Programas de monitoreo del medio marino costero

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En el caso que las actividades sean ejecutadas por el personal del titular del proyecto, se deberá demostrar su competencia técnica y mantener los registros del control metrológico de los equipos utilizados en tales mediciones, en los mismos términos descritos en el párrafo anterior.

5. Autorizaciones para las Entidades Técnicas de Fiscalización Ambiental e Inspectores Ambientales

El registro público de la SMA que contiene la información de las ETFA e IA autorizados, está disponible a los usuarios a través del sitio electrónico https://entidadestecnicas.sma.gob.cl/Home/RegistroPublico, el que se actualiza cada vez que existan cambios en estas autorizaciones. Con fecha 08-12-2020 existen 68 autorizaciones ETFA que abarcan 16.631 alcances, distribuidos en los componentes agua, suelo, aire. Respecto de las subáreas o matrices asociadas al medio marino, existen 2.166 alcances autorizados ETFA relacionados con agua de mar y sedimentos marinos. Respecto de las autorizaciones IA, al 27-12-2020 existe un total de 891 personas naturales autorizadas, con un total de 8.410 alcances, de los cuales 1.193 están asociados a agua de mar y sedimentos marinos. Es importante mencionar que tanto las ETFA como los IA pueden autorizarse en una o más áreas ambientales.

6. Programa de de seguimiento y control a las Entidades Técnicas de Fiscalización Ambiental

En el contexto de la nueva institucionalidad ambiental nacional, el modelo de ETFA permite identificar y controlar a las organizaciones que desarrollan esas actividades, así como al personal técnico que las ejecuta. Esto asegura que existan procesos de evaluación y control periódicos dirigidos y que permitan realizar un seguimiento en el tiempo de su calidad técnica; evaluar su desempeño y competencia técnica; así como sancionar sus incumplimientos.

Actualmente el seguimiento y control de las ETFA, consta de 2 elementos, originados por el mandato establecido en Título III del reglamento ETFA, “Del control permanente”:

Ensayos de aptitud: Un Ensayo de Aptitud dentro del marco del sistema ETFA, es una prueba técnica orientada a evaluar el desempeño, en este caso analítico, de las ETFA autorizadas. Los ensayos de aptitud que organiza la SMA consisten en que la SMA adquiere muestras a laboratorios internacionales acreditados según las normas ISO correspondientes a su actividad, muestras que contienen contaminantes a concentraciones conocidas por la SMA, pero desconocidas por las ETFA. Estas muestras se distribuyen a los laboratorios participantes, ellos remiten a la SMA sus resultados, y nuestra institución realiza la evaluación estadística para determinar el desempeño de cada ETFA para cada parámetro evaluado.

La participación en los ensayos de aptitud es obligatoria para todas las ETFA autorizadas en los alcances correspondientes, y a las que la SMA notifique. Los resultados de los ensayos de aptitud son publicados en nuestro sitio web (https://portal.sma.gob.cl/index.php/portal-regulados/entidades-tecnicas/ensayos-de-aptitud/).

La SMA se encuentra acreditada por el Standard Council of Canadá, desde noviembre de 2014 según la norma ISO/IEC17043:2010 como Proveedor de Ensayos de Aptitud, demostrando con ello su competencia técnica para ejecutar esta actividad.

Fiscalizaciones: La SMA fiscaliza a las ETFA mediante 3 modalidades: (i) por programa de fiscalización; (ii) por oficio; (iii) por denuncias. Las fiscalizaciones pueden llevarse a cabo a través de actividades de inspección o verificación (revisión documental). Las actividades de inspección que realiza la SMA en este marco, son desarrolladas tanto en terreno donde se estén ejecutando las actividades la ETFA (muestreo, mediciones), como en sus instalaciones (análisis). Las actividades de verificación que realiza la SMA corresponden principalmente a una revisión documental de informes de resultados emitidos por las ETFA y que los titulares deben adjuntar a informes de seguimiento, o a reportes de cumplimiento.

