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FLUIDOS CREATIVOS

Los ingenieros hidráulicos de África se enfrentan a un rompecabezas particular en cada proyecto. He aquí algunas soluciones creativas de desarrollo diseñadas para satisfacer las necesidades de agua de África y contribuir a su independencia a largo plazo.

Caroline Ogutu

Es un error pensar que los ingenieros tienen capacidad para la lógica, pero no para la innovación. Con el cambio climático como reto, los ingenieros civiles que trabajan en desarrollo, como es mi caso, necesitamos recurrir al pensamiento creativo, tanto como en la más creativa de las profesiones.

La creatividad es una necesidad humana, un aspecto vital de nuestra evolución. Es cierto que es una necesidad menos crítica que el agua, pero el desarrollo es una especie de evolución de las sociedades y las economías. Cada vez que me enfrento, como ingeniera hidráulica, a un nuevo reto, tengo que dar con una solución a la medida que lleve el agua y el saneamiento a la población.

En el contexto africano, cada proyecto hidráulico es único y tenemos que utilizar diferentes enfoques para garantizar que los proyectos sean sostenibles y satisfagan las necesidades de la población.

Soluciones creativas en Tanzania

Uno de los proyectos que ha requerido mayores dosis de creatividad, además de un trabajo minucioso sobre el terreno, es el proyecto de agua y saneamiento para Mwanza y sus ciudades satélite Lamadi, Misungwi y Magu, así como las ciudades de Bukoba y Musoma en las orillas tanzanas del lago Victoria.

El objetivo del proyecto, que el Banco Europeo de Inversiones comenzó en 2013, es proteger la salud medioambiental del lago proporcionando agua y saneamiento de mejor calidad a la población de estas ciudades tanzanas. Y es que la contaminación de estas ciudades está interrelacionada con el deterioro general de este lago de agua dulce.

Por supuesto, el hecho de que el proyecto proporcionará agua potable a cerca de un millón de personas y mejorará el saneamiento de hasta 100 000 personas es más que un beneficio secundario.

¿Por qué decimos que este proyecto es creativo?

Por una parte, utilizamos el entorno local como parte de la solución hidráulica. El plan de agua de Lamadi, con su planta de tratamiento justo en la orilla del lago, requería soluciones innovadoras para las obras de toma de agua. Se propusieron galerías de infiltración en las que el agua del lago se filtra primero a través del lecho de arena, antes de fluir hacia un sistema de tratamiento alejado de la orilla. Las galerías de infiltración son conductos permeables, horizontales o inclinados, en los que puede infiltrarse el agua procedente de una fuente superpuesta o adyacente, en este caso, el lago. La arena filtra el sedimento y los sólidos en suspensión, es decir, la materia contaminante del agua, como si fuera un tamiz. El agua queda limpia y preparada para su cloración o cualquier otro tratamiento. El filtrado ayuda a evitar las enfermedades transmitidas por el agua y todo se basa en el uso de los recursos locales.

En el contexto africano, cada proyecto hidráulico es único y tenemos que utilizar diferentes enfoques para garantizar que los proyectos sean sostenibles y satisfagan las necesidades de la población.

Evidentemente, esto no funciona en todas las situaciones, por lo que es necesario un enfoque creativo.

Altibajos creativos

Sin embargo, el aspecto más creativo del proyecto Mwanza es la gestión de los asentamientos informales, que no contaban con ningún servicio de alcantarillado. Los asentamientos suelen recurrir a sistemas de saneamiento improvisados, como letrinas. Es común encontrar asentamientos planificados en las zonas más altas, mientras que los informales se sitúan sobre todo en las tierras bajas. Excepcionalmente, la situación de Mwanza es diferente. En las colinas de Mwanza se apiñan asentamientos informales de viviendas sin infraestructuras y sin un sistema organizado de carreteras, lo que supone un gran reto para los servicios de agua y alcantarillado.

Por un lado, las aguas residuales de los asentamientos informales fluyen cuesta abajo, al no estar conectadas al alcantarillado. Estos asentamientos tampoco contaban con un sistema permanente de suministro de agua, por la falta de adecuación de las conexiones y por la incapacidad de los residentes para pagar las tasas de conexión.

Damos a la idea que hemos desarrollado el nombre de soluciones simplificadas de alcantarillado.

