Buch lesen: «Ocho divertidas formas de aprender etimologías en tiempos de COVID-19»
Table of Content
Portada
Dedicatoria
Introducción
1. El encuadre
2. Nacimiento y evolución del lenguaje
3. Aprendiendo las partes del cuerpo, prefijos y sufijos en griego y latín
4. Canciones, poemas, cuentos y chistes en griego y latín
5. Sketch con elementos en griego y latín
6. Formando términos médicos
7. «¡Basta!» de prefijos y sufijos
8. Memorama de términos médicos
9. Caras y gestos de prefijos y sufijos
10. Construyendo un caso clínico
11. Representación y «traducción» de textos de ciencias de la salud
12. Autoevaluación
Consideraciones finales
Referencias
Acerca de la autora
Primera edición, 2020
ISBN 978-607-8676-47-7
D.R. © Giovanna Georgina Ramírez Cerón
Editorial Página Seis, S.A. de C.V.
Teotihuacan 345, Ciudad del Sol, C.P. 45050
Zapopan, Jalisco, México
Tels. (33) 3657-3786 y 3657-5045
www.pagina6.com.mx • p6@pagina6.com.mx
Se editó para publicación digital en agosto de 2020
A Dios por darme la vida y la oportunidad de dedicarme a la docencia; y ser parte de la formación de profesionales de la salud. También con mucho amor a su madre María santísima.
Para mi hijo amado, quien ya desde el vientre me acompañaba a la universidad a impartir mis cursos de etimologías y que durante la pandemia jugaba a mi lado mientras tenía clase por videoconferencia. A ti mi estrellita azul, mi niño hermoso x.
A mi esposo Rafael, que ha estado a mi lado desde mis estudios de licenciatura brindándome su amor y su apoyo.
A mi mamá, mi hermano y mi papá, que han estado conmigo y me han apoyado en todo lo que hago, impulsándome y creyendo siempre en mí. Con mucho cariño para Rubén Cerón Bedolla†, mi ejemplo de maestro, así como para Domitila Vargas López†, Laura Ibarra García†, María Candelario† y Eulogio Muñoz†.
Con un profundo cariño, le dedico este trabajo a todas y todos mis alumnos y ex alumnos, especialmente a aquellos con los que no pude coincidir presencialmente durante el confinamiento por la pandemia originada por el covid-19, pero que por lo menos, a través de la pantalla, tuvimos la oportunidad de encontrarnos, y como quedamos el último día de clases virtuales, «nos vemos en el CUCS cuando todo esto termine». También, dedico este trabajo a aquellas profesoras y profesores de todos los niveles educativos que con mucho amor entregan su vida en los salones de clase y ahora también a través de las pantallas. A todas y todos los estudiantes, porque aprender en estos tiempos de pandemia no ha sido tarea fácil. No podría terminar esta dedicatoria sin mencionar mi reconocimiento y profunda gratitud a las y los médicos, enfermeros, psicólogos, fisioterapeutas, radiólogos, químicos, camilleros, trabajadores sociales, sacerdotes, personal de intendencia y administrativo, repartidores, choferes, personas que dedicaron su trabajo y recursos económicos a la elaboración y donación de material para la protección del personal de salud, a todas y todos los que han contribuido para salir delante en esta pandemia, y a quienes lo han perdido todo también; a quienes se han quedado en casa, a quienes la necesidad los obliga a salir a trabajar, a quienes cuidándose nos han cuidado a todas y todos. A las autoridades sanitarias y educativas; especialmente a las de la Universidad de Guadalajara, ya que su papel ha sido fundamental en la estrategia para enfrentar al covid-19 en Jalisco.
Introducción
El manual que se encuentra en sus manos está dirigido a docentes, pero sin ningún inconveniente puede ser utilizado también por estudiantes de las ciencias de la salud que deseen aprender el origen y significado de los términos utilizados en su quehacer profesional, de una manera amena y divertida por medio de: 1) elaboración de vídeos; 2) creación de canciones, poemas o cuentos sustituyendo palabras en español por prefijos o sufijos en griego y latín; 3) sketches a distancia; 4) memorama de prefijos, sufijos y términos médicos; 5) basta de términos médicos; 6) caras y gestos de términos médicos; 7) redacción de casos incluyendo terminología médica; y 8) «traducción» de términos encontrados en documentos de ciencias de la salud.
