Romanos

Text
0
Kritiken
Leseprobe
Als gelesen kennzeichnen
Wie Sie das Buch nach dem Kauf lesen
Schriftart:Kleiner AaGrößer Aa

3. Por qué se incluyen los apéndices

Los apéndices A, B y C tratan de materias íntimamente relacionadas con Romanos, pero de haber sido incluidos en el bosquejo como notas, se habría interrumpido la continuidad de pensamiento.

C. INTRODUCCIÓN
1. El autor de la carta.

Pablo, el autor de Romanos, destaca de entre los hombres en la misma medida que la epístola destaca de los demás escritos del Nuevo Testamento. Su fe y paciencia, su profunda piedad y compasión, al igual que su mente penetrante e invencible espíritu, son inigualables. No sabemos de nadie tan completamente dedicado al evangelio de Cristo, ni de ningún otro siervo de Dios que haya contribuido tan rica y abundantemente a la mejor comprensión de la fe cristiana, que Pablo.

Pablo, cuyo nombre en hebreo era Saulo, nació en Tarso de Cilicia y creció en la tradición hebrea de la estricta secta de los fariseos. Educado en Jerusalem, bajo la dirección del notable rabino Gamaliel, fue uno de los dirigentes religiosos más destacados de su época y de su pueblo. Quizá sea esta la causa de su celosa persecución de los seguidores de Jesús de Nazaret. Éstos creían que Jesús había sido crucificado y resucitado de entre los muertos como el Cristo de Dios; pero Pablo veía en Jesús solamente un impostor bajo la maldición de Dios. Fue cuando se dirigía a Damasco a prender y encerrar en prisión a los cristianos, cuando el Señor Jesús, resucitado, se le apareció en persona y le salvó. Fue designado por el Señor mismo para ser el apóstol de los gentiles, y empleó el resto de su vida predicando el evangelio y estableciendo iglesias a través de los dominios del Imperio Romano.

2. La ocasión y propósito de la carta

La carta se escribió en Corinto, probablemente en el año 57 o 58 de la era cristiana. Durante mucho tiempo Pablo había deseado visitar Roma, y finalmente esperaba poder hacerlo de paso en su viaje hacia España, pues al parecer, la carta fue escrita para preparar el camino de la proyectada visita.

La iglesia de Roma estaba formada por judíos y gentiles, y es evidente que la fe de los santos en Roma estaba bien fundada en la fe, por cuanto Pablo encomia su pureza en doctrina y práctica. Por esto, el propósito de la carta es más bien preventivo que correctivo. El designio de la epístola es el establecimiento, en forma clara y lógica, del sistema doctrinal cristiano y, al mismo tiempo, el atajar y evitar la propagación de falsas enseñanzas que pudieran surgir posteriormente.

3. Un breve análisis de la carta.

La carta se divide en tres partes principales. La primera trata de la justificación por la fe y sus consecuencias (capítulos 1-8); la segunda trata de la exclusión temporal de los judíos y de la inclusión de los gentiles en el pueblo de Dios (capítulos 9-11); y finalmente, la tercera parte consiste en las exhortaciones prácticas y temas personales dirigidos a los santos en Roma (capítulos 12-16).

PRIMERA PARTE

LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE Y SUS CONSECUENCIAS

(Capítulos 1-8)

Después de presentarse a sí mismo y exponer el tema de la carta ―las buenas nuevas de que la justicia de Dios se obtiene por medio de la fe―, Pablo procede a establecer el hecho de que todos los hombres son pecadores y necesitan ser justificados. Muestra que, tanto los judíos como los gentiles, están bajo el poder del pecado y, por lo tanto, son incapaces de guardar la Ley; consecuentemente aparecen condenados ante Dios y necesitan un método de salvación diferente al basado en la obediencia personal.

Pablo muestra después cómo Jesucristo hizo por el hombre pecador lo que el pecador no puede hacer por sí mismo; esto es, obrar una justicia perfecta, la cual le es dada (atribuida o imputada) al pecador en el momento en que cree.

