Pasos hacia adentro

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Pasos hacia adentro
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ADRIANA S. CORREA

Pasos hacia adentro


Correa, Adriana S.

Pasos hacia adentro / Adriana S. Correa. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-1804-0

1. Poesía Argentina. I. Título.

CDD A861

EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA

www.autoresdeargentina.com info@autoresdeargentina.com

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

“Porque después de todo he comprendido Que lo que el árbol tiene de florido Vive de lo que tiene sepultado.”

Francisco Luis Bernárdez

A mis motores de dar ganas…

A mis amigas, que son también mis primeras lectoras. Sin ellas no hubiera sido posible esta maravilla: Ana María Aguilar, Viviana Méndez, Alicia Miranda, Sabrina Reynoso, Sabrina Mazzei.

A Rita Cohen que me dijo que podía hacerlo.

A Karina Galán que me tomó de la mano, vio que era posible, me animó y me acompañó a dar el salto.

A Facundo Parodi y Ezequiel Amaya que no dudan ni un momento y me lo hacen saber todo el tiempo con amor.

Gracias!

Equilibrista

¿Cuál es el equilibrio entre darte espacio y la renuncia de mí misma?

¿Cómo es el equilibrio entre tus tiempos y mi corazón roto?

¿Cuál es el punto exacto en que “somos” y no sos o soy?

¿Cómo mantener el equilibrio entre lo que ambos sentimos sin dañarnos para siempre?

Coyuntura actual

Las preguntas se amontonan.

Las certezas se flexibilizan

(la ondulación es evidente)

Las verdades se desvanecen.

Las seguridades no existen...

EN EL MEDIO

SOY UN GRITO QUE SE ESTIRA

HASTA ROMPERSE

Como un sendero que se bifurca.

Lo probable y lo conquistado.

Lo seguro y lo posible.

Animarse a vivir.

Respirar.

Medias viejas

Como si fueran medias viejas.

Como si fueran medias viejas. No un par de medias resignadas en el fondo oscuro de algún cajón, no, más bien como esas que uno usa y a la que se les saca provecho hasta que no dan más. Las del elástico vencido y estirado, las que se van gastando y se van volviendo transparentes en algunas zonas porque pierden tela de tanto roce.

Un buen día te las ponés y aunque no tironees o hagas algo raro las medias se rompen.

Vos podés decir que te dan lástima porque si no fuera por esas partes deslucidas parecen casi nuevas; que las uniones se ven sólidas y que hay lugares donde todavía se las siente alcolchonadas y cómodas y entonces... por qué no intentar coserlas o ponerles un parche y continuar teniéndolas?

Sabés que no es posible.

Tenés plena noción de que si las emparchás te van a sacar unas ampollas bárbaras con la costura y vas a terminar (en el mejor de los casos), con una ampolla y si se pone peor hasta sangrando un poquito.

Podés arriesgarte a usarlas y ver si se amoldan, ampolla y sangrado mediante o si te vuelven a lastimar con cada contacto...en definitiva es arriesgarse, ¿no?

En algún punto entre tanta cavilación te da un ataque de determinación y hacés lo mejor que podés hacer en ese preciso momento: decidís.

Agarrás las medias y las tirás, y aunque sabés que lo vas a lamentar porque ya era costumbre usarlas y disfrutarlas y eso te hacía sentir como en casa y en el camino al tacho de basura hasta llegás a evaluar si sería posible reciclarlas de alguna manera porque te cuesta soltarlas, finalmente las dejás.

En ocasiones esto sucede también entre las personas.

Nota mental un día soleado (poesía antónima)

No olvides abrir todas las ventanas

sentir la cálida atención del Sol,

no olvides disfrutar todas las flores

y responder a las caricias con pasión.

No olvides que al abrir bien los pulmones

dejando al aire barrer todo tu adentro,

lográs hacer espacio para luego,

acomodar las nuevas piezas del amor.

No olvides cuando salgas a la calle

que la mirada franca es un saludo,

que procurando siempre ser amables,

podemos hermanarnos entre pares.

No olvides el sonido en las veredas

de la inocencia de los años infantiles

que sorprendidos ante las cosas comunes,

nos muestran que lo simple también llena.

No olvides que poder pisar el suelo,

implica estar acá entre los mortales,

vivir, sentir, saber y disfrutar,

con todos los sentidos y aprendiendo.

No olvides que apostar a la alegría,

es ante todo una elección de vida.

No te pierdas ni un instante de la fiesta,

llevate mil recuerdos y sonrisas.

Nota mental un día lluvioso (poesía antónima)

Nunca olvides lo salado de las lágrimas,

el rodar de la tristeza en las mejillas,

la angustia oprimiendo tu garganta,

la falta de aire cuando todo aplasta.

Nunca te olvides del momento preciso

en que caíste en la cuenta nuevamente

de tu condición solitaria y transparente

ante cientos de personas junto a vos.

Nunca olvides el desgarro de nacer

cada vez que te negaban frente a otros.

De nacer de esa manera no se vuelve

a parecer uno más de los corpóreos.

Nunca olvides que la marca está hecha a fuego

parte de tu matriz, de tu estructura.

Que te mienta el afuera descarado,

que borra en cada hacer lo declarado.

Nunca olvides que es mentira lo que dicen

cada gesto o palabra, cada abrazo.

No confundas esas cosas con amor,

ni mucho menos reconocimiento basto.

Nunca olvides que cuando alguien te percibe,

corre lejos, rápido, asesino.

No confíes, no te dejes convencer.

Cada revés te va dejando más adentro

y cuando querés volver sobre tus pasos,

salir al exterior, a los sentidos,

se te hace cada vez más complicado

porque confiar es algo etéreo y anodino.

Nunca olvides que la marca de existir

negada y repelida por nacer,

no se borra ni se esconde de la gente.

Es la marca de vivir como extranjera.

No te olvides, no te vuelvas a entregar.

Desconfiá, poné trabas hacia adentro.

Salir al mundo esperando algo de amor,

es pretender saciar la sed con tierra seca.

En Menos De Un Segundo

Todo ocurría en una fracción de segundo. En la total oscuridad.

Se desprendía lentamente, podía sentirlo.

Una parte, un algo sutil, se acomodaba dentro de su cáscara exterior y se preparaba para el vuelo.

Al principio se iban los sonidos, se hacían lejanos y lentos.

Después surgía la sensación fascinante de lo etéreo...el salir nadando hacia el afuera (un afuera distinto) y ahí sí, se producía la explosión.

Estaba en todos lados al mismo tiempo y estaba dentro de su propia humanidad.

Sentía en su ser como cada partícula de aire era un fragmento del maravilloso todo del que formaba parte y las personas, los animales, las plantas, los objetos, el cemento...todo era color.

Entonces ocurría: podía contener todo con su luz.

Abarcaba y en simultáneo era parte del todo. Veía lo que abrazaba y sentía el amalgamarse de matices embriagador.

Se desplegaba como si fuera un papel que hasta un segundo atrás hubiera estado doblado; se iba y permanecía; aumentaba y menguaba; se multiplicaba y dividía; giraba, se mecía, flotaba... para volver nadando y replegarse en el adentro nuevamente.

En ese momento recuperaba la conciencia del propio cascarón, abría los ojos y continuaba como si nada.

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