Buch lesen: «Senderos museográficos de la UNAM»

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Senderos Museográficos

de la UNAM


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Dr. Enrique Graue Wiechers

Rector

Dr. Leonardo Lomelí Vanegas

Secretario General

Dr. Alberto Ken Oyama Nakagawa

Secretario de Desarrollo Institucional

Dra. Luisa Fernanda Rico Mansard

Coordinadora del Seminario Universitario de Museos y Espacios Museográficos (SUMyEM)

Senderos Museográficos

de la UNAM

Luisa Fernanda Rico Mansard


Universidad Nacional Autónoma de México

México, 2020


Catalogación en la publicación UNAM. Dirección General de BibliotecasNombres: Rico Mansard, Luisa Fernanda, autor.Título: Senderos museográficos de la UNAM / Luisa Fernanda Rico Mansard.Descripción: Primera edición | México : Universidad Nacional Autónomade México, 2020.Identificadores: LIBRUNAM 2083457 (impreso) | LIBRUNAM 2091363 (libro electrónico) | ISBN 978-607-30-3340-4 (impreso) | ISBN 978-607-3800-3 (libro electrónico).Temas: Universidad Nacional Autónoma de México – Museos | Museos universitarios – México.Clasificación: LCC AM23.A2.R53 2020 (impreso) | LCC AM23.A2 (libro electrónico) | DDC 069.0972—dc23

Este libro fue sometido a un proceso de dictaminación de pares académicos externos a la Secretaría de Desarrollo Institucional, de acuerdo con sus normas editoriales.

Senderos museográficos DE la UNAM

Pimera Edición Electrónica: 03 de noviembre de 2020.

D.R. © 2020, Universidad Nacional Autónoma de México

Ciudad Universitaria, Alcaldía Coyoacán, C.P. 04510, Ciudad de México

Secretaría de Desarrollo Institucional

Ciudad Universitaria, 8º. Piso de la Torre de la Rectoría

Alcaldía de Coyoacán, C.P. 04510, Ciudad de México

ISBN de la obra: 978-607-30-3800-3

Imagen de la página 21, tomada del libro: El mundo en imágenes, Juan Amós Comenio, 1994, 1a reimpresión.

Diseño de portada y Cronología: Karen de J. Lara Farías

Cuidados de la edición: Karla Zanabria Iturbide

Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

Hecho en México / Made in Mexico

Contenido

1ra. PARTE

Acercamientos

MUSEOS, GALERÍAS Y ESPACIOS MUSEOGRÁFICOS DE LA UNAM

Tres miradas para comprenderlos

Museos Universitarios

Trabajos previos

Influencias y contextos

Museo Nacional, patrimonio y universidad

Especialidades y trayectorias institucionales en la UNAM

Otros intentos

La UNAM al rescate de sus recintos históricos

Oferta expositiva de la UNAM

Registro de museos, galerías y espacios museográficos

Consideraciones finales

2DA. PARTE. MUSEOS DE LA UNAM. CRONOLOGÍA ILUSTRADA

3RA. PARTE TRAYECTORIA DE LOS MUSEOS DE LA UNAM

Usos, desusos y reúsos

4ta. PARTE. DIRECTORIO

FUENTES CONSULTADAS

SIGLARIO


1ra. Parte
Museos, galerías yespacios museográficosde la UNAM

Acercamientos

Trabajos anteriores nos han enseñado que escribir sobre la trayectoria de museos a partir de una mirada amplia e incluyente es una labor muy complicada, ya que no se puede seguir una sola línea de análisis, toda vez que son varios los elementos que se tejen y entretejen para dar vida y presencia a un museo que, hoy por hoy, forma parte de un mundo cultural cada vez más complejo y competitivo.

El circunscribirse a un solo aspecto museístico, como puede ser el inventario de colecciones, el montaje expositivo o el registro de exposiciones, conlleva a la exclusión de otros elementos clave para la vida de un museo. De igual forma, centrar el estudio del museo en sus contenidos temáticos –arte, historia, ciencias, etc.-, sería mucho más sencillo que lo que aquí intentamos hacer: abordar un conjunto de museos diversos que dependen de una institución superior que los arropa y promueve, como es el caso de los museos de la UNAM. Es precisamente esa diversidad temporal, espacial, temática, intencional y administrativa de los museos la que vuelve más complejo su estudio.