Teniendo como base la justicia de Cristo, que obtiene por la fe, el pecador es declarado aceptable por Dios y, por lo tanto, es JUSTIFICADO (absuelto, declarado en buena relación con Dios). Después el apóstol Pablo explica cómo siendo justificado por la fe, el hombre, en lugar de vivir en pecado, vive una vida de frutos lógicos de obediencia a Dios. Únicamente aquellos que no están bajo la Ley sino bajo la gracia, pueden encontrar las razones o motivos de amar y servir a Dios verdaderamente. Inmediatamente llama la atención sobre la función de la Ley, mostrando que la misma revela y condena al pecado; pero que lo mismo que la Ley no puede justificar al culpable, tampoco la Ley puede santificar al creyente. El pecado permanece en el cristiano tanto tiempo como él mismo permanece en este mundo. Pablo cierra la sección mostrando que el creyente, no obstante estar rodeado de pecado y sufrimiento mientras vive, está también poseído y ayudado por el Espíritu Santo, pues ha sido predestinado para la gloria y está perfecta y eternamente asegurado “en Cristo”, y nada en la creación entera puede separarle del amor de Dios.

SEGUNDA PARTE

EXCLUSIÓN TEMPORAL DE LOS JUDÍOS E INCLUSIÓN DE

LOS GENTILES COMO PUEBLO DE DIOS

(Capítulos 9-11)

La segunda parte de la epístola se refiere a un problema que era de lo más confuso y oscuro en los tiempos de Pablo: la incredulidad de la nación de Israel y la salvación de los gentiles. Los judíos se alejaban de Jesús mientras que los gentiles se acercaban a Él en fe, reconociéndole como Salvador. ¿Cómo podría explicarse este hecho? Si Jesús de Nazaret era el verdadero Cristo, el Hijo de Dios, ¿por qué la nación judía, el pueblo escogido de Dios, con quien Él había establecido Su pacto, se alejaba dándole la espalda en incredulidad? Pablo resuelve el problema de la exclusión de judíos y el llamamiento de los gentiles, apelando al principio de la elección divina; esto es, que Dios determina quién será objeto de su misericordia y será salvo y quién será rechazado y dejado en sus pecados. Aún más, el llamamiento de los gentiles y la exclusión de la mayor parte de los judíos ya había sido predicha por los profetas en la antigüedad. Después de haber establecido que la elección soberana de Dios es la eterna y definitiva razón por la que los individuos son o no son objeto de la misericordia divina, Pablo explica que la causa inmediata de la justificación del hombre es el hecho de su fe en Jesucristo. Aquellos que creen en Cristo son salvos, y aquellos que no creen son perdidos, cualquiera que sea su raza. Para cerrar esta sección, el apóstol pone de manifiesto que la exclusión de Israel no es ni total (algunos judíos son salvos) ni final (Dios en el futuro mostrará misericordia al pueblo de Israel como nación).

TERCERA PARTE

EXHORTACIONES PRÁCTICAS Y ENCARGOS PERSONALES

DIRIGIDOS A LOS SANTOS EN ROMA

(Capítulos 12-16)

La tercera parte está primordialmente dedicada a dar instrucciones prácticas a los creyentes. El apóstol señala sus deberes para con Dios y Su Iglesia; para con los demás hermanos y el mundo, y para con las autoridades civiles. Les exhorta a amarse los unos a los otros y a vivir en la luz que les da el hecho de que su salvación está más próxima que cuando creyeron. Después les instruye sobre la forma en que deben comportarse en asuntos que no son malos en sí mismos, indiferentes, pero que pueden escandalizar a los creyentes de fe más débil, y establece varios principios concernientes a la libertad cristiana y al uso de la misma.

Pablo explica sus propios sentimientos y relación para con los santos en Roma, y envía saludos personales a varias personas. Les advierte solemnemente de que no deben contemporizar con falsas doctrinas o con aquellos que las enseñan. Después de esto les envía saludos de sus compañeros. La carta termina con una doxología en la cual el apóstol alaba al Eterno y Omnisciente Dios que dio a conocer el Evangelio de Jesucristo, el cual es ofrecido libre y gratuitamente a todos los hombres, judíos y gentiles.

4. Bosquejo condensado de la carta.

Algunas de las verdaderas enseñadas en Romanos pueden pasar desapercibidas a menos que se comprenda bien la estructura de la carta, y se tenga en cuenta que muchas de las declaraciones de Pablo no pueden ser interpretadas con propiedad si se las separa del argumento general. Una de las reglas básicas de interpretación bíblica es el estudiar cada pasaje a la luz de su contexto. El bosquejo compendiado que sigue a continuación ayudará al lecto r a hacerlo así.

