El sendero de la meditación

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Habla con tu ser interior. Como meditador, es importante que te hagas recomendaciones. Intenta esto alguna vez. Siéntate solo en algún lugar, dile a tu mente que pare de parlotear, dile a tu mente que no te gusta, y te sorprenderás al ver que, por un momento, tu parloteo interior se detiene.

Por estos tres días recomiéndate no hablar. En tres días notarás la diferencia... que paso a paso, lentamente, lentamente, el parloteo está disminuyendo.

El cuarto punto: debes tener algunas quejas, algunos problemas, pero no les prestarás atención. Si experimentas algún pequeño problema o dificultad, no le des tu atención. No estamos aquí por diversión.

* * *

Recientemente leí la historia de una monja china. Visitaba una aldea que tenía sólo unas cuantas casas; estaba sola, y mientras se iba haciendo de noche, se paró frente a todas las casas y les pidió a los aldeanos: “Por favor, déjenme quedar en una de sus casas”.

Ella era una extraña para ellos y, además, practicaba una religión diferente, así que los aldeanos le cerraron las puertas.

La aldea más próxima se encontraba muy lejos, y estaba oscuro, y ella estaba sola. Así que fue a pasar la noche en un campo y se durmió bajo un árbol de cerezas. A la mitad de la noche despertó; tenía frío y eso no le permitía conciliar el sueño. Miró alrededor y vio que todas las flores habían floreado; los árboles estaban cubiertos con flores. Y la luna había salido, y su luz era muy hermosa. Entonces experimentó un momento de inmensa dicha.

Por la mañana volvió a la aldea y le agradeció a la gente que se había rehusado a darle albergue por la noche. Cuando le preguntaron por qué, ella dijo: “Por su amor, por su compasión y amabilidad en cerrarme sus puertas anoche. Porque entonces pude experimentar un momento de increíble júbilo. Pude ver las flores de los cerezos abrir y a la luna en su gloria; vi algo que no había visto nunca antes. Si me hubieran dado abrigo, no lo hubiera visto. Fue entonces cuando me di cuenta de su amabilidad, la razón por la que me cerraron las puertas”.

*

Ésta es una manera de ver las cosas. Es posible que tú también te hubieras quedado sin refugio aquella noche y que te hubieras sentido enojado a lo largo de ella. Puede que hubieras sentido mucho odio, mucho coraje, hacia aquellas personas, y quizá no te hubieras percatado de las flores abriendo en el árbol de cerezas, y no hubieras visto a la luna salir y mucho menos hubieras experimentado un sentimiento de gratitud. Tú no hubieras experimentado ninguna de estas cosas.

Hay otra manera de relacionarse con la vida, y sucede cuando te sientes lleno de gratitud por cada una de las cosas de la vida. Y debes recordar, durante estos tres días, sentir gratitud por todo. Sentir gratitud por lo que recibes y no enfadarte por lo que no recibes. Éste es el fundamento de la gratitud. Es sobre esta base que la despreocupación y la simplicidad nacen dentro de ti.

Para resumir, me gustaría decir que en estos tres días deberás tratar incansablemente de ir a tu interior, meditar y mantenerte en silencio. En este viaje se necesita una firme resolución. La conciencia mental donde todos los procesos mentales sólo tienen lugar en una pequeña parte; el resto de la mente permanecerá absorto. Si dividiéramos la mente en diez partes, la conciencia mental sería sólo una parte; las otras nueve serían la inconsciencia mental. Nuestro pensamiento y nuestro razonamiento sólo tomarán lugar en una parte; el resto de nuestro cerebro no será consciente de ello. El resto de nuestro cerebro no sentirá nada al respecto. Cuando tomemos conscientemente la resolución de meditar, entraremos en el samadhi, la suprema felicidad; y la mayor parte de nuestro cerebro ignorará que hemos tomado esta resolución. Esta parte de la inconsciencia no nos respaldará en esta decisión. Pero, si no tenemos apoyo de ella, no tendremos éxito. Se necesita un determinado y consciente esfuerzo para obtener su soporte. Y ahora explicaré cómo hacer este esfuerzo consciente.

Cuando te despiertes, déjalo ser con determinación, y en la noche, cuando vayas a la cama, cuando estés acostado en tu cama, piensa acerca de tu decisión por cinco minutos y repítetela mientras te quedas dormido.

