el Patronato, que brindó hospedaje a las obreras bajo formas de disciplina y control social que facilitaran su adaptación a la vida fabril. Se dedica un breve apartado a la capacitación y la cualificación de los obreros y sus familiares por medio de cursos de instrucción técnica, manualidades y oficios. También se tratan aspectos de la organización sindical de la empresa, sus orígenes y su estrecha imbricación con la Iglesia católica y la dirección de la compañía.

Con el desarrollo de industrias como Fabricato emergió al escenario nacional un novedoso grupo social, como la clase obrera, pero también nuevos perfiles laborales y profesionales, que personificaron la vida moderna en las ciudades colombianas. Por ello, en el capítulo también se exponen aspectos relacionados con los empleados y directivos, de modo que se describe cómo se configuró en el imaginario de la ciudad una nueva figura social muy definida, la del empleado. El desarrollo de Fabricato no hubiera sido posible si no hubiera contado con un nuevo ejército de personal que asumía una gran variedad de tareas de apoyo administrativo como asistentes, secretarias, cajeras, archivistas, jefes de sección, oficinistas, auxiliares contables, mensajeros y otros tantos de nuevas unidades de orden financiero, del mercadeo y la gestión humana. Asimismo, se exponen algunas de las transformaciones de la estructura directiva, como consecuencia del crecimiento y los retos que enfrentaba el negocio. En ella dominaba un modelo de toma de decisiones altamente centralizado, que comenzó a ser modificado hacia los años de 1950 por uno más participativo, con el que se implementaron nuevas formas de comunicación a través de grupos primarios. Como parte de este esbozo acerca de la estructura organizacional, se hace referencia a los empleados y directivos desde la década de 1980 hasta la actualidad, en un contexto de problemáticas que a partir de entonces ha enfrentado la industria manufacturera y el mercado laboral nacional.

En el cuarto capítulo se describen las líneas de acción social más institucionalizadas por parte de Fabricato durante la centuria. Si bien la empresa ha efectuado acciones reiteradas y puntuales en materia de beneficencia, como donaciones y auxilios económicos, se tratan las acciones más sistemáticas y de mayor impacto para los empleados, los obreros y sus familias y los habitantes del municipio de Bello. En este sentido se destacan: la consolidación de la política de vivienda obrera y el apoyo a la educación desde los años de 1930, el Secretariado Social y la creación de la Clínica Fabricato a partir de la década de 1940, la conformación de la Brigada de Bomberos, de la Proveeduría y la Cooperativa de Trabajadores de Fabricato (Cotrafa) hacia el medio siglo. Del legado social de Fabricato también forman parte la Cooperativa de Empleados Coopantex (1963) y la Corporación Fabricato para el Desarrollo Social entre las décadas de 1970 y 1980, punto de inflexión, cuando la compañía reconfiguró su accionar social hacia la responsabilidad social y ambiental.