Martí de Viciana: Libro tercero de la Crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reino

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La iglesia de Benifaçá es muy devota, grande y de buen edificio, el altar principal es consagrado, también ay una capilla con un crucifixo muy devoto. La casa del convento con sus claustros y todas las pieças y officinas necessarias son muy espaciosas, como ha obra de mano de rey. En la sacrestía de la iglesia tienen muchas reliquias y ornamentos de brocado y sedas e muchos vazos e pieças de oro y // plata para el servicio del altar y de la iglesia. Esta casa está puesta en un desierto solitario, cercada de tierras muy ásperas y altas, que no hay otra cosa en ella sino es al cielo contemplar y orar. Y, assí, los monjes de este convento son personas muy retraídas y contemplativas, quales les desseava que fuessen el ínclito rey fundador de la casa. Residen de presente y casi ordinariamente en esta casa veinteicinco monjes, de los quales es el abbad, fray Juan Barberá, gran siervo del Señor, e fray Luis Canader, prior. También reside en este convento fray Cosme Violaigua, theólogo, prior de Sancta Anna, que es anexo de esta casa y está en término de Mosqueruela. Para el servicio de esta casa y convento tienen hasta veintecinco criados, con algunos de los quales tienen grangería de lavor y ganados, y con esto se sustentan, porque la renta de esta casa no basta a mil ducados, a causa que por ser la tierra estéril y montuosa da poco fructo, y por estar en solitud y tener hospedería a peregrinos y advenedisos, en que mucho se gasta, y las obras necessarias por ser muy grande la casa y antigua.

Esta casa y convento está assentada en tierra muy sana por tener los aires por todas partes muy serenos y limpios, por passar por montes y yervas oloriosas y medicinales, de las quales por toda aquella tierra hay grande abundancia. Y también está puesta entre dos estremos, que son frío y calor, porque si suben una legua más arriba es siempre invierno, y si baxan una legua, que es a la fuente de Sant Pedro, que es del mesmo convento, en el río de la Cenia, es casi siempre verano. Y assí en esta casa por los inviernos tempestuosos ni agostos calurosos, los reverendos padres no resciben pesadumbre alguna.

El abbad y monges de este convento resciben grande provecho de la madera de los pinos, enzinas, boxes, avellanos, ||24v enebros y otros géneros de árboles montuosos, de los quales sacan muy buena y fuerte madera. Y con carros, por un carril que nuevamente han hecho, la llevan a Binarós, de la qual se labran muchos navíos y aun de ella llevan mucha cantidad para en otras partes marítimas.

En este término de Benifaçá nascen muchas aguas muy frías y aplasibles para bever, y de ellas se haze mayor el río de la Ascenia, que devide el reino de Aragón del principado de Cataluña. En este río se crían muchas y buenas y grandes truchas salmonadas y barbos con una sola espina. También hay en este término mineros de fierro, alumbre, caparrosa y de otras cosas, e mucha caça de monte.

De los abbades que han presidido en este convento:

