Un buen viaje

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Esa es la base del momento en que se cuenta la discusión con el psiquiatra del Hospital de Veteranos, en la que el médico considera que la culpable de la adicción al alcohol es la cultura india: (“8:50 AM FT. HV LYONS”) “Ayer, un psicólogo blanco del HV nos dijo:/ “Yo tengo un octavo de sangre india pero no le presto / tanta atención,” enojado con nosotros. “Ojalá ustedes/ no estuvieran por volver al mismo medio.”//Mondragon y yo tuvimos que decirle: “Esa es nuestra casa,/ nuestra tierra, nuestro pueblo. Esa es nuestra vida. La vida/ de nuestro pueblo y nuestra tierra y nuestra casa es quienes somos.”

En esas dos breves estrofas las dos culturas se miran a la cara. Ahí están: la europea, centrípeta, basada en el individuo, una cultura que aboga por la salvación individual y la ácoma, que considera que la comunidad y la tierra son partes necesarias del yo: “nuestro pueblo y nuestra tierra y nuestra casa es quienes somos.” Volver a ellos no significaría volver a la adicción, significaría volver a ser quien se es.

ESCRITURA, LENGUAJE Y PROCESO DE CREACIÓN

Una de las prohibiciones más terribles en la escuela era la de hablar la propia lengua. Esa regla fue parte de la vida en todas las Escuelas de Pupilos tanto en los Estados Unidos como en Australia. En la entrevista y en el libro, Simon Ortiz apela al ácoma cuando quiere decir conceptos que en inglés son intraducibles. Los aclara después porque el “tú” al que él se dirige, su público, no es ácoma solamente. Pero el ácoma sigue siendo necesario para expresar ciertas ideas y se vuelve siempre a esa lengua como el origen, el buen lugar, la infancia. Por otra parte, el manejo del inglés es siempre consciente y cuidadoso en Ortiz, que no quiere que las ideas básicas de los europeos entren con él en su poesía.

O: (En la escuela) Les prohibieron…, ya sabe usted, les prohibieron hablar su propio lenguaje…

A: En las escuelas sí, pero se siguió hablando en secreto, en casa…

O: Porque uno usaba el lenguaje en la comunidad de casa, ahí donde no llegaba el maestro, donde no llegaba el sacerdote. Pero cuando uno estaba en público, uno hablaba inglés porque en ese lugar todos estaban hablando… (lo dice primero en ácoma) el idioma estadounidense que es el inglés.

A: ¿Alguna vez escribió en su propia lengua?

O: Sí, sí. (…) Sí, escribí poemas y siempre usé frases y palabras en ácoma. Yo escribo el lenguaje fonéticamente, sonidos únicos…, no sé cómo escribir un alfabeto lingüístico o una ortografía lingüística y no sé usar las reglas… Así que los lingüistas reales no leen mi escritura…, quiero decir, podrían si quisieran… Si quieren usar el sistema fonético… Hay que seguir los sonidos, es fácil… Lo de escribir en mi propia lengua es importante, en realidad, yo diría que el lenguaje es muy, muy importante. Sin embargo, el problema es que el lenguaje inglés y otros lenguajes coloniales, el castellano especialmente, aquí, en el continente americano son tan fuertes y prominentes que se vuelven dominantes y así los lenguajes nativos se marginalizan, se los aprieta en un lugar estrecho y tanto que… ¿qué se puede hacer? Tenemos que reconocer que es muy, muy difícil, ya sabe, usar nuestros lenguajes indígenas, especialmente aprender y…, en algunos casos, seguir con ellos, a veces es casi imposible hacerlo. Porque en algunos casos, se pierde el lenguaje… No hay manera de revivirlo, ya sabe. Quiero decir, había cientos y cientos, literalmente cientos de lenguajes diferentes…

A: En Argentina también…

O: Bueno, y entonces, ¿qué se hace? Lo que hay que hacer es sumar, casi como en el panindianismo, es algo realmente proactivo…