Me gustaría explicar este ejercicio que ayuda a llegar a ser determinado y que lo practicaras de aquí en adelante en tu vida normal. Mientras lo explico, con esta resolución, toda tu mente, tu conciencia y tu inconsciencia, deciden: “Voy a estar en silencio, estoy decidido a experimentar la meditación”.

La noche en que Buda Gautama alcanzó la iluminación, se sentó bajo su árbol de bodhi y dijo: “No me levantaré de este lugar hasta que esté iluminado”.

Puedes pensar: “Pero ¿qué es esa conexión? ¿Cómo no levantarse lo iba a ayudar a alcanzar la iluminación?”. Pero la decisión “no lo haré...” se diseminó por todo su cuerpo, ¡y no se levantó hasta que no llegó a ser un iluminado! Sorpresivamente, él se convirtió en iluminado esa misma noche. Y él lo había estado intentando por seis años, pero nunca antes lo había hecho con esta intensidad.

Te daré un pequeño ejercicio para intensificar tu determinación. Haremos este ejercicio aquí y también por la noche, antes de ir a dormir.

Si exhalas completamente y te detienes para inhalar, ¿qué pasará? Si yo exhalo por completo y entonces tapo mi nariz y no inhalo, ¿qué pasará? Durante un tiempo, todo mi ser se esforzará por inhalar. ¿No gritarán por aire los poros de mi cuerpo y mis millones de células? Mientras más trate de contener mi respiración, el profundo anhelo de respirar se va a esparcir por mi mente inconsciente. Mientras más contenga mi respiración, el más recóndito lugar de mi ser me va a pedir aire. Y si la contengo todavía más, todo mi ser me va a demandar aire. Ahora bien, ya no es un simple deseo, la superficie no será la única que se vea afectada. Ahora se ha convertido en una cuestión de vida o muerte; ahora, las más profundas capas, las capas que se encuentran debajo, también están demandando más aire.

En ese momento, cuando alcanzas el estado donde todo tu ser se está muriendo por aire, debes repetir para ti mismo: “Estoy experimentando la meditación”. En ese momento, cuando tu vida está demandando aire, debes repetir este pensamiento: “Permaneceré en un estado de silencio. Ésta es mi decisión: experimentaré la meditación”. En este estado, tu mente debe repetir este pensamiento; tu cuerpo te pedirá aire y tu mente repetirá este pensamiento. La fuerte demanda de aire, la más profunda decisión entrarán en ti. Y todo tu ser se verá en aprietos, y tú repetirás esta oración; entonces, la fuerza de tu decisión aumentará muchas veces más. De esta forma, alcanzará tu mente inconsciente.

Tomarás la decisión todos los días antes de tu diaria meditación, y por las noches, antes de irte a dormir. Repite esta oración y después ve a dormir. Cuando te estés quedando dormido, también dejarás sonando constantemente en tu mente: “Experimentaré la meditación. Ésta es mi decisión. Me quedaré en silencio”.

Esta decisión continuará sonando en tu mente de tal forma que no se dé cuenta cuando te estés quedando dormido. Cuando estás dormido, tu mente consciente permanece inactiva y las puertas se abren para la mente inconsciente. Si tu mente repite esta idea una y otra vez mientras tu mente consciente está inactiva, entonces puede entrar a tu subconsciente. Y en este tiempo verás cambios significativos; incluso, los verás en estos tres días. Así que ahora trata de entender el método por el cual vas a fortalecer tu decisión.

Éste es el camino que hay que tomar: lentamente toma respiraciones profundas llenando todo tu ser, llenando tus pulmones tanto como te sea posible. Cuando hayas inhalado lo más que puedas, mantén el pensamiento: “Voy a experimentar la meditación”, y continúa repitiendo la oración. Entonces exhala hasta que sientas que ya no hay más aire que exhalar. Pero aquí está, lanza eso fuera y repite la oración. Ahora sentirás que no hay absolutamente más aire que soltar, pero todavía habrá: lánzalo fuera. No tengas miedo: nunca exhalarás completamente. Esto es porque, cuando sientes que no hay más aire en ti que dejar ir, siempre hay más, así que trata de exhalarlo. Exhala tanto como puedas, y continúa repitiendo: “Voy a experimentar la meditación”.