El vocabulario usado en este bosquejo compendiado es básicamente el mismo del bosquejo interpretativo. La diferencia entre ellos es la de que el bosquejo compendiado sólo contiene los encabezamientos principales (números romanos I-XIII) y sus subdivisiones A.B.C. Y el propósito de incluir este bosquejo más abreviado, es el de hacer más accesible al lector la estructura básica de la epístola.

PRIMERA PARTE

LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE Y SUS CONSECUENCIAS

Capítulos 1-8

I. INTRODUCCIÓN A LA CARTA. 1:1-15

A. Pablo se presenta a sí mismo como apóstol escogido para predicar el evangelio de Jesucristo. 1:1-7.

B. Expresa su gratitud a Dios por los santos de Roma, y da a conocer su obligación y deseo ardiente de predicar el evangelio a todos los hombres. 1:8-15.

II. EL TEMA DE LA CARTA. EL EVANGELIO, LAS BUENAS NUEVAS QUE HABLAN DE LA JUSTICIA DE DIOS, QUE ÉL DA GRATUITAMENTE “A TODO AQUEL QUE TIENE FE” (Judíos y Gentiles) 1:16, 17.

Los versículos 16 y 17 contienen las doctrinas esenciales de la carta a los Romanos:

A. La salvación por la fe sola.

B. La libre oferta de salvación a todos los hombres sin distinción.

III. TODOS LOS HOMBRES ESTÁN BAJO EL PODER DEL PECADO, Y CONSECUENTEMENTE CARECEN DE JUSTICIA PROPIA; POR LO TANTO, NADIE SERÁ JUSTIFICADO POR LAS OBRAS DE LA LEY, PUES NADIE LA HA GUARDADO. 1:18-3:20.

 

A. Los gentiles son pecadores y carecen de justicia personal. 1:18-32.

B. Los judíos son pecadores y carecen de justicia personal. 2:1-3:8.

C. Resumen y conclusión. ― Todos son pecadores y por lo tanto ningún ser humano será justificado ante Dios por las obras de la Ley, pues nadie la ha guardado. 3:9-20.

IV. ESTABLECIMIENTO DE LA JUSTICIA POR LA FE. ―LOS PECADORES SON JUSTIFICADOS POR LA JUSTICIA DE CRISTO QUE LES ES IMPUTADA AL RECIBIRLA POR LA FE. 3:21-5:21.

A. El método evangélico de la justificación por la fe. 3:21-31.

B. El caso de Abraham citado como ejemplo y prueba del método evangélico de la justificación por la fe, y no por las obras. 4:1-25.

C. Algunas bendiciones que se derivan de la justificación por la fe. 5:1-11.

D. El método evangélico de la justificación ilustrado por medio de la comparación entre la obra salvadora de Cristo y la obra condenatoria de Adam. 5:12-21.

V. PABLO MUESTRA LA FALTA DE FUNDAMENTO EN LA OBJECIÓN DE QUE EL SER JUSTIFICADO POR LA FE, Y NO POR MÉRITOS PERSONALES, CONDUCE AL HOMBRE A VIVIR UNA VIDA DE PECADO. POR EL CONTRARIO, LA GRACIA ES LA CAUSA SUPREMA DE OBEDIENCIA CUYO RESULTADO INEVITABLE ES UNA VIDA SANTA. 6:1-7:6.

A. Los justificados por la fe no pueden continuar viviendo en pecado, porque a través de su identificación con Cristo son muertos al pecado.

B. Debido a que los que son justificados por la fe no están bajo la Ley (i.e., salvos por guardar sus mandamientos), sino bajo la gracia (i.e., salvos por la gratuita misericordia de Dios), están llamados a rendirse a Dios como siervos obedientes. 6:12-7:6.

VI. LA FUNCIÓN DE LA LEY ANTES Y DESPUÉS DE LA JUSTIFICACIÓN ES REVELAR Y CONDENAR EL PECADO; PERO NO PRODUCE, NI PUEDE PRODUCIR, SANTIDAD. 7:7-25.

A. Antes de que Pablo fuese convertido (salvo), la Ley le hizo conocer el pecado y esto, a su vez, reconocer que estaba espiritualmente muerto. 7:7-13.

B. Después de su conversión (salvación), Pablo se deleitó en la Ley de Dios y la sirvió con su mente; pero encontró que aún el pecado moraba en él y le forzaba a hacer el mal que, como creyente, odiaba. 7:14-25.