A: ¿Algo como “Reinventar el idioma del enemigo”? Con respecto al inglés, quiero decir…

O: No, eso es diferente, es levemente diferente, pero sí, bueno, es la misma idea. Mire, lo que hay que hacer…, uno no reinventa realmente, lo que hace es insistir en su propio sistema de creencias. Porque incluso el lenguaje del enemigo, si uno lo reinventa, sigue usando algunas de las filosofías principales que usa ese lenguaje…, reglas, pero uno tiene una manera de hacer en la que está ligado a la tierra especialmente, ligado a la tierra, a la cultura, a cómo está estructurada la comunidad de uno. Se puede hacer eso, incluso dentro del uso del idioma inglés. Porque las creencias fundamentales de uno son parte de la forma en que uno está ligado a la tierra…

A: Y entonces, usted se apropia del inglés… Para usted no. Para la comunidad.

O: No para la persona individual, no. (Dice algo en ácoma). Por la comunidad. (En ácoma). La tierra, por la tierra. No uno individualmente, personalmente, sino uno como una unidad, ya sabe, así es cómo es la consciencia de uno mismo en esta… (sigue en ácoma, una larga explicación, muy pensada) con ese acto de concebirse a uno mismo como tierra y pueblo y nuestra responsabilidad con la comunidad, entonces, uno puede seguir adelante consigo mismo… Así es como uno…, uno se enfrenta al problema del lenguaje…

Simon sabe cómo acercarse al idioma del colonizador. Habla de eso en todas las entrevistas: la necesidad de cuidar lo propio cuando uno se interna en una lengua que trata de borrar la cultura que uno quiere expresar. Es notable cómo, en Un buen viaje, Ortiz hace que la visión ácoma del mundo siga presente a través del inglés. En los poemas-historias de Coyote y Pehrru, por ejemplo, o en la colección de diminutas historias combinadas en “From Albuquerque to Santa Fe,” “Campamento Hesperus, 13 de julio, 1971 indio,” “Un poema de San Diego: enero / febrero, 1973” o el poema sobre el Hospital de Veteranos, se cuentan distintas historias breves unidas por un lugar o un viaje o un tiempo o un personaje. También se nota la visión no europea en poemas que tienden puentes con poemas anteriores o posteriores y hacen del libro una unidad, no una colección de textos separados: por ejemplo, “Otra de Coyote,” que ya desde el título está unida con el poema anterior a través de las historias de uno de los tricksters principales de las culturas pueblos. Hay un método para lograr que las ideas ácomas se expresen en inglés. Un método y una conciencia del peligro que implica el uso del inglés.

A: Porque hay un problema cuando se escribe en un idioma europeo sobre estas ideas. Usted vuelve a su propia lengua cuando expresa ciertas cosas… ¿No hay una tensión en la expresión de estas ideas en un lenguaje que no se creó, que no se hizo alrededor de esas ideas? Como el inglés o el castellano.

O: Bueno… (piensa), es verdad que…, en realidad yo tengo un tipo de discusión con otros escritores indígenas o intelectuales sobre el hecho de que tenemos que tener mucha conciencia de nosotros mismos cuando usamos el inglés. Porque el inglés es… una forma de expresión… y es…, muy… ¿cómo se dice? A ver, está centrado…, tiene el foco en sí mismo, ya sabe usted. Y cuando usamos ese tipo de…, de lenguaje…, tenemos que tener mucha conciencia de nosotros mismos, como que venimos de un idioma diferente y una filosofía diferente… Porque las dos pueden unirse o amalgamarse… o pueden colaborar y esa colaboración puede ir en un sentido o en otro… Y nosotros podemos usar el inglés, podemos tener mucha fluidez en inglés, podemos ser grandes en la forma en que lo usamos pero tenemos que considerar también que nuestro propio lenguaje, nuestra filosofía no es necesariamente superior pero que siempre va a ser parte de nuestra forma real de hacer, ya me entiende usted. Que no podemos, que no podemos perderla. Que esa forma tiene que…

(Silencio largo)

A: ¿…ser el centro?

