Psicoterapia Integrativa EIS

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2.5. FUNDAMENTOS CAUSALES DEL SUPRAPARADIGMA INTEGRATIVO

Nuestra propuesta integrativa supraparadigmática vio la luz pública por primera vez en 1983. Desde esa época, los hechos nos han venido mostrando que el buscar la integración en un nivel paradigmático, ha sido uno de los mayores aciertos en nuestro devenir profesional.

Nuestro Supraparadigma Integrativo surgió, inicialmente, en un contexto clínico; muy en conexión con nuestro trabajo clínico. A poco andar, sin embargo, nos dimos cuenta queestábamos aportando una teoría explicativa de la dinámica psicológica en general, no tan solo de los desajustes psicológicos. Adicionalmente, nuestra teoría aporta sustancialmente en los territorios deldesarrollo personal; territorios que, de suyo, van más allá del ámbito meramente clínico.

El concepto de paradigma es un tanto equívoco, y suele ser usado en múltiples sentidos diferentes. Aun así, el concepto aporta mucho. Y, en la utilización más habitual del concepto, hay acepciones que suelen predominar sobre otras.

En un sentido genérico, unparadigmaes "un set de supuestos, actitudes, conceptos, valores, procedimientos, y técnicas, que constituyen un marco teórico aceptado al interior de una disciplina" (apa,Dictionary of Psychology, p668, 2007). Se trata de un conjunto de acuerdos básicos, en torno a temáticas medulares, todo lo cual pasa a regular el devenir del funcionamiento de la disciplina en cuestión.

Más específicamente, unparadigma clínico,frecuentemente involucra un paradigma causalparticularmente en relación a la etiología y al cambio de los desajustes psicológicos Es así como un paradigma clínico – como el paradigma cognitivo o el paradigma sistémico – involucra un conjunto de supuestos compartidos, en términos epistemológicos, metodológicos, causales, y clínicos.

Un "viaje paradigmático-integrativo": desde el reduccionismo causal hacia la integración causal

En líneas precedentes decíamos que el ámbito epistemológico es un territorio deopción.Y que el ámbito metodológico es un territorio decomplementación. Debemos agregar ahora queel ámbito de los paradigmas clínicos, y más específicamente, de los paradigmas causales… es un territorio de integración.

En los capítulos siguientes centraremos nuestra atención en los aspectos causales y clínicos que aportan los paradigmas que abordaremos. Puesto que los supuestos epistemológicos y metodológicos de nuestro Supraparadigma han sido ya abordados, no enfatizaremos mayormente estas temáticas al analizar los paradigmas.

Es así que, en los próximos capítulos, realizaremos un "viaje paradigmático". Un viaje al rescate de los conocimientos válidos que los paradigmas clínicos nos puedan aportar. Un viaje, que culminará en una propuesta de integración de esos conocimientosen un marco completo y no reduccionista.Es así como, a partir de la revisión de los datos válidos que iremos encontrando, generaremosuna teoría integrativa capaz de contenerlos, de organizarlos, capaz de facilitar la aplicación clínica de esos datos, y capaz de guiar la futura investigación para ir accediendo más directamente a nuevos conocimientos válidos. Un viaje que culminará, entonces, con la propuesta de un Supraparadigma Integrativo, capaz de ir "conectando en una totalidad coherente partes válidas diferentes". En suma, un Supraparadigma Integrativo capaz de aportarprofundidad a la comprensión.

El sentido de nuestro viaje va quedando claro… y no es menor. Veremos en qué medida somos capaces de ir logrando todo esto.

Adicionalmente la realización de nuestro "viaje paradigmático/integrativo" nos permitirá, también, detectar y rescatar diversas estrategias clínicas válidas, elaboradas al interior de los paradigmas que exploraremos. En estos ámbitos, en ocasiones corresponderá hablar de integración. En otras, rescataremos estrategias y técnicas para que se den la mano con otras, surgidas en otras latitudes; y las rescataremos para aplicarlas clínicamente en un contexto no reduccionista.

La pregunta siguiente ya la habíamos considerado. Por su relevancia, es necesario retomarla: ¿Es posible rescatar conocimientos válidos desde el "interior" de un paradigma clínico reduccionista?

Paradójicamente, todos los paradigmas que integraremos en nuestro Supraparadigma son reduccionistas. Sin embargo, esto no los limita al grado de no poder aportar nada.

Por lo pronto, al ser recontextualizados al interior de nuestro modelo integrativo, dejarán de ser reduccionistas.

Adicionalmente, no toda explicación "monocausal" es reduccionista. Más adelante mostraremos que, en ocasiones, en la dinámica psicológica un efecto se debe a una sola causa.

Por otra parte, un paradigma pasa a ser reduccionista cuando pretende explicartodosegún su postulado central, siendo este básicamente incompleto. En esas circunstancias, la explicación requiere inevitablemente de aportes adicionales que están más allá de ese paradigma.

Sin embargo, siendo el reduccionismo un defecto grave en un paradigma causal, este defecto no se traduce en una incapacidad total de aporte de conocimientos válidos. Una técnica válida puede haber surgido en un contexto reduccionista. Un segmento teórico válido, puede haber surgido en un contexto reduccionista. Una estrategia diagnóstica válida puede haber surgido en un contexto reduccionista…

Es así que el estudio de los paradigmas causales existentes, por muy reduccionistas que estos sean, nos permitirá extraer de ellos los conocimientos válidos que "contienen". De este modo,el que un paradigma sea reduccionista es diferente a que sea completamente erróneo.

En un sentido de fondo ninguno de los paradigmas clínicos que integraremos al Supraparadigma es completamente erróneo; si alguno fuera completamente "inválido", no ameritaría su "integración".

Y, a contrario sensu, ninguno es completamente válido.

Por lo tanto, al considerar a cada paradigma, tendremos que ir distinguiendo de la mejor manera lo válido de lo no válido; seleccionar "qué sí y qué no". Y puesto que las investigaciones muestran que es mucho aquello en lo cual los enfoques se han venido equivocando, en nuestro viaje exploratorio tendremos que ir procurando separar muy bien el trigo de la paja.

El ir detectando, y rescatando, los contenidos válidos desde cada paradigma, nos ayudará a ir accediendo a diferentes segmentos explicativos. Y la conexión efectiva de esos diferentes segmentos nos permitirá ir estableciendo comprensiones más amplias y de mejor calidad. Por ejemplo, nos permitirá comprender, de una manera más completa, las distintas formas en que se van generando los desajustes psicológicos; las distintas combinaciones causales que pueden estar operando. Es así como cada paradigma aportará algunos "segmentos" a esa comprensión. Y cada aporte clínico válido nos ayudará a ir enriqueciendo nuestros procedimientos diagnósticos y nuestras opciones de intervención terapéutica. Todo lo cual nos ayudará a ir desarrollando estrategias de prevención para que esos desajustes no vuelvan a surgir.

En suma: detectar y rescatar conocimientos válidos, desde el interior de un paradigma "reduccionista", involucra el dar un paso valioso. Y un aporte válido extraído desde un paradigma, al cual se lo conecta con un aporte válido extraído desde otro, nos ayudará a ir completando un marco conceptual válido, entendido este como una teoría integrativa, global y completa. En un sentido de fondo, se trata de poner al reduccionismo al servicio de la integración.

A través de estas páginas, hemos venido señalando que el conocimiento válido se encuentra disperso entre autores y enfoques. Ningún autor o enfoque aporta puros conocimientos válidos. A la vez que resulta difícil que alguno se equivoque en todo.

Puesto que no resulta posible revisar y evaluar a cada autor y a cada enfoque – en busca de sus aportes válidos particulares – una forma sintética de hacer esto es a través de los paradigmas. Cada paradigma sintetiza los aportes de muchos autores y enfoques. Adicionalmente, al interior de cada paradigma, iremos revisando muchos aportes específicos válidos de autores y enfoques particulares.

En los capítulos siguientes realizaremos una exploración a través de diversos paradigmas. Más específicamente, a través de aquellos paradigmas que se encuentren conceptualmente bien delimitados; y que, además, hayan demostrado su capacidad para aportar al menos algunas evidencias en términos de predicción y cambio. En suma, solo nos interesarán aquellos paradigmas que nos puedan aportar, a lo menos algunos…conocimientos válidos.

En una instancia de decisión de esta envergadura, de lo que se trata es deseleccionar paradigmas en función de las evidencias, no en función de las preferencias.

Con los criterios antes explicitados, hemos seleccionado los paradigmasbiológico, cognitivo, afectivo, inconsciente, ambiental/conductual y sistémico. Los hemos seleccionado por las evidencias que han venido aportando, validadas a la luz de predicción y cambio. No hemos seleccionado por simpatías, o por afinidades, o por prejuicios de ninguna especie.

Aunque ninguno de "nuestros" seis paradigmas seleccionados ha logrado superar el reduccionismo, ni ha logrado imponer sus términos sobre los otros, ni ha contribuido sustancialmente a romper el "empate terapéutico", cada uno sí ha sido capaz de aportar "segmentos teóricos válidos" y "segmentos terapéuticos válidos"… enriquecedores del desarrollo de la psicoterapia. Nuestra tarea consistirá en identificar esos segmentos válidos, y en recontextualizarlos de una mejor manera. Como lo hemos señalado, la idea de fondo es el lograr que estos segmentos válidos pasen a ser conectados e integrados como miembros de una totalidad más completa.

 

Puesto que cada uno de estos paradigmas causales suele ser conceptualizado de muy diferentes maneras, frente a cada paradigma delimitaremos el cómo lo entenderemos nosotros.

En nuestro viaje exploratorio, a través de los paradigmas clínicos,no pretenderemos detectar todos los conocimientos válidos que aporta cada paradigma; nos interesarán los aportes principales.

En el trayecto del "viaje" que iniciaremos, iremos viendo cómo la integración paradigmática – y más específicamente la integración de los paradigmas causales válidos – nos irá permitiendo el construir una teoría integrativa completa. Capaz, de ayudarnos a cubrir en profundidad los 360 grados de la dinámica psicológica.

Hemos visto que nuestros planteamientos epistemológicos, y nuestros planteamientos metodológicos, los hemos asumido como facilitadores del acceso al conocimiento válido accesible. Otro tanto ocurre con nuestros supuestos causales.

Hacia una superación del reduccionismo causal

Resulta evidente quepredicción y cambio se relacionan directamente con la temática de la causalidad.Por lo cualel pararnos bien frente a la temática causal involucraría el pararnos bien frente a la temática del conocimiento válido.

Parapredecir… hay que conocer los reguladores o las causas que están operando. Paraproducir cambios, hay que aplicar fuerzas de cambio capaces de producir esos cambios; estamos hablando de fuerzas capaces de causar cambios.De este modo,lograr precisión en el abordaje de los procesos causales, involucra lograr precisión en términos de conocimientos válidos.

La temática de la causalidad ya fue abordada en líneas precedentes. Es necesario que ahora demos un paso más en el tema. Más adelante, con otros elementos a disposición, abordaremos este tema en plenitud.

Por lo pronto es necesario enfatizar, una vez más, que la causalidad en los sistemas complejos es… compleja. Por lo tanto, el tema "da para mucho"…

Algunos concluyen que, puesto que la causalidad es difícil de pesquisar en los sistemas complejos, buscar en estos relaciones causa-efecto simplemente carecería de sentido. Involucraría un inventar "orden" donde no lo hay.

El asumir una postura de "escepticismo causal", nos conduciría a problemas no menores. "Si la conducta humana, lo mismo la individual que la social, no exhibe sucesiones de causa-efecto, el método científico es en esencia inválido" (Grunbaum, 1984, p. 12).

Más allá de lo señalado, el tema de la "no causalidad" nos conduciría a dificultades que van más allá de la investigación científica. Sin embargo, no obstante las fortísimas repercusiones que tendría el que el principio de causalidad no operara en la dinámica psicológica, de ser esto efectivo, simplemente tendríamos que asumirlo.

Afortunadamente, todo parece indicar que esto no es así. Todo parece indicar que la dinámica psicológica se rige por principios reguladores… de una variada gama de complejidad.

En un sentido de fondo, podemos asumir que, en determinados territorios, la causalidad se nos torna esquiva y la investigación se nos complejiza. Sin embargo, aun cuando nos encanta decir que la causalidad está "demodé", y que una psicología moderna ha superado el tema de pesquisar reguladores, esta actitud aparentemente profunda va contra toda evidencia. Estamos hablando de apariencias profundas que ocultan… una profunda superficialidad.

Por lo pronto, sin reguladores causales de la dinámica psicológica sería imposible el asumir reglas de convivencia, sería imposible la convivencia misma, sería imposible la supervivencia, sería imposible la predicción, sería imposible la vida humana. Sin reguladores de la dinámica psicológica, reinaría un caos tal, que jamás habríamos existido.

De partida, al ser simples y complejos, al menos una cuota de nuestro devenir admite explicaciones sobre la base de un operar causal más "simple". Es así como, un condicionamiento clásico puede ser fuente de desajustes fóbicos… sobre la base de mecanismos de génesis más bien simples, que operan en un marco causal preferentemente "lineal"; y una exposición en vivo, técnica que cuenta con un respaldo empírico muy fuerte, opera también sobre la base de mecanismos de cambio más bien simples y "lineales".

En líneas precedentes, ya hemos bosquejado la necesidad de "humanizar" el principio de causalidad, para ponerlo a tono con las complejidades de nuestro devenir. Ya nos detendremos oportunamente en el tema. Por ahora, haremos algunas aproximaciones preliminares.

En un sentido genérico, unacausaes un hecho específicoprecedente, capaz de contribuir a laproducciónde un hecho específico consecuente. Una causa necesaria y suficiente es indispensable y basta para producir el efecto. Una causa suficiente basta para producir un efecto, aun cuando puede no ser necesaria… lo cual implica que otras causas también pueden producir ese efecto. Una causa necesaria, pero no suficiente, constituye un ingrediente inevitable aun cuando no lo suficientemente "poderoso" como para producir el efecto.

En el devenir histórico de la psicoterapia, los enfoques han venido adscribiendo a diferentesmodalidades causales.Lamodalidad causalidad lineales la que ha tendido a prevalecer. Pero también se ha propuesto que lacausalidad circulares la que regula la dinámica psicológica. Y aún otros han propuesto que, en la dinámica psicológica, todo transcurre en medio de un devenir permanente; en ese contexto "omnicambiante", buscar "reguladores" involucraría una búsqueda infinita… carente de sentido.

Sin que a estas alturas nos pueda resultar sorprendente, pareciera ser un hecho que, al nivel de las modalidades causales, también hemos tendido a operar con nuestro tradicional estiloreduccionista. Lo cual ha llevado a que cada una de las modalidades causales recién explicitadas haya sido postulada como explicativa de todo. Es así como, para algunos,todala dinámica psicológica está regulada por la causalidad lineal. Para otros,todala dinámica psicológica está regulada por la causalidad circular. Y aun para otros,todoes devenir y cambio… al más puro estilo Heráclito.

¿Es que tendremos que elegirunamodalidad causal?

La discusión, acerca del carácter simple o complejo de la dinámica psicológica, se prolonga por más allá de 100 años. Y la discusión no ha sido menor. Es así como los paradigmas "pavloviano" y "skinneriano", por ejemplo, han pretendido explicarlotodoa partir de lo simple; y los paradigmas "freudiano" y "batesoniano", por ejemplo, han pretendido explicarlotodo– o casi todo – sobre la base de lo más complejo. Ahora bien, ¿cuál sería el planteamiento del Supraparadigma Integrativo en esta disyuntiva?

Si la dinámica psicológica se pudiera explicar bien a través de paradigmas simples, habría que seleccionar paradigmas causales simples. Si se pudiera explicar bien a través de paradigmas complejos, habría que seleccionar e integrar paradigmas causales complejos.

Sin embargo, consideramos que la disyuntiva anterior es falsa, desorientadora y dañina.La dinámica psicológica esmultifacética, y entrega amplios espacios para lo simple y amplios espacios paralo complejo.En ciertas situaciones, y momentos, predomina "lo simple"; en otros predomina "lo complejo".

En muchos casos, en la dinámica psicológica predominan entrelazamientos integrados de elementos simples y complejos. De este modo, "lejos de optar por mecanismos simples ‘o’ complejos, el desafío consiste en ir integrando mecanismos simples "y" complejos; y en determinar cuándo predominan unos u otros. En el ámbito de las teorías, los tiempos nos exigen enfatizar los ‘y’ en desmedro de los ‘o’. Es así como la investigación nos presiona a integrar en lugar de optar" (Opazo, 2003, p. 9). Por supuesto, no se trata de poner ‘y’ a destajo, integrándolo todo. Como lo hemos señalado tantas veces, para ser integrado se trata de ameritar ser integrado… en función de predicción y cambio.

Puesto lo anterior así, puede parecer casi obvio; pero no lo ha sido durante los más de 100 años que nos hemos venido dedicando a "reducir". Bien hacia lo simple o bien hacia lo complejo.

Más criterioso parecería ser entonces abrirnos a la posibilidad de que, en la dinámica psicológica, operen diferentes modalidades causales; según el qué, el cuando, el para qué, etc.

En los capítulos siguientes iremos mostrando múltiples evidencias ligadas a diferentes modalidades causales. Mostraremos investigaciones que avalan el operar de lacausalidad lineal. Mostraremos también investigaciones que avalan el operar de lacausalidad circular. Y mostraremos investigaciones que avalan el operar de lassignificaciones complejasen la dinámica psicológica. Es así como cada modalidad causal acentúa operar en sus correspondientes "espacios", más en ciertos momentos que en otros, más en ciertas circunstancias que en otras, más en ciertos territorios y que en otros…sin que estos territorios constituyan segmentos aislados en la dinámica psicológica. De este modo, aun cuando el pesquisar causalidades suele ser complejo, los esfuerzos suelen ser fructíferos y muy aportativos; la pesquisa dista mucho de ser la actividad imposible e inútil que plantean algunos.

El que en nosotros tienden a operar diferentes modalidades causales pareciera ser, paradójicamente, "un hecho de la causa". Al ser simples y complejos, no resultaría extraño que debamos integrar modalidades causales… en lugar de tener que optar por una de ellas. Este camino se aviene bien con lo que sostienen Sandler y Davidson (1973) cuando señalan: "Quizás por ser tan multifacética la conducta humana, casi cualquier enunciado que exprese una relación entre supuestas causas y efectos patológicos ha encontrado apoyo en algún lugar" (p. 23).

Lo anterior, sin embargo, deja abierta la puerta a un "todo es posible" y a un "toda causalidad es igualmente válida". Hay que tener cuidado en estas latitudes.

Por lo pronto integrar modalidades causales no involucra el que estén actuando todas y en cada instante.

Como lo explicitábamos, es probable que – en la dinámica psicológica – operen diferentes modalidades causales. Pero cada modalidad adquirirá prioridad según las circunstancias, según lo que esté en juego, etc. En algunas experiencias podrán darse la mano diferentes modalidades causales; en otras, habrá predominio de una modalidad causal. Así,muchas modalidades causales posibles, es diferente de causalidades caóticas "omnipresentes"… y "omni-operativas".

Y cuando las participaciones causales pueden ser múltiples, el predecir los efectos se complejiza mucho. ¿Es que, en la dinámica psicológica, no hay causas que necesariamente produzcan tales efectos? ¿Es que una estimulación, una experiencia, puede derivar en cualquier efecto? ¿Es que cada desajuste psicológico puede provenir "de cualquier parte"?

Al respecto, se ha señalado que "no se ha encontrado ambiente familiar específico, ni experiencia traumática dramática o anomalía constitucional conocida que produzca el mismo patrón de conducta trastornada" (Kanfer y Saslow, 1965, p. 287). Una vez más el desorden, cuando no el caos, van quedando muy a la mano.

Es que, en la multidimensionalidad de la dinámica psicológica, resulta tentador concluir que todo es posible. Y, cuando todo es posible, cuando se carece de reguladores, cuando cada causa puede producir mil efectos diferentes, y cuando cada efecto puede derivar de mil causas diferentes… el acceso a predicción y cambio se desvanece. Y, por lógica, el acceso a una disciplina denominada psicoterapia se desvanece también.

La pregunta que adquiere prioridad pasa a cursar así: ¿hay respuesta que nos posibilite el ordenar una dinámica psicológica que se nos muestra taninasible?

Por supuesto, no se trata de "sobre simplificar"; no se trata de inventar reguladores, desde nosotros, para facilitarnos las cosas. De lo que se trata es de establecer qué ocurre realmente en nuestra dinámica psicológica… nos convenga más o nos convenga menos. En los capítulos siguientes veremos cuánto de lo "inasible" es así… y cuánto no lo es tanto. Y, una vez más, si lográramos orientarnos bien en territorios en los que resulta tan fácil equivocarse, el aporte sería más que relevante.