Es un fenómeno extraño: a través de esto un proceso de pensamiento se activa en tu mente inconsciente. Una intensa determinación surgirá y tú estarás listo para ver sus efectos mañana, así que tienes que tomar tu resolución con fuerza. Empezaremos el experimento esta tarde, antes de dejar este lugar. Lo harás en cinco pasos; esto es: debes inhalar y exhalar cinco veces y repetir el pensamiento en tu interior cinco veces. Si alguien tiene problemas de corazón o cualquier otro problema, no lo hagan con mucho vigor, háganlo suavemente. Háganlo tan gentilmente como les sea posible, no se incomoden.

He hablado acerca de la voluntad de la experiencia. Debes practicarla cada noche durante tres días antes de dormir. Recostado en tu cama, repite la oración mientras te quedas dormido gradualmente. Si sigues este proceso diligentemente y tu voz alcanza la inconsciencia, el resultado es fácil de inducir e inconfundible.

Quise hablar de algunas cosas hoy, y espero ya hayas entendido los puntos que son relativamente importantes. Como te he dicho, no debe haber conversación. Naturalmente, no leerás el periódico u oirás la radio, porque eso es también un tipo de conversación.

Cuando dije que deberás mantenerte en silencio y solo... lo que significa que deberás evitar la compañía de la gente tanto como puedas. Excepto cuando nos reunamos aquí o cuando comamos... Pero también entonces deberás permanecer tranquilo y en silencio. Debe haber completo silencio, como si no estuvieras ahí del todo. Cuando vengas a meditar, también vendrás en silencio. Verás los resultados de estos tres días en silencio. Cuando camines por la calle, sé silencioso; cuando te sientes, te pares, camines alrededor, sé silencioso. Y trata de estar solo la mayor parte del tiempo. Encuentra un lugar hermoso y siéntate ahí en silencio. Y si ahí hay alguien contigo, esa persona también deberá permanecer en silencio; no hables, de otro modo, desperdiciarás la montaña, desperdiciarás la belleza. No verás lo que es bueno, que se encuentra frente a ti. Destruirás todo con tu plática. Permanece solo.

 

Quise mencionar algunas cosas hoy que son importantes para todos. Si no hay sed en ti, y parece que no habrá manera de despertar tu sed, entonces, habla conmigo de esto mañana. Déjame saber si no estás muy esperanzado contigo y no sientes que podrás tener fe, o si encuentras difícil fortalecer tu determinación y sientes que no puedes meditar. Así que mañana podrás preguntarme acerca de las dificultades que crees enfrentarás durante los próximos tres días. De modo que no perderemos el tiempo después.

Si tienes problemas personales, algún dolor o alguna pena de la cual desees deshacerte o que creas que pueda impedirte meditar, o si experimentas alguna dificultad mientras meditas, recuerda esto: puedes hacer tu pregunta por separado. Esto no será para todos; esto será para ti individualmente, siguiendo el procedimiento por separado. Y, cualquiera que sea tu problema, sé claro acerca de él mañana por la mañana, y así estarás preparado para los siguientes tres días. Quise señalar estas pocas cosas.

Tienes que mantener un punto de vista individual. Y mañana empezaremos con lo que tenemos que hacer; mañana empezaremos el trabajo real.

*

Ahora nos sentaremos separados, el salón es lo suficientemente grande, así que nos podemos dispersar por todo el lugar, y tomaremos nuestras resoluciones antes de irnos de aquí.

No violentamente, muy despacio, despacio llena tus pulmones completamente. Cuando llenes tus pulmones, repítete: “Voy a experimentar la meditación”. Repite esta frase. Entonces, cuando los pulmones estén llenos al máximo, mantén la respiración por un momento, repite la frase. Quizá estés nervioso, sentirás que quieres exhalar, pero continúa conteniendo la respiración y repite la oración. Entonces, lentamente, comienza a exhalar, repitiendo, otra vez, la frase. Continúa exhalando y repitiendo la oración. Cuando te sientas absolutamente vacío, abraza este vacío. No inhales todavía, y continúa repitiendo la frase tanto como puedas. Entonces, lentamente comienza a inhalar. Una ronda más de inhalación con exhalación. Cada uno deberá seguir este proceso lentamente, paso a paso.