O: …guiarnos, tenemos que dejar que sea lo que concibieron para nosotros los abuelos y abuelas, que lo que… eso bueno que hubo también va a ser el futuro, es lo bueno que tenemos ahora, en el presente, y también va a ser lo bueno del futuro.

A: Y eso está ligado a la forma de concebir el tiempo…, tan distinta de la europea…

O: Bueno, usted sabe, es… cuando pensamos en nosotros como parte de la Creación, todos somos parte de la Creación, entonces tenemos que vivir de maneras que permitan que nuestro pensamiento sea útil para seguir adelante… quiero decir, siempre hay cosas nuevas y si vamos a cuando pensamos, por ejemplo, en el tiempo que hace que los Estados Unidos son como son ahora ¿Fue así en tiempo de nuestros bisabuelos? No, era diferente, usted sabe, muy diferente de la forma que tiene ahora Albuquerque, Nuevo México, año 2000 y pico… Hace cien años. Y cien años antes de eso y cien antes, ya sabe, muy, muy diferente, así que la vida está cambiando todo el tiempo. Tenemos que seguir pensando y sintiendo y actuando y actuando, usted sabe, de una manera tal que, cuando usemos los recursos de hoy, seamos conscientes de usarlos de una buena manera. Eso de “una buena manera” suena pueril y tal vez lo es…

A: No, no, yo entiendo cómo es esa manera de pensar el futuro… No me parece pueril.

O: Sí, eso también nos beneficia, beneficia al pasado y beneficia al futuro. Y uno procede de esa forma porque es realmente la única manera en la que uno puede ser parte de la creatividad. Porque la creatividad sigue todo el tiempo y ese es realmente el núcleo, el centro de “a favor del pueblo, a favor de la tierra” (lo dice en ácoma): estamos vivos por la vida, estamos vivos por la creatividad o la Creación. Nos seguimos moviendo y siempre es para mejorar la vida. En ese sentido, de alguna forma, el tiempo no se siente como algo medido, no es tiempo lineal. Es siempre un tiempo que es un ciclo porque mientras uno lo vive, el tiempo sigue adelante. Mientras uno lo vive, sigue adelante… No es cuestión de…, a ver, en este momento son las nueve…

A: Las nueve menos diez.

O: Así que muy pronto van a ser las nueve, en realidad, eso no importa, si son las nueve menos diez y más tarde van a ser las nueve…, no importa, ¿sabe?, porque la forma en que vivimos este momento va a asegurarse de que exista una hora que sea las nueve en punto. Aunque no sepamos, aunque no tengamos un lenguaje para eso, seguimos en ese espíritu o en la filosofía o en el cálculo y el algebra de vivir a favor de la vida, por la vida, a favor de que todo siga…

 

A: Claro, por eso mismo le decía que hay una tensión cuando se usa el inglés porque no es un lenguaje que se creara con esa idea del tiempo.

O: Sí, tenemos que tener cuidado. Hay peligros.

A: ¿Cuáles serían esos peligros?