A través de este espacio comparto algunas de las estrategias de aprendizaje que llevé a cabo durante estos primeros meses de confinamiento para evitar la propagación del covid-19. Ya que este proceso de enseñanza-aprendizaje a distancia no ha sido fácil para nadie, sobre todo porque, además de aprender desde casa, nos enfrentamos a una pandemia que nos ha afectado en muchas esferas de nuestras vidas. Para empezar, muchas familias el día de hoy se encuentran incompletas, les falta uno o varios integrantes que #NoSonSoloNúmeros, otros perdieron sus empleos, otros más sus negocios, y se han quedado sin nada, la economía esta devastada y, de repente, ya no podíamos tocarnos, sentirnos, vernos frente a frente, nos tuvimos que proteger detrás de una pantalla o de una careta para evitar el contagio de covid-19. Todo este contexto que vivimos de cambios tan fuertes y repentinos, aunado a que ya no podíamos presentarnos al salón de clases, sin duda afectó la manera en que impartimos nuestros cursos y aprenden nuestros estudiantes.
Con base en lo anterior, he elaborado este pequeño manual con el objetivo de contribuir con algunas propuestas didácticas que ayuden a que nuestros estudiantes alcancen su máximo potencial para aprender, pese a la situación en que estamos inmersos; además, intento presentar algunas ideas en este camino hacia la nueva normalidad. En el mes de marzo de 2020 la suspensión de clases presenciales nos tomó por sorpresa, pero lo que aprendimos en esta primera etapa de la pandemia nos va a ayudar a crecer y prepararnos lo mejor posible, para enfrentar los retos que podamos encontrar hasta el fin de esta situación sanitaria.
Las propuestas que expongo aquí son resultado de la experiencia de seis años impartiendo la unidad de aprendizaje de etimologías médicas, en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara; el camino para llegar a ellas ha estado lleno de aciertos y desaciertos, de mejorarlas cada semestre, y aunque hubo momentos que parecía que había llegado a diseñar la estrategia “adecuada”, en muchas de las ocasiones esta tenía que ser mejorada en el siguiente ciclo, pues el proceso de contribuir a la construcción de los aprendizajes de los alumnos es dinámico y perfectible, además de flexible para poder ser adaptado a diferentes situaciones, como el hecho de aprender desde casa.
Debo mencionar que llevé a cabo una autoevaluación con cien estudiantes universitarios, quienes me retroalimentaron con su percepción de lo que les pareció aprender por medio de las estrategias de aprendizaje que aquí presento, me refirieron cómo se sintieron con esta forma de aprender durante la pandemia, y realizaron sugerencias de cómo podemos mejorar las formas en las que damos nuestros cursos en estos momentos en los que se enfrenta al covid-19. A todos ellos y todas ellas, les agradezco profundamente expresarme sus propuestas para darles voz en este manual, por lo que el lector encontrará que en ocasiones cito a algunas y algunos de mis ex-alumnos.
Pese a que las estrategias didácticas que propongo fueron aplicadas en el curso de etimologías médicas durante este primer momento de la pandemia en México, estas pueden enriquecer a profesores y profesoras de todos los niveles educativos y de otras asignaturas, ya que en ellas implemento actividades «genéricas», por llamarlas de alguna manera, que pueden ser utilizadas en la construcción de otros saberes. Sin embargo, es importante destacar que para los aprendizajes que requieren de prácticas, como pueden ser las de laboratorio o alguna otra, se deben de diseñar estrategias muy particulares para alcanzar los saberes necesarios durante la nueva normalidad, siempre velando por el bien de docentes y estudiantes, siguiendo todos los protocolos indicados por las autoridades. Las estrategias aplicadas en este tipo de asignaturas, no son abarcadas en el presente documento.
Quiero comenzar compartiendo como viví mi último día “normal” de clases y mis primeros días como profesora en esta situación sanitaria, así como el procedimiento de planeación de los cursos en este periodo en el cual ha sido indispensable quedarnos en casa, ya que este cambio tan vertiginosos en el que tuvimos que modificar la forma de impartir clases nos impactó tanto a docentes como estudiantes; y, a través de esta vivencia quiero proporcionar algunas herramientas que considero útiles en la planeación de nuestros próximos cursos.