Respecto de las actividades de oficio, la SMA realiza periódicamente una revisión de la vigencia de las acreditaciones ISO de las ETFA, verificando que se mantengan todos los alcances autorizados con su acreditación correspondiente. Para esto, se revisan las páginas web de los organismos acreditadores. Adicionalmente, se verifica la cobertura de IA en ETFA, dado que uno de los requisitos para mantener la autorización, es que la ETFA posea al menos 1 IA en el mismo alcance de autorización.

Finalmente, la SMA realiza actividades de fiscalización derivadas de denuncias que sean ingresadas por medio de los canales que se disponen para ello.

REFERENCIAS

Decreto Supremo N° 38/2013 del Ministerio del Medio Ambiente, que “Aprueba reglamento de entidades técnicas de técnicas de fiscalización ambiental de la Superintendencia del Medio Ambiente”.

Ley Orgánica de la Superintendencia del Medio Ambiente, Chile.

Resolución exenta N° 126/2019, que “Dicta instrucción de carácter general que establece los requisitos para la autorización de entidades técnicas de fiscalización ambiental e inspectores ambientales y revoca resoluciones que indica”.

Resolución exenta N° 127/2019, que “Dicta instrucción de carácter general que establece directrices generales para la operatividad de las entidades técnicas de fiscalización ambiental e inspectores ambientales y revoca resoluciones que indica”.

SECCIÓN 2

DISEÑO DE PROGRAMAS DE MONITOREO

Castilla, J. C., Fariña, J. M., & Camaño, A. (Eds.). 2021. Programas de monitoreo del medio

marino costero: Diseños experimentales, muestreos, métodos de análisis y estadística asociada.

Ediciones Universidad Católica. Santiago, Chile. 320 pp.

3. CONSIDERACIONES Y RECOMENDACIONES GENERALES PARA EL DISEÑO DE PROGRAMAS DE MONITOREOS BIÓTICOS DE FONDOS DUROS DEL INTER Y SUBMAREAL

GENERAL CONSIDERATIONS AND RECOMMENDATIONS FOR THE DESIGN OF MARINE INTER AND SUBTIDAL HARD BOTTOM BIOTIC MONITORING

Juan Carlos Castilla30

Resumen. En Chile, los Programas de Vigilancia Ambiental (PVA) o monitoreos ambientales generan evidencias para evaluar normas específicas o las causas y dirección de los cambios ambientales debidos a factores antropogénicos. Los PVA deben ser diseñados para distinguir las modificaciones debidas a factores naturales (variabilidad ambiental) de aquellos debidos a causas antropogénicas. Para lo anterior es clave que los PVA estén correctamente diseñados, con hipótesis factibles de ponerse a prueba y que los análisis estadísticos sean robustos. En este capítulo se definen las características principales de los PVA bióticos de ambientes inter y submareales de fondos duros del borde costero; la situación en Chile y se entregan consideraciones generales sobre planificaciones y diseños. Se analiza una posible secuencia lógica de pasos necesarios para alcanzar el diseño de un programa de monitoreo robusto, incluyendo los objetivos, preguntas, métodos, hipótesis y uso de estadística descriptiva e inferencial. Se destacan las etapas de diseño, estudio piloto y línea(s) base y se presentan y discuten algunos de los principales modelos de diseños de muestreo y de análisis estadísticos. Adicionalmente se discute por qué, a nivel mundial, los programas de monitoreo presentan fallas, que en muchos casos impiden la publicación de los resultados. Finalmente se sugieren algunos puntos claves para mejorar lo anterior y entre ellos se destaca la necesidad de contar con equipos interdisciplinarios de profesionales, considerar la posibilidad de flexibilización de los PVA a medida que los monitoreos avanzan en el tiempo y de generar guías técnicas para su implementación.

Palabras claves. Chile, programas de vigilancia ambiental, monitoreos litorales de fondos duros, fallas de los monitoreos, planificación y diseño, árbol de decisiones, recomendaciones.