O: Bueno, los peligros…, en fin, tienen que ver con ese tipo de jerarquía que dice que un lenguaje es superior a otro… y una conciencia es superior a otra… Yo no creo que esa naturaleza jerárquica de la humanidad o de la conciencia cultural de los seres humanos sea buena, ¿sabe?, porque yo no creo que sea muy saludable para los pueblos indígenas decir que nosotros somos mejores que…, bueno, que somos mejores que los europeos. Yo creo que estaríamos poniéndonos en el mismo plano que los Estados Unidos o Gran Bretaña… o Francia en el pasado. Creo que ese sentido de la jerarquía y la superioridad versus la inferioridad no es nada saludable. Bueno, el lenguaje que yo hablo…, sea ácoma o inglés, es parte de la existencia…, existen, nada más, son como los lenguajes de aquí, de Nuevo México, de los pueblos. Los pueblos hablan cinco lenguajes, cinco lenguajes diferentes… Hay lenguajes dentro del ácoma. Y hay otros lenguajes pueblos. Y ninguno es mejor que otro. Son lenguajes solamente, existen, nada más… El castellano, el inglés y los lenguajes indígenas en Nuevo México son solamente lenguajes…, usted sabe. Y si todos pudieron aprender castellano e inglés y otros lenguajes todos al mismo tiempo, eso está muy bien pero ninguno de ellos es… ninguno de ellos tiene más altura que otro. Desde el punto de vista teórico. Sin embargo, aparecen los prejuicios sociales y económicos y políticos y así, el inglés tiende a ser el lenguaje que está más arriba. Si uno habla inglés, entonces va a tener un trabajo o se va a poder anotar en la universidad. Y claro, el castellano es el segundo. Y después los lenguajes nativos, los lenguajes indígenas, que están más abajo. Y hay muchos lenguajes de esos, muchos, lenguas indígenas, así que eso trabajó contra nosotros en ese tipo de sistema de poder y jerarquía, trabaja contra los así llamados “lenguajes menores.”

En esa parte de la entrevista, Ortiz define la sociedad en la que vive en Nuevo México: quiénes tienen oportunidades y quiénes no. Él es consciente de ese esquema de poder y de la forma en que se impone el inglés como matriz, como atalaya desde la que se define todo. Por eso, hay muchos poemas en los que Ortiz introduce palabras u oraciones enteras en ácoma y después (solamente después), repite la idea en inglés, un inglés tentativo y forzado. Es una traducción consciente, cuidadosa, del ácoma al inglés (en la traducción, al castellano), que establece una relación de ida y vuelta en la que las ideas ácoma están en el centro de todo. Esto se ve claramente, por ejemplo, en “Poema para el cumpleaños de un chico”:

Esa es la forma en que siguen las cosas.

“Emeh eh eh ka aitetah.

Esa es la forma en que las cosas empiezan a ser.

Emeh eh eh naitra guh.

Quumeh.

Hahtrudzaimeh.

Como una mujer.

Como un hombre.”

En poemas como este (y hay muchos), el bilingüismo (que la traducción convierte en trilingüismo en un proceso interesante y complejo) es una manera de desactivar la jerarquía de idiomas que se produce en toda traducción, en la que el idioma meta (en este caso el inglés) suele borrar al original (en este caso, el ácoma). Ortiz se niega a traducir de esa forma: mantiene el original al mismo nivel que el nuevo idioma, los fuerza a ponerse uno junto al otro, como en una edición bilingüe.

Por otra parte, cuando escribe en inglés, el inglés se ve marcado por la fuerza cultural del ácoma y a veces, del castellano. Hay un ejemplo muy claro a nivel del discurso. En “Vienen los lobos… y Coyote y Cuervo también,” hay un uso muy extraño en inglés. Cuando se cuenta el diálogo entre Coyote y Cuervo, el poeta cita lo que dijo cada uno entre comillas (discurso directo) y después dice “said Coyote,” “said Cuervo.” Ese orden sintáctico es completamente agramatical en inglés, y Simon Ortiz no lo hace en otros poemas donde dice “Coyote said” o “Cuervo said.” Por otra parte, esa inversión (primero el verbo y después el sujeto) es el orden correcto en el diálogo directo en castellano. Es evidente que ahí se transparenta el castellano y así, ese otro idioma entra en el texto con mucha fuerza, a pesar de que el autor no sale nunca del inglés. Esa forma de transparencia acerca a Ortiz a ciertos autores latinos en los Estados Unidos que la utilizan como recurso permanente, entre otros Sandra Cisneros.