Después de hacerlo cinco veces, pon derecha tu espalda, respira lentamente, siéntate en silencio y relájate por cinco minutos. Haremos este ejercicio por diez minutos y entonces, cada uno abandonará este lugar silenciosamente. Recuerda, no hablarás, y esto de ahora en adelante. El campamento de meditación comienza ahora. Cuando vayas a la cama, repite este ejercicio de cinco a siete veces; tantas como te sean confortables; luego, apaga la luz y duerme. Quédate dormido pensando: “Estaré en silencio, éste es mi propósito”. Y, cuando el sueño te envuelva, este pensamiento permanecerá contigo.

Cuando hayas terminado de hacer cinco veces el ejercicio, permanece tranquilo por un momento y respira lentamente. Ahora, mantén tu espalda derecha. Relaja tu cuerpo. Tu espalda está derecha y tu cuerpo relajado. Cierra tus ojos. Tranquilamente, toma una respiración profunda y, mientras lo haces, repite cinco veces: “Voy a experimentar el silencio. Voy a experimentar la meditación. Estoy determinado, voy a experimentar la meditación”. Haz este juramento con todo tu ser, que entrarás en meditación. Deja que todo tu ser resuene con él. Esto deberá alcanzar cada una de las profundas capas de tu conciencia.

Después de hacerlo cinco veces, muy lentamente, relajadamente, siéntate, pon derecha tu espalda y respira pausadamente. Exhala lento y continúa observando tu respiración. Descansa por cinco minutos. Durante este descanso, la resolución que has tomado se hundirá profundamente en ti. Toma la resolución cinco veces, luego, siéntate tranquilamente, observa tu respiración por cinco minutos y toma aire despacio.

Capítulo 2 · Comienza con el cuerpo

Mis muy amados:

Anoche hablé acerca de cómo crear los fundamentos para meditar desde tu interior. Mi acercamiento a la meditación no se basa en las escrituras ni en ningún libro sagrado o escuela de pensamiento. Yo sólo he hablado de los senderos que he caminado y en los cuales he aprendido, al ir hacia mi interior. Es por ello que digo que esto no es sólo teoría. Y cuando te invito a intentarlo, no tengo duda de que también tendrás éxito y encontrarás lo que has anhelado. Ten por seguro que sólo he hablado acerca de lo que he experimentado.

He tenido que atravesar un periodo de intensa angustia y sufrimiento. He atravesado una etapa de prueba y error, y durante esa época he luchado por ir a mi interior. Me he esforzado constantemente para recorrer todos los caminos, todos los senderos en esta dirección.

Esos días fueron muy dolorosos, llenos de angustia y sufrimiento. Pero, me esforcé constantemente, y por este esfuerzo, como cuando una gran cascada está cayendo de una gran altura y la continua corriente mueve incluso las rocas, de la misma manera que una cascada, con esfuerzo continuo, en algún lugar encontré una salida. Y hablaré sólo de los métodos por los cuales encontré esa salida.

Y puedo decirte, con absoluta confianza y seguridad, que si lo intentas con este método, el resultado está garantizado absolutamente. Por un tiempo hubo dolor y pesar, pero ahora no hay más dolor y pesar en mi interior.

Ayer alguien me preguntó: “La gente te hace preguntas acerca de muchos de sus problemas, ¿te hacen sentir afligido?”.

Le dije: “Si el problema no es tuyo, entonces no puedes afligirte por él. Si el problema es de alguien más, entonces no hay aflicción al respecto. La aflicción comienza cuando tomas el problema como tuyo”.

En este sentido, no tengo problemas. Pero he experimentado una forma diferente de tristeza: he visto que mucha gente alrededor mío parece sentir mucho dolor, quienes tienen muchos problemas, y siento que su dolor y sus problemas pueden ser fácilmente eliminados porque tienen sencillas soluciones. Siento que si tocan la puerta, la puerta se abrirá muy fácilmente. Y aún así, permanecerán parados frente a ella, llorando. Es entonces cuando experimento un diferente tipo de angustia y sufrimiento.

Ésta es una pequeña historia Parsi:

* * *

Un hombre ciego y su amigo cruzaban el desierto. Ellos viajaban hacia lugares diferentes, pero sus caminos se unían, así que el hombre que veía le pidió al ciego que se uniera a él. Estuvieron juntos por unos días y su amistad profundizó durante ese tiempo. Una mañana, el hombre ciego se levantó más temprano que su amigo y buscó su bastón. Era de noche en el desierto y hacía mucho frío, porque era invierno. No encontró su bastón, pero había una víbora rígida por el frío, así que el hombre ciego la recogió y agradeció a Dios diciendo: “Había perdido mi bastón, pero ahora me has dado uno mejor: uno liso”. Él agradeció a Dios y dijo: “Eres muy compasivo”.