Summary. In Chile, Environmental Monitoring Programs (EMP) should produce evidence against which to evaluate specific norms or the cause and direction of changes due to anthropogenic factors and, if well-designed, should capture natural changes and distinguish/ separate them from anthropogenic ones. For the above the monitoring programs should include contrastable hypotheses and contain robust statistic. In this paper the main characteristics of monitoring programs, focusing in intertidal and subtidal benthic hard bottom systems, are defined and the situation in Chile is analyzed. The sequence of necessary steps to plan and design a robust monitoring program, including objectives, questions, methods, hypotheses and the use of descriptive and inferential statistics are addressed. The stages of design, pilot study, base lines and the main sampling models and statistical analysis are discussed. Additionally, the reasons why, worldwide, most monitoring programs fail, impeding scientific publications, are discussed. Finally, some key points to improve monitoring programs are discussed, among them: the need to integrate multidiscipline in their designs, data analyses, statistic, interpretation, conclusions, considerations for the design-flexibility in the case of long-term monitoring programs, and the need for the publication of technical guides.

Keywords. Chile, littoral hard bottom monitoring programs, design and planification, recommendations.

INTRODUCCIÓN

Las investigaciones de largo plazo y los seguimientos ambientales, monitoreos o Programas de Vigilancia Ambiental (PVA), incluyendo los marinos del inter y submareal somero de fondos duros del borde costero (ver definición de borde costero en Decreto Supremo N° 475, 1994. “Establece Política Nacional del Uso del Borde Costero del Litoral de la República y Crea Comisión Nacional”) realizados con muestreos sistemáticos de terreno, entregan información para determinar la estructura, dinámica, variabilidad natural, resiliencia y los impactos antropogénicos que afectan a las poblaciones y/o comunidades naturales. Estos estudios son el fundamento para numerosos tipos de investigaciones incluyendo las puramente básicas de larga duración y las aplicadas de gestión ambiental relacionadas con impactos ambientales de orígenes antropogénicos (e.g., para Chile: Castilla, 1983, 1998; Castilla et al., 1977; Santelices & Castilla, 1977; Correa et al., 1996; Kong et al., 1998; Lancellotti & Stotz, 2004; Navarrete et al., 2010; González et al., 2014).

 

Según la posibilidad o imposibilidad de planificar los monitoreos sobre impactos ambientales, se reconocen dos tipos: (i) los monitoreos para impactos no planificados (e.g., un derrame de petróleo), en que no es posible planificar con precisión una estrategia de monitoreo previa al evento y se debe reaccionar con el diseño de un seguimiento ambiental posterior a la emergencia. En estos casos la existencia de estudios biológicos litorales regionales, amplios en cobertura espacial y de larga duración, que estén relacionados con el sitio afectado, son claves y de gran utilidad. A través de ello se contará con mediciones ambientales de un “antes” de la emergencia, incluyendo la variabilidad natural. De no contar con lo anterior es necesario diseñar un programa de monitoreo, de corta o larga duración, guiado por las circunstancias (e.g., Castilla et al., 1977; Santelices & Castilla, 1977; Peterson et al., 2003). Este tipo de monitoreos incluye análisis tanto de las modificaciones ambientales de origen antropogénicos como de las variaciones ambientales naturales, y además se relacionan con el cumplimiento y verificación de normas específicas post-impacto; (ii) los monitoreos planificados en relación con perturbaciones o impactos antropogénicos (e.g., construcción de un muelle, ducto, vertimiento de relaves, planta desaladora) que se planifican a priori con el objetivo de evaluar científica y técnicamente si ellos producirán o no modificaciones significativas en poblaciones, comunidades, recursos y/o ecosistemas intermareales o submareales. Esto se logra a través de la comparación del estado ambiental de estos sistemas, con mediciones biológicas y físico-químicas (e.g., número de especies, crecimientos, densidades, biomasas, diversidad, acumulación de sedimentos, playas artificiales, iones en agua de mar o sedimentos) de uno o más sitios no impactados (controles) versus uno o más sitios impactados. Lo anterior en base a la formulación de objetivos, preguntas, hipótesis y diseños de muestreos y análisis estadísticos robustos. Este tipo de monitoreo incluye tanto el seguimiento y evaluación de las posibles modificaciones ambientales debidas a los impactos, como el cumplimiento y verificación, pre y post impacto de normas.