VII. LOS JUSTIFICADOS, NO OBSTANTE VIVIR ATORMENTADOS POR EL PECADO Y POR DIVERSAS AFLICCIONES MIENTRAS PERMANECEN EN ESTE MUNDO, ESTÁN, SIN EMBARGO, SEGUROS “EN CRISTO”. PARA AQUELLOS QUE SON POSESIÓN DEL ESPÍRITU SANTO, LA SALVACIÓN ES CIERTA Y SEGURA, PORQUE LA OBRA DEL ESPÍRITU EN ELLOS ES LA PUERTA DE QUE HAN SIDO PREDESTINADOS PARA LA GLORIA ETERNA. NADA PUEDE SEPARARLES DEL AMOR DE DIOS. 8:1-39.

A. A través de su identificación con Cristo, los creyentes (no obstante ser pecadores por naturaleza propia), han sido liberados de la Ley y, por lo tanto, no pueden ser condenados. Por esto su salvación es cierta. 8:1-4.

B. Los creyentes son posesión del Espíritu Santo, quien les regenera, les santifica y, en el último día, les resucitará. 8:5-11.

C. Los creyentes (por medio de la adopción) son, en su estado presente, hijos de Dios ym por tanto, co-herederos con Cristo. 8:12-17.

D. Los creyentes, a pesar de que deben sufrir diversas aflicciones mientras permanezcan en esta vida, son sostenidos en medio de ellas por el ánimo y ayuda que les viene de Dios. 8:18-28.

E. Los creyentes tienen asegurada la salvación final porque han sido predestinados para gloria eterna. 8:29-30.

G. El amor de Dios hacia Sus hijos es infinito e inmutable, y ninguna cosa creada podrá separar al creyente de tal amor. 8:35-39.

SEGUNDA PARTE

EXCLUSIÓN TEMPORAL DE LOS JUDÍOS E INCLUSIÓN DE

LOS GENTILES COMO PUEBLO DE DIOS Capítulos 9-11

VIII. LA RAZÓN FINAL DE LA EXCLUSIÓN DE LA MAYOR PARTE DE ISRAEL Y DEL LLAMAMIENTO DE LOS GENTILES PARA SALVACIÓN, ES LA SOBERANA ELECCIÓN DE DIOS. 9:1-29.

A. Antes de comenzar la discusión del rechazamiento de los Judíos, Pablo expresa su profundo interés y amor por ellos, y su respeto por sus privilegios nacionales. 9:1-5.

B. A continuación Pablo establece el derecho absoluto de Dios de tratar con sus criaturas caídas y pecadoras conforme le plazca; y muestra cómo Dios ha seleccionado para salvación a individuos particulares de entre los Judíos, así como de entre los Gentiles, al tiempo que rechaza al resto. 9:6-24.

C. El apóstol apela a las Escrituras judías y muestra que la salvación de los Gentiles y la exclusión de la mayor parte de Israel había sido predicha por los profetas. 9:25-29.

IX. LA CAUSA INMEDIATA DE LA EXCLUSIÓN DE ISRAEL Y DE LA INCLUSIÓN DE LOS GENTILES PARA SALVACIÓN FUE LA DIFERENTE MANERA EN QUE AMBOS RESPONDIERON AL EVANGELIO (las buenas nuevas de justificación por la fe en Jesucristo). 9:30-10:21.

A. Los gentiles estaban recibiendo el don gratuito de la justicia de Dios y eran justificados; en cambio los Judíos trataban de obtener por obras su propia justicia, y perecían. 9:30-10:4.

B. Mediante el contraste entre el método legal y el método evangélico, se demuestra que el método legal está fuera del alcance del hombre pecador, mientras que el método evangélico es simple y sencillo y se adapta a todos los hombres sin distinción. 10:5-13.

C. El evangelio de Cristo es, no solamente aplicable a todos los hombres, sino que debe enviarse (ser predicado) a todos los hombres, si alguno ha de salvarse. 10:14-17.

D. Los profetas del Antiguo Testamento predijeron la extensión universal del Evangelio y la inclusión de los gentiles como pueblo de Dios, así como el rechazo del Evangelio por parte de Israel. 10:18-21.

