Operaciones culturales, riego y fertilización. AGAH0108

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4.Laboreo

El laboreo o labrado del terreno consiste en la acción de remover la capa superficial del suelo.

Cuando hablamos de agricultura, en el suelo pueden distinguirse varias capas, las cuales básicamente son tres: la capa superficial, que ocupa una profundidad de entre 5-20 centímetros, el subsuelo, que ocupa una profundidad de hasta 100-150 centímetros y finalmente la capa conocida como roca madre que es la capa más profunda y carece de nutrientes e interés para la agricultura.


Nota

El laboreo en los cultivos hortícolas y de flor cortada se lleva a cabo en la capa superficial del suelo.

Una de las exigencias a tener en cuenta a la hora de realizar algún cultivo es que el suelo en su capa más superficial debe cumplir una serie de características como son que debe estar suelto, mullido, aireado y con una gran capacidad de que el aire y el agua penetren en él.

Si el suelo más superficial no tiene las mencionadas características difícilmente se podrán llevar a cabo cultivos en condiciones óptimas para que sea rentable y productivo.

Las tareas de preparación superficial del terreno se vienen realizando desde la antigüedad, y desde entonces lo que ha cambiado ha sido la maquinaria y el modo de realización de las tareas, con el avance de las nuevas técnicas agrícolas, pero realmente la labor propiamente dicha sigue consistiendo en deshacer o romper el suelo, haciéndolo más “esponjoso” y menos compacto.

La finalidad de realizar el laboreo es favorecer que crezcan y se desarrollen los cultivos en general. Con el labrado del suelo se pueden obtener los siguientes beneficios:

Favorecer su estabilidad y estructura

Mejorar sus propiedades físicas (temperatura, humedad y capacidad de aireación).

Aumentar la profundidad y cantidad de raíces de la planta.

Eliminar la presencia de malas hierbas.

Preparar lechos de siembra muy favorables a la germinación de las semillas.

Utilizar mejor el agua de lluvia, ya que limita la escorrentía.

Aprovisionar más regularmente el agua a la planta.

Activar la vida microbiana, con lo que se movilizan más los elementos nutrientes y fertilizantes.

Por todas estas ventajas, se aumenta el potencial de productividad del suelo. Para llevar a cabo correctamente el labrado del terreno o laboreo hay que tener en cuenta una serie condicionantes como son:

Una vez realizado el labrado se ha de mantener el orden de las capas del suelo. Hay que mullir, y no mezclar ni voltear las distintas capas.

El suelo ha de ser labrado en tempero, esto es ni demasiado seco, ni demasiado húmedo. Este tempero se obtiene cuando la tierra de cultivo no se queda pegada a las herramientas y aperos.

Las épocas de realización del labrado dependen de varios factores, así que el calendario de realización de esta tarea será muy distinto, en algunas ocasiones, de un cultivo a otro, pero siempre se realizará teniendo en cuanta una serie de condicionantes como son:

Tipo de cultivo. Ya que hay algunas especies de plantas que toleran más que otras que el suelo no esté labrado. Por ejemplo todas las plantas cuya parte comestible está enterrada (patata, ajos, cebolla, rábano, etc.) necesitan para crecer óptimamente que el suelo esté mucho más suelto que otros cultivos de plantas arbustivas como el pimiento o el tomate.

Estado de crecimiento del cultivo. Cuando la planta es pequeña necesita el suelo más suelto y aireado que cuando es mayor o adulta, ya que las raíces tienen menos fuerza.

Meteorología. En los cultivos al aire libre, las operaciones culturales se realizan teniendo en cuenta la meteorología, para aprovechar las condiciones más favorables a la tarea a realizar. En el caso del laboreo se suele aprovechar los días previos a que se produzcan lluvias para así preparar el terreno y favorecer la entrada del agua.

