Carro de combate

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Los efectos sobre la salud, ¿consumimos demasiado azúcar?

El azúcar no aporta nutricionalmente más que calorías, si bien su consumo es adecuado después de una intensa actividad física, por su rápida absorción. Los diferentes tipos de azúcar integral y la panela aportan algunos nutrientes provenientes de las melazas, pero sigue sin ser un alimento especialmente nutritivo. Aunque el azúcar procedente de forma natural de frutas y verduras es necesario, el azúcar refinado es absolutamente prescindible para los seres humanos, y su abuso puede contribuir a enfermedades como la obesidad y la diabetes.

El problema es cómo garantizar que no excedamos el consumo, pues, como ya vimos, una parte importante del azúcar que ingerimos viene de productos elaborados que ni siquiera hubiésemos sospechado que pudiera contenerlo. Solo entre 1987 y 2003, en España el consumo de azúcar pasó de los 24 kilos por persona y año en 1987 a los 30 kilos. En 2011, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aseguró que cada español consume de media 111,2 gramos al día —o 40,5 kilos al año—, es decir, casi cinco veces más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, el consumo de azúcar de mesa ha disminuido notablemente. La mayoría de los productos elaborados que compramos, dulces o salados, llevan azúcar añadido, desde unas empanadillas hasta una salsa de tomate, pasando por los embutidos. El 75% del azúcar que consumimos viene de este tipo de productos, sin duda menos saludables que los alimentos frescos; y un dato clave es que el organismo se habitúa al consumo de azúcar que le ofrecemos: cuanto más tomemos, más necesitará, y viceversa.

¡OJO CON LA ETIQUETA!

En muchos productos, el azúcar aparece como dextrosa. La dextrosa es simplemente una forma de glucosa, pero muchos fabricantes prefieren utilizar este término para evitar la visión negativa que algunos consumidores tienen de la glucosa. También puede aparecer como maltosa, dextrano o jugo de caña evaporado.

ALTERNATIVAS Y PRODUCTOS SUSTITUTIVOS

Existen algunas alternativas éticas al consumo de azúcar tradicional, procedentes principalmente del comercio justo. En Europa, hay también cooperativas azucareras, como Tereos en Francia o Acor en España donde la remuneración de los agricultores suele ser más elevada que en el caso de la industria convencional.

Otro ejemplo son las cooperativas en países productores de caña, como es el caso de Manduvirá, en Paraguay. La cooperativa agrupa a 1.123 pequeños productores de caña de cultivo ecológico que funcionan al modo de las tradicionales «mingas» indígenas, bajo una lógica de cooperación y reciprocidad. Un 90% de la producción se exporta por la vía del comercio justo.

En cuanto a los productos sustitutivos al azúcar, o edulcorantes, los analizaremos con detenimiento en otro capítulo de este libro.

LAS CLAVES

• En España, el consumo de azúcar pasó de los 24 kilos por persona y año en 1987 a los 40 kilos de 2011.

• Aunque en los últimos años hemos disminuido el consumo de azúcar de mesa, cada vez tomamos más azúcar: el 75% procede de productos elaborados dulces y salados.

• La caña de azúcar tiene una larga historia vinculada a la esclavitud en América Latina. Hoy, el duro trabajo en los cañaverales sigue asociado, en Brasil y Guatemala como en Tailandia, a pésimas condiciones de seguridad e higiene y salarios de miseria.

• Europa ha pasado de ser el principal exportador mundial de azúcar a tener que importar buena parte de su producción. Brasil controla ahora el mercado mundial, y China en pocos años se ha hecho con el tercer puesto del ranking.

1- Datos tomados del Ministerio de Agricultura argentino.

2- Véase Castro, Moreno y Villadiego, op. cit..