X. LA EXCLUSIÓN DE LOS JUDÍOS, EN CUANTO AL NÚMERO, NO ES TAL; EN CUANTO AL TIEMPO, NO ES FINAL. 11:1-36.

A. La exclusión de los judíos, en cuanto al número, no es total. 11:1-10.

B. La exclusión de los judíos, en cuanto al tiempo, no es final. 11:11-32.

C. Pablo eleva su alabanza en adoración al Omnisciente y Todopoderoso Soberano (cuya sabiduría humana), el único Autor Rector y Fin de todas las cosas. 11:33-36.

TERCERA PARTE

EXHORTACIONES PRÁCTICAS Y ENCARGOS PERSONALES

DIRIGIDOS A LOS SANTOS EN ROMA Capítulos 12-16

XI. EXHORTACIONES PRÁCTICAS. 12:1-15:13.

A. Deberes para con Dios y para con la Iglesia. 12:1-8.

B. Deberes para con otros creyentes y para con el mundo. 12:9-21.

C. Deberes para con las autoridades civiles. 13:1-7.

D. El deber de amarse los unos a los otros; “el amor es el cumplimiento de la Ley”. 13:8-10.

E. Todos estos deberes deben ser vistos a la luz del hecho de que la salvación está más próxima que cuando creímos. 13:11-14.

F. Instrucciones relacionadas con la libertad cristiana. 14:1-15:13.

XII. ENCARGOS PERSONALES. 15:14-16:23.

A. Pablo expone sus propios sentimientos hacia los santos de Roma y sus relaciones con ellos. 15:14-33.

B. Pablo envía saludos personales a varias personas de Roma. 16:1-16.

C. El apóstol previene a los santos de que no deben tener ningún contacto con aquellos que causan disensiones y dificultades, oponiéndose a la sana doctrina ―los tales son falsos maestros, y no verdaderos siervos de Cristo. 16:17-20.

D. Envía saludos de sus compañeros a los santos de Roma. 16:21-23.

XIII. DOXOLOGÍA FINAL. 16:25-27.

Pablo alza sus alabanzas al Eterno, Omnisciente Dios, quien, a través de las Escrituras proféticas, ha hecho conocer el Evangelio de Jesucristo ―las buenas nuevas de salvación por la fe libremente ofrecida a todos los hombres, tanto Gentiles como Judíos.

Primera Parte:
LA JUSTIFICACIÓN POR FE Y SUS CONSECUENCIAS. Capítulos 1-8
I. INTRODUCCIÓN PAULINA. 1:1-15.

A. Pablo (mensajero especial de Dios) se dirige a los amados de Dios en Roma. Había sido “apartado” por Dios con el propósito de dar a conocer el Evangelio. El mensaje de Pablo se centra en Jesucristo, quien, en cuanto a la carne, era descendiente de David, pero que, por su resurrección de entre los muertos, demostró ser el Hijo de Dios. (Ver 1 Cor. 15:3,4). 1:1-7.


V.A.R.V. PABLO, siervo3 de Jesucristo, llamado á ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2que él había antes prometido por sus profetas en las santas Escrituras, 3acerca de su Hijo, (que fué hecho de la simiente de David según la carne; 4 el cual fué declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos), de Jesucristo Señor nuestro, 5 por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe en todas las naciones en su nombre, 6 entre las cuales sois también vosotros, llamados de Jesucristo: 7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. V.R. 1960 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, 3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, 4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, 5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre; 6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo; 7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

B. Pablo expresa su gratitud a Dios por ellos, y les revela su deseo de ir a verles y predicar el evangelio en Roma. También les da a conocer su propia obligación y ardiente deseo de dar a conocer estas buenas nuevas a todos los hombres.


VARV 8 Primeramente, doy gracias á mi Dios por Jesucristo acerca de todos vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo. 9 Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones, 10 rogando, si al fin algún tiempo haya de tener, por la voluntad de Dios, próspero viaje para ir á vosotros. 11 Porque os deseo ver, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros; 12 es á saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe vuestra y juntamente mía. 13 Mas no quiero, hermanos, que ingnoréis que muchas veces me he propuesto ir á vosotros (empero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás Gentiles. 14 A Griegos y á bárbaros, á sabios y á no sabios soy deudor. 15 Así que, cuanto á mí, presto estoy á anunciar el evangelio también á vosotros que estáis en Roma. V.R. 1960 8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. 9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, 10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros. 11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; 12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí. 13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles. 14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. 15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.