Otras operaciones culturales. El laboreo se combina con el resto de tareas que hay que hacer en la explotación. Por ejemplo se lleva a cabo antes de regar con algún fertilizante líquido disuelto en el agua para permitir su la absorción de la solución nutritiva. También se lleva a cabo para facilitar la incorporación de materia orgánica, ya sea en forma de fertilizante natural (estiércol, compost, humus, etc.) o artificial como abonos químicos sólidos. Igualmente se realiza el laboreo para ayudar a la incorporación de algunos productos fitosanitarios como insecticidas, fungicidas, etc.


Importante

Para conseguir un labrado óptimo el suelo ha de ser estar en tempero, ni demasiado seco, ni demasiado húmedo.

Aparte de estos condicionantes, hay una serie de recomendaciones generales como son:

En las tierras arcillosas es preferible dejar los terrones grandes cuando la labor se realice en otoño, excepto si se les ha aportado algún abono verde. En este tipo de tierras es preferible dejar todo el invierno los terrones al aire libre, para que los agentes meteorológicos (lluvia, viento, y temperaturas) actúen sobre ella.

Las tierras ricas en materia orgánica y humus, con abundancia de microorganismos y lombrices deben trabajarse más en otoño y primavera.

Las tierras arenosas o limosas hay que trabajarlas más en primavera, para mejorarlas de la acción climática a la que han sido sometidas en invierno (frío, lluvias, etc.)


Nota

En tierras arenosas el laboreo se lleva a cabo con menos esfuerzo que en el resto de zonas, al no estar el suelo tan compacto.


Aplicación práctica

En una explotación hortícola necesitan hacer un laboreo general del terreno. El suelo se encuentra mojado tras haber llovido. Es el día 1 del mes. Las predicciones meteorológicas son ausencia de lluvias para los próximos 10 días, en que comenzará a llover. ¿Qué día del mes será el más idóneo para llevar a cabo el laboreo teniendo en cuenta que se tarda dos días (48 horas) en hacer todo el trabajo? Razona tu respuesta.

SOLUCIÓN

Lo mejor es esperar a que el terreno se seque y se ponga a tempero, ni demasiado seco ni demasiado húmedo. Como no hay predicción de lluvias cercanas, conforme vayan transcurriendo los días se observará el terreno hasta que se encuentre en un estado óptimo. Dependiendo del tipo de suelo, pasarán más o menos días. Se puede esperar hasta dos tres días antes del que esté previsto para llover, es decir, esperar como mucho hasta el día 7 u 8 del mes.

El labrado del terreno está íntimamente relacionado con otra operación cultural como es la siembra, y además esta última es una de las tareas más delicadas de todas las que se realizan en agricultura, junto a la labor de injertar. El labrado para preparar el lecho de siembra ha de llevarse a cabo siempre teniendo en cuenta:

El tipo de terreno existente, para usar la maquinaria adecuada y aportar o no enmiendas en caso necesario.

La especie vegetal que se va a cultivar, para preparar la tierra acorde al tamaño de la semilla o plántula.

El área geográfica, para conocer el clima que tendrá la planta o semilla durante su fase de nascencia, y enraizamiento.

Labrar el suelo se puede hacer de forma manual, con una herramienta, o de forma mecánica, mediante el uso de aperos agrícolas que se conectan a un tractor.

 

Manualmente puede hacerse con varias herramientas como son la horca, la azada (azadón, azadilla), la binadora, la escardilla, etc.



Distintos tipos de azadas

Normalmente el laboreo manual se realiza sobre la tierra que está más cercana a las plantas cultivadas, ya que es más difícil acceder a esa zona con la maquinaria, o si lo hace puede causar daños a las plantas.

Esta zona de tierra es más o menos extensa según el cultivo, y suele estar entre 10 y 25 centímetros desde el tallo central.



Actividades

1.Averigua si la palabra “cavar” está relacionada con el laboreo.

2.Busca información sobre las herramientas más antiguas relacionadas con la realización del laboreo.