Existen numerosas publicaciones, guías técnicas, directrices, diseños de muestreos y métodos estadísticos a ser usados para la realización de ambos tipos de monitoreos (Figura 1, Tabla 1). Las publicaciones mayormente relacionadas con los sistemas del inter y submareal de fondos duros son citadas y discutidas en este trabajo. Las publicaciones de Murray et al. (2002), Boon et al. (2011) y Noble-James et al. (2017), son ejemplos de ellas e incluyen métodos biológicos y geofísicos para planificar y realizar monitoreos y evaluar impactos para sistemas bióticos costeros (litorales) marinos de fondos duros.

OBJETIVOS

Los objetivos de este capítulo son: (i) analizar la planificación y realización de monitoreos y la evaluación de impactos en sistemas inter y submareales someros de fondos duros, con especial énfasis en Chile; (ii) analizar la secuencia de pasos necesaria para alcanzar diseños de programas de monitoreo robustos, incluyendo los objetivos, preguntas, hipótesis y uso de estadística descriptiva e inferencial; (iii) destacar cuán clave resulta para un programa de monitoreo robusto las etapas de diseño, estudio piloto y línea base; (iv) presentar los modelos de diseños de muestreos y de análisis estadísticos más comúnmente usados en monitoreos bióticos costeros de fondos duros; (v) discutir el porqué, a nivel mundial, los programas de monitoreo presentan fallas, que en muchos casos impiden la publicación de los resultados (aún en el caso que exista acuerdo de publicación de ellos entre el mandante y el ejecutor); (vi) sugerir algunos puntos para mejorar lo anterior.

Figura 1

Esquema de secuencias mayores y tomas de decisiones en la planificación y diseño de un programa de monitoreo o de vigilancia ambiental (ver texto para detalles).


Tabla 1

Elementos básicos para métodos, tomas y análisis de datos en el diseño de un programa

de monitoreo bajo el modelo general “Control-Impacto”.


Diseño control-impacto: datos, modelos y análisis:• Identificar objetivos.• Identificar la(s) variable(s).• Decidir por diseño(s) de muestreo(s).• Decidir por modelos y estadística asociada.• Objetivos, revisión bibliográfica, preguntas, hipótesis.• Número de muestras, temporalidad, diseño, análisis estadístico.• Muy útil: tomar datos en sitio a ser impacto antes del impacto.• Muy útil: tomar datos en sitios aledaños o controles antes del impacto.• Análisis de la información del monitoreo y de la serie temporal.• El análisis de la información debe contener métodos estadísticos descriptivos y métodos estadísticos inferenciales, con prueba de hipótesis y uso de probabilidades.• Las conclusiones y recomendaciones, sobre la existencia o no de un efecto estresor/impacto, deben basarse en inferencias estadísticas con uso de probabilidades (puesta a prueba de ho) y tipo de errores usados.

PREGUNTAS RELEVANTES

Las preguntas más relevantes para los programas de monitoreo en los sistemas marinos costeros de fondos duros son: ¿qué es y en qué consiste un programa biótico/biofísico de monitoreo del inter y submareal somero de fondos duros? ¿cuáles deberían ser los objetivos e hipótesis relacionadas con los posibles impactos ambientales y cómo ellas se ponen a prueba en seguimientos de largo plazo ¿debe el ejecutante de un programa de monitoreo atenerse exclusivamente a las guías y sugerencias técnicas de la autoridad? ¿cómo se pueden mejorar los diseños, los análisis, la robustez estadística, y los resultados de los programas de monitoreo? ¿se puede/debe contemplar flexibilidad en la planificación y diseño de programas de monitoreo? ¿quién necesita monitoreos ambientales? (Lovett et al., 2007).

DESARROLLO

1. Programas de monitoreo

Una de las preguntas más simples, aunque clave, es cuál es la definición de un programa de monitoreo ambiental. En síntesis existen dos definiciones internacionales más aceptadas: (i) una serie de observaciones intermitentes o regulares de largo plazo, a fin de verificar el grado de cumplimiento de una norma o su grado de desviación (si las observaciones son regulares ello lleva a la conformación de series de tiempo); (ii) una serie de observaciones intermitentes o regulares de largo plazo en que se levanta información de terreno (biológica-física-química) a fin de alcanzar objetivos y poner a prueba hipótesis contenidas en un PVA (si las observaciones son regulares ello lleva a la conformación y análisis de series de tiempo).