Así es cómo funciona. Las soluciones simplificadas de alcantarillado se diseñan con una gran labor de concienciación y movilización de la comunidad. En colaboración con ONU Habitat, formamos grupos de supervisión comunitaria que llamamos foros multilaterales en las respectivas comunidades de asentamientos informales. En los foros participan miembros voluntarios de la comunidad, funcionarios administrativos y funcionarios sanitarios. La tarea principal de los foros es movilizar y concienciar a los miembros de la comunidad sobre la importancia del saneamiento ambiental, pero más concretamente se ocupan de movilizar a los residentes para que conecten sus inodoros al sistema de alcantarillado. Los foros también actúan como mediadores en la resolución de los conflictos que surgen durante la construcción.

¿Cómo se construye el saneamiento simplificado? El foro organiza a la comunidad en conglomerados de, por ejemplo, diez viviendas, que serán responsables de su propio saneamiento. Cada conglomerado tiene la tarea de conectar sus inodoros y sus viviendas a un colector. A partir de ahí, MWAUWASA, la empresa local de servicios públicos, construye una tubería principal y líneas laterales que recogen las aguas residuales de los colectores y las vierten en el sistema de alcantarillado convencional existente.

La comunidad no está sola para hacerlo. La solución simplificada de alcantarillado se construye realmente en torno a este compromiso comunitario. Los foros y nuestros consultores muestran a los vecinos (con frecuentes reuniones de concienciación) la importancia del saneamiento, de tener y utilizar mejores aseos y cómo mantener las conexiones. También financiamos la construcción y el mantenimiento, y la empresa de servicios públicos proporciona los materiales para construir las conexiones. Un contratista se ocupa de construirlas. Se nombra a una persona del conglomerado de residentes para que dirija el grupo y garantice el mantenimiento de las conexiones.

La población está involucrada. Se ha implicado en el proyecto, gracias a numerosas reuniones y a la educación que proporcionamos, junto con ONU Habitat. Participan en las decisiones de construcción y lo supervisan todo. Por supuesto, no son los únicos beneficiados. Se podría decir que la empresa de servicios públicos encuentra una forma de introducirse en estos densos asentamientos informales. Además, la empresa obtiene ingresos por las conexiones. El resto de la ciudad se beneficia porque los residuos de los asentamientos de las colinas ya no desembocan en su comunidad.

Un aspecto del proyecto que tiene especial resonancia en la actualidad es el siguiente: los puntos de agua, las instalaciones para lavarse las manos y la educación higiénica permanente impartida en las escuelas y las comunidades como parte de este proyecto han aumentado el nivel de concienciación y de preparación para emergencias en torno a la amenaza de COVID-19 en la zona.

El proyecto de 104 millones de euros se financió con un préstamo de 45 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones, así como con 45 millones de euros de la Agencia Francesa de Desarrollo y 14,5 millones de euros del Gobierno de Tanzania. El Banco Europeo de Inversiones también aportó una subvención de asistencia técnica de la Unión Europea.

La población está involucrada. Se ha implicado en el proyecto.

Esta asistencia técnica fue fundamental. Antes de poner en marcha el proyecto, financiamos un plan maestro para estudiar la demanda de agua y las necesidades de agua de la población de cara al futuro. También preparamos un plan maestro de saneamiento. Por consiguiente, en el momento de definir la financiación, sabíamos lo que había que hacer y podíamos adaptarlo a las necesidades futuras de la población. De esta forma, tenemos una solución sostenible.

Creatividad en Kampala

Otro proyecto en el lago Victoria que apeló a la creatividad fue la mejora del suministro de agua en Kampala, la capital de Uganda.

Las redes de suministro de agua en Kampala son como espaguetis. No se habían planificado correctamente, se construyeron de forma fragmentaria y en diferentes momentos, de modo que las conexiones se realizaban desde diferentes direcciones. Esto hace que el sistema sea muy poco eficiente, con pérdidas debidas al uso de tuberías de tamaño inadecuado o a fugas en numerosas intersecciones mal construidas entre diferentes partes de la red. Al mismo tiempo, más o menos la mitad del agua se pierde entre las plantas de tratamiento y los grifos. Eso significa que la empresa de servicios públicos solo cobra por la mitad del agua que trata.