Ese viernes, 13 de marzo de 2020, a las 9:00 horas, llegué al Centro Universitario de Ciencias de la Salud como todos los días, preocupada por encontrar un lugar en el estacionamiento y llegar a tiempo a mi clase. Tenía asesoría de protocolos, como parte de mi curso de metodología de la investigación, con mis estudiantes de medicina y dos alumnas de la carrera de odontología. Llegué corriendo, porque si empezaba tarde la primera asesoría, los demás equipos se atrasarían y les podía quitar tiempo valioso de su retroalimentación.
En ese momento, todo parecía «normal», aunque se veían un poco solas las oficinas. Después supe que las autoridades estaban en reuniones para decidir lo mejor para la comunidad universitaria ante la situación que estábamos enfrentando. La primera asesoría de mi clase transcurrió como si nada, mientras el celular no dejaba de sonar con los mensajes con comentarios de que se suspenderían las clases a causa de la pandemia, mis alumnos y alumnas me preguntaban qué información tenía al respecto, porque una universidad privada ya había suspendido sus clases presenciales. Conforme avanzaba la sesión, el rumor era más fuerte. Por lo que les decía a mis estudiantes que estuviéramos atentos de los comunicados oficiales que pudiera emitir el rector, y el acuerdo, en ese momento, fue que, si no era posible vernos en el salón, la siguiente asesoría sería virtual. En ese instante no imaginaba que sería la última vez que estaría presencialmente con mis alumnos y compañeros de trabajo, por un tiempo indeterminado. Me hubiera gustado despedirme con un abrazo y un agradecimiento por todo lo que aprendí de ellos y ellas durante lo que iba del ciclo escolar, aunque con las medidas de prevención, quizá tampoco hubiera sido posible hacerlo.
El martes 17 de marzo de 2020, iniciaban tres de mis cursos de etimologías médicas, pero a través de un comunicado se nos informó que el Dr. Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la Universidad de Guadalajara, en acuerdo con el Consejo de Rectores de la misma casa de estudios, determinaron que se suspenderían las clases presenciales tanto en el nivel medio superior como superior; en ese instante no sabíamos con certeza cuánto tiempo duraría esta situación. Y comenzó la incertidumbre, debido a que empezaba cursos y no conocía a mis estudiantes; de inmediato, algunos de mis compañeros y yo nos hicimos las interrogantes: ¿Cómo los vamos a encontrar? ¿Cómo nos organizaríamos para el desarrollo de la clase? ¿Cómo le vamos a hacer? No solo los docentes teníamos estas dudas, también los estudiantes. Tal como lo mencionó uno de ellos, «no sabía cómo haríamos para que esto funcionara».
Nuestro primer apoyo fue brindado por el rector general de la Universidad de Guadalajara, el Dr. Ricardo Villanueva Lomelí, los rectores de centro, directores de división, jefes departamento, presidentes de academias, y por la Coordinación General de Servicios Administrativos e Infraestructura Tecnológica de la Universidad de Guadalajara, así como por la Coordinación de Tecnologías para el Aprendizaje de cada Centro Universitario. Pusieron a disposición de la comunidad universitaria en un tiempo récord, una cantidad impresionante de plataformas para poder continuar con la formación académica de nuestros estudiantes a través de la realización de conferencias interactivas y otros recursos. No solo se nos apoyó con el acceso a estas plataformas a través de nuestro correo institucional, también se nos brindó la información y acceso a tutoriales para poder hacer uso de estas herramientas didácticas. En un par de días, pudimos disponer de las listas de asistencia con los correos electrónicos institucionales de nuestros alumnos, mi reconocimiento a quienes hicieron esto posible. La incertidumbre de saber cómo le íbamos a hacer para encontrarnos y trabajar se había disipado.
