¡Jugad, jugad, malditos!
Über das Buch
La crisis financiera y económica, con sus secuelas de desempleo, precariedad y aumento de las desigualdades, está siendo aprovechada como caldo de cultivo propicio para el florecimiento y la expansión de las casas de juegos de azar y apuestas deportivas, hasta el punto de convertir el Reino de España en una timba. Los juegos de azar representan el 2,3 por 100 del PIB, más de 23.000 millones de euros al año según el último informe del Ministerio de Hacienda (ejercicio de 2017). El subsector no ha dejado de crecer en el último lustro.
En este libro se analizan a fondo las tres dimensiones –humana, sociopolítica y económica– de una «industria» (la llaman) del entretenimiento que infecta de salas de juego y apuestas los barrios de menor renta de las ciudades españolas (cada año se abren 500 más) y no parece tener tasa ni límite. Se expande como si unos poderes inescrutables hubieran decidido en algún lugar ignoto inocular a los jóvenes (y no tan jóvenes) el virus de la ludopatía y la autodestrucción.
La dimensión humana del problema, la más íntima y reservada, también la más destructiva, se aborda desde todos los ángulos posibles, con el fin de ofrecer una visión completa del proceso de deconstrucción y desgracia de las personas y de las dificultades de su rehabilitación. El estilo del reportaje periodístico, con testimonios, entrevistas, documentos y referencias bibiográficas aporta intensidad al relato y sirve de piedra de toque sobre un sistema voraz e insostenible que ha reducido a cifras económicas los valores humanos y que enarbola el único principio válido: «la ética del beneficio» le dicen.
La vertiente sociopolítica del juego (más de dos millones de españoles juegan habitualmente) comprende desde el balbuciente rechazo vecinal a la proliferación de las casas de apuestas hasta el fenómeno de «la mejor liga del mundo», pasando por la propaganda publicitaria, los patrocinios, la sumisión de los medios de comunicación y las complicidades políticas, legislativas, policiales y judiciales con los «operadores».
La parte económica se centra en destapar los intereses y personajes que están detrás de una burbuja con un margen de beneficio (y rentabilidad) del 11 al 45 por 100 del dinero que fluye por sus conductos. Fondos buitres, señores del juego en guerra unos con otros, financiación política, amaños, apaños y blanqueo de dinero negro de origen criminal completan la investigación.