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La construcción social del patrimonio a través de los espacios urbanos en Zacoalco de Torres, Jalisco

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La construcción social del patrimonio a través de los espacios urbanos en Zacoalco de Torres, Jalisco
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Este proyecto fue ganador en la Convocatoria de Proyecta Producción 2020 de la Secretaría de Cultura Jalisco, México.











Agradezco al Ayuntamiento de Zacoalco de Torres, Jalisco (2018-2021) las facilidades otorgadas para esta investigación.




Diseño de cubierta: Claudia Guadalupe Anaya Ortega.




Primera edición, 2021




ISBN EBOOK 978-607-8676-59-0




Editorial Página Seis, S.A. de C.V.



Teotihuacan 345, Ciudad del Sol,



cp 45050, Zapopan, Jalisco



Tels. 33 3657 3786 y 33 3657 5045



www.pagina6.com.mx • p6@pagina6.com.mx




Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, traducida, almacenada o transmitida de forma alguna, ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo de los editores.




Hecho en México / Made in Mexico




Índice








Dedicatoria








Zacoalco Turístico: un estado de la cuestión // Silvia Quezada








Capítulo I. La construcción social del patrimonio cultural







El patrimonio cultural y la imagen en Zacoalco







La técnica artesanal del equipal







Territorio e identidad







Articulación entre la identidad y sus fuentes tradicionales







La memoria colectiva y episódica







El patrimonio cultural tangible e intangible







Desarrollo sostenible y el patrimonio cultural








Capítulo II. El turismo cultural y el patrimonio cultural







El turismo cultural e incidental







Los nuevos turistas







El turismo cultural como producto







Los espacios culturales con experiencia significativa







La experiencia vivida para el turismo cultural







Características de la oferta y demanda en el espacio acondicionado para el turismo cultural








Capítulo III. Los espacios urbanos y rurales en el turismo cultural







La apropiación del espacio urbano-rural







Los espacios urbanos con carga simbólica







Tradiciones y expresiones orales identificados para el turismo cultural







Las artes del espectáculo identificados por y para el turismo cultural







Los usos sociales, rituales y actos festivos para el turismo cultural







De los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo identificados para el turismo cultural







Técnicas artesanales tradicionales identificados por la población para el turismo cultural







El patrimonio cultural y el turista







El espacio urbano y su articulación con el turismo







La globalización y el turismo







El consumidor turístico







La memoria como construcción del espacio urbano-rural y cultural








Capítulo IV. Propuestas para el turismo cultural de Zacoalco de Torres







Las rutas culturales y su articulación







Paisaje cultural







Itinerarios y atracciones patrimoniales







Turismo cultural sostenible







La identificación del patrimonio cultural en el espacio urbano-rural








Conclusiones








Anexos







Anexo 1. Metodología y reflexiones en torno a la construcción social del patrimonio cultural y el nuevo turismo cultural







Anexo 2. Índice de cuadros y diagramas







Anexo 3. Índice de mapas







Anexo 4. Índice de gráficas







Anexo 5. Dibujos







Anexo 6. Tipos de recursos







Anexo 7. Guía cuestionario utilizada en la entrevista en profundidad y fotopalabra







Anexo 8. Índice de ilustraciones-imágenes







Anexo 9. Imágenes de la fotopalabra








Bibliografía







A mi madre, originaria de Zacoalco de Torres,



quien, con su amor, valentía y carácter



me enseñó a admirar sus raíces



y a florecer ante cualquier adversidad





ZACOALCO TURÍSTICO:

 UN ESTADO DE LA CUESTIÓN






Silvia Quezada1





El municipio de Zacoalco de Torres se encuentra a una distancia de 68 kilómetros al sur de Guadalajara. Esta cercanía geográfica lo convierte en un sitio idóneo para realizar turismo en por lo menos cuatro vertientes: gastronómica, religiosa, cultural y deportiva; a sus atractivos se suma el aspecto comercial, puesto que allí se fabrican los mejores equipales de la región.



El espectáculo durante uno de los trayectos, si se parte desde Guadalajara, lo ofrecen las lagunas de Zacoalco y San Marcos, paisaje cambiante de acuerdo con la estación del año, porque muestra su rostro de grulla acuosa en tiempos pluviales y el amarillo de arena cegadora en los meses del invierno. Es un hecho que, sin importar el mes del año, las lagunas extienden la mirada hacia cualquiera de los rumbos que se mire.



Cuando el visitante decide tomar la carretera, puede contemplar al aproximarse, una gran variedad de flora, entre encinos, mezquites, palo dulce, pino y huizache y mirar conforme se avanza y se orienta, los cerros de la Guayola, las Canoas y el Tecolote. Al arribo, como es normal, asentarse en la plaza, para de ahí partir hacia algunos sitios de interés, de acuerdo con lo deseado.