1 Fray Arnaldo, presidió 6 años.

2 Guillermo de Almenara, 6 años.

3 Pedro Julián, 5 años.

4 Belenguer, presidió 1 año.

5 Arnaldo de Manresa, 6 años.

6 Guillermo Savartés, 2 años.

7 Belenguer de Concabella, 23 años.

8 Guillermo, 6 años.

9 Pedro de Villarnau, 4 años.

10 Remón Bernat, 10 años.

11 Bernardo de Belltall, 5 años.

12 Remón Company, 5 años.

13 Ponce de Copons, presidió 6 años e fue promovido para abbad de Poblete, adonde presidiendo murió.

14 Bernardo Pallarés, 30 años.

15 Guillermo Llonch, 13 años.

16 Pedro de Torres. Éste labró un quarto en el claustro mayor, presidió 20 años.

17 Bernaldo Fabregat, 7 años.

18 Bartholomé Ladarnos, 2 años.

19 Bartolomé Lombardo, 9 años.

20 Pedro Saraxó, 6 años y después fue promovido para abbad de Sanctas Cruzes, y presidiendo en aquel convento murió.

21 Bernardo Ripoll, 12 años.

22 Gilaberto de Eruell, 5 años. //

23 Bernaldo Lorenço, 34 años.

24 Juan Lorenço, 17 años.

25 Bernaldo Lorenço, 33 años.

26 Cosmas Daroca, 13 años.

27 Don Hierónimo Sans, de Xátiva, 23 años.

De manera que por tiempo de 309 años fueron veinteisiete los abbades que presidieron en el monasterio de Benifaçá, a los quales se les encargava la prelacía perpetua para su vida. Después, el beatíssimo pontífice Paulo, a supplicación del cathólico don Carlos de Austria, emperador quinto y rey señor nuestro, con bulla appostólica data en Sant Pedro de Roma, año de la encarnación del Señor de 1555 y del pontificado de su beatitud año primero, concedió gracia al convento de Benifaçá para que puedan elegir abbad e que sea triennal e no de vida, como hasta entonces lo havían sido. E assí, por fallescimiento de don Hierónimo Sans, último de los abbades de vida, el convento hizo elección de fray Juan Barberá para un triennio, y complido el triennio, por su merescimiento y buen govierno, el mesmo convento le ha confirmado para en otro triennio. En el qual, en este año que corremos de 1562, por la gracia de Dios preside.234

Este venturoso rey don Jaime conquistó la isla de Mallorca año de 1228.235 E después entendió en la conquista del reino de Valencia año de 1238,236 según en la primera parte lo havemos tratado. También fundó el monasterio de Benifaçá antedicho. E más, hizo iglesias y casas de oración, al servicio de nuestro señor Dios y de su benditíssima Madre, más de dos mil casas que antes fueron mezquitas de los agarenos y oráculo del diablo, quitando el nombre del nefando e idólatra Mahometo e introduziendo en ellas el nombre de Christo Jesu y de su sancta Passión.

Fue casado a veinte de hebrero año de 1234 con doña Andreua o por otro ||25 nombre doña Yolante, hija del rey de Ungría.237

Este cathólico rey desde su infancia tuvo mucho miramiento a las obras de misericordia, y entre las otras fue la de la redempción de los captivos christianos. E, por ende estando en la ciudad de Barcelona, en la iglesia de Sancta Cruz, a nueve de agosto año de mccxviii, en presencia de don Berenguer de Palvisín, obispo de Barcelona, instituyó la sagrada religión de Nuestra Señora de la Mercé para la redempción de los captivos christianos, según de esta religión, fundación y excelencias de ella lo havemos tratado muy extensamente en la primera parte, en el capítulo del monasterio de la Mercé.238 Otrosí, havemos tratado en la mesma primera parte de la confradría de Sant Jaime y otras piadosas obras que este rey don Jaime mandó hazer y fundar.

De los corporales sanctos de Luxent y de Daroca

Siendo presa la villa de Buriana por el venturoso rey don Jaime, sus capitanes y cavalleros cadaldía entendían en hazer correrías por las tierras de los agarenos. Y con las presas y cavalgadas // que hazían se bolvían a Buriana, que era el fuerte y refugio de los christianos. Y entre las otras entradas que hizieron los christianos, fue una muy notabilíssima por el suscesso de ella, que fue el misterio divino, del qual trataremos su historia.


Para haver de scrivir de tan alta maravilla sería y es necessaria la divina inspiración; porque haviendo sido celebrado este sacratíssimo misterio en tiempos antiguos, de que no tenemos más testigos de lo que hallamos scripto por algunos scriptores, y aquellos no bien concordados. Porque escrivió un catalán en lengua valenciana, y casi por los años que acaesció el milagro, y después á scrito un canónigo de Daroca, añadiendo y quitando de la primera scriptura. Otrosí, Anthonio Beuter, curioso scriptor de las cosas de Valencia, hizo de ello special memoria en la Crónica de España. También scrivió maestro Pedro de Medina en el libro de Las grandezas y excelencias de España.239 Scrivo pues yo últimamente en este año de mdlxiii confiado del Spíritu Sancto, pues su auxilio imploro y sus grandezas y alabanças recontar entiendo. E para esto tomaré de los auctores antecitados alguna parte, y de lo que he visto en el Sancto Monte otra parte, e de lo que entendí por los padres conventuales del monasterio de Luxent y de los moradores y ansianos de aquella tierra otra parte. De manera que mediante el Señor entendemos a scrivir lo más verdadero que se ha podido saber y hallar según aquí se sigue:

