Luciérnagas enlutadas

Text
0
Kritiken
Leseprobe
Als gelesen kennzeichnen
Wie Sie das Buch nach dem Kauf lesen
Luciérnagas enlutadas
Schriftart:Kleiner AaGrößer Aa

Luciérnagas

Enlutadas

© del texto: Alba Pérez Valderas

© diseño de cubierta: Equipo BABIDI–BÚ

© corrección del texto: Equipo BABIDI–BÚ

© de esta edición:

Editorial BABIDI–BÚ, 2021

Fernández de Ribera 32, 2ºD

41005 - Sevilla

Tlfns: 912.665.684

info@babidibulibros.com

www.babidibulibros.com

Primera edición: enero, 2021

ISBN: 978-84-18499-49-4

Producción del ePub: booqlab

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o scanear algún fragmento de esta obra»

Luciérnagas

Enlutadas

Alba Pérez Valderas


Índice

I

II

III

IV

V

VI

VII

VIII

IX

X

XI

XII

XIII

XIV

XV

XVI

XVII

XVIII

XIX

XX

XXI

XXII

XXIII

XXIV

XXV

XXVI

XXVII

XXVIII

XXIX

XXX

XXXI

XXXII

XXXIII

XXXIV

XXXV

XXXVI

XXXVII

XXXVIII

XXXIX

XL

XLI

XLII

XLIII

XLIV

XLV

XLVI

XLVII

XLVIII

XLIX

L

LI

La noche se me empapa de opresión.

Su relente es un decreto insalvable

que hiede a podredumbre

de todas mis ideas y abstracciones.

Pesa como una ausencia de futuro.

Por mi silueta triste

asciende ahogándola en soledad;

anegando sus estancias implacable,

mientras yo contribuyo

bajo presión del llanto.

El caos se perfuma de consuelo;

el común infortunio es su fragancia,

anestesia fatal

y perezosa que funciona a medias.

Engaña y apacigua la conciencia,

pero nunca del todo.

Si te dejas impregnar por su náusea

hasta vaciar el confín de tu estómago,

se ordenará al completo

y olerán tus acciones.

El tiempo es como un desierto agrietado

por la falta de experiencias; reseco

como un antiguo duelo

que ya ni siquiera puedes llorar.

Te golpea desde dentro, como sed

sempiterna de muerte

u olvido que la acabe de agostar.

Así mi oasis se derrumbó inerte

y se yergue el olvido,

parodia de mi fuente.

Tu verdad es como un páramo yermo,

macabro e infalible, donde yacen

todos sus fénix muertos.

A veces tienes quien la vivifique

o bien para quien darle nueva vida.

Caminos soterrados

bajo oportunidades de ceniza

acallan impasibles todo oasis.

El desencuentro es tumba

de tu resurrección.