La dificultad no solo radica en la mirada con la que se quiera analizar un museo, sino que el propio museo es, en sí mismo, una institución muy compleja en cuanto a su organización y operatividad. Generalmente, el visitante común no percibe estas complejidades, ya que casi siempre va a apreciar el producto final: la exhibición y sus actividades complementarias, esperando que sean de su agrado. No obstante la visión limitada de la mayoría del público, debe señalarse que para que estas actividades se lleven a cabo exitosamente y atraigan la atención de los visitantes se debe a que un conjunto de especialistas trabajó de manera coordinada para lograr este fin.

En sí, la vida de un museo no se limita solo a su imagen externa, como las colecciones, las exposiciones, los montajes, las inauguraciones o la promoción de eventos, sino que va más allá del propio museo, buscando influir en sus públicos y en los contextos socioambientales del entorno en que se ubica.

La vida interna del museo es a la vez multi e interdisciplinaria, lo que lo convierte en un laboratorio donde se combinan actividades que van desde la concepción de una exposición y su ‘traducción’ a un lenguaje museográfico; el armado de curadurías; la elaboración de narrativas objetuales, textuales, visuales, auditivas…, para diferentes usos; la preparación de discursos diferenciados para distintas audiencias; la planeación de programas de gestión, hasta la construcción de sistemas de evaluación para probar la eficacia de una exposición o el impacto del museo en la comunidad.

Por consiguiente, desde el inicio del proyecto museológico se debe tener un panorama completo de todas las actividades a realizar, así como mucho cuidado y control para que cada una se lleve a cabo debida y oportunamente, en virtud de que están concatenadas y la falla de una puede alterar las otras o, incluso, el proyecto completo. Cada paso por dar debe estar basado en técnicas, metodologías y teorías bien fundamentadas, y cada uno debe ser registrado y documentado con detalle, a fin de no perder la memoria histórica de la museografía de la institución, poder utilizar la información en actividades semejantes y, entre otros, evitar errores posteriores.

Algunos campos de conocimiento tradicionales, como arquitectura, diseño, pedagogía, psicología, comunicación, historia, administración, han abonado el trabajo en los museos, de tal manera que el museo actual cuenta con múltiples y variados referentes teóricos y metodológicos. Pero no solo eso, ya que el museo también ha creado sus propias teorías, técnicas y metodologías que actualmente se reflejan en áreas como documentación museística, museopedagogía, diseño museográfico, estudios de público de museos, evaluación en museos, museología histórica, entre muchas más, que han contribuido al campo de la Museología, correspondiente a los Museum studies de los países de habla inglesa. Los museos son, así, un claro ejemplo de espacios interdisciplinarios, territorios culturales idóneos para la construcción de nuevos saberes, fomentar experiencias culturales distintas y motivar nuevas interpretaciones sobre lo que se exhibe.

Ante este panorama, se entiende que un museo puede ser analizado desde diferentes miradas que, en vez que excluyentes, son complementarias. Presentar solamente una serie de datos fácticos siguiendo un orden cronológico significaría dejar fuera muchos aspectos importantes de nuestros museos. Pero hay que avanzar poco a poco: por un lado, no es posible abarcar todo en una sola publicación; por el otro, las lagunas de información son muy grandes. Esto debido a que el trabajo museístico se vio durante muchas décadas solo como una actividad práctica, que no necesitaba ser registrada detalladamente. Ahora, para estudiar los museos, hay que revisitarlos y reinvestigarlos para obtener más datos, que lleven a nuevas conclusiones. Esta es una de las tareas que ha asumido el Seminario Universitario de Museos y Espacios Museográficos de la UNAM (SUMyEM).

Tomando en cuenta estas carencias, se decidió comenzar por recuperar lo realizado por la UNAM en tema de museos, lo que hacemos con Senderos museográficos de la UNAM, a partir de tres perspectivas generales: la histórico-social, la patrimonial-normativa y la museológica-museográfica, resaltando algunos elementos determinantes de su patrimonio y sus museos. Con el propósito de facilitar una mayor comprensión de su trayectoria, en algunas ocasiones empezamos nuestro relato desde el pasado lejano a los días presentes, pero desde diferente mirada.

Por otra parte, también hay que considerar que museos, galerías y jardines botánicos se han convertido con el tiempo en instituciones culturales en sí mismas y son reconocidas como autoridades en cuanto a su función recolectora, preservadora, comunicadora y constructora de saberes. Más que instituciones caducas o anticuadas, son organismos en constante proceso de transformación. Su capacidad resiliente los ha llevado, hoy en día, a salir de sus cuatro muros y a convertirse en foros de expresión y espacios de encuentro cultural y social. Los cambios que en determinado momento llegan a presentar en su estructura operativa o en su distribución museográfica, generalmente obedecen a ajustes para mantenerse a la vanguardia dentro de una oferta cultural más amplia.