En el tiempo felice de nuestro venturoso rey don Jaime como antes diximos, por mandado del rey salieron de Buriana para correr tierra de agarenos don Berenguer d’Entença, por capitán general de las compañías; de don Ferrando Sánchez de Ayerve; don Pedro de Luna, de la casa de Luna de Aragón, que trahe por armas una luna de oro y negro; ||25v don Pero Ximénez Carroz; don Remón de Cardona, sobrino del vezconde de Cardona, e don Guillem de Aguilón, con hasta dozientos cincuenta cavalleros, para que entrassen a correr la tierra como otras vezes lo solían hazer, según que pocos días antes el rey havía hecho jornada para la torre de Silla y al castillo de Cullera y otros pueblos comarcanos. Y passando por Museros, captivó sesenta agarenos, los quales después el rey les dio a trueque y por rescate de don Guillem de Aguilón, que poco antes los agarenos le captivaron. Y de hecho, los seis capitanes con su hueste, por el mes de mayo del año mccxxxv, passaron por encima de Valencia y de Algezira, y por tierra de Xátiva llegaron a la Valle de Albaida hasta el castillo de Luxent y al castillo del Chío.240 Este castillo del Chío está puesto sobre un cabeço, solo e enriscado, y por la parte de poniente tiene en oppósito un cabeço elevado que le nombravan el cabeço del Codol, porque en la cumbre del cabeço havía un peñasco grande que en lengua valenciana se nombra codol. Y en este cabeço del Codol se assentaron los christianos, porque les parescía que desde allí podrían tomar el castillo del Chío. E que fortificados en el castillo podrían correr toda la valle de Albaida y los campos de la Conca de la Çaffor, donde después se fundaron Candía y Oliva, porque a la safón todo era alearías y lugares flacos, sino eran los castillos de Rugat, Bélgida, Penacadell y algunos otros más apartados. E como los agarenos sospecharon el designio de los christianos e que por ello se les recrescería mucho daño en la tierra, a la hora avisaron toda la comarca y acudieron dentro breves días más de veinte mil agarenos. Y pussieron cerco y guarda por el derredor del cabeço del Codol, guardando los christianos que no se les pudiessen ir y que por hambre les podrían vencer y tomar. E quando || los cristianos vieron la muchedumbre de los agarenos que les cercavan y cadaldía les amenazavan de batalla, y que ellos eran pocos y no esperavan socorro del rey, porque no lo sabía ni ellos se lo pidieron, e que tenían mucha falta de bastimentos e que no eran parte para entrar en batalla con los agarenos, por todas estas causas se tuvieron por perdidos. Entonces, usando de su acostumbrado acorro con implorar el ayuda del Señor, que nunca faltó a los que le invocan y demandan auxilio, y endemás donde se lleva el pendón de la cruz e insignias de Aragón e, por ende don Berenguer d’Entenfa, capitán general de la hueste, llamó a todos los clérigos, cavalleros e infantes de su exército; y de que fueron juntados les hizo un solemne razonamiento, exortándoles a la batalla y desseado vencimiento en la forma que se sigue:

 

— Reverendos padres, valerosos capitanes y animosos soldados, todos hermanos míos en esta jornada y sancta empresa. Bien tenéis entendido pues que veis, de este alto cabeço del Codol donde estamos aposentados, el grande número de agarenos que nos cercan y de cada hora más su exército se refuerça. Nosotros somos pocos, empero somos christianos y siervos de Christo Jesu, por exalsamiento del nombre del qual hasta oy havemos peleado y siempre en todas las batallas y rencuentros que contra los agarenos havemos tenido, Dios por nosotros ha peleado y nos ha dado la gloria del vencimiento. Pues ¿quién de nosotros osará dudar que llamando a Dios, por cuyo servicio y honra y acrescentamiento de su sancta Iglesia aquí somos venidos, no nos haya de favorescer? No por cierto ninguno de nosotros, por ende sed ciertos que agora que mayor peligro corremos, más crescido favor de su mano veremos. E pues mañana es sábado, día de nuestra Señora, a quien todos invocamos, es menester esta noche ||26 que cada qual de nosotros se disponga en sus oraciones y entendamos en alimpiar nuestras consciencias de los peccados, y nos confessemos y rescibamos el santo cuerpo de Christo Jesu, para que meritemos ser partícipes de su misericordia. E porque los sacerdotes que están aquí son pocos y no bastarán a satisfazer a tantos penitentes, a lo menos vosotros, capitanes, e yo rescibiremos por nosotros y en nombre y boz de todos el sancto sacramento.