Para aumentar el suministro de agua, decidimos mejorar la infraestructura. Es decir, podríamos aumentar el suministro de agua desde las plantas de tratamiento existentes simplemente mejorando y rehabilitando las tuberías. De esta forma, podríamos llevar agua, que antes se perdía, a personas que antes no recibían suministro. Con nuestros socios de la Agencia Francesa de Desarrollo y el kfW alemán, el Banco Europeo de Inversiones también mejoró la planta de tratamiento, incrementando la producción hasta 240 000 metros cúbicos al día desde los 150 000 anteriores. Hemos empezado a trabajar en una nueva planta de tratamiento de aguas en la zona oriental de Kampala para abastecer zonas que antes nunca habían tenido agua corriente.

 

Soluciones para los asentamientos informales de Kampala

La solución general que elegimos para Kampala no era la misma que para Mwanza. Consecuentemente, la solución para los asentamientos informales de Kampala tenía que ser diferente de la desarrollada para los de Mwanza.

La gente en África tiene que pensar y ser dueña de sus propias soluciones. De esta forma, las soluciones serán sostenibles.

Por un lado, los asentamientos informales de Kampala están en tierras bajas, no en las colinas, como los de Mwanza. No obstante, necesitábamos reducir la cantidad de agua no tratada en estos asentamientos, para reducir la prevalencia de las enfermedades transmitidas por el agua y llevar los servicios de saneamiento a 200 000 personas de los asentamientos informales de Kampala.

Esta vez, la solución creativa fueron los bloques de ablución.

Así es cómo funciona. En una zona pública, construimos una instalación sanitaria. Junto a la instalación, proponemos abrir un restaurante o tienda, por ejemplo. El operador privado de la instalación sanitaria la mantendría y cobraría una pequeña cuota a los residentes de los asentamientos informales por utilizarla. El negocio contiguo subvencionaría el funcionamiento de la instalación sanitaria. El operador tendría un incentivo para mantener las instalaciones en buen estado y la tarifa baja, con el fin de atraer consumidores al negocio contiguo y obtener mayores beneficios. Para mantener la licencia del negocio, el operador tendría que demostrar a los inspectores del ayuntamiento que mantiene en condiciones el bloque de abluciones. De este modo, se garantiza un mantenimiento a largo plazo.

Es una solución para un problema frecuente de desarrollo: que una entidad externa invierta mucho dinero en la construcción de una instalación de saneamiento solo para que se deteriore por la falta de gestión y de mantenimiento a largo plazo. En pocos años, la falta de gestión y de mantenimiento hace que la instalación funcione mal o sea objeto de vandalismo. Los bloques de abluciones de Kampala representan una forma creativa de hacer que estas instalaciones sean sostenibles para el futuro, sin exigir importantes recursos para mantenerlas en uso.

La creatividad es fundamental para el desarrollo

Estos proyectos son fundamentales para garantizar el desarrollo efectivo de África. Si importamos una solución única, la sostenibilidad será imposible. Tiene que haber una forma de comprar y de mantener la infraestructura, de que los equipos estén fácilmente disponibles. Los africanos tienen que pensar como dueños de sus propias soluciones. De esta forma, las soluciones serán realmente sostenibles.

Caroline Ogotu trabaja en Nairobi y es ingeniera hidráulica en la división de seguridad y resiliencia hídricas del Banco Europeo de Inversiones.

COMPARTIR

La crisis del agua en los países en desarrollo exige un aumento urgente del intercambio de conocimientos y capacidades.

Thomas van Gilst y Marco Beroš

Compartir conocimientos y experiencias es una dura tarea. Se necesita mucho tiempo e investigación para entender las capacidades y necesidades de los clientes y luego reunir a los expertos adecuados para ofrecer una orientación rápida y eficaz.

La crisis mundial del agua y el saneamiento que endurece la vida de miles de millones de personas en todo el mundo requiere un aumento urgente de la acción y una solución clave es el intercambio de conocimientos. La gente siempre ha tenido habilidades básicas para encontrar el agua necesaria para sobrevivir. Sin embargo, la envergadura de los retos y las soluciones necesarias requiere conocimientos especializados que no están disponibles en todas partes. Para suministrar agua potable y unos servicios de alcantarillado dignos a personas que viven en las zonas más remotas y pobres del mundo de forma sostenible y eficaz tenemos que llenar un importante vacío de conocimientos y experiencia.