La importancia de este libro radica en la investigación de campo realizada de manera acuciosa e informada por su autora, Lorena Anaya Ortega, quien es doctora en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad. El trabajo se fundamenta en la teorización más reciente de los estudios orientados al patrimonio cultural, hecho que le ha permitido reflexionar en torno a los modos de obrar para contribuir al desarrollo económico de Zacoalco de Torres.



En el capítulo I, nombrado «La construcción social del patrimonio cultural» se explica la construcción social del patrimonio, tomando como base a Massey (1995) y para la construcción de la realidad a Llorent Prats (2005). El nutriente principal de la memoria a partir de la acción de «compartir», así como la importancia de la memoria episódica de Vaca (2012) y su impacto como recuerdo, apoyado en Small (2002).



El lector va siguiendo a la autora en la explicación clara y breve de cada una de estas posturas teóricas y recoge para sí lo que su experiencia le marca como pertinente. En el rol de viajero, todos guardamos para la memoria los momentos reveladores de un viaje cuando nos apropiamos de un pasaje en el cual nos reconocemos como individuos y lo almacenamos como un episodio significativo en nuestra vida.

 



El libro establece la relación con los elementos que conforman el patrimonio tangible e intangible en la percepción del turismo cultural de Pearce (1995), la representación de la memoria colectiva y su perfil en el espacio urbano, los cuales se conforman como parte de los atractivos para el turismo cultural (Boullón, 2003). Las imágenes recogidas por el turismo cultural se integran sin lugar a duda, a la conformación de un nuevo conocimiento.



A partir del Capítulo II, llamado «El turismo cultural y el patrimonio cultural» se describe la imagen del patrimonio cultural y su representación (Zoido, 2000), que puede ser recreada constantemente (Amendola, 2000), entendiendo a la cultura como un patrimonio (Rosas, 2010), así como la fragmentación en el espacio físico y simbólico de este patrimonio, en Vidal Rojas (1997).



El tema ha sido trabajado por Lois (2012), Lynch (2013), Sabatini, Cáceres y Cerda (2001), ubicando la actividad del Turismo cultural como articulador de los espacios urbanos Unesco (1998), de una experiencia vívida: (González y Pérez, 2012 y Viel, 1994), y del desarrollo local: (Lois, 2012), apoyado en otros autores como: Richards (2001), Paciones (2005), Bradford (2000), Rex (2010), Teskey (2003).



Las lecturas de Anaya Ortega recogen el tema de la patrimonialización, donde se mencionan a De Esteban (2008) y Cruces (2010) para establecer la importancia de la tradición en la práctica del turismo cultural: (Kotler y Turner, 1989 y Poon, 1992). Como puede observarse, este libro se ha fundamentado en una amplia investigación documental, aparecida a partir de la última década del siglo XX y los primeros veinte años del siglo XXI.



En el Capítulo III, nombrado «Los espacios urbanos y rurales en el turismo cultural», se realizan las entrevistas con los artesanos del equipal, proveedores de bienes y servicios para el turismo y a los turistas. Se llevó a cabo la técnica del flâneur, a partir de los autores Cuvardic (2012) y Baudelaire (2009), apoyados en la experiencia de Ramos (2003), Munizaga (2000) y Cullen (2000).



Los elementos en la imagen de la ciudad de Kevin Lynch (2013), explicados en el municipio de Zacoalco a partir del flâneur y el apoyo de los métodos y técnicas cualitativas en la investigación de Careli (2013), Benjamín (2013) y Valdés (2010), este último, preocupado por resaltar los espacios fragmentados de la ciudad urbana, los cuales son explicados al lector de un modo sencillo y asequible.



A la investigación documental se suma un estudio de caso a partir de las técnicas de la «entrevista a profundidad» y la «fotopalabra» de García (2010), usada con anterioridad por el Dr. Narváez (2007), y otros autores: Lindón y Hiernaux (2001) y López (2008), para su interpretación en el espacio urbano cultural del municipio. Este aspecto de investigación de campo redundó en excelentes hallazgos de síntesis identitaria.



El Capítulo IV llamado «Propuestas para el turismo cultural», explica la construcción social del patrimonio en el turismo cultural a partir de los autores Freire (2010), Melucci y la «teoría de la acción» en la identidad colectiva, Humboldt (2010), Rosas (2010) y Freire (2010). Zacoalco de Torres muestra claras señales para compartir su patrimonio de modo efectivo a través del turismo cultural.