Una vez resuelta esta situación, surgieron más interrogantes, las cuales expongo en este manual porque pienso que a más de algún colega le pudo suceder algo similar, y al compartirles cómo lo resolví, espero les sea de utilidad en su práctica docente. No imaginaba está situación, y como lo comenté en párrafos anteriores, iniciaba mis cursos justo el día que se suspenderían las clases presenciales. Para la fecha que supimos esta información, yo ya tenía elaborada la planeación de mis clases, y a pesar que desde el 2014 el curso de comunicación y tecnologías de la información se imparte de manera cien por ciento virtual a los alumnos de primer ciclo del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, y a que desde esa fecha participo como docente de esta unidad de aprendizaje, no sabía cómo hacer para trasladar las estrategias de aprendizaje que «normalmente» uso en el salón de clases, al espacio virtual, donde los y las estudiantes se encontrarían sin la posibilidad de contar con la presencia física de sus compañeros y de sus maestros.
Las sesiones que había diseñado eran para ser presenciales y no virtuales, entonces, sin lugar a dudas, tenía que ser abierta y creativa, no podía quedarme con interrogantes cuando estaba a horas de iniciar mis cursos, así que me di prisa y puse manos a la obra para realizar las adecuaciones que necesitaban mis alumnos y alumnas, que aún no conocía, y que, al igual que yo, estaban pasando por un momento bastante difícil por la situación de salud a nivel mundial, además de la preocupación por su formación académica y, muy probablemente, como ha sucedido en muchos hogares de nuestro país, por las dificultades económicas en sus familias debido al cierre repentino de múltiples actividades, establecimientos y negocios.
Con el tiempo, las estrategias didácticas que utilizaba de forma presencial, antes de esta pandemia, y los múltiples intentos para que mis estudiantes desarrollaran la competencia de distinguir los términos utilizados en el área de las ciencias de la salud y entender sus significados, tal como lo marca el programa de esta unidad de aprendizaje, eran a través del aprendizaje autogestivo, colaborativo, lúdico, significativo, y el aprendizaje por casos. Usualmente jugábamos «¡basta!» de prefijos y sufijos; caras y gestos de términos médicos; hacíamos representaciones de la vida cotidiana sustituyendo palabras en español por prefijos y sufijos en griego o latín; creábamos cuentos, canciones o poemas sustituyendo alguna palabra en español por algún prefijo en griego o latín, como por ejemplo «oftalm por oftalm, odont por odont», nunca faltaba la alumna o alumno romántico que dijera algo como «tus oftalm hacen que mi cardi lata rápido», o que nos riéramos por algún chiste; y hacía el final del curso, poníamos todo esto en práctica al crear y «traducir» casos aplicando todo lo aprendido. Entonces, ¿cómo fomentar que los estudiantes construyan sus saberes a través de la pantalla? Además, ¿qué haría si ya tenía pensadas unas estrategias didácticas que me estaban funcionando bastante bien para que las y los alumnos logren entender la terminología de las ciencias de la salud? Para lograr estas adaptaciones del ambiente presencial al virtual, partí de las reflexiones que expongo a continuación.
En las últimas décadas, se ha dado una creciente aceleración en el desarrollo y utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, impregnando las actividades económicas, educativas, de investigación, del tiempo libre y, en general, de la mayoría de los aspectos de la vida, trayendo así consecuencias sociales, económicas y culturales más profundas que los que la Revolución Industrial trajo en años pasados (UNESCO, 1996). Estos avances digitales han propiciado cambios sustantivos en la vida cotidiana de los individuos, como trabajar, estudiar, relacionarse, entretenerse, expresarse y organizarse (Pérez, 2012; Islas, 2013; López y Mendizábal, 2013). En el ámbito educativo, las diferentes herramientas tecnológicas que pueden utilizarse en el aula o a distancia han modificado las formas tradicionales de enseñanza, así como los procesos de aprendizaje (Crovi, 2006). Unas de las herramientas digitales que ha cobrado especial relevancia en la educación, desde el nivel básico hasta el superior, son las redes sociales virtuales, apoyando a la docencia e intentando facilitar la formación del estudiante (Mendiguren, Meso y Pérez, 2012). Por lo que el papel de las tecnologías y, en especial, el de las redes sociales virtuales en el ámbito académico, ha sido estudiado por diferentes autores como Ellison, Steinfield y Lampe (2007); Mendiguren, Meso y Pérez (2012); Rouis, Limayem y Salehi-Sangari (2011); Túñez y Sixto (2012); Junco (2013); Erjavec (2013); Assunção y Mena (2014); y Chiecher (2014), por citar a algunos.