La población mundial y la urbanización se extienden rápidamente. Consumimos los recursos más rápido de lo que se reponen. Las autoridades en materia de agua de muchos países pobres trabajan con presupuestos reducidos y poca formación. En los países menos desarrollados escasean las inversiones y el asesoramiento para proyectos de agua y saneamiento.

Dentro y fuera de Europa

El Banco Europeo de Inversiones es único porque trabaja dentro y fuera de la Unión Europea. En Europa, hemos llevado el servicio a niveles muy altos durante las últimas décadas, desarrollando al mismo tiempo una experiencia y unos conocimientos técnicos considerables. Nuestros expertos están bien equipados para ayudar a todos los promotores a aplicar los conocimientos necesarios para preparar y ejecutar los proyectos a medida más adecuados para las necesidades de cada comunidad, en consonancia con nuestras normas de contratación pública, ambientales y sociales.

El Banco Europeo de Inversiones es uno de los mayores proveedores de fondos del sector del agua, con 33 000 millones de euros invertidos en más de 300 proyectos en todo el mundo en los últimos diez años, mediante préstamos, subvenciones y asesoramiento técnico. En África, el Banco ha aportado casi 2 000 millones de euros a proyectos de tratamiento de agua y de aguas residuales en la última década. Se espera que solo los proyectos firmados en 2020 ofrezcan agua potable a 29,6 millones de personas y mejoren el alcantarillado de 15,5 millones de personas.

Habilidades, conocimientos, herramientas

Para la gran mayoría de nuestros proyectos fuera de la Unión Europea, gran parte de nuestro trabajo consiste en definir y aportar asistencia técnica o desarrollo de capacidades. Antes de firmar un contrato con una autoridad pública o una empresa privada, nos aseguramos de que dispongan de las competencias, los conocimientos, las herramientas, los equipos y otros recursos necesarios para completar un proyecto y gestionar activos a largo plazo.

Trabajar en el sector del agua no es fácil. Los problemas son constantes: el rendimiento de las estaciones de tratamiento, las interrupciones del suministro, la reparación de fugas, los episodios de contaminación, la facturación y el cobro. El agua es cara de transportar. Pesa 1 000 kg por metro cúbico y para trasladarla a través de grandes distancias y elevarla desde la fuente hasta el grifo se necesitan costosas bombas que consumen mucha energía. Está claro que un rendimiento inadecuado genera costes elevados.

El intercambio de conocimientos en su nivel más básico garantiza que se tomen las decisiones correctas lo antes posible para evitar que se tomen caminos equivocados.

Una nueva ciudad, un nuevo plan

Cada pueblo o región tiene su propia fuente de agua: un manantial, un lago, un río. Esa infraestructura es exclusiva de la zona y no forma parte de una red nacional, como ocurre con la electricidad o las comunicaciones. Los servicios de agua y saneamiento no suelen gestionarse a nivel nacional, sino a nivel local y, ocasionalmente, regional. A veces, el servicio simplemente se gestiona desde el ayuntamiento, con poco personal dedicado. Esto significa que, especialmente en los países más pobres, los conocimientos técnicos son escasos y el personal tiene experiencia limitada con proyectos que supongan grandes inversiones de capital. Los ingenieros con experiencia tienden a buscar oportunidades en otros lugares, por ejemplo, en los ministerios o en el sector privado. Por lo tanto, la asistencia técnica supone una gran diferencia a la hora de diseñar y ejecutar buenos proyectos, así como de crear capacidad local. Esta transferencia de conocimientos puede suponer un gran ahorro para un servicio público. Ya sea a través de formación reglada o en el puesto de trabajo, recurriendo a expertos, los funcionarios e ingenieros de las empresas de servicios públicos se familiarizan con el diseño de proyectos, las mejores prácticas de ejecución de proyectos, se capacitan con nuevos programas informáticos, aplican mejores procedimientos y están en condiciones de hacer grandes avances en términos de eficiencia operativa y sostenibilidad financiera.