Es menester hablar de otros esfuerzos por mejorar la infraestructura de interés social y turístico y convertir el municipio en un sitio competitivo, como es el caso del proyecto para el mejoramiento del ingreso y saneamiento del mercado, por parte de la Administración 2018-2021 para dotar al espacio turístico en Zacoalco de una rehabilitación integral, colocándose un nuevo sistema de drenaje, áreas de carga y descarga y accesibilidad universal.



Otra de las iniciativas es la recuperación de la estación de ferrocarril como proyecto ejecutivo de aplicación profesional sugerido por parte de estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (iteso), el cual se orientó hacia la detención del deterioro y recuperación del espacio, inutilizable a la fecha dado su abandono e invadido por parte de los migrantes a modo de habitación.



Un tercer aliento es el proyecto «El equipalero» que busca un servicio de fomento turístico para dar a conocer la producción de los talleres en una ruta sabatina dirigida a turistas y compradores, por medio de una unidad móvil ambientada con equipales reales, que recorrerá los diversos sitios de artesanos con el propósito de incentivar la economía, proyecto en pausa por las circunstancias de la pandemia.



En el área de la gastronomía, bien valdría la pena un paseo por las panaderías tradicionales, para admirar el entorno campesino de los hornos, disfrutar del olor del producto y disfrutar de los sabores acompañados de un café, para probar los tachihuales de origen nahua y para conocer las rosquitas de la fiesta de los moros, los muertitos, los chuyitos, y por supuesto el glaseado de quesadilla.



La intervención para mejorar los espacios de esparcimiento y su divulgación es sin lugar a duda una tarea constante, la cual puede fortalecerse con la difusión de materiales artísticos procedentes de la literatura, dado que las señas de identidad de un pueblo se manifiestan a través de la palabra. Las leyendas zacoalquenses narradas a los visitantes se enriquecerían al mostrarse voces de literatos con sabor regional.



Entre los escritores que han aportado una visión para el arte y la historia de Zacoalco de Torres se encuentran Luis Sandoval Godoy, Salvador Encarnación y José Ramírez Flores, cuyo trabajo puede leerse en Pueblos, Ver y contar por el sur de Jalisco, y Matrimonio, indígenas de Zacoalco, respectivamente.






1

 Silvia Quezada es profesora e investigadora de la Universidad de Guadalajara. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, es vicepresidenta del Seminario de Cultura Mexicana Guadalajara y miembro de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística.





CAPÍTULO I.

LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL

 DEL PATRIMONIO CULTURAL






La construcción social del patrimonio cultural a partir del turismo cuestiona diversas problemáticas en su proceso de integración y consolidación; a partir de su valoración y las formas de apropiación de los espacios rurales y urbanos para la transformación en espacios patrimoniales, así como de consumo de bienes culturales, se puede apreciar cómo altera la conformación socioespacial urbana cuando no es articulada para el beneficio de los locales y sus visitantes.



El patrimonio cultural, entendido como una construcción social, comprende las manifestaciones tangibles e intangibles, producto de la herencia y de la producción cotidiana de nuestra cultura y, según manifiesta en la Carta de Toledo (1986), se halla «permeada, por el pluralismo, diversidad que conforma la memoria colectiva».



Daniela Marsall (2012, p. 212) argumenta que la construcción social del espacio urbano por el patrimonio se integra por un sistema simbólico que describe, explica y valida un orden cultural determinado según un contexto específico. Esta definición es utilizada para enmarcar el desarrollo de nuestro tema: La construcción social del patrimonio, y su relación con el turismo cultural, ya que es a partir de imágenes y símbolos en los espacios urbanos que se promociona el turismo, por lo cual se medió la construcción social del patrimonio a través de ellos, como materias primas que dan vida al desarrollo del turismo cultural y en la obtención de una experiencia vivida.



En la construcción social del patrimonio cultural (Nivón y Rosas, 2010) mencionan que el vínculo del patrimonio con el turismo propone una mejor planificación urbana y de enriquecimiento local a partir de una debida explotación de sus recursos culturales y naturales. Se tomó como base de la relación entre la construcción social del patrimonio y el turismo cultural el exitoso caso de la patrimonialización de la Alfarería Gallega, que describe Freire (Freire en Del Mármol et al., 2010, pp. 253-271), representado, reconocido y revalorado en Galicia, España, hasta en épocas recientes, por desarrollar políticas culturales que favorecen a la tradición, costumbres y la identidad del lugar.