Como ejemplo, en Chile la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, Armada de Chile, DIRECTEMAR (2001a) establece guías metodológicas (no vinculantes) en relación con los PVA para descargas de residuos líquidos, de puertos y terminales marítimos u otros; a modo de guía y definiciones indica:

[1] “El usuario planificará un Programa de Vigilancia Ambiental o Monitoreo de las condiciones del medio, cuyo objetivo será vigilar las condiciones ambientales del área de influencia, de manera que no se sobrepasen los límites de aceptabilidad establecidos según los criterios de las normas vigentes de calidad del cuerpo de agua (columna de agua y sedimentos)”… [2] “Además, deberá entregar información sobre el comportamiento de aquellos parámetros ambientales, que se estima puedan sufrir alteraciones como resultado de la operación de las instalaciones involucradas en el proyecto, con el objeto de detectar otras alteraciones e impactos no previstos, teniendo en cuenta los antecedentes de línea base y así considerar oportunamente las medidas correctivas más adecuadas” …[3] “Se deberá elaborar en cada campaña, un informe que recopile y compare la información obtenida de los monitoreos anteriores, así como también de los estudios de línea base, efectuando un análisis basado en una discusión acabada acerca de los cambios y tendencias ambientales que se verifiquen en y entre los elementos involucrados en el medio ambiente acuático, cuando corresponda”. (Además ver DIRECTEMAR, 2001b, 2015).

En general, se observa que en estas guías y definiciones están contenidos algunos de los elementos de las dos definiciones de monitoreo más aceptadas. En la primera sección [1] se destaca el objetivo de vigilar normas vigentes; en la segunda [2] la necesidad de medir parámetros ambientales y más aún detectar alteraciones e impactos, considerando la línea base; en la tercera [3] se indica que no basta con informar sobre las campañas de monitoreos, sino que se deben analizar cambios y tendencias y relacionarlos con la línea base. Desafortunadamente estas indicaciones no explicitan la necesidad de poner a prueba hipótesis con métodos estadísticos inferenciales robustos (ver más adelante).

2. Tipos de monitoreos

Algo que ayuda a explicitar los objetivos de los seguimientos es analizarlos técnicamente de acuerdo con los tres tipos básicos de monitoreos: (i) Monitoreo Centinela de Larga Duración, cuyo objetivo es medir la tasa y la dirección de una norma o cambio de largo plazo y permite distinguir tendencias direccionales de largo-plazo (e.g., concentración de un ion); (ii) Monitoreo Operacional de Relaciones de Presión-Estado, cuyo objetivo es medir los estados y cambios observados en relación con sus causas y permite complementar la información sobre tendencias y explorar cambios relacionados con normas, poblacionales, comunitarias; y otros, debidos a causas o presiones antropogénicas y/o de origen natural. Ello requiere la formulación de preguntas, hipótesis, diseños de muestreo, análisis estadístico inferencial y se aplica especialmente donde se espera un impacto o gradiente de “presión” (e.g. control-impacto); (iii) Monitoreo de Investigación, cuyo objetivo es conocer estructuras y dinámicas temporales y espaciales de sistemas, para así investigar, con el uso del método científico, cambios, sus causas y tendencias y permite evidenciar causalidad. Para la identificación de causa-efecto se ponen a prueba hipótesis a través de manipulaciones con diseño experimental y ello es una de las aproximaciones más potentes para determinar presiones y consecuencias (e.g., áreas marinas protegidas y efectos en el ecosistema de la no extracción de recursos litorales (Castilla, 1999; Navarrete et al., 2010).

“En general los programas de monitoreos ambientales planificados y no planificados tienen mala reputación y muchos han fallado” (Lowett et al., 2007; Lindenmayer & Likens, 2009). Por ejemplo, según Norton (1996) en Nueva Zelandia cerca del 50% de estos programas han fallado y no se publican los resultados. Para Chile no existe una revisión sistemática sobre la robustez de los numerosos programas de monitoreo para los ambientes inter y submareales de fondos duros y ciertamente son pocos los resultados publicados sobre estos tipos de monitoreos, no solo del medio marino litoral y sublitoral, sino que en los relacionados a otros sistemas (una de las excepciones es el libro editado por Arcos, 1998). Además, muchos científicos estiman que estos programas están alejados de la ciencia más dura (Hellawell, 1991) principalmente por las fallas en los diseños, puesta a prueba de hipótesis, robustez estadística y porque existe muy escasa flexibilidad para adaptaciones o modificaciones (Lindenmayer & Likens, 2009).

