Buch lesen: «GuíaBurros Técnicas de defensa personal»

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Siendo sincero, no sé por dónde empezar a dar las gracias, pues son demasiadas las personas a las que tengo muchísimo que agradecer. Pero por algún lado hay que empezar:

A José María Montero, conocido como “Chema”, y a Manolo García, conocido como “Presi”, grandes profesores, enormes personas y buenos amigos que hacen que después de tantos años y espaldarazos uno quiera seguir entrenado, y por si fuera poco, con una sonrisa. También quiero dar las gracias a todos mis amigos del Club de Judo de Leganés, pero sobre todo, y con un especial cariño, a Olimpo Rayo por ser mi primer maestro y mentor, por aguantarme desde bien pequeño y enseñarme tantísimo y con tanta dedicación. Muchísimas gracias a todos de todo corazón.

A Francisco Vivas Panadero y Carlos González Calzas, que tanto me enseñan y con los que da gusto darse de golpes. Solo quiero decirles que son unos profesores estupendos y unos amigos magníficos. Por supuesto, también quiero acordarme en este momento del resto de mis amigos del Club Elemental Long Quan.

A Juan Carlos Serrato, que tanto empeño, y de tan buen grado, pone en que pueda seguir avanzando en el Wushu, y sobre todo por comportarse siempre como un buen amigo ayudándome en todo cuanto puede y más. Muchas gracias por todo el tiempo dedicado y por ceder su gimnasio para las fotos que aparecen en este libro. Gracias también a todos los compañeros de la Escuela Superior Wudao.

Gracias a la “Coquilla Carmesí”, conocido como Daniel Torres (efectivamente, lo he dicho bien), por hacer posible la edición este libro y por dejarse torturar para las fotos y en otros entrenamientos precedentes, y espero que también en otros posteriores. ¡Muchas gracias pimpollo!

Por último un agradecimiento muy especial a Ana por todo su apoyo y comprensión cada vez que no puedo estar con ella porque tengo que entrenar y por estar ahí cada vez que me rompo y no salir corriendo ¡que no es poca cosa!

Muchas gracias a todos.

Prefacio

Las situaciones peligrosas siempre han estado a la orden del día, y por ello desde el inicio de los tiempos la hu- manidad se ha encargado de su protección lo mejor que ha podido, llegando a desarrollarse una gran variedad de sistemas de artes marciales y de lucha en todo el mundo. Buenos ejemplos de esto son: el Karate con su muchas escuelas, el Judo, el Tai Ji Quan y el Wushu en cualquiera desusestilos,laluchacanaria,elKravMagá,elMuayThai tailandés, el Savate francés, o el boxeo inglés entre otros cientosdeestilos.Enmuchosdeestossistemassepracti- canconlasmanosvacíasyconarmastradicionalescomo lanzas, espadas, hoces, plomadas, abanicos, dagas y un largo etc.; y en otros con armas más modernas como fu- siles o bolígrafos. Podemos observar que cualquier cosa vale para darse de golpes con quiensea.

Las artes marciales, en un principio se utilizaban en los conflictosbélicosdeotrostiempos,enlosqueseluchaba principalmente cuerpo a cuerpo. Pero en las épocas de paz, algunas de estas artes se fueron convirtiendo pau- latinamente en deportes, formas de expresión artística o en métodos para mantener la salud, perdiendo así algu- nas de ellas su basemarcial.

Las técnicas de defensa personal de hoy en día, en cual- quieradesusformas,seamilitar,policial,ocivil(incluida lademujeres),estansolootraderivacióndeesteproceso

adaptativoalaconvenienciadelostiemposactuales.Téc- nicamente, apenas son distintas entre ellas, pero las dife- rencias esenciales se encuentran en la finalidad de estas y, por ello, en su entrenamiento. Tomando el Judo por ejemplo:esteesunestiloenelqueprimanlasproyeccio- nes, o derribos, y los controles en el suelo, entre los que se incluyen luxaciones y estrangulaciones. Un militar en tiempos de guerra podrá aplicar las luxaciones,estrangu- laciones y derribos hasta sus últimas consecuencias,cosa que no podrá hacer, por ejemplo, un policía, al que se le impide llegar, en principio, a ciertos extremos, y tansolo seledejacontrolaryesposaraldelincuenteconelmenor dañoposible.

Lo mismo nos pasará para la defensa personal civil. En principiodeberemosaplicarunafuerzaproporcionalala del ataque realizado. Esta fuerza dependerá de la situa- ción, de por ejemplo si es de noche o de día, delnúmero de atacantes o de si estos están armados ono.