También se realiza el laboreo manual en otras zonas de la explotación agrícola donde la maquinaria no puede acercarse mucho, como los elementos de instalaciones de riego, tuberías y cableados, arquetas, postes de vallado y entutorado de los cultivos, estructuras de invernaderos, etc.

Para ejecutar el laboreo mecánico en su capa más superficial se pueden usar varios tipos de aperos. Con el uso de estos aperos se va a conseguir obtener un suelo esponjoso, suelto y arenoso.

A veces, la graduación o el uso de un tipo u otro de accesorio dentro del mismo apero podrán realizar una labor más o menos profunda en el suelo o con uno u otro objetivo.

Para optimizar el trabajo, en muchas ocasiones, se recurre al uso conjunto de dos o incluso más aperos, por lo que todos los que usan en este tipo de labores están relacionados entre sí.

Para el laboreo del suelo se pueden usar los siguientes aperos:

Gradas.

Rodillos.

Rotocultivadores.

Cultivadores.

Vibrocultivadores.

Las gradas que se usan para este tipo de labores pueden ser de dos tipos: de disco o de dientes.

Las gradas de dientes a su vez pueden ser de diente rígido o de diente flexible.


Grada de dientes

Las gradas de disco son usadas con la finalidad de eliminar restos vegetales y dejar el terreno en condiciones para sembrar. En algunas ocasiones se usa para cubrir las semillas, sobre todo cuando se siembra a voleo.


Grada de discos

Las gradas pueden llevarse arrastradas o suspendidas por el tractor. En el primer caso van enganchadas a la barra del tractor y tiradas por el mismo, y en el segundo caso se usan en tractores que tienen elevador hidráulico y enganche de tres puntas.

Las gradas de dientes o púas se usan para el alisado y nivelado del suelo después de la labor de pase de arado. La grada de dientes remueve el terreno hasta una profundidad aproximada de 5 centímetros.

Los rodillos son equipos que están especialmente diseñados para trabajos relacionados con la presiembra, triturados y mezcla de rastrojos, restos vegetales y preparación de terrenos para siembra directa.

Un rodillo puede estar constituido por un elemento que va acoplado horizontalmente al avance del tractor, aunque en ocasiones son dos o tres rodillos que, cada uno de forma independiente, realizan el trabajo en un único tramo.

Existen muy diversos tipos de rodillos, de los cuales los más comunes son:

Esqueleto.

Liso.

Ondulado.

Cambridge.

Espiral.

Cultiipaker.

Discos.

Croskills.

Estrella.


Rodillo Croskill (©Fotografía: werktuigendagen Vía Web - CC BY-SA 2.0)


Rodillo Cultipaker (©Fotografía: Rasbak Vía Web - CC BY-SA 3.0)


Rodillo Cambridge (©Fotografía: Dirk Ingo Franke Vía Web - CC BY-SA 2.0)


Rodillo de discos (articulados) (©Fotografía: Evelyn SimakVía Web - CC BY-SA 2.0)

Los rotocultivadores o rotocultores o son aperos que trabajan accionados por la toma de fuerza del tractor.

Trabajan el suelo hasta una profundidad de 25-30 centímetros aproximadamente.

Crean un mayor desmenuzado y esponjado de la capa superficial de la tierra que los aperos que son arrastrados. Igualmente las malas hierbas y agregados quedan más mezclados y enterrados hasta la mitad inferior de la zona trabajada.

Pueden realizar caballones para sembrar, plantar y trasplantar. Un rotocultor puede combinarse con otros aperos como puede ser una sembradora o un rodillo, creando así lo que se conoce como un “tren de trabajo”, de manera que en la misma pasada del tractor se realizan varias labores, ahorrando así tiempo, trabajo y gastos.

Hay rotocultores de eje vertical y de eje horizontal.


Rotocultor horizontal

Los rotocultores horizontales más conocidos son las fresadoras. Popularmente está muy extendido el llamarle motocultor o rotavator.