E como el razonamiento fue concluido por el general, todos respondieron:

— Hágase en nombre del Señor de los cielos y tierra.

Venido el sábado antes del alva el sacerdote principal, que era rector de la iglesia de Sant Christóval de Daroca, puso el altar encima del codol que ante diximos y comenfó a celebrar la missa. Y acabada aquella, ya que tenía consagradas seis formas en el altar, bolviéndose a los capitanes para exortarles a la sancta comunión, sintieron la grande bozería de los agarenos, y que el día esclarescía y que las sentinelas les descubrieron que subían aprissa contra los christianos; por donde el devoto sacerdote no pudo acabar sus palabras, porque los christianos con sus armas corrieron a defender la subida de los agarenos.

Mientra los capitanes, cavalleros y soldados pelearon por la fe de Christo contra los agarenos y los llevaron de caída, matando muchos de ellos, siguiéndolos hasta el castillo del Chío, en el qual muchos se encerraron y muchos otros se alargaron por aquellas sierras, e los christianos, vencedores y con victoria, se bolvieron al cabeço del Codol, el devoto sacerdote tuvo grande recelo de la muchedumbre de los agarenos, que, si eran vencedores, qué harían de las formas consagradas. E assí estando solo y atónito, Dios lo permitiendo, embolvió las santas seis formas en los corporales y anduvo por el monte hazia Luxent, a dozientas // braças apartado del Codol. Y debaxo los ramos de una humilde palma lo ascondió y depositó, y con losas y piedras disimuladamente lo encubrió. Y de allí se bolvió al Codol, donde halló los capitanes, cavalleros y soldados muy alegres y sin daño. E como todos los christianos fueron bueltos al Codol, el general con los otros capitanes dixeron al sacerdote:

— Padre, nosotros, con la fe que tenemos, mediante la gracia y favor de Dios, en esta jornada havemos alcançado victoria de nuestros enemigos. Y pues propusimos rescebir el sancto sacramento de la Eucharestía, agora vencedores lo pedimos.

A los quales el sacerdote respondió:

— Quando los agarenos dieron arma y vosotros corristes para ellos, yo tuve recelo de los enemigos y llevé las sanctas y consagradas formas en parte do no se pudiessen hallar si fuéramos vencidos, vamos pues hallá y cobraremos nuestro bien.

E luego encendieron cirios y velas y en processión acompañaron al sacerdote a la palma. Y cobrado el santo depósito, bolvieron al Codol. E quando el sacerdote desembolvió los corporales encima del altar del Codol, halló y vido que las sanctas seis formas consagradas se havían transfigurado en color de sangre y estavan apegadas a los corporales. El sacerdote, admirado de ver tan alto misterio, se detuvo como a traspassado en la contemplación durante esta suspención por larga hora, y los capitanes estavan arrodillados esperando la comunión y estavan cansados de pelear; y el turbado sacerdote puesto al altar, parescióles a todos que se le havía olvidado, o que por ventura no tenía complimiento a seis formas. Levantóse en pie don Berenguer d’Entença y dixo al sacerdote:

— Padre, recuérdese vuestra reverencia de nosotros y de lo que esperamos.

Y entonces, el sacerdote bolvióse de cara a los capitanes y a toda la hueste y mostróles los corporales en la forma antedicha. ||26v E como aquella christiana y cathólica turba contemplasse la grande maravilla, todos se prostraron, y con humilde y profunda reverencia, invocando la misericordia del Señor, sus ojos corporales con lágrimas arrasaron.Y en la fe y devoción mucho más se confirmaron.

El otro día que fue domingo, celebrada la missa por el sacerdote e oída con mucha attención por los de la hueste, acordaron todos de romper y dar batalla a los agarenos. Y mataron tantos de ellos que la tierra con sus cuerpos cubrían. E los que bivos quedaron, tan amedrantados huyeron que no esperaron tercera batalla.