Supongo que debo dejar claro que la intención de este li- bro no es sustituir, ni siquiera corregir, las directrices de ningún maestro o profesional de las artes marciales y de la defensa personal. Pretendo únicamente dar una serie de ideas sobre algunas técnicas y algunos de sus posibles usos. Espero que los lectores sean conscientes de la nece- sidad,sobretodosinuncahanpracticadoestetipodeartes odeportes,delasupervisióndeunprofesional,yaquelas técnicas tanto de derribo como de luxaciones pueden ser muy peligrosas. Está bien hacérselas a los “malos”, pero a tus amigos y compañeros está muy feoromperlos.

Breve historia de la creación y expansióndelJudoydelKravMagá

Siguiendoconlaideadequelasartesmarcialessecrearon a partir de la intención de su fundador y que evolucio- naron con el devenir de los tiempos, se contextualizarán históricamente y se explicarán brevemente los sistemas del Judo y el KravMagá.

Judo

Su creador fue Jigoro Kano(1860-1936), que entre otras cosas fue el fundador y presidente del Ko-do-kan (casa donde se enseña el camino), catedrático y profesor del ColegioGakushuin,creadordelaButoku-kai(Asociación de las Artes Marciales de Japón), miembro del Comité Olímpico Internacional, fundador la Asociación Nacio- nal de Educación Física y presidente de la misma. Kano fue el primero establecer el sistema pedagógico decintu- rones y danes que posteriormente, de una u otra forma, copiarían las demás artes marciales. Siendo secretariodel ministro de educación, se encargó de agregar el Judo yel Kendo al currículum deportivo de las escuelas de prepa- ración de profesores y de escuelas secundarias deJapón.

Estudiaría presencialmente en dos escuelas de Jujutsu: en la Tenjin Shinyô-ryu y en la Kito-ryu. A lo largo de toda su vida, recopilará una gran cantidad de pergaminos perte- necientes a diferentes escuelas de artes marciales teme- rosasdequesusestiloscayeranenelolvido.Tantoél

comosusalumnosparticiparonenmúltiplesexhibiciones y torneos con diversas escuelas de artes marciales, que- dandosiempre,ocasisiempre,muybienparadosuestilo, resultando todo esto muy beneficioso para la expansión delJudo,quepocoapocofuesiendoimpartidoenacade- mias policiales y militares, en universidades y enescuelas primero de Japón y luego de todo elmundo.

Kanofueantetodounpedagogocuyoafánfuerespetary rescatar las tradiciones de su país, pues creía firmemente quepodíanserdemuchautilidadenunmundoenelque los constantes cambios sociales, económicos y militares hacían cada vez menos necesaria la lucha cuerpo a cuer- po. Pensaba que las artes marciales, lejos de ser inútiles, aúnpodíanserunbuenmétododeeducacióntantofísica como espiritual, rescatando así los viejos valores del bus- hidoquelanuevasociedadjaponesaestabaarrinconando.

Desde poco antes de su nacimiento, y a lo largo de su vida, se experimentaría en Japón una época de intensos cambios, empezando por un periodo conocido como Bakumatsu (1853-1867) debido en buena parte a laforza- daaperturadeJapónalexterioren1853porelcomodoro Perry. El Shogunato Tokugawa no pasaba por su mejor momento,yaqueempezabaatenerdisputasinternasque se agravaron al ceder a las exigencias de apertura comer- cial estadounidenses, cosa que daría lugar a un enfrenta- miento entre los partidarios y detractores de dicha aper- tura económica internacional. Inmediatamente después deestocomenzaríalamodernizaciónyoccidentalización delejército,locualfueunanuevafuentedediscrepancias.

A colación de todo esto sucedió un hecho insólito que no ocurría en el Japón desde hacía siglos: el Emperador sepronunciópolíticamenteeintervinoenlosasuntosdel país posicionándose en contra del Shogun. La sociedad japonesa se polarizó aún más dividiéndose entre los par- tidarios del Shogun y los delEmperador.

Puedequenoselocreanustedes,peromientrastodoesto ocurría, algunos daimyo (señores feudales) se enfrentaron por su cuenta las potencias occidentales (Reino Unido, Francia, Estados Unidos...). El clima político era espan- toso, no había un solo día en el que no hubieraenfrenta- mientos,asesinatos,arrestosyajusticiamientos.Comono podía ser de otra manera, las muertes del Shogun Toku- gawa Iemochi(1866) y del Emperador Komei(1867) no ayudaron demasiado a la situación. Los sustituyeron el ShogunTokugawaYoshinobuyelEmperadorMeiji.Los clanes Satsuma y Choshu en el 1867 se alzarían contra el Shogun, el cual decidiría no luchar, dando aún más ventaja a sus ya fuertes rivales y propiciando la caída del shogunato durante las Guerras Boshin (1868-1869), tras las que el Shogun abdicaría su poder en el Emperador. Esta medida estuvo lejos de poder apaciguar a losclanes Satsuma y Choshu, que pretendieron tomar infructuo- samente la corte imperial. Tras ser derrotados, el Clan Satsuma se retiraría a Hokkaido, donde formaría la Re- pública de Enzo, rendida en1869.