Están formados por un rotor que va girando accionado por la toma de fuerza del tractor. El rotor lleva unas cuchillas con forma recta, curvas, de escuadra o retorcida.

Distintos rotores de rotocultor horizontal

Estas cuchillas son montadas en un plato o disco que se distribuye a lo largo del rotor. Cada uno de los discos monta un número comprendido entre cuatro y seis cuchillas.

Estas cuchillas pueden ser de cinco tipos:

Azadas en escuadra.

Azadas curvadas.

Cuchillas rectilíneas.

Formones.


Distintos tipos de cuchillas en rotocultores horizontales. a) Escuadra b) Curvada c) Recta d) Formón.

El apero tiene una caja de cambios que regula el giro del rotor. Este giro es en el mismo sentido que lo hacen las ruedas de tractor, de manera que el uso del apero no solo no entorpece el avance ni requiere de más arrastre del tractor, sino que ayuda a su avance.

La anchura de trabajo de los rotocultores puede ser de muy diversos tamaños, desde pequeños rotores de 80 centímetros hasta los más grandes que pueden llegar a los 3-4 metros en grandes extensiones.

Los rotocultores articulados tienen la ventaja de poder trabajar adaptándose al terreno, regulando su ancho de trabajo según el terreno lo permita o la disposición de las plantas los requiera.

Los rotocultores de eje vertical se conocen también como gradas rotativas.


Gradas rotativas

Estos rotocultores constan de una serie de rotores situados perpendiculares al suelo. Cada uno de estos rotores tiene dos o tres púas hacia abajo, de manera que gira sobre sí mismo arañando el suelo con las púas. Cada rotor gira en sentido contrario al rotor de al lado, llevando además entre las púas de cada uno un desfase. Las revoluciones de cada rotor, así como el sentido de giro se pueden regular para conseguir el efecto deseado, pudiendo así dejar la tierra más o menos suelta.

El rotocultor vertical, a la hora de fragmentar el suelo no es tan agresivo como el rotocultor horizontal. Provoca una mayor formación de tierra fina, ya que las partículas se rompen por la fricción a la que ven obligadas al romperse verticalmente. Esta tierra fina, al ser partículas pequeñas, se filtra hacia la parte interior del suelo.

Debido a la rotación de las púas en vertical, al ir avanzando va lanzando hacia la parte trasera del apero los terrones más grandes. Por lo tanto, el terreno queda con los terrones más grandes en superficie y la tierra fina enterrada.


Rotor con púas de gradas rotativas verticales

El uso de púas rotativas es muy recomendado para el enterrado y mezclado de fertilizantes sólidos con la tierra, así como para conseguir que las malas hierbas y maleza queden bien desmenuzadas, mezcladas y enterradas en el suelo.

Al igual que con el rotocultor horizontal se suele añadir al apero un rodillo, una sembradora u otro apero para conseguir la realización de varias tareas o labores al mismo tiempo. Además de reducir costes, se consigue evitar una mayor compactación del suelo, ya que se anulan varios pases de tractor.


Actividades

3.Busca información sobre los aperos que se empleaban antiguamente en la realización del laboreo.

4.Indica para que se usa el rotocultor.

 

5.Indica que diferencias hay entre cultivador y grada.

6.¿Qué apero tiene una caja de cambios?


Importante

Está muy extendió el uso de la palabra “motocultor” para identificar al rotocultor horizontal.


Aplicación práctica

Un agricultor ha realizado una labor profunda en una parte de la finca o parcela, y en otra parte de la misma además de esa labor profunda ha realizado una labor superficial. ¿Tendrán el mismo crecimiento las plantas en ambas parcelas?

SOLUCIÓN

No, ya que en la parte que solo ha realizado una labor profunda las semillas tendrán mucha más dificultad para germinar, nacer y enraizar al estar la capa superficial dura.