Vencidos que fueron los agarenos por los pocos christianos con el favor divino, el sacerdote, capitanes y cavalleros acordaron llevarse la divina joya del thesoro inefable del cabeço del Codol, porque no les paresció dexarla allí ni ellos para entonces haver de quedarse allí, porque toda la tierra de los contornos estava ocupada de agarenos. E ya que huvieron determinado de llevársela, tuvieron muchas pretenciones y grandes debates entre ellos, porque cada uno pretendía llevar aquel sacro don a su propia tierra. E assí echaron suertes entre ellos y cupo la suerte a Daroca, de donde el sacerdote era natural. E como no se contentaron de esta forma de suerte que aun otra nueva quisieron, y fue que tomaron una mula domada, empero no avesada de el camino de Aragón ni de Cataluña; y compuesta y adereçada con los mejores atavíos que pudieron, una arquilla y dentro en ella puestos los sanctos corporales con las consagradas formas. Assentaron la arquilla encima de la mula, de manera que no pudiesse caher. E la mula encaminada a la salida del monte, y sin freno ni cabestro, començó de caminar. Y los christianos, confiados de la fe que la mula sería guiada por la sancta carga que llevava, pusiéronse en orden de guerra, con || sus banderas y armas siguieron los passos de la mula. Y en todo el viage de la mula, jamás se le puso hombre delante, ni la endereçó en el camino, ni ella quiso comer cosa alguna de las que le davan. Aunque en Segorve y en Xérica y otras tierras por do passava la combidavan con cevada y algarrovas, nunca quiso comer, sino que al mediodía y a la tarde salíase de el camino a pascer, y después bolvía al camino sin persona alguna que la encaminasse. En este camino se siguieron muchos milagros al tiempo que la mula con el sancto don passava, según lo recita la historia. Llegada que fue la mula a Daroca, morada escogida divinamente para la sancta reliquia, abaxóse en el suelo, y quitado el sancto peso de encima de ella por el devoto sacerdote, la mula murió, para denotar que aquel lugar era para el depósito, e que encima de mula que el santo don fue llevado no se havía de poner otra cosa mortal ni perescedera. En esta ciudad de Daroca hasta hoy permanescen los sanctos corporales guardados y conservados para la confirmación de nuestra sancta fe. No solamente por el misterio celebrado, pero aun por haver discurrido cccxxviii años hasta hoy y que el lienço de los corporales esté entero y las formas en su propio ser. ||27

Dichosa tú, Daroca, do tanto bien se encierra y a la qual tantos christianos sus peregrinaciones endereçan. Tus dichas y gracias nos perdona si al presente contar dexamos, porque si queremos tratar de las sanctas formas consagradas, las hallamos conservadas y permanescientes tan sanas y enteras como estavan el día primero que acontesció el tan alto misterio; e si queremos tratar de los milagros que se obraron en el camino desde el Codol hasta Daroca y en Daroca hasta hoy, merescen muy larga y particular historia, de la qual al presente no podemos tratar, porque nuestro intento es proseguir la chrónica de Valencia, por ende bolveremos a tratar de los sanctos corporales y del suscesso del cabeço del Codol.

Discurrieron algunos años mientra el venturoso rey tomó a Valencia y Xátiva y muchas otras tierras; entonces, don Berenguer d’Entença, que havía sido capitán general en la jornada de la presa del castillo Chío y en el misterio que poco antes celebramos e, por ende tenía gran devoción en el cabeço del Codol, y el rey le havía hecho merced del castillo del Chío241 y de otras tierras comarcanas, pues que la tierra era ya de christianos se fue apossentar al castillo del Chío. Y le mandó reparar y fundar una pequeña capilla, y truxo las losas y piedras con que el sacerdote encubrió los sanctos corporales debaxo de la palma, y las puso en el altar de la nueva capilla, la qual dedicó al nombre de Sant Salvador. En esta capilla, afirman los ancianos de la tierra por fama confirmada de mayores a menores, que nuestro Señor hazía muchas mercedes a los devotos que la visitaron, e que muchas vezes, de noche, aparescía gran claridad de lumbrarias encima de la capilla.

Passaron algunos años después, y por fallescimiento de don Berenguer d’Entença, el castillo del Chío vino en roína || y decaimiento, y los moradores de la tierra perdieron el conoscimiento del codol donde fue la consagración y de la palma donde se depossitó el sancto misterio. E la tierra havía passado en dominio de una noble y virtuosa señora nombrada doña María de Bidaure, biuda muy honesta y recogida, la qual muchas vezes desseava saber donde estava el Codol i la palma. En este mesmo tiempo residía en Luxent mossén Balaguer Figuera, clérigo de honesta vida y rector de la iglesia. Este rector y la señora instituyeron que cadaldía, el clérigo que celebrasse la missa conventual en la iglesia de Luxent, en el memento hiziesse commemoración, suplicando a la esencia y bondad divina que les hiziesse merced de mostrar y señalar los tan desseados lugares del codol e de la palma, y que en esta hora sonassen la campana, para que todos los christianos rezassen oraciones por la misma devoción. Y este sacrificio duró por muchos años. E quando vino la hora que nuestro señor Dios fue servido revelar a sus siervos estos dos lugares sacros, proveyó que con el señal de la cruz y en el día de la cruz lo que ignoravan se les mostrasse. Fue assí que un día de viernes, contado a vi de julio del año de mcccxxxv, al punto de mediodía, estando el cielo y tiempo sereno y reposado, aparesció vesible en la cumbre del cabeço del Codol una cruz muy grande y elevada que a la vista humana se figurava de cincuenta braçadas en alto, e veinteicinco de cruzero e quatro palmos de tabla, toda resplandeciente, tanto que al sol escurescía. Esta cruz celeste fue vista del castillo de Luxent por la devota doña María de Bidaure y de todas las poblasiones de la valle de Albaida por los moradores de ellas, y caminantes, pastores y trabajadores en los campos, de que todos rescibieron immensa alegría y confirmaron por esta señal que Dios les hazía merced de revelarles lo que tanto desseavan. E assí luego ||27v entendieron que aquella aparición era obra de Dios y para otorgarles lo que tanto desseavan. E, por ende con toda la presteza possible, acudieron a la villa de Luxent. E ajuntados en la iglesia, ordenaron que con devota processión subiessen al lugar donde la misteriosa cruz se les mostrava. Salió pues aquella cathólica congregación ordenada a dos coros. Y eligieron un sacerdote y tres varones legos, ancianos y honestos, para que estos quatro antecediessen y se acercassen a la cruz, para sentir y denotar el misterio. En este passo y lugar que se hizo esta elección de los quatro, que es en un barranco al pie del monte, assentaron una cruz en señal, assí como hasta hoy permanesce por memoria. E de allí procediendo caminaron. E quando los quatro electos llegaron casi a medio camino de la cruz celeste, aquella movió y se vino para los electos y se les assentó delante. Los turbados coraçones de ellos y regalados con precordiales lágrimas, les causaron admiración grande. Y prostados en el suelo, contemplaron la cruz ha ellos venida, la qual, por tiempo de un quarto de hora, allí firme se detuvo, y después se alfó y bolvió a la cumbre del cabeço donde primero estava. En este lugar aguardaron los quatro electos a la processión, y por su relación acordaron de assentar una cruz, como hasta hoy por memoria permanesce. Y cabe la cruz, donde estava una palma, fundaron una capilla a denotar que el divino thesoro allí estuvo.242 E assí los quatro electos caminaron la vía de la cruz assentada en la cumbre del cabeço, e quando fueron cerca de ella, vieron que tenía su assiento encima de un grande codol. Y contemplando la cruz y el codol, y prostados en tierra llorando y rezando oraciones, y esperando el fin de la sancta aparissión, al cabo de una hora, la cruz, mirándola todos, vesiblemente se subió al cielo, dexando en los corafones de todos los christianos contento y alegría // inefables. E dessaparescida la cruz celeste, los quatro electos bolvieron a la processión e hizeron relación de todo lo que havían visto, por donde vinieron en conoscimiento del codol, sobre el qual cien años havía complidos que fue celebrada la consagración de las sanctas formas.243

 

En este cabeço y sobre el codol se erigió altar, con título del Sancto Cuerpo de Cristo, y un monasterio y convento de frailes observantes del hábito y regla del padre sancto Domingo, en el qual monasterio residen veinteiséis frailes, en que hay de ellos ocho theólogos que con sus predicaciones y officios divinos e vida recogida edifican grandemente en la iglesia de Dios. En esta iglesia guardan mucha parte del codol sobre el qual fue la consacración de las formas.244 También tienen muchas reliquias de sanctos e muchos ornamentos de brocados, y sedas, y piezas y vasos de plata para el servicio del altar e iglesia. La casa es grande y de buenos edificios con todos sus cumplimientos de piezas y officinas para el servicio de los frailes. El convento es señor de la rectoría de Luxent y su varonía, que con los fructos de ella y otras rentas, tiene el convento hasta mil ducados de renta ordinaria.