3. Causas de las fallas en los programas de monitoreo

En la literatura internacional se destaca que las causas de las fallas de estos programas son varias: (i) falta de financiamiento a largo plazo; en especial para monitoreos regionales que permitan conocer la variabilidad natural de los sistemas; (ii) sus ejecuciones, por aspectos políticos contingentes (emergencias), no se basan en preguntas e hipótesis; (iii) existen fallas de formulación correcta de las hipótesis, los diseños de muestreos, los modelos y la estadística utilizada suele ser inadecuada en relación con la evaluación de los impactos y sus causas: “de modo que se distinga y separe la variabilidad ambiental del impacto antropogénico”; (iv) existe una falta de trabajo interdisciplinario, en particular con la participación de profesionales estadísticos; (v) existe muy escasa flexibilidad para adaptaciones o modificaciones; (vi) existe falta de control de calidad por las autoridades responsables; (vii) algunos o todos los anteriores (Lindenmayer & Likens, 2009). Algunos de estos puntos son discutidos a continuación.

 

4. Una posible ruta en la planificación y diseño de los programas de monitoreo

La Figura 1 muestra 3 unidades (encuadradas) con algunos de los conceptos centrales, secuencias y posibles pasos a seguir para la adecuada planificación y diseño de un programa tipo de monitoreo. A pesar de que muchos de los programas de monitoreo son idiosincráticos para un lugar e impacto determinado, la primera unidad de la Figura muestra los elementos básicos a considerar en el primer paso. Esto es, señalar él o los objetivos, preguntas, diseños, modelos, hipótesis, análisis estadísticos, y en especial una revisión bibliográfica exhaustiva de la literatura nacional e internacional (biológica, ambiental, física, estadística, otra). Además, se deben considerar los posibles sitios de estudio, las posibles unidades biofísicas a medir y los problemas para la disposición de las réplicas y controles que presenta el sitio a ser estudiado. Por ejemplo, para el intermareal de fondo duro tomando en cuenta no solo variables bióticas, como las unidades de franjas de zonación intermareal (e.g., Castilla, 1981), sino que algunas geofísicas; por ejemplo, variables como: exposición al oleaje (e.g., Castilla et al., 1998), orientación, pendientes de las plataformas, heterogeneidad del hábitat.

La segunda unidad de la Figura incluye un estudio piloto, que antecede a la realización de línea de base, donde se ensaye un diseño del tipo de muestreo (e.g., sitios fijos o elegidos al azar); número de réplicas a usar y la distribución de los sitios controles en relación al sitio a ser impactado; determinación del tamaño del cuadrante mínimo a usar (a través del uso de diversos tamaños de cuadrantes y estimado del tamaño mínimo: donde se produce el aplanamiento respecto al número de especies). Además, muy importante, la determinación del número de réplicas o número mínimo de muestras a usar en la medición. Por ejemplo, para esto último, a través de un muestreo piloto: (i) usar la fórmula de Kingsford & Battershill (1998) y graficar en un gráfico cartesiano el número de réplicas (n) versus el error estándar (EE) de la Media; con ello se producirá una curva con decaimiento negativo y a partir de allí decidir (a ojo) el número de réplicas en el lugar en que se produce un aplanamiento/nivelación en EE / Media; ya que a partir de allí existe poca diferencia al agregar más réplicas; (ii) usar la fórmula de Andrew & Mapstone (1987):

n = [DS / p Media]2; donde p es la precisión deseada (i.e., 0,20), como una proporción de la Media (e.g., número de cuadrantes); la Media es el valor promedio de las muestras y SD es la Desviación Estándar de la Media; (iii) usar la fórmula de Snedecor & Cochran (1980),

n = 4s2 / L2, donde, L es el error predeterminado (95% límite de confianza) de la Media y s es la Varianza (para un ejemplo cuantitativo ver Murray et al., 2002).

Todo lo anterior guiado por los objetivos, preguntas, métodos e hipótesis del estudio. Este paso exploratorio es esencial y permite revisitar las estrategias y decisiones tomadas inicialmente en la primera unidad del programa. Cada situación de monitoreo es idiosincrática y no basta en la metodología de un monitoreo, por ejemplo, decir: “se usó un cuadrante de 25 x 25 cm2 y citar una fuente bibliográfica”. Estos ejercicios pilotos deben realizarse en cada sitio de monitoreo y deben ser parte de la metodología del PVA. La etapa del estudio piloto habitualmente no es considerada como un paso indispensable en los PVA; lógicamente esta unidad encarece los estudios. Sin embargo, ella es de alta trascendencia para la planificación y el diseño, no solo de la línea base, sino que para los seguimientos posteriores donde el ahorro inicial de fondos se puede transformar en problemas insolubles a lo largo de los seguimientos.

La tercera unidad en la secuencia en la Figura 1 es la planificación y diseño de una línea base, que idealmente debería considerar al menos 2-4 estudios anuales, incluyendo estacionalidad; lo que también encarece el estudio. Sin embargo, es básico contar con más de una campaña anual de línea base. Una sola campaña de línea base no puede recoger la variabilidad biológica-físico-química temporal. Si se cuenta con más de una campaña de línea base (idealmente 4-6), se podrá tener una aproximación a la variabilidad natural del sistema antes del impacto. Esto es algo que se reforzaría si existiesen mediciones en el tiempo de carácter permanente o esporádico, en un ámbito geográfico más regional; por ejemplo, que incluyese mediciones a lo largo de decenas o centenas de kilómetros del litoral. En esta unidad es más difícil generalizar por lo idiosincráticos de los diferentes monitoreos; sin embargo, algunas mediciones y decisiones pueden ser generalizadas. Se sugiere que el árbol de toma de decisiones podría estar guiado por el uso de la estadística, en función de los objetivos, preguntas e hipótesis. Los métodos estadísticos a usar deben elegirse antes de la realización del estudio piloto o de la línea base, y ponerse a prueba allí (sobre todo en el caso que se cuente con más de una línea base), y pueden ser de carácter descriptivo e inferencial; ya sea que se utilice estadística paramétrica; no paramétrica, bayesiana, geo-estadística u otra. La estadística descriptiva hace referencia al uso de diferentes métodos para describir, organizar y resumir la información (e.g., promedios, dispersión, varianza, percentiles) y sirve para la construcción de gráficos y tablas. Mientras que la estadística inferencial hace referencia al uso de métodos para obtener y medir la confiabilidad de las conclusiones acerca de una población (parámetros) o característica/propiedad de una población o comunidad, basado en la información obtenida a través de muestras y con el uso de modelos de distribución y teoría de probabilidades (e.g., análisis de varianza uni, bi o multivariado). El método básico de la estadística inferencial es la prueba de hipótesis.

5. Una posible secuencia de decisiones en los monitoreos

La Tabla 3-1 muestra un esquema básico de secuencias de decisiones a ser implementado durante la línea base y durante un monitoreo del tipo Impacto-Control Planificado, con la tipología Presión-Estado o de Investigación (además ver Kroger & Johnston, 2016). La secuencia lógica es identificar con precisión los objetivos generales y específicos; identificar la(s) variable(s) a medir; decidir por una estrategia y diseño de muestreo, los modelos y la estadística descriptiva e inferencial a usar. Se deben generar las hipótesis a poner a prueba y él o los modelos estadísticos a ser usados. Aparece como esencial generar información (el máximo posible) para el sitio a ser impactado y aledaños “antes” de que ocurra el impacto (ver abajo los modelos y estadística más usada). Las conclusiones a extraer de los PVA deben ser inferenciales, con uso de probabilidades y discriminaciones entre los impactos naturales y los de origen antropogénicos. A medida que avanza el programa es necesario recurrir a análisis de las series de tiempo y en los análisis estadísticos siempre incorporar la información de línea(s) base.