Entonces, movió a su amigo con el bastón para despertarlo, diciendo: “Levántate, es de mañana”.

Cuando el amigo se despertó y vio la serpiente, se asustó y dijo:

—¿Qué tienes en tu mano? ¡Arrójalo inmediatamente! ¡Es una serpiente, es peligrosa!

El hombre ciego respondió:

—Amigo, en un ataque de celos estás llamando serpiente a mi hermoso bastón. Quieres que lo arroje para que puedas recogerlo; puedo ser ciego, pero no soy estúpido.

Su amigo replicó:

—¿Estás loco? ¿Te has vuelto loco? ¡Arrójala inmediatamente! ¡Es una serpiente y es peligrosa!

Pero el hombre ciego dijo:

—Has estado conmigo durante muchos días y no te has dado cuenta de lo listo que soy. Perdí mi bastón y el Todopoderoso me ha dado otro hermoso bastón, y ahora tú estás tratando de hacerme tonto diciéndome que es una serpiente.

El hombre ciego, en su enojo, pensó que su amigo estaba celoso y lo envidiaba, así que siguió por su propio pie. Después de un rato, el sol salió y la serpiente entró en calor y volvió a la vida. Ya no tenía frío y mordió al hombre ciego.

*

El dolor del que les he hablado es el mismo que debió sentir el amigo del hombre ciego. Como él, yo siento dolor por las personas que me rodean. Ellos tienen una serpiente en sus manos, no un bastón, pero si se los digo, ellos se preguntan si los celos me están llevando a decirles eso. Y no estoy hablando de alguien más, estoy hablando de ti.

No pienses que estoy hablando de la persona sentada al lado tuyo; estoy hablando sólo de ti. Y puedo ver serpientes en tus manos; aunque parezca un bastón, no ayudará; no es un bastón. Pero no quiero que abandones el sendero. No quiero que pienses que, celoso, estoy tratando de arrebatarte tu hermoso bastón, así que no le llamaré serpiente. Lentamente, lentamente, estoy tratando de hacerte entender que a lo que te aferras es algo equivocado.

Y, de hecho, ni siquiera estoy diciendo que a lo que aferras es equivocado. Todo lo que estoy diciendo es que hay algo mejor a lo cual prenderse. Hay una inmensa alegría que sentir, hay una gran verdad en la vida que entender. A lo que ahora te aferras puede llévate a tu destrucción.

En lo que empleamos nuestra vida finalmente nos destruye, destruye nuestra vida entera. Y cuando toda nuestra vida ha sido destruida, cuando toda nuestra vida está acabada, hay sólo un dolor y una pena que el hombre sufre en el momento de la muerte, y es el arrepentimiento por la pérdida de una vida muy valiosa.

Así que hoy, la primera cosa que me gustaría decir es que la sed de la que hablé anoche surgirá sólo cuando veas, cuando te des cuenta de que la vida que ahora vives es equivocada. Esa sed llegará a ti sólo cuando te des cuenta de que el estilo de vida que llevas justo ahora es totalmente erróneo, no tiene sentido. ¿Es esto una cosa difícil de entender? ¿Y sabes con certeza que lo que has recogido hasta ahora no tiene ningún valor? ¿Sabes a ciencia cierta si con lo que has acumulado conocerás la inmortalidad? Con todo los esfuerzos que has hecho en todas direcciones, ¿realmente sabes si no has construido sólo castillos de arena o si hay alguna base sólida en ellos? Piensa en ello; contémplalo.

Cuando empiezas a reflexionar y a cuestionar la vida, comienza a surgir la sed. De la contemplación surge una sed por la verdad. Sólo unos pocos reflexionan acerca de la vida, muy pocos. La mayoría de la gente vive su vida como si fuera madera a la deriva, flotando en un río: sólo se mantiene flotando y va hacia donde el río la lleve. Si el río la lleva hacia la orilla, flota hacia la orilla; si el río la lleva al centro de la corriente, flota hacia el centro de la corriente, como si no tuviera una vida, un destino que le pertenece. La mayoría de nosotros vivimos la vida como si fuésemos un trozo de madera flotando en un río, vamos hacia donde el tiempo y las circunstancias nos lleven.