Para que yo pudiesse bien scrivir de este lugar y monte sancto, personalmente le visité en el año de mdlxii, y digo y confiesso lo que me acontesció. Y es y fue que, entrando por la puerta principal de la iglesia, desde la puerta hasta el altar me vino tanta alegría en el spíritu qual nunca tuve, e de allí resultó en las partes exteriores que vine a reír de una continua risa moderada. ignorando la causa proveniente y platicándolo con los padres reverendos, me afirmaron que siempre lo mesmo acontesce a los más de los christianos que la sancta iglesia visitan. También fui informado por los padres conventuales ansianos, que lo tienen de sus mayores por fama confirmada, ||28 que nuestro señor Dios muchas vezes en sus devotos permite maravillas en este cabeço del Codol. E que han visto e hallan muchas vezes gotas derretidas de cera blanca caídas de la región alta e assentadas encima de los tejados, paredes, piedras y plantas. Y esto vi por mis ojos, que los padres conventuales me las mostraron por el monte y por los caminos, muchas y en muchas partes, y especialmente junto a la capilla de la Palma. Más, me informaron los frailes y hombres legos ancianos de Luxent y de otros lugares de la comarca que muchas vezes, de noche, han visto dos coros de lumbres caminar en processión desde la capilla de la Palma hasta el cabeço del Codol. E como esto lo viessen pastores, caladores, caminantes e muchos de los pueblos circunstantes e sobre ello se inquiriesse, nunca se pudo hallar que ni frailes ni otras humanas personas se hallassen en la celebración de la tal nocturna processión. Más, me afirmaron e juraron muchos de los frailes conventuales y otros varones ancianos de Luxent, que tienen por costumbre en cada un año, en la percélebre fiesta de Corpore Christi, hazer y celebrar solemne processión con el Corpus Domini puesto en su custodia y con palio, y acompañado con lumbres y sones de instrumentos de música, y con muchos hombres y mugeres de todas las villas y lugares de la comarca. Y assí en orden y con mucha devoción y reverencia, parten de la iglesia de Luxent y suben a la sancta iglesia del Codol, que nombramos de Corpore Christi.Y hecha la estación en la iglesia, se buelve la processión con la mesma orden a la iglesia de Luxent, de donde primero salieron. E que en memoria de ellos estava esto que se sigue:

Que en un año acaesció que pocos días antes de la fiesta de Corpore Christi murió una hija del illustre don Pero maça, señor // del castillo y villa de Luxent y de su tierra, por la qual hija don Pero Maça y su casa estavan vestidos de llanto y luto. E, por ende los del pueblo de Luxent, en el día de la fiesta y processsión que havían de celebrar entonces, según en cada un año la acostumbravan con sones de música regocijar y festivar, no lo osaron hazer por causa del luto de la hija muerta, sino que hizieron simplemente la processión. E quando fueron en el camino sintieron, todos los circustantes a la custodia donde estava el sancto sacramento, que ensima del palio rezonavan sones e música de grande melodía acompañando al corpus domini por suplir a la falta de los humanos. E como esta notable maravilla celeste fue muy publicada e notificada a don Pero Maça, aquél mandó que para siempre se guardasse la sancta fiesta de Corpore Christi e que la processión se solemnisasse con todos los sones e instrumentos de música que pudiessen haver, no embargant que en algún año acontessiesse muerte del señor de la varonía, o de su muger, o de sus hijos o hijas. Y assí desde entonces a esta parte, la processión en cada un año se ha celebrado y festivado con toda la alegría y regozijo que han podido, y siempre lo mejoran.

Éste es el Monte Sancto en este reino de Valencia. Santo, pues Dios Eterno favoresció a los capitanes del siempre vencedor y nunca vencido rey don Jaime. Aquí Dios se quiso mostrar en su carne y sangre. Aquí nos vesita con sus maravillas y angélicas visiones. Aquí las oraciones de sus devotos oye y de gracias les cumple. Aquí le tenemos por otro segundo monte Moria, pues tanto bien en él se encierra.245 Aquí tenemos otro segundo monte Thabor, por la transfiguración celebrada.246 Gózense los valencianos con este monte divino y por tanta merced continuas gracias a nuestro señor Dios sin cessar offrescan. ||28v