Y la tierrra estaba llena de violencia

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Y la tierrra estaba llena de violencia
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Sinopsis

Estas guias han sido preparadas como recursos pastorales para el trabajo de las iglesias, grupos de estudiantes universitarios y trabajadores de organizaciones cristianas que buscan discernir cuál es su rol como testigos de Jesucristo en el actual contexto de violencia que vivimos.

¿Cómo explica el primer libro de la Biblia el tema de los orígenes de la violencia?

¿Cómo entiende el evangelio de Lucas la violencia justificada por razones religiosas? ¿Qué relación hay, a la luz del texto profético de Miqueas, entre la justicia y la violencia?

La metodología propuesta por el autor es participativa con la que se busca facilitar el diálogo y el enriquecimiento mutuo en una actitud de oración.



Y la tierra estaba llena de violencia

Guías de estudios bíblicos participativos

Harold Segura Carmona

© 2014 Harold Segura Carmona

ISBN N° 978-9972-701-94-8

Primera edición digital: julio 2014

Categoría: Estudio bíblico

Primera edición impresa: junio 2012

ISBN N° 978-9972-701-84-9

Editado por:

© 2014 Centro de Investigaciones y Publicaciones (cenip) – Ediciones Puma

Av. 28 de Julio 314, Dpto. G, Jesús María, Lima

Telf./Fax: (511) 423–2772

Apartado postal: 11-168, Lima - Perú

E-mail: administracion@edicionespuma.org

ventas@edicionespuma.org

Web: www.edicionespuma.org

Ediciones Puma es un programa del Centro de Investigaciones y Publicaciones (cenip).

Diseño de carátula: Adilson Proc

Diagramación: Hansel J. Huaynate Ventocilla

Reservados todos los derechos

All rights reserved

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o introducida en un sistema de recuperación, o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro, sin previa autorización de los editores.

Presentación

Y la tierra estaba llena de violencia; así se lee en Génesis 4.11. Estas tres guías de estudios bíblicos participativos que llevan por título este versículo del Génesis fueron elaboradas originalmente para el encuentro “Iglesia, generaciones emergentes y violencia” convocado por el Movimiento Cristiano Juntos con la Niñez, celebrado en Santo Domingo, República Dominicana. El propósito del encuentro era reflexionar acerca de la violencia en el mundo, sobre todo la que afecta a las niñas, los niños y los adolescentes. Por tanto, durante el evento, los participantes oraron juntos y trataron de encontrar caminos renovados para el quehacer de las iglesias en medio de esta tierra que sigue “llena” de violencia.

La presente versión —corregida, adaptada y ampliada— de las guías usadas durante el encuentro de Santo Domingo está pensada para un público mucho más amplio. Son destinatarios de este trabajo las iglesias, los grupos universitarios y los trabajadores de organizaciones cristianas; principalmente, los creyentes en general que deseen reunirse para leer la Biblia, meditar en su mensaje y tratar de discernir cuál es su rol como testigos de Jesucristo en el actual contexto de violencia que vivimos.

Las guías han sido concebidas como un recurso pastoral para meditar de manera participativa en tres textos bíblicos que hacen referencia a la violencia. El primero es Génesis 4.1–10, el cual en el encuentro sirvió para meditar sobre los orígenes de la violencia de acuerdo con la perspectiva teológica del primer libro de la Biblia. El segundo es del Nuevo Testamento, Lucas 22.47–53; este texto nos permite pensar en la violencia que se justifica por o con razones religiosas (“violencia sagrada”). Por último, en la tercera guía se propone meditar sobre el texto profético del Antiguo Testamento, Miqueas 3.1–12; allí se reflexiona sobre la relación entre la justicia y la violencia.

La metodología, no sobra decirlo desde ahora, es enteramente participativa; es decir, no son estudios magistrales que habiliten al pastor, sacerdote o coordinador del grupo para pronunciar una homilía tradicional o una exégesis extensa. Son guías para facilitar el diálogo y el enriquecimiento mutuo en una actitud de oración reverente. Son ejercicios de lectura orante de la Biblia1.

Cada guía tiene la siguiente estructura:

1) Presentación general del tema.

2) Invitación al silencio y a la oración.

3) Lectura del texto bíblico en dos versiones diferentes2.

4) Breves comentarios exegéticos con el fin de que los participantes conozcan el contexto del pasaje leído.

5) Sesión de diálogo y comentarios libres.

6) Complementos pastorales a las lecciones aportadas por el grupo.

7) Cierre del encuentro.

¡Que el Espíritu de Dios, que es Espíritu de justicia, paz y alegría (Romanos 14.17), sople con libertad en cada lugar donde tengan a bien usar estas guías! Lo que se dice en ellas no es tan importante como lo que dirán los participantes en cada uno de los grupos; sobre todo, lo que el Espíritu dirá por medio de su Palabra.

Harold Segura C.

San José, Costa Rica

Marzo de 2012

_______________

1 Ver otras metodologías posibles en La Biblia en grupo. Doce itinerarios para una lectura creyente, Navarra: Verbo Divino, 2000.

2 Se usan dos versiones de la Biblia: Nueva Versión Internacional y la Biblia de Jerusalén. La primera es bastante conocida entre el público evangélico, y la segunda entre el católico.