En todos estos autores hay una conciencia del poder del inglés en el mundo y en el país (país que, en realidad, mal que les pese a ciertos grupos conservadores, es mucho más multilingüe de lo que algunos están dispuestos a aceptar). En este fragmento casi final de la entrevista, Ortiz y yo volvimos sobre el tema de los lenguajes y hablamos de la influencia lingüística y también política y económica de los blancos sobre las tribus en el continente americano. En un fragmento inmediatamente anterior, veníamos hablando de pares binarios de pensamiento (los pares binarios opuestos jerárquicos europeos inaugurados por Sócrates, sobre todo del par “razón versus emoción,” que en Occidente pone a la razón como única verdad y único faro y a la “emoción” como su negación).

O: Quiero hablar sobre cómo impactan los Estados Unidos sobre nosotros en términos de uso de lenguaje y de lo intelectual…

A: ¿Seguimos hablando del par binario “razón versus emoción,” una forma muy europea de pensar?

O: Ustedes, los blancos, tuvieron una influencia devastadora sobre los pueblos indígenas. En todas las Américas, digo, porque sí, es verdad, aplastaron o negaron lo emocional… Y porque, para vivir, hay que ser invisible en cierto sentido, hay una invisibilidad forzosa, sí, es verdad, la invisibilidad está impuesta.

A: Pero lo de invisibilidad es algo que se repite en muchos lugares del mundo. ¿Leyó usted Blindness de José Saramago?

O: No…

A: El verdadero nombre del libro es Ensayo sobre la ceguera. No sé por qué no lo tradujeron así al inglés. En el libro, la ceguera, ese no ver al otro, se convierte en algo físico. Saramago describe el estado del mundo capitalista con esa ceguera. Es un libro muy impresionante. Yo creo que usted habla más o menos de lo mismo. El otro se convierte en invisible.

O: Bueno, se han suprimido tantas cosas de las culturas indígenas, usted me entiende, supresión externa y después…, supresión interna. (Esa última) es una forma de protegernos a nosotros mismos… Es como con los chicos, sí, si los adultos reciben el trato de un chico, van a actuar como chicos. Tanto en la forma en que hablamos y nos expresamos en escritura como en alguna otra forma… Así que es una dinámica psicológica real la que ha ocurrido. Así, en algunas instancias y esto es lo que traigo a colación, esto es lo que dije sobre el lenguaje antes, en algunas instancias, tenemos que tener verdadero cuidado con la forma que en usamos el inglés, tenemos que estar bien conscientes, entender bien nuestro uso del inglés. Yo escribí un ensayo, no muy largo pero…, donde dije que nosotros, que hablamos un inglés tan fluido, a veces lo usamos con demasiada facilidad, estamos demasiado dispuestos a usarlo y lo hablamos con demasiada conveniencia…

A: Sin pensar.

O: …como los estadounidenses, como los que viven dentro de una cultura occidental. Tenemos que tener consciencia de… ¿cómo se llama?... Porque la falta de conciencia puede ser potencialmente muy dañina. Por eso cuando yo uso el inglés, trato de…, trato de recordarme a mí mismo cada tanto: de decirme, “Estás diciendo esto en inglés.”

FUNCIÓN DE LA LITERATURA /ORALIDAD Y ESCRITURA

Casi todos los autores amerindios (y en esto coinciden con autores de otras minorías) consideran a la literatura parte de la lucha por la comunidad. Una lucha por mayores derechos y por la cultura propia, decidida a no dejarse borrar a pesar de la presión de la cultura blanca y sus instituciones totales. En las visiones amerindias del mundo, el lenguaje tiene capacidad para cambiar el mundo y por lo tanto, usarlo conlleva una gran responsabilidad, no solamente para con el lenguaje mismo (al estilo de las doctrinas que separan “arte” y “mundo”) sino también para con el mundo que queda fuera de él. De eso trata la siguiente parte de la entrevista.