3- http://www.grain.org/es/article/entries/1218-brasil-y-los-nuevos-emporios-azucareros

A CEITE DE PALMA


DATOS BÁSICOSProducto: aceite de palma.Materias primas de origen: palma aceitera (Elaeis guineensis). Principales países de origen: Indonesia es el principal productor (53%) seguido de Malasia (29%) según FAO (2018). Principales países consumidores: India, China, Pakistán, Países Bajos, España (ONU).Consumo per cápita: en España cada persona consume de media 41,4 kilos anuales de aceite de palma (elaboración propia con datos de importaciones, incluye uso en biocombustibles).Productos en los que se encuentra: comida procesada, bollería, margarina, chocolates, sopas, queso para untar, jabones, champú, combustibles, velas.

Introducción

Desde finales de 2014, un nuevo ingrediente comenzó a formar parte del vocabulario corriente de los europeos: el aceite de palma. Fue entonces cuando las empresas empezaron a estar obligadas a determinar en los envoltorios qué tipo de aceite están utilizando y a dejar de esconderlo bajo la etiqueta genérica de «aceite vegetal». Porque, aunque sea un ingrediente con el que estamos poco familiarizados, se utiliza en casi la mitad de los alimentos procesados que consumimos y en muchos otros productos no comestibles, desde jabones a velas.

El aceite de palma es el tipo de aceite más consumido en el mundo, debido a su bajo precio y a su versatilidad. Su producción se ha vinculado también a la deforestación de bosques tropicales y a la esclavitud. Es una industria que ha estado bajo una fuerte presión internacional y que se ha movido rápidamente para mejorar su imagen.

CARACTERÍSTICAS

De dónde procede el aceite de palma

La palma de aceite es una planta tropical, originaria de África occidental (fundamentalmente del golfo de Guinea, de donde toma su nombre científico Elaeis guineensis). A comienzos del siglo xx se introdujo en el Sudeste Asiático, una región que se ha convertido ahora en su principal vergel. Entre el 80 y el 90% de la producción total de palma aceitera se cultiva en Malasia e Indonesia, países que le brindan condiciones óptimas de temperatura y humedad.

Dónde se encuentra

El aceite de palma es un producto ampliamente utilizado por la industria, con la finalidad de dar una textura cremosa a ciertos productos. La industria que más la utiliza es la alimentaria: alrededor del 50% de los alimentos procesados que consumimos contienen aceite de palma. La mayoría de ellos son alimentos de tipo cremoso, como la Nutella (o Nocilla) y el queso para untar. También se utiliza en chocolates, galletas, bollería, etc.


A la industria alimentaria le sigue en importancia la cosmética, donde el aceite de palma se utiliza para dar textura a cremas o jabones. Además, en los últimos años, este cultivo ha ganado aún más terreno como fuente para los agrocombustibles, en concreto, el biodiésel.

Una curiosidad histórica: durante la Segunda Guerra Mundial, ácidos procedentes del aceite de palma fueron utilizados para producir napalm (el palm del final procede del término palma), un abrasante que se arrojó sobre ejércitos y poblaciones durante los combates. Más tarde pasaría a ser elaborado de forma química en los laboratorios de Dow Chemical.

EL SECTOR DEL ACEITE DE PALMA

El mercado internacional del aceite de palma

El aceite de palma es el aceite más consumido en el mundo, con un 35% del total de toda la oferta mundial de aceites vegetales, según datos de FAO de 2018. (1)

Principales empresas

Las principales empresas productoras del sector son asiáticas, concentradas en los dos principales países de producción (Malasia e Indonesia), así como el paraíso fiscal de Singapur. Wilmar es así la principal empresa del sector: se calcula que hasta con un 45% de la producción. Wilmar es un conglomerado agroindustrial que también tiene importantes cuotas de mercado en otras materias primas, como el azúcar. En 2012, la revista Newsweek señaló a Wilmar como la empresa medioambientalmente menos responsable del mundo.

En cuanto a las empresas consumidoras de aceite de palma, la primera es Unilever, que utiliza este producto en sus geles y cosméticos. Firmas de la industria alimentaria como Nestlé o Mondelez también utilizan grandes cantidades de este aceite.