Capítulo 1

La sangre de tu hermano reclama justicia

No nos cansemos de predicar el amor. Sí, ésta es la fuerza que vencerá al mundo. No nos cansemos de predicar el amor, aunque veamos que olas de violencia vienen a inundar el fuego del amor cristiano. Tiene que vencer el amor. Es lo único que puede vencer.

— Monseñor Óscar A. Romero3

La sangre de tu hermano reclama justicia

Génesis 4.1–10

Presentación general del tema

En la introducción del relato bíblico del diluvio, su redactor afirma que la tierra estaba llena de violencia (Gn 6.11). Esta aseveración pareciera ser el clímax de la narración de los orígenes de la humanidad —con varios acontecimientos violentos— y la justificación del porqué el Señor decide enviar el gran diluvio:

Al ver Dios tanta corrupción en la tierra, y tanta perversión en la gente, le dijo a Noé: He decidido acabar con toda la gente […]

(Gn 6.12–13).

En los relatos del Génesis, según dicen los especialistas, encontramos algo más que simples historias de hechos aislados que sucedieron en el seno de la primera familia humana. Es más que eso, el Génesis nos ofrece una interpretación teológica, procedente de varios autores, sobre “los orígenes y el sentido de la creación y la historia”. En ellos se narra “el origen de la vida y la muerte, de la violencia y el amor, de la fidelidad y la traición”. Así, “lo real narrado no siempre es el hecho en sí, sino más bien su significación y relevancia para la fe […]”4.

El Génesis es, ante todo, una narración con sentido antropológico que nos remonta, según J. Severino Croatto, “a los orígenes”, para “buscar el sentido, orientarnos, explorar posibilidades, poner en juego a la divinidad, conectarse con el absoluto”. Cada relato está configurado “para decir algo sobre el presente, no sobre el pasado”5. En cada relato hay símbolos que guardan grandes verdades.

Y al hablar acerca de la violencia, sí que nos resultan iluminadores los relatos del primer libro del Antiguo Testamento. Para nosotros, como cristianos y cristianas, no es suficiente considerar la violencia desde el ámbito social, político, cultural o jurídico, sino “en conexión con el pecado fundamental de la humanidad, tal como se describe” en el Génesis. Es desde este punto de vista como podemos abordar “la conexión estructural entre violencia y la competencia entre los seres humanos, la manipulación recíproca, el dominio de los seres humanos por otros, la desconfianza mutua, la religiosidad autojustificadora, etcétera”. En el fondo de la violencia nos encontramos con las pretensiones humanas autojustificadoras, egoístas y autodestructivas.

En esta ocasión, la meditación bíblica se detendrá en una de las narraciones del Génesis (4.1–10), la que presenta el conflicto entre Caín y Abel y el posterior asesinato del primero a manos de su hermano. Esta procura ser una meditación cristiana que se pregunta por las raíces de la violencia, sus manifestaciones y sus consecuencias en el mundo actual. Sobre todo, se pregunta por el papel de las comunidades cristianas (iglesias, instituciones, organizaciones de servicio y otras más) en la promoción de la paz.

 

Invitación al silencio y la oración

(Juan Abelardo Schvindt)

Señor, nuestro Dios:

Guárdanos en este día,

Presérvanos en Tu amor.

Hoy queremos encomendarte los dolores de tantos pueblos agobiados:

Por un cansancio impuesto

Por un presente que los doblega

Por una fatiga que no cesa

Pero si así fuera, no habría salidas:

Habrías venido en vano

Y nuestra fe no tendría consistencia alguna

Por ello queremos darte gracias, además, por las señales de esperanza que continúas despertando:

En la resistencia de quienes promueven la dignidad de las personas

En las sonrisas —en medio de tantas lágrimas— aún posibles

En la ternura que aún sueña y camina tras otro mundo posible:

Lejos de la soberbia de los mesiánicos,

de los que han olvidado la medida de humanidad con que hemos sido bendecidos.

Señor, nuestro Dios:

Guárdanos en este día,

Presérvanos en Tu amor.

Gracias por esta comunión de hombres y mujeres

Que no renuncian a la visión de tu Reino

Ni a la comprometida solidaridad que se inspira en tu voluntad:

Y que se continúa revelando en la justicia,

aunque parezca una quimera

Y se anuncia en la paz,

aunque parezca inalcanzable

y se vive en una renovada esperanza,

aun en medio de tanta desesperanza.

Pero nosotros sabemos:

Lo que nos ocurre no puede ser el fin,

porque confiamos en Tu promesa

y no nos abandonas a pesar de nuestras infidelidades

Por ello pedimos, Señor nuestro Dios:

Guárdanos en este día

Presérvanos en Tu amor

En Ti confiamos

No seremos defraudados. Amén.

Encuentro con la Palabra

Lectura del texto bíblico

Génesis 4.1–10 (Nueva Versión Internacional, nvi)

1El hombre se unió a su mujer Eva, y ella concibió y dio a luz a Caín. Y dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón!»

2Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra.

3Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra.

4Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda.

5Pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo.

6Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo?

7Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo».

8Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató.

9El Señor le preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano Abel? —No lo sé —respondió—. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?

10—¡Qué has hecho! —exclamó el Señor—. Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia.

Momento de silencio

Segunda lectura del texto bíblico

Génesis 4.1–10 (Biblia de Jerusalén, 1986)

1El hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Entonces dijo: “He procreado un varón, con la ayuda del Señor”.

2Más tarde dio a luz a Abel, el hermano de Caín, Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor.

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