Al mismo tiempo, Ortiz refuerza en este fragmento la relación entre su propia escritura y la oralidad. Como muchos otros autores amerindios, considera que lo oral es el centro de todo manejo de la lengua porque en lo oral hay siempre muchas voces. En lo oral late la comunidad. Como puede leerse en el Prefacio del autor de Un buen viaje, Ortiz trata de copiar la oralidad en la escritura, de tomarla como modelo.

A: ¿Cree usted que escribir o la literatura…, que la literatura tiene un rol en el cambio de ese futuro que asusta (hablábamos de los cambios en la naturaleza y de la falta de respeto y de cuidado de que hacen gala los seres humanos frente a ella), que puede ayudar contra este desastre en el futuro? ¿Cree que la escritura es… útil?

O: Como todo lo que tiene que ver con el lenguaje, ya sabe usted. Y la comunicación. Es muy central, creo yo. La escritura es necesariamente un dispositivo humano de comunicación muy nuevo, la escritura es… pero todo surge, ya sabe, todo surge de la tradición oral, la tradición oral precede la escritura y así, el lenguaje es… debería ser siempre parte del movimiento de la vida de uno, la energía. El espíritu de la vida y la escritura de uno como un brote. La escritura como una energía que viene del lenguaje oral. La comunicación oral es muy central, ya sabe usted, aunque la escritura tiende a tener un rol en cómo…, a ver, la escritura es una especie de jerarquía en el desarrollo de la comunicación; suele elevarla a una especie de posición superior. Yo no creo que debería elevarse a una posición superior y dejar a otros tipos de comunicaciones como inferiores… Creo, a veces, como que lucho contra la comunicación electrónica, quiero decir, uso una computadora, Internet y todo eso… Eso puede ser muy útil como herramienta, como un dispositivo útil pero cuando empezamos a adorarlo, usted me entiende, y a verlo como el elemento más importante de nuestras vidas, ahí, creo que eso es potencialmente dañino, porque uno está poniendo nuestro sentido real de comunicación, ya sabe, que es el habla y claro, el arte es parte de eso, el arte no es necesariamente un… mecanismo superior o un plano superior porque el arte en realidad es el todo de la vida, desde el verdadero principio, digamos, desde el principio del yo frente a cualquier cosa…

(Silencio largo)

A: …a cualquier cosa que pase después…

O: …a cualquier cosa que pase, a lo que es parte del futuro. En realidad, creo que…, usted sabe, yo mismo, como escritor, soy afortunado, sí, pero mis abuelos y abuelas que no eran escritores, los respeto, los admiro y los reverencio porque yo soy la voz de todos ellos, y para eso basta que yo reconozca parte de esa… continuidad humana, ya sabe, reconozca el lugar de uno en el círculo de la vida, fuera cual fuese. Así que cuando hablo o cuando escribo, son mis abuelos y mis abuelas los que hablan también. Mis antepasados, mis mayores… (en ácoma), los que vinieron antes que nosotros y siguen hasta el presente. Yo trato de inculcar a mis nietos este tipo de…

(Silencio largo)

A: …idea…

O: …pensamiento… También cuando hablo en otros lugares donde hay personas más jóvenes que yo.

A: Entonces, ¿usted cree que en realidad hay una continuidad, no una lucha o una discusión entre la tradición oral y la tradición escrita…? ¿Es eso?

O: Sí, eso es lo que pienso, pienso que es como…, en un sentido, como hablar con nosotros mismos… (dice algo en ácoma) tener ese diálogo, tener esa interfase entre esa nueva tradición de la escritura y la vieja tradición del habla y el uso oral del lenguaje. No es como que hubiera dos escuelas diferentes de pensamiento, no, o dos pueblos diferentes, usted sabe, son el mismo pueblo. Pero un lado de esa persona tal vez está en lucha con la otra… y sigue siendo, sigue siendo la misma persona. Y es importante que exista ese tipo de discurso.

