Buch lesen: «En los ojos de un caracol»
Desde que se lee el primer poema de En los ojos de un caracol, de Henry Benjumea Yepes, se nota una musicalidad lírica, un ritmo matemático a veces invisible, a veces evidente, y unas imágenes muy bien logradas, que reflejan el sentir y saber del autor, su ideario y sus búsquedas nunca acabadas
Y en efecto, en cada uno de los poemas de este libro, Henry nos va develando, a través del agua y las sombras, sus arcanos, sus fantasmas, sus más insondables secretos, esos que como suerte de una espiral en permanente movimiento nos manda al pasado con sus melancolías en casa de la abuela, por ejemplo, o al futuro en una muerte aún más viva que la vida misma, en una suerte de presente que no existe.
(…) El poeta trata los temas más evocados desde los inicios del canto, pero con un tratamiento líquido que le da la fuerza de un estilo propio: soledad, amor, Dios, mujer, muerte, niña, hombre, desolación, tristeza, alegría. Cada verso, cada poema, está muy bien entrelazado con un eje transversal complejo que Henry hace comprensible; la cuántica es el pretexto matemático para inmiscuirnos en la existencia del ser, la nada y sus moléculas.
Algunos de sus poemas, los cortos, los muy cortos, tienen ese efecto del microrrelato que, sin perder lo poético cuentan, en tan poco, mucho.
(…) También hay poemas cargados de ese existencialismo tan necesario a la hora del abismo, conjetura de la existencia y sofisma del axioma.
(…) En los ojos de un caracol se debe leer con sus historias ocultas que saltan para inquietar la inteligencia de un lector con ganas de tener el placer de que le sacudan su universo.
Mario Torres Duarte
Título original: En los ojos de un caracol
Dirección editorial: Jaime Fernández Molano
Coordinación: Orlando Peña Rodriguez
Diseño y diagramación: Diego Torres
Portada: Pieter Claesz, Vanitas, 1630 (fragmento)
Corrección: Leidi Johana Almeida Castro
Coeditor: Mario Torres Duarte - Fundación RenasCentro
Primera edición: abril de 2019
© Henry Benjumea Yepes
© Corporación Cultural Entreletras
Calle 38 No. 30A - 25 Of. 503 edificio Banco Popular, Centro
Villavicencio, Meta, Colombia S.A.
Contactos: 310 3334801 - 320 2190570 - (8) 662 1091
Correo: corpoentreletras@yahoo.com
ISBN: 978-958-56557-8-2
Hecho el depósito legal
Se autoriza la reproducción parcial o total de este libro, siempre y cuando se citen la fuente, el autor, el editor y los responsables de los derechos de propiedad del libro.
A
Mi madre
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Prólogo
Un caracol con mirada de espiral
Francisco Javier Peralta en su texto Sobre las buenas relaciones entre matemáticas y literatura (2002), nos indica que “en su estructura formal la poesía tiene algo de matemáticas; en concreto en la periodicidad (noción matemática), tanto de sensaciones fonéticas (rima) como de acentos (ritmo).
En los ojos de un caracol, poemario de Henry Benjumea Yepes, lo afirmado por Peralta es una verdad contundente. Desde que se lee el primer poema, se nota una musicalidad lírica, un ritmo matemático a veces invisible, a veces evidente, y unas imágenes muy bien logradas, que reflejan el sentir y saber del autor, su ideario y sus búsquedas nunca acabadas. En Uno al aire, leemos:
te he atado al borde del delito
no te muevas, no intentes un suspiro
quédate en el jardín de las delicias
mírame por encima del paraguas
hasta que el agua te cuente mis enigmas
Y en efecto, en cada uno de los poemas de este libro, Henry nos va develando, a través del agua y las sombras, sus arcanos, sus fantasmas, sus más insondables secretos, esos que como suerte de una espiral en permanente movimiento nos manda al pasado con sus melancolías en casa de la abuela, por ejemplo, o al futuro en una muerte aún más viva que la vida misma, en una suerte de presente que no existe.
Eres un jueves
sin tiempo
en la memoria
El poeta trata los temas más evocados desde los inicios del canto, pero con un tratamiento líquido que le da la fuerza de un estilo propio: soledad, amor, Dios, mujer, muerte, niña, hombre, desolación, tristeza, alegría. Cada verso, cada poema, está muy bien entrelazado con un eje transversal complejo que Henry hace comprensible; la cuántica es el pretexto matemático para inmiscuirnos en la existencia del ser, la nada y sus moléculas.
Algunos de sus poemas, los cortos, los muy cortos, tienen ese efecto del microrrelato que, sin perder lo poético cuentan, en tan poco, mucho. La sugerencia de sus versos nos lleva a imaginar una historia oculta, acaso una tragedia, acaso un encuentro en diálogo con la historia, donde aparece Dios, hacedor del “efecto mariposa”, haciendo temblar al mundo a punta de la mar que se rebela.
También hay poemas cargados de ese existencialismo tan necesario a la hora del abismo, conjetura de la existencia y sofisma del axioma. En Compañía 01, el poeta nos revela:
No me entran las matemáticas
imposible sumatoria
de los siglos
que he callado
Y claro, al poeta no le entran las matemáticas –ni la física, diría yo, la de las palabras- porque las tiene en las profundidades, de donde salen como una revelación de lo que imaginamos y somos.
una leve sensación de no ser
y la inexpugnable certeza del vacío
Este verso contiene, como paradoja del caracol, uno de los misterios más grandes de las matemáticas, la nada, el vacío, la ausencia que todo lo abarca.
También hay poemas con una verticalidad ingeniosa y una suerte de sarcasmo que los conduce, como dilema, a la reflexión de que todo se mueve como en un enigma.
En los ojos de un caracol se debe leer con sus historias ocultas que saltan para inquietar la inteligencia de un lector con ganas de tener el placer de que le sacudan su universo:
Imagen
El espejo
solo nos refleja
una piel ajada
las arrugas
y el enorme deseo
de no ser
el que se asoma
Para finalizar, Henry, veámonos en la calle de la página Petite histoire, fumémonos un cigarrillo, que tu padre, con un Pielroja en la boca, “parece más joven, casi inmortal”.
Mario Torres Duarte
Bogotá, abril 2019