Pensar sobre la vida y su propósito te ayudará a encontrar una dirección: si debes vivir la vida de un trozo de madera flotando en el río, si debes vivir como una hoja seca que vuela a donde el viento la lleve o si debes ser un individuo, una persona, una persona pensante, alguien que ha tomado dirección de su vida, alguien que ha decidido en quién quiere convertirse y en quién debe ser, alguien que ha tomado su vida y su desarrollo en sus propias manos.

La más grande creación del hombre es él mismo; su más grande creación será su autorealización. Cualquier otra cosa que cree no será de mucho valor. Será como dibujar una línea en el agua. Pero lo que cree dentro de sí mismo será como esculpir una piedra; nunca podrá ser borrada; permanecerá con él para siempre.

 

Así que piensa en tu vida. ¿Eres un trozo de madera flotando en el río? ¿Eres una hoja muerta recogida por el viento y volando por donde él la lleva? Si reflexionas sobre esto, verás que eres simplemente como un trozo de madera flotando y verás que has estado volando por ahí como una hoja muerta que fue recogida de la tierra por el viento, llevándola hacia donde sopla. Justo ahora las calles están cubiertas por estas hojas. ¿Has hecho conciencia del crecimiento de tu vida o sólo has sido empujado por el viento? Y si sólo has sido empujado por el viento, ¿has llegado a algún lado? ¿Alguno de ustedes ha llegado a algún lado de esta manera? Si no se escoge conscientemente una meta en la vida, no se llega a ninguna parte. La sed por una meta consciente surgirá en ti sólo si piensas en ella, si reflexionas en ella, si meditas en ella.

Debes haber escuchado esta historia acerca de Buda. Esta historia es acerca de cómo Buda renunció a su vida, acerca de cómo se convirtió en un asceta y cómo el deseo de la verdad surgió en él. Es una historia muy famosa y llena de significado.

* * *

Cuando Buda nació, a sus padres les dijeron que un día su hijo se convertiría en un gran rey, en un emperador o en un gran monje. De esta manera, su padre arregló todo para que Buda nunca experimentara pena y nunca tuviera el deseo de renunciar a su vida. Construyó para su hijo un palacio lleno del arte y de las artesanías de aquella época, y con todo tipo de lujo, jardines...

Había diferentes palacios, uno para cada estación, y dio instrucciones a todos los sirvientes de que Buda jamás debería ver una flor marchita, de tal manera que no pudiera llegar a saber que la flores mueren y la pregunta: “¿Quizá yo también moriré?”, nunca llegara a él. Así que durante la noche, todas las flores marchitas deberían ser retiradas del jardín. Todo árbol débil debería ser arrancado y retirado. Sólo se permitía que gente joven lo rodeara; no era permitido que la gente vieja entrara, porque Buda podría pensar: “El hombre envejece... Un día quizá yo también envejeceré”.

Hasta que se convirtió en un joven, no supo nada acerca de morir. Él nunca escuchó nada acerca de la muerte. Se le mantuvo totalmente ignorante acerca de la gente que moría en su villa, así que nunca pensó: “Si la gente muere, entonces quizá yo también moriré algún día”.

Estoy tratando de explicar el significado de la contemplación. Contemplar significa reflexionar en todo lo que pasa a tu alrededor. Si la muerte está pasando frente a ti, entonces contemplarás si esto también te pasará a ti.

El padre de Buda trató de prevenir de todas las formas posibles este tipo de contemplación en su hijo —y yo quiero que tú hagas todo lo posible por que esta contemplación surja en ti—. El padre hizo todo lo que pudo para prevenir que Buda pensara; pero aun así, esto pasó.

Un día, Buda salió y vio a un hombre anciano caminando en la calle. Le preguntó a su ayudante:

—¿Qué le pasó a este hombre? ¿Otras personas se ven también cómo él?

El ayudante dijo:

—No puedo mentirte, todos envejeceremos como él algún día. Buda inmediatamente preguntó:

—¿Yo también?

El ayudante dijo:

—Mi señor, no puedo mentirte, nadie está exento.

Buda dijo:

—¡Llévame de regreso al palacio! Ahora entiendo que también me haré viejo. Si esto va pasar mañana, entonces, no queda nada.