La mayoría de los museos de la UNAM cumple con los lineamientos museológicos de los otros museos, pero, además, tienen características propias, determinadas por las funciones universitarias de docencia, investigación y difusión de la cultura. Si queremos comprender su trayectoria, debemos mirarlos con la lente de la Universidad y del quehacer universitario, sin descontextualizarlos tampoco de los entornos museísticos nacionales e internacionales.

Las causas por las que se crean; las circunstancias políticas, económicas, culturales y sociales que llevan a su establecimiento; el avance de los distintos campos de conocimiento; la influencia del desarrollo tecnológico; las autoridades universitarias que los promueven y las dependencias académicas a las que quedan adscritos; la estructura interna y los objetivos de cada museo; la diversidad temática de sus exhibiciones, los servicios que ofrecen…, son algunos aspectos que aquí se intentó abordar.

Con estos cuestionamientos en mente, se realizó una investigación que arrojó un registro de 25 museos, entre otros espacios de exhibición que tiene la UNAM, información que ahora ofrecemos al lector en forma sucinta. Hay aún muchos datos desordenados y dispersos. Muchos más siguen ocultos en archivos académicos y administrativos que todavía hay que descubrir y catalogar para comprender mejor el papel de la UNAM en cuanto a formación de colecciones y museos. Es materia pendiente, todavía.

Otro reto para armar este Cuadernillo fue el ordenar la información de manera sencilla y atractiva para que cualquier lector pueda comprenderla. En ocasiones, los lenguajes suelen ser tan especializados que solo los conocedores de un área específica los entienden. En esta obra procuramos un lenguaje llano y de fácil comprensión tanto para miembros de la comunidad universitaria, como para el público general.

En este escrito no se pretende dar crédito a ningún museo de forma específica, ni tampoco validar las actividades museológicas que reportan. El propósito fundamental de este texto es el de recuperar la memoria histórica de la labor museística de la UNAM, aspecto generalmente soslayado de las publicaciones universitarias, ya que, en el mejor de los casos, hacen referencia al patrimonio, las inauguraciones, el número de exposiciones o la cantidad de asistentes al museo, pero no resaltan el impacto de las aportaciones de la labor museológica de nuestra Universidad, ni su impacto en el ámbito cultural del país. Estas han tenido varios momentos cumbre, poniendo muy en alto el nombre de la UNAM.

La falta de registros detallados y de una documentación seria, formal y congruente, que demuestre las actividades realizadas en nuestros museos a lo largo del tiempo, dificulta la elaboración de análisis más profundos y la implementación de políticas académicas y culturales acordes a las necesidades de los museos universitarios.

Aquí no se subsanan las carencias ni se agotan los temas, simplemente se reseña el devenir de las instituciones museísticas y se destacan algunas problemáticas por encarar. Sirva como punto de arranque para acentuar la importancia que tiene el patrimonio cultural universitario para las comunidades estudiantil y académica, y la sociedad en general, y, también, para consolidar un Plan Museológico1 de utilidad para todos los museos de la UNAM, que pueda aplicarse a corto, mediano y largo plazos. Después, extender la información y las experiencias a otras instituciones de educación superior, a fin de consolidar programas de preservación y crecimiento del patrimonio cultural/natural, tangible/intangible a nivel nacional.

El contenido de esta publicación se divide en cuatro bloques. Cada uno puede consultarse de manera independiente según el interés de cada lector. La información se extrajo de libros, catálogos, publicaciones periódicas, entrevistas personales, varios números de Gaceta UNAM, páginas web, y de datos obtenidos de encuestas aplicadas a los responsables de cada museo universitario durante 2015, 2018 y 2019.

En el primer bloque se narra el devenir de los museos de la UNAM, a partir de varios ejes temáticos. Se describe el concepto y las características de un museo universitario para que, desde el inicio, el lector pueda apreciar los elementos específicos de este tipo de museos, que los distinguen de los demás. En influencias y contextos, se resaltan las acciones más significativas en materia de museos académicos de la Europa entre los siglos XVII a XIX, modelo que se traslada a estas latitudes. También se alude al ambiente de los estudios superiores en México que propicia la formación de colecciones y museos universitarios. En el apartado Museo Nacional de México, patrimonio y universidad se reseña la estrecha relación que nuestra universidad ha tenido con el Museo, en relación a la custodia, exhibición y promoción de los bienes culturales nacionales hasta nuestros días. En Especialidades y Trayectorias institucionales se resalta el interés de la UNAM, ya como institución autónoma, por desarrollar una presencia museística en el país, propiciando investigaciones puntuales en cuanto a formas de divulgar y exhibir colecciones objetuales. Finalmente, no puede entenderse la presencia museística de la UNAM sin abordar su papel como restauradora y rehabilitadora de recintos históricos o como creadora de nuevos espacios expositivos, lo que lleva a la lista que se presenta al final de este apartado.