A partir de estos incidentes, el país sufriría unos impor- tantes cambios de estilo de vida debido a su occidentali- zación, perdiendo en este proceso sus valores morales y

sus estamentos sociales. Téngase en cuenta que pasaron deserunasociedadfeudaldondeelestamentomásaltose dedicabaaguerra(sibienllevabanunosdossiglosdepaz) y en la que los artesanos y comerciantes estaban tan solo unpocoporencimadelosestratosmásestigmatizados.A partir de este momento, y en muy poco tiempo, muchos delosdaimyosearruinarondebidoasunulacapacidadpara comerciar, todo esto pese a las leyes imperiales promul- gadas para beneficiarles. Sin embargo, los comerciantes prosperaron enormemente, lo que cambiaría los hábitosy costumbresdelpaísrápidamenteendetrimentodelosvie- josvaloresfeudales.Noobstante,algunosvieronunautili- dad a los viejos valores en el mundo moderno, y a aquí es donde entra en juego nuestro protagonista: JigoroKano.

En un Japón que se occidentalizó y modernizó rápida- mente y que adoptó una política exterior excesivamente beligeranteparapodercompetirdetúatúconlaspoten- cias internacionales de la época, Jigoro entendía la vida deunaformapacifistaypensabaquetantoorientecomo occidentepodíanydebíancompartir,aprenderyayudar- se entre ellos y creó un sistema marcial consecuente con estas ideas al que denominó Judo. Ju significabasuavidad y flexibilidad, y Do vía o camino en sentido filosófico. Kano pretendió que su arte marcial no fuera un simple método de defensa personal eficaz, sino que también fuese una buena herramienta para forjar el carácter y cuidar la salud del cuerpo. Este nuevo arte se inspira- ba directamente en los antiquísimos métodos de peleas sin armas de los guerreros samuráis, pero la reformula- ciónquehizoKanodeestasantiguasdisciplinasenclave

filosófica explica por qué decidió excluir de este nuevo sistema quitar todos los elementos más lesivos ypeligro- sos, como los golpeos y “pellizcos” en puntos vitales, ciertas luxaciones, etc., y por qué puso más énfasis en valores como el respeto o elesfuerzo.

Kano basó su estilo en el “principio de la máxima efi- ciencia”. Creó un método de aprendizaje completo que contenía un sistema de gimnasia cuyos movimientos tenían un interés técnico que hacía que con su práctica habitual se desarrollasen destrezas. Partió de una base consolidada previamente por otras artes marciales, pero cualquier sistema que incluya estos puntos es válido.

También incluyó otro concepto, el de “bienestar y be- neficio mutuos”, el cual nos insta a no intentar vencer a nuestro compañero de prácticas, sino a tratar deestudiar con él, pues si le dañamos, este no volverá a practicar y por tanto no podremos aprender. Si no tenemos cono- cimientos no podemos ser útiles, por lo que una actitud meramente combativa no nos traerá beneficios a noso- tros mismos, ni a nuestros compañeros, ni a la sociedad. Ese principio, al igual que el anterior, debe aplicarse en todas las facetas de la vida y no solamente en eldojo.

Modernizó ciertos aspectos de la práctica, dando cierta preponderancia al randori (la práctica libre) sobre la kata (formas de combate preestablecidas), pero aun así insis- tióenlaimportanciadeestasúltimas.Pero, pocoapoco, laimportanciadelaskatasydelafilosofíafuediluyéndo- se y olvidándose debido, en buena parte, a laexpansión

del judo por todo el mundo y por el hecho de que pasó a ser un deporte olímpico (Tokio, 1964). Este último he- cho, a mi entender, es contradictorio con los preceptos iniciales, ya que, como en todo deporte, ahora se busca una mejora del rendimiento y la victoria sobre un adver- sario, por lo que paulatinamente se acaban desechando los componentes que no conduzcan a esto, incluidos los principiosfilosóficos.

En suma, la intención de Jigoro Kano al crear el Judo Kodokan era crear un sistema educativo, con un alto con- tenidofilosóficoymoral,yqueasuvezfueraunsistema de gimnasia y de defensa personal que además sirviera para volver útiles y unir a todos los individuos de la so- ciedad, tanto nacional comomundialmente.

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