Aplicación práctica

Un agricultor dispone de cuatro aperos: rotocultor, gradas rotativas, rodillo y vibrocultor. Quiere realizar el laboreo con dos objetivos: enterrar fertilizantes y mezclar restos vegetales con el suelo. Indica cuantos aperos usará para cumplir esos dos objetivos. ¿Hay algún apero que no le sea necesario? Indica cual.

SOLUCIÓN

Tan solo tendrá que usar las gradas rotativas ya que ese apero realiza las dos funciones que desea. No tendrá que usar ni rotocultor ni rodillo ni vibrocultor.

Los cultivadores son aperos que están formados por brazos en cuyos extremos se colocan rejas, siendo estas de diversas formas, tipos y tamaños. Pueden emplearse en distintas labores, tanto antes como después de la siembra.


Cultivador

Según el tipo de reja, los tipos de cultivadores más usados son:

Regeneradoras de prado, de rejas estrechas y cortantes que se usan para airear el terreno.

Escarificadoras, que llegan a una profundidad de 15 centímetros, son robustas y se utilizan para disgregar el suelo.

Cavadoras, que son más anchas que las escarificadoras y se usan para suelos arcillosos y para los que contienen restos o elementos extraños.

Retorcidas, que se emplean para enterrar residuos.

Apocadoras, que forman caballones o surcos en el suelo.

Extirpadoras, las cuales se usan para cortar las raíces de las malas hierbas.


Existen cultivadores ligeros y pesados, los cuales se diferencian según la labor que vayan a realizar y el tamaño que tengan. Los ligeros se usan en todas las labores secundarias, es decir en labores superficiales y los pesados pueden usarse en labores de preparación profunda de suelos.

Las condiciones en que se encuentra el suelo van a determinar el uso del cultivador, ya que si está muy compacto se formarán terrones de gran tamaño, por lo que será necesario aplicar varias veces la labor en una misma zona.

Los vibrocultivadores trabajan a una profundidad de 10-15 centímetros y están formados por brazos flexibles en forma de “S”, que suelen ser de un tamaño menor que los que brazos del cultivador. Los brazos del vibrocultivador llevan una reja que puede ser distinta según el uso que vaya a realizar. Así tenemos:

Reja escarificadora, usada fundamentalmente para la preparación del lecho de siembra, así como para otros múltiples usos.

Reja ancha, usada para suelos duros y compactos así como para airear los suelos que están húmedos y así secarlos.

Reja doble, que son dos rejas muy estrechas de aproximadamente 0,5 centímetros con una separación entre si de 15 centímetros. Su uso es especial para preparar lechos de siembra de partículas muy finas.

El vibrocultivador se usa cuando el suelo está en unas buenas condiciones para ser penetrado. No es apto su uso cuando está compacto, duro o muy denso.


Vibrocultivador


Aplicación práctica

Un terreno tiene malas hierbas y el agricultor quiere eliminarlas de raíz. Si va a realiza esta labor con un cultivador ¿qué tipo de reja deberá usar?

SOLUCIÓN

La reja extirpadora, ya que es la más adecuada para esta labor.


Actividades

7.Indica cual es el uso del cultivador.

8.Explica que son rejas dobles.

9.Dibuja 6 tipos de rejas para el cultivador.

10.¿Qué se consigue cuando se usa la aporcadora para el laboreo?

11.¿Qué apero debemos usar para enterrar los residuos”?

El siguiente cuadro muestra cual es la finalidad que se persigue al realizar el laboreo y cual el apero más adecuado para llevarlo a cabo.


OBJETIVO DEL LABOREOREALIZAR CON
Aireado del sueloCultivadorVibrocultor
Disgregado del terrenoCultivadorVibrocultor
Secado de suelos húmedosVibrocultor
Corte de raícesCultivador
Preparado del terreno para la siembraRotocultorGradas rotativasRodillo
Enterrado de fertilizantesGradas rotativas
Triturado y mezcla de restos vegetales con el sueloGradas rotativas
Compactado del suelo excesivamente sueltoRodillo
Cubrición la semillaRodillo

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