El segundo bloque, Cronología Ilustrada, acompaña al anterior. Abarca de 1910 a nuestros días, ofreciendo en forma gráfica los momentos cumbre del establecimiento de los museos universitarios y algunos lineamientos y resoluciones que determinan su existencia.

La tercera sección, Trayectoria de los museos de la UNAM: Usos, desusos y reúsos, incluye una breve descripción de cada uno de los 25 museos que actualmente tiene esta casa de estudios. Aquí, para ordenar los museos, se puso énfasis en la utilización original de los edificios que los albergan, más que en las temáticas, contenidos o actividades que realizan. Esto con el propósito de resaltar la trasformación que han tenido los bienes inmuebles universitarios y las acciones que la UNAM ha tenido que llevar a cabo para darles un uso práctico y un sentido de actualidad. Se presenta cada institución de manera individual, resaltando sus características y actividades museales más destacadas.

En la cuarta parte, el lector encontrará, en orden alfabético, un directorio de los museos de la UNAM, para su fácil consulta. El tema no se agota en esta obra. Esperamos que los diferentes abordajes de este trabajo sirvan de base para estudios posteriores y para construir acciones horizontales y transversales que fortalezcan la actividad museal de la UNAM y otras instituciones de enseñanza.

La obra en su conjunto constituye un registro de museos hasta inicios de 2019, cuando se actualizaron los últimos datos obtenidos. También se ofrecen cuadros informativos y planos de ubicación con el fin de que este material sirva para la visita casual, académica, turística y de entretenimiento. Cabe destacar que los materiales gráficos aquí incluidos son obra de Silvana Árago Telona (SAT) y Gabriela Guerra Nicolás (GGN), colaboradoras del SUMyEM, y varios estudiantes de arquitectura: Constanza Ponce de León Figueroa, Edgar Josué Granados Ruíz, Antonio Nicolás Hurtado Ortega e Ivonne Bolaños Fabián, quienes creyeron en el proyecto y se entusiasmaron con él, delineando las fachadas de los museos con un estilo original.

Antes de terminar estas líneas, es importante agradecer el apoyo brindado por el Consejo Internacional de Museos (ICOM), a través de su Comité Internacional de UMAC (University Museums and Collections) para la realización de la reunión Coloquio-Talleres de Documentación Museística. Patrimonio, colecciones, exhibiciones, museos universitarios, verificada del 9 al 12 de abril de 2019 en el Museo Universitario de Ciencias y Artes, así como para la preparación del presente material.

1 Válido para todos los museos de la UNAM. Conformado por programas museológicos específicos, que contemplen todos los elementos para el buen funcionamiento de cada uno, desde los entornos, los proyectos arquitectónicos, los diseños museográficos, los servicios del museo, el registro, preservación y movimiento de colecciones, la legislación, hasta la gestión y administración de cada uno. A nivel internacional se ha producido una amplia bibliografía específica para cada tema.

Museos, galerías y espacios museográficos de la UNAM
Tres miradas para comprenderlos

Hablar de museos universitarios es hablar de una de las instituciones culturales más antiguas y, a la vez, de mayor actualidad para las sociedades del siglo XXI. Son instituciones que se forman y transforman al ritmo de las propias universidades, por lo que estudiarlos demanda el constante análisis de la historia de la propia universidad, así como conocer la historia de los movimientos más significativos en la educación superior a lo largo del tiempo.

Durante los últimos años, ha aumentado notoriamente la creación de museos universitarios en todo el mundo, al igual que asociaciones y grupos de especialistas dedicados a impulsarlos. De influencia local destacan, entre otros: AAMG (Association of Academic Museums & Galleries, 1980), UMG (University Museums Group, UK, 1987), UMIS (University Museums in Scotland, 1988), CINDERELLA (University Museums and Collections in Australia, 1996). A nivel macrorregional: UNIVERSEUM (European Academic Heritage Network, 2000) y UMAC (International Committee of ICOM for University Museums and Collections, 2001). En México, desde 2007, trabaja por parte de ICOM el grupo UMAC; en la UNAM, el SUMyEM (Seminario Universitario de Museos y Espacios Museográficos) desde 2017.