Esto es lo que yo llamo contemplación. Pero el ayudante dijo:

—Vamos al festival de la juventud; toda la villa estará esperando por ti. Vamos.

Buda dijo:

—No tengo deseos de ir. El festival de la juventud no significa nada, porque todos envejeceremos algún día.

Ellos anduvieron un poco más y vieron la procesión de un funeral. Buda preguntó:

—¿Qué es esto? ¿Qué está haciendo esta gente? ¿Qué cargan en sus hombros?

El ayudante titubeó al contestar. Dijo:

—No debería decirte, pero no puedo mentirte. Este hombre ha muerto, él ha muerto y esta gente se lo está llevando.

Buda preguntó:

—¿Qué es morir?

Por primera vez se enteró de que la gente moría. Buda dijo: —Ahora no tengo deseo de ir; ¡llévame de regreso inmediatamente! No es este hombre quien ha fallecido; más bien, yo he muerto.

*

Esto es lo que yo llamo contemplación. Un hombre ha logrado hacer contemplación cuando entiende que lo que le ha pasado a alguien más también le puede suceder a él algún día. La gente que no entiende lo que está sucediendo alrededor de ella está ciega y, de alguna forma, todos estamos ciegos. Ésta es la razón por la que te he contado la historia del hombre ciego que llevaba una serpiente en su mano.

Así que la primera cosa que debes hacer —y es muy importante— es observar todo lo que sucede a tu alrededor, y, a través de ello, la comprensión surgirá en ti. Por lo tanto, la primera cosa, la más importante cosa que debes hacer, será observar todo alrededor tuyo. A través de esta observación, la búsqueda surgirá en ti, una pregunta surgirá, y esto a su vez dará lugar a la sed por una verdad superior. He sufrido mucho dolor. Cuando el dolor se sosegó fue cuando comencé a ver los pasos del sendero. Ahora quiero hablar del primer paso de este sendero.

He llegado a entender que dos cosas son necesarias si quieres alcanzar la conciencia suprema, a la divinidad, a tu ser interior. Una es la circunferencia, la circunferencia de la meditación. La otra cosa importante es el centro de la meditación: la circunferencia de la meditación y el centro de la meditación, o puedes llamarlos el cuerpo de la meditación y el alma de la meditación. Hoy voy a hablar sobre la circunferencia de la meditación, mañana hablaré sobre el alma o el centro, y pasado mañana lo haré sobre los frutos de la meditación. Sólo estas tres cosas: la circunferencia de la meditación, el centro y los frutos de la meditación. En otras palabras, el fundamento de la meditación, la meditación en sí misma y su culminación.

El fundamento de la meditación involucra sólo tu periferia, y la periferia de tu personalidad es tu cuerpo. Por consiguiente, la periferia de la meditación se refiere sólo al cuerpo. Así que el primer paso hacia la meditación comienza con tu cuerpo. Así que recuerda, cualesquiera que hayan sido los pensamientos negativos que hayas tenido por tu cuerpo que otra gente te haya grabado en ti, tíralos. El cuerpo es sólo un instrumento tanto en el mundo material como en el espiritual.

El cuerpo no es un enemigo ni un amigo; es sólo un instrumento que puedes usar para hacer el mal o que puedes usar para hacer el bien. A través de él puedes relacionarte con el mundo material o puedes relacionarte con lo supremo. El cuerpo es sólo un instrumento. No guardes ideas equivocadas sobre él. La gente suele creer que el cuerpo es nuestro antagonista; esto es inmoral, esto es nuestro enemigo y es necesario que sea suprimido. Te digo que esto está equivocado: el cuerpo no es ni un enemigo ni un amigo; es lo que hagas de él. Ésta es la razón por la que el cuerpo es tan misterioso, tan extraordinario.

En el mundo, siempre que algo malo haya pasado, ha pasado por medio del cuerpo, y siempre que algo bueno haya pasado, ha pasado por medio del cuerpo. El cuerpo es sólo el medio, el instrumento.

Así que para la meditación es necesario empezar poniendo atención en el cuerpo, porque no puedes continuar sin, primero, poner este instrumento en orden. Si el cuerpo no está en la condición correcta, no puedes seguir. Así que el primer paso es purificar el cuerpo; mientras más puro esté el cuerpo, más fácil será ir a tu interior.