Este tipo de práctica cultural y los servicios derivados por ella a la industria turística han reforzado las identidades locales y han promovido el desarrollo local al mismo tiempo, lo que puede ser un factor que pueda favorecer al municipio de Zacoalco de Torres para su desarrollo sostenible.





EL PATRIMONIO CULTURAL Y LA IMAGEN EN ZACOALCO




La dimensión física del espacio no es tan importante, hablando del patrimonio, como la dimensión espacio-temporal. Boullón (2003, p.60) hace una clasificación del espacio partiendo de las dimensiones y de las escalas de la física, para llegar a una cuarta dimensión, en la que el observador es parte del lugar, en donde el espacio se convierte en una imagen en la mente del observador, en el momento en que el hombre interviene como observador, y esta es totalmente subjetiva; es la parte que se estudió en la presente investigación.



Los espacios urbanos percibidos son diferentes para cada uno de nosotros. Una parte de esta realidad es compartida por un grupo de la población, el que integra características sociales y culturales comunes. Se construye de esta forma, una imagen pública, donde los núcleos urbanos representan el conjunto de calidad de símbolos y caracteres asociados a una ciudad que son compartidos por una mayoría de sus habitantes (Boira, 1992 en Lois 2012, p.287). La investigación toma en cuenta la planificación del uso de sus atractivos turísticos, a partir de un estudio minucioso de la calidad espacial de cada lugar, en el cual se trazan los recorridos ideales para medir los tiempos máximos y mínimos de cada visita.



Como parte de la investigación representativa a partir de la imagen, se estudió el método de la obra de Kevin Lynch (presente en La imagen de la ciudad de 1960), la «fotopalabra», que sirvió para delimitar aquellas imágenes de espacios que tienen los turistas, locales y prestadores de servicios, y para identificar la del patrimonio cultural, a partir de las sendas, los mojones y los bordes, y que se convierten al territorio, concepto geográfico, en espacio, concepto social, y posteriormente a un paisaje, que para el estudio de este documento se tomará como espacio cultural. Este autor menciona la «fotopalabra» para delimitar aquellas imágenes de espacios que tienen los turistas, locales y prestadores de servicios, así como para identificar la construcción social del patrimonio cultural. Para su estudio se describe la imagen del municipio de Zacoalco de Torres, donde se mencionan a continuación los siguientes elementos para el desarrollo a partir de Kevin Lynch (2013, p.60).




1. Las sendas: como las vías por las cuales se establecen recorridos y secuencias espaciales de observación y reconocimiento, pueden estar representadas por calles, senderos, líneas de tránsito, canales o vías férreas.



2. Los bordes, barreras o pantallas, actúan como límites, elementos que bloquean total o parcialmente la percepción son los límites entre dos fases, rupturas lineales de la continuidad, constituyen barreras laterales y no ejes coordinados, son fronterizos y actúan como rasgos organizadores.



3. Los nodos o hitos constituyen los puntos singulares de referencia y de reconocimiento, constituyen los focos intensivos de los que parte o a los que se encamina. Pueden ser una ruptura en el transporte, un cruce o una convergencia de sendas, momentos de paso de una estructura a otra. También pueden ser concentraciones cuya importancia se debe a que son la condensación de determinando uso o carácter físico, como una plaza donde ser reúne la gente o una plaza cercada. Algunos de estos nodos constituyen el foco principal del barrio sobre el que irradian su influencia y del que se distinguen como símbolo. Se les puede dar el nombre de núcleos. El concepto de nodo está vinculado con el concepto de senda, ya que las influencias son típicamente la convergencia de sendas, acontecimientos en el recorrido.



4. Los barrios o distritos son las secciones de la ciudad cuyas dimensiones oscilan entre medianas y grandes, concebidas como de un alcance bidimensional, en el que el observador en «su seno» mentalmente y son reconocibles como si tuvieran un carácter común que los identifica. Siempre identificables desde el interior, también se les usa para referenciar exterior en caso de ser visibles desde afuera.

 



5. Mojones: son otro tipo de punto de referencia, pero en este caso, el observador no entra en ellos, sino que le son exteriores. Por lo común se trata de un objeto físico, definido con bastante sencillez, por ejemplo, un edificio, una señal, una tienda o una montaña. Su uso implica la selección de un elemento entre una multitud de posibilidades. Algunos mojones están distantes y es característico que se les vea desde muchos ángulos y distancias, por arriba de la cúspide de elementos más pequeños, y que se les utilice como referencias radiales. Pueden estar dentro de la ciudad o a tal distancia que para todo fin práctico simbolicen una dirección constante.




De este tipo de mojones son las torres aisladas, las cúpulas doradas y las grandes colinas. Otros mojones son fundamentalmente locales, siendo vi