De este impulso que se da a nivel internacional, se desprende que el museo universitario ya no es solo una dependencia más de la Universidad, sino que, al igual que otras instancias académicas, es un organismo eje, con vida y personalidad propias, de gran utilidad para la universidad y gran proyección para el entorno cultural general. Colecciones, salas de exhibición, museos, galerías, planetarios y espacios que resguardan el patrimonio de universidades y escuelas de educación superior son cada vez más visibles en los ámbitos académico, cultural, recreativo y turístico, lo que los compromete a ser más analíticos y críticos en sus estudios, más asertivos en sus proyectos y hacer propuestas museográficas de vanguardia, acordes con las necesidades universitarias y, al mismo tiempo, a las necesidades de la sociedad.

Dado que uno de los objetivos de toda universidad es el solucionar las problemáticas presentes y prever las futuras, sus museos no están exentos de este compromiso, por lo que deben procurar involucrarse en las propuestas académicas del momento; en este caso, ser más interdisciplinarios, formar parte de las sociedades de la información y del conocimiento, así como propiciar la construcción de saberes para que sus alcances traspasen los entornos cercanos e incidan en ámbitos locales y generales.

Aquí nos referiremos al devenir de los museos de la UNAM como un primer acercamiento al papel que han desarrollado en la vida cultural de la propia Universidad y del país, por lo que utilizaremos tres miradas para comprenderlos: la histórico-social, la patrimonial-normativa y la museológica-museográfica. Más que un trabajo acabado, es un estudio introductorio de la actividad museística desarrollada en la UNAM. Nos hemos basado principalmente en publicaciones especializadas y en las respuestas a censos levantados entre 2015, 2018 y 2019. Los museos, como toda institución viva, evolucionan y cambian, por lo que la información aquí vertida sirve como punto de partida para estudios posteriores.

Bajo la perspectiva histórico-social podemos comprender los motivos por los que se crea una colección o establece un museo, sus usos a corto, mediano y largo plazos, el impacto ejercido en el entorno académico, su proyección en grupos sociales más amplios y las razones por las que se han mantenido activos hasta nuestros días.

La segunda mirada se relaciona con el patrimonio y su marco jurídico. La idea de patrimonio no es unívoca y se ajusta constantemente a las necesidades de cada sociedad. Organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –abreviado internacionalmente como UNESCO o el Consejo Internacional de Museos –ICOM, por sus siglas en inglés, han trabajado en lineamentos generales que sirven de guía para establecer criterios locales de valoración y acción. No obstante, toca a cada país definir sus políticas y estrategias de conservación, preservación y divulgación. Organismos autónomos, como las universidades y centros de educación superior, también tienen que definir su concepto de patrimonio universitario y determinar los lineamientos para su cuidado. Sea a nivel nacional, regional o institucional, es imprescindible contar con la legislación respectiva a fin de garantizar la protección y gestión de los bienes patrimoniales pertenecientes o bajo custodia de universidades y centros educativos superiores.

La tercera mirada es la de la Museología, ya que es la plataforma estructural y funcional sobre la que se apoyan todas las actividades del museo. En virtud de que los museos universitarios no están aislados de la oferta museística general, tienen que observar tanto los principios teóricos y metodológicos de las diferentes corrientes museológicas, como analizar la eficiencia de los resultados de las construcciones museográficas en la universidad. Museología y museografía2 van de la mano y deben verse como un todo integrado que combina características y necesidades del museo, los entornos y la comunidad en la que está inserto.

En un sentido más amplio, tanto las exhibiciones, como sus servicios y productos relacionados, son expresiones culturales en sí mismas, con valores propios que forman parte de movimientos museales y culturales más generales tanto a nivel local, como regional y global, por lo que se vuelve imprescindible registrar metódicamente todo el trabajo que se realiza en el museo a fin de capitalizarlo posteriormente en otras acciones y espacios. La documentación museológica y museográfica (Marín, 2002) no solo ayuda a preservar la cultura material de las piezas, sino que permite conservar la memoria de las colecciones del museo y de la propia universidad.

Para el caso de universidades y centros de educación superior, esta documentación es medular, ya que además de su utilidad para los museos, también se convierte en eje base para entender la construcción de las distintas epistemologías, el desarrollo de prácticas educativas y permite revisitar la historia de la educación e, incluso, interpretarla con una lente que traspasa aulas y laboratorios.

Estas tres miradas: la histórico-social, la patrimonial-normativa y la museológica-museográfica son fundamentales para comprender el devenir de las colecciones y los museos universitarios. No solo sirven para detectar la integración y los usos de los acervos o la organización y el funcionamiento de los museos, sino también son de gran utilidad para realizar estudios más precisos o complejos sobre la vida cultural del país.