CUADRO DE LAS PRINCIPALES EMPRESAS(Según cotización en 2018; millones de dólares)
EmpresaCotización(millones de dólares EE.UU.)
Wilmar3.110
IOI2.853
Kuala Lumpur Kepong2.749
Sime Darby2.727
Golden Agri (GAGR.SI)1.224

LA CADENA DE PRODUCCIÓN

El impacto medioambiental de las plantaciones de palma

El aceite de palma procede de la palma aceitera, una planta que alcanza altos rendimientos si cuenta con las condiciones climáticas idóneas. Estas se dan fundamentalmente en zonas tropicales, por lo que es una competidora de los bosques nativos de estas regiones. La primera consecuencia ambiental es, a menudo, la deforestación. La palma de aceite ha sido uno de los cultivos más vinculados a la rápida deforestación que sufrió Malasia hasta que, en 1997, el Estado se comprometió a preservar la vegetación nativa tropical en el 50% del territorio. La respuesta de los inversores fue desplazarse a Indonesia e impulsar un nuevo proceso de deforestación. Cada año, aparecen allí densas columnas de humo procedentes de incendios ilegales que luego cubren buena parte del Sudeste Asiático. Según la organización WWF, cada hora se deforesta en Indonesia la superficie equivalente a 300 campos de fútbol para plantar palma. Sin embargo, algunos especialistas como Alain Rival, del Centro Francés de Investigación Agrícola para el Desarrollo, aseguran que solo una pequeña parte de la deforestación corresponde al aceite de palma. (2) Un estudio reciente de la Unión Europea asegura que el 45% de la expansión de palma entre 2008 y 2016 tuvo lugar en zonas que en 1989 eran bosque. (3)

 

El aceite de palma requiere además grandes cantidades de agua. Según FAO, la palma aceitera necesita aproximadamente el doble que la mayor parte de cítricos, legumbres o tubérculos y un 50% más que los cereales.

Impacto social: cara y cruz de las plantaciones

En las plantaciones se han registrado abusos laborales y prácticas cercanas a la esclavitud. Una investigación de Bloomberg publicada en julio de 2013 documentó cómo los trabajadores vivían en condiciones de encierro y recibían salarios inferiores al mínimo, o incluso no recibían su paga. También debían rociar los cultivos manualmente con herbicidas como el Paraquat, que ha sido relacionado con daños en riñones e hígado. Además, el sector figura entre las industrias que emplean trabajo infantil, según el informe de 2018 del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos.

Del otro lado, las empresas argumentan que este sector, por sus altos rendimientos, tiene un gran potencial para la generación de empleo, sobre todo en comunidades rurales e indígenas cercanas a las plantaciones. Solo en Malasia, el sector emplea a 500.000 personas, en una población de menos de 30 millones de personas.

El refinado y el consumo de aceite de palma

El aceite de palma suele ser refinado antes de consumirlo. Tras obtener los frutos de la palma, estos se exprimen hasta conseguir un aceite de color rojizo con una alta concentración de betacarotenos, un compuesto al que se le han atribuido numerosas propiedades beneficiosas para la salud, que sin embargo no le llegan al consumidor, pues esos betacarotenos son eliminados durante el refinado. Para este proceso se utiliza además ácido fosfórico, que elimina ácido y otras impurezas. Al aceite resultante también se le quita el sabor a través de una destilación.

El aceite de palma se ha convertido en el tipo de aceite más consumido, sobre todo desde que las grasas hidrogenadas, o trans-fat, fueran relacionadas con problemas coronarios. El aceite de palma resultó un sustituto perfecto, ya que no necesita la hidrogenación para presentar una apariencia sólida o semisólida. Sin embargo, USDA aseguró en un estudio de 2009 que su consumo provocaba problemas coronarios muy similares a los de las grasas hidrogenadas y un aumento similar en los niveles de colesterol para cantidades equivalentes. En 2016, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aseguró que el procesamiento del aceite de palma a altas temperaturas produce sustancias que han sido relacionadas con el cáncer. Las margarinas y la bollería suponen la principal fuente de estas sustancias. (4)

¡OJO CON LA ETIQUETA!

Aunque desde diciembre de 2014 las marcas tienen que indicar el tipo de aceite vegetal que utilizan, a menudo usan términos confusos como «Grasa vegetal (palma)», «manteca de palma» o Elaeis guineensis (nombre científico de la palma aceitera)

ALTERNATIVAS Y PRODUCTOS SUSTITUTIVOS

La gran presión social que ha habido sobre el aceite de palma, especialmente por su impacto ecológico, ha hecho que el sector se mueva rápidamente. En 2004 se creó la llamada Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, en sus siglas inglés), que pretende funcionar como un certificado similar al del comercio justo, pero centrado en el origen sostenible de la palma.

La iniciativa ha sido polémica. Organizaciones como Amigos de la Tierra han criticado los flexibles estándares de RSPO, que, afirman, no garantizan que el aceite de palma sea sostenible. Entre los requisitos de esa certificación figuran el respeto a las leyes locales, la transparencia o el desarrollo responsable de nuevas plantaciones, pero la deforestación no está expresamente prohibida. Otra crítica es que este aceite certificado suele mezclarse con aceite de palma convencional, por lo que es imposible consumir un aceite 100% «sostenible». Además, un informe de noviembre de 2013 realizado por International Labor Rights Forum and Sawit Watch desveló abusos laborales en plantaciones certificadas.

En cualquier caso, la certificación ha crecido rápidamente, sobre todo tras el impacto mediático de una agresiva campaña de Greenpeace contra la chocolatina KitKat, de Nestlé, y su impacto sobre los orangutanes en Indonesia. Ahora un 16% del aceite de palma procede de estas plantaciones con certificación, y varias corporaciones, como la propia Nestlé, se han comprometido a utilizar solo aceite certificado, con lo cual se espera que el crecimiento en los próximos años sea mucho mayor.

Los consumidores pueden encontrar una guía en el listado que ha publicado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el que se referencian las empresas según su compromiso con la responsabilidad del aceite de palma. (5) La organización ecologista WWF publica cada año un listado de empresas según su compromiso con la responsabilidad del aceite de palma utilizado. (6)

LAS CLAVES

• Aunque su nombre apenas lo vemos en productos, consumimos casi 60 kilos anuales de aceite de palma en productos procesados. Generalmente se etiqueta como «aceite vegetal».

• Desde 2014, el etiquetado tiene que incluir el tipo de aceite utilizado y ya no se puede utilizar la mención genérica de «aceite vegetal».

• En 2004, se creó un sello de certificación exclusivo para el aceite de palma que ha sido, sin embargo, muy criticado porque no prohíbe la deforestación.

• El aceite de palma es uno de los principales responsables de la deforestación en Indonesia y pone en peligro el hábitat de animales como el orangután.

1- OECD-FAO AGRICULTURAL OUTLOOK 2019-2028 http://www.fao.org/3/CA4076EN/CA4076EN_Chapter4_Oilseeds.pdf

2- Para saber más sobre el impacto del aceite de palma recomendamos consultar nuestra investigación en profundidad sobre esta industria en www.carrodecombate.com

3- https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?qid=1558977620744&uri=CELEX:52019DC0142

4- Process contaminants in vegetable oils and foods. 3 de mayo de 2016 https://www.efsa.europa.eu/en/press/news/process-contaminants-vegetable-oils-and-foods

5- http://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/informe/aceite-de-palma/5

6- https://palmoilscorecard.panda.org/

S OJA


DATOS BÁSICOSProducto: soja.Materias primas de origen: Glycine max o soja.Principales países productores: Estados Unidos, Brasil, Argentina, China y Paraguay.Principales países consumidores: China, Unión Europea, Estados Unidos, Brasil y Argentina.Productos en los que se encuentra: productos preparados (miso, tofu), pienso, combustible, granos.Área cultivada: pasó de menos de 30 millones de hectáreas en todo el mundo en 1970 a más de 57 millones en 1990; en 2018, casi llegaba a los 125 millones de hectáreas, según FAO.

Introducción

Esta leguminosa —o soya, como se la conoce en algunos países latinoamericanos— es una especie originaria de China y su nombre (soy) proviene de Japón. En Occidente, su consumo de forma directa no está muy extendido, aunque ha aumentado con el incremento del veganismo; también se usa profusamente en países productores, como Argentina. Lo que sí se ha generalizado a nivel global es el uso de harina de soja para la alimentación del ganado, así como su creciente empleo para la elaboración de agrodiésel.

La soja, sin embargo, ha venido de la mano de la polémica, porque la amplísima mayoría de la soja que consume el ganado de medio mundo es transgénica, luego está asociada al abuso de herbicidas y pesticidas y otros riesgos vinculados a los OGM. En Argentina, la población de las áreas afectadas ha denunciado los impactos sobre la salud de agroquímicos —que las resistencias prefieren denominar agrotóxicos— como el glifosato; sin embargo, el Estado sigue apostando por un producto de cuyas exportaciones el país es cada vez más dependiente.

CARACTERÍSTICAS DE LA SOJA

De dónde procede la soja

La soja es una especie de la familia de las leguminosas (Fabaceae) cultivada por sus semillas, de contenido medio en aceite y alto de proteína. El grano de soja y sus subproductos (aceite y harina de soja, principalmente) se utilizan en la alimentación humana y del ganado.

Como hemos indicado, esta especie es originaria de China, pero en los últimos años ha crecido exponencialmente su cultivo y comercialización, y se ha extendido a otros lugares del globo; fundamentalmente, en América del Norte y el Cono Sur.

Dónde se encuentra la soja

La soja ha sido un alimento que ha formado parte de la dieta de buena parte de los países asiáticos durante siglos donde se toma de forma fermentada en variados alimentos, como el miso (pasta típica japonesa), la salsa de soja, el tofu (queso fresco obtenido de la soja cuajada), tempeh (producto típico de Indonesia que se obtiene por fermentación de la soja a partir de un hongo), o fresca, en brotes germinados de soja, muy típicos en las sopas o, en el caso de Japón, el edamame (granos de soja cocidos que se toman como aperitivo).

En el resto del mundo el consumo de soja se ha incrementado en los últimos años, en parte, gracias a las campañas que han puesto de relieve, no sin polémica, sus beneficios para la salud. Así, ahora se encuentra de forma natural, ya sea en semillas o, sobre todo, en brotes germinados, pero también en productos elaborados como el tofu, la leche de soja o los aceites. El uso de la harina de soja para enriquecer proteicamente otras harinas también se ha vuelto común y se puede encontrar en panes y bollería. Además la lecitina de soja, un complejo de fosfolípidos obtenidos de la semilla de soja, se utiliza como complemento dietético. El movimiento vegano ha puesto además de moda los productos elaborados a partir de la soja, que suponen un sustituto de las proteínas animales.

Pero la soja también se ha convertido en uno de los productos fundamentales para la industria cárnica y sirve de base en la fabricación de piensos. Además, con el desarrollo de los agrocombustibles, la soja se ha posicionado como una de las principales fuentes de combustibles oleosos (agrodiésel).


EL SECTOR INTERNACIONAL DE LA SOJA

El mercado internacional de la soja

Durante los últimos años, el precio de la soja se ha disparado en el mercado internacional de materias primas, sobre todo por el crecimiento espectacular de la demanda china, país que se ha convertido en el mayor consumidor de soja a nivel mundial por el impulso de la industria cárnica. El resultado ha sido que se han extendido exponencialmente los cultivos de soja, sobre todo en América del Norte y el Cono Sur. Así, ahora mismo, los principales productores de soja son Estados Unidos, Brasil, Argentina y China. En el caso de Paraguay y Argentina, la superficie dedicada al monocultivo de este nuevo «oro verde» ya supone en torno al 60% de la tierra cultivable.

 

Cinco empresas, la mayoría grandes