 

A: Entonces, según entiendo, para usted no hay debate entre lo oral y lo escrito…, es un…

O: … discurso. Sí, sí… creo que eso es saludable. Si no hubiera ese discurso, no habría…, yo diría un avance del todo. Creo que cualquier tipo de diálogo y discurso que se da… (silencio largo)

A: …es útil.

O: …es necesario y útil. Es…, es como, digo, como la biodiversidad. La biodiversidad es saludable. Cuando todo es igual o es… homogéneo, creo, ahí es cuando empezamos a perder una creatividad, esa continuidad en la creatividad.

A: Sería algo como lo que pasa con los granos transgénicos de soja y maíz que están acabando con la biodiversidad en los campos. En mi país, Argentina, por ejemplo…

O: Ah, sí.

A: Yo creo que eso es algo contra lo que hay que pelear.

O: En Chiapas, usted sabe… Cuando los mayas se levantaron contra el gobierno de México, ese fue el punto, usted sabe. Ese tipo de… ¿Cómo era? ¿Nerf? No, NAFTA, North American Free Trade…

A: Sí, sí, para nosotros es el ALCA, en castellano. Nosotros no lo firmamos. Argentina no lo firmó.

O: Bien hecho. Le decía, cuando el pueblo maya liderado por el Subcomandante Marcos… fue un ejemplo muy saludable de lo que debe hacerse: protestar, resistir. Y también es esa situación, esa situación política y cultural y social, creo que es un muy buen ejemplo de cierta colaboración entre personas de formación europea y la comunidad indígena para pelear por una buena vida, pelear por cierto tipo de futuro…

A: ¿La escritura sería parte de esa lucha para usted?

O: Sí, sí. Claro. Cuando me enteré de esa lucha, me preguntaron, y un par de años más tarde me pidieron que escribiera… fue así: Marcos había escrito algo, un libro para chicos, Historias como una revolución, así que un amigo mío que es dueño de una editorial chica en El Paso, me pidió que escribiera algo y yo lo hice. Es parte de ese libro, ¿sabía eso?

A: No, no tenía idea.

O: Se llama “Cinco puntos.” Básicamente, para mí, decía: Estoy cansado de esta guerra, estoy cansado de esta guerra. Quiero decir, crecimos, aquí, en los Estados Unidos en un constante estado de guerra. Constante, ¿sabe usted? Nunca hubo un momento en toda mi vida en que los Estados Unidos no estuvieran en algún tipo de guerra o condición de guerra. Y eso es así para los pueblos indígenas de América entera, así fue siempre, como usted sabe. Y hasta podría decirse quinientos años y más… Y así…, creo que cuando, digamos, los europeos, que ahora son parte de este país, también se unen a la guerra por su propia integridad y su propio desarrollo y…

(Silencio largo)

A: …supervivencia…

O: …a favor de la continuidad, usted sabe…, es importante luchar, defenderse, nosotros, creo que estamos unidos, sí, ahora estamos unidos, se lo llame progresismo o comunístico (sic) o simplemente un movimiento o acción necesarios que hay que llevar a cabo. Seguir de una manera positiva. Que sea por… (repite la frase en ácoma) por el pueblo, por la tierra. Y como escritor, yo tengo que alentar eso en otros. Tal vez algunos me vean como… no sé cómo llamarlo, alguien que llama a la rebeldía, o un organizador… Y sí, fui organizador y en formas diferentes a la escritura, quiero decir, escribir es una de las formas importantes en las que se puede ayudar al progreso hacia delante… Hay otras… una de las cosas con las que… siempre crecí, una de las tradiciones centrales de los indios en los Estados Unidos es… ayudar. (Dice algo en ácoma). Eso significa en ácoma “hablar para ayudar.” Cuando uno ayuda, uno es parte de la ayuda que va a ayudarlo a uno pero también está llevando a cabo esa ayuda, la está hacienda porque ayuda a otra persona. Cuando uno ayuda a otro, uno es parte de la ayuda que viene de ahí… y esa ayuda llega a…

(Silencio largo)

A: …a uno.

O: Sí, sí… y es una conciencia, ¿sabe?, es un tipo comunitario de conciencia. Y algunos aquí en los Estados Unidos tienen un miedo real a ese término, comunal, comuna, ¿sabe?

A: Claro, claro…

O: Comuna, comunal, comunalismo… Les tienen un miedo definitivo a esas palabras, quiero decir, mire la tierra ahí mismo, ahí afuera, estamos mirando al Oeste, hacia Ácoma, Monte Taylor y…, y esa es tierra, es tierra rica y claro que vemos rocas y rutas y ese tipo de meseta y es tierra hermosa y cuando pienso en esta tierra, es en realidad para…, tal vez yo la veo de una manera idealista, es para todo el mundo, es como el aire que respiramos, como el agua que tomamos…

A: ¡Sí, sí! Es un concepto diferente de la tierra: distinto del que tienen los ingleses y los españoles…, que creen que la tierra es…algo que uno vende y compra. Algo que hay que hacer producir para uno mismo.

O: Sí, por eso cuando vinieron los europeos, al principio, vieron toda esta tierra y empezaron a mirarla con la idea de que podía ser un mecanismo productivo, ya sabe, algo para adquirir… y conseguir más poder y más riqueza. En realidad, los pueblos indígenas no lo ven así. ¿Cómo puede uno sacar riqueza de…? (silencio largo)

A: …¿de su madre?

O: ¿De los suyos? Sí, claro está, uno tiene parentesco…, nosotros tenemos parentesco… (en ácoma) con la tierra, esa es la razón por la que somos un pueblo. La razón es la tierra. Y así es usar la fuente de la vida como vida… la vida, usted sabe, la supervivencia es solamente cuestión de recibir esos recursos de la tierra. La fuente es la vida, a uno se le da la vida para que uno la use con agradecimiento, ya sabe, con la gratitud que es tan necesario tener.

En ese último fragmento de la entrevista, se unen el tema de la “literatura” y la poética (para qué se escribe) con una serie de ideas culturales sobre el mundo, ideas centrales en la visión ácoma del mundo: según ellas (y Ortiz las repite varias veces en ácoma a lo largo de nuestra conversación), uno es parte de un todo que incluye la comunidad humana y la tierra, la tierra en la que uno vive por un lado y por otro, en algún sentido, todo el planeta. La literatura es parte de la lucha para defender esa tierra y esa manera de entenderla, para conseguir así que un futuro diferente. La “continuidad” está en el centro de esa lucha: no hay fragmentación ni en el tiempo ni en el espacio ni entre un individuo y los otros. Lo que hay es continuidad. La escritura es otra herramienta para promover esa continuidad, para defenderla.

En los poemas de Un buen viaje, la continuidad entre generaciones y entre los seres humanos y los otros habitantes de la Tierra es particularmente clara en los poemas que Ortiz escribe sobre sus hijos. En “Hablar,” por ejemplo, el poeta le presenta su hijo a la Tierra, a las hormigas, a las cigarras y a los grillos. En la primera estrofa, afirma que él habla por el niño. En la segunda, donde es el hijo el que murmura algo en lengua infantil, la continuidad es evidente porque ahora es el chico el que habla por el padre. Así, se construye un círculo entre hijo, padre y naturaleza, un círculo en el que todos tienen el mismo poder, en el que no hay jerarquías. Lo mismo se ve con claridad en “Mirar saltar a Salmón,” donde los padres aprenden de los salmones que hay que ser capaz de “saltar hacia la piedra/ para que nuestros hijos sobrevivan.”

Ese “saltar hacia la piedra,” es decir, esa capacidad de lucha, incluye la idea de ayudar al otro y una de las formas de esa idea es la de escribir para ayudar a la comunidad. Lo que Ortiz llama —primero en ácoma, después en inglés— “hablar para ayudar.”