Uno de los mejores ejemplos recientes de asistencia técnica diseñada para ayudar a un país de cara al futuro es el trabajo realizado en Moldavia para su primer plan de gestión de inundaciones. El objetivo era aumentar la preparación y reducir los daños en caso de que el país sufriera más inundaciones similares a la catástrofe que causó tantos problemas en la región hace una década. Ayudamos a Moldavia a preparar una evaluación preliminar del riesgo de inundación y mapas de peligro de inundación, evaluar las zonas de alto riesgo, definir objetivos claros para gestionar el peligro de inundación y elaborar un plan de inversiones. Ayudamos al país a revisar 3 000 kilómetros de defensas contra inundaciones y 5 000 presas y embalses.

El intercambio de conocimientos en su nivel más básico garantiza que se tomen las decisiones correctas lo antes posible para evitar que se tomen caminos equivocados. Garantiza que miremos hacia delante en la dirección adecuada, que consideremos todas las opciones para diseñar y construir las instalaciones correctas y satisfacer las necesidades de la población de forma sostenible. Garantiza que podamos proteger y mejorar la vida, hoy y mañana.

Thomas van Gilst es jefe de la división de seguridad y resiliencia del agua en el Banco Europeo de Inversiones y Marco Beroš es ingeniero hidráulico jefe.

PROTEGER LAS VÍAS NAVEGABLES

Los océanos se enfrentan a muchas amenazas, pero los residuos plásticos son un riesgo que podemos seguir reduciendo si trabajamos más duro.

Juan Bofill

El plástico llega a los mares todos los años en cantidades cada vez mayores. En muchos países hay poco control de esta contaminación por la mala gestión de residuos. La pandemia de COVID-19 empeora el problema cuando las mascarillas y otros equipos de protección no se eliminan correctamente.

El Banco Europeo de Inversiones está trabajando en muchas direcciones para financiar soluciones a la amenaza del plástico. Como uno de los mayores proveedores de fondos en el sector del agua, hemos aportado miles de millones de euros para tratar aguas residuales y proporcionar agua potable a millones de personas en todo el mundo.

Cada año, entran en los océanos 10 millones de toneladas métricas de plástico. Hoy en día, podría haber 150 millones de toneladas circulando por el mar y las vías fluviales. Gran parte de los materiales plásticos que protegen al público y al personal sanitario contra la COVID-19, como guantes, mascarillas y batas, son artículos de un solo uso, lo que agrava el problema. Parte de los millones de mascarillas que se tiran acaban en los océanos.

Gran parte del plástico que entra en el mar tiene menos de 5 mm de ancho. Estos microplásticos amenazan la vida del océano y pueden dañar a los humanos cuando comemos pescado. Se calcula que los humanos, por término medio, consumen alrededor del peso de una tarjeta de crédito por semana en microplásticos.

Esta contaminación empeorará

Los microplásticos que llegan a los mares proceden principalmente de textiles, neumáticos y polvo de las ciudades. Se prevé que los microplásticos de los océanos sigan aumentando, sobre todo en países de renta baja con economías en expansión. Las plantas de tratamiento de aguas residuales de alta calidad pueden capturar hasta el 99 % de estos plásticos una vez que llegan al alcantarillado.

El sector privado no suele invertir en programas para reducir los residuos de microplástico, pues estos costes adicionales no se pueden recuperar totalmente a través de un aumento de los precios. Por ello, el sector público debe adoptar normas para regular los microplásticos, imponer normas de contaminación más estrictas y ofrecer una financiación asequible que suponga más innovación y modernas plantas de tratamiento.

En 2017, el Banco Europeo de Inversiones aprobó nuevas políticas de préstamo para el sector del agua, con el fin de ofrecer más apoyo y préstamos a largo plazo en buenas condiciones a las empresas de suministro de agua, los gestores de recursos hídricos y las empresas que generan aguas residuales industriales. Al año siguiente, el Banco puso en marcha, junto con otros bancos públicos, la iniciativa Océanos Limpios, para aportar hasta 2 000 millones de euros a proyectos que eliminen plásticos y otros tipos de contaminación de las vías fluviales.

 

El BEI siempre busca instituciones públicas y privadas que quieran colaborar con nosotros para crear nuevas iniciativas, apoyar la innovación y sensibilizar a la población sobre el problema del plástico.

Juan Bofill es ingeniero hidráulico principal en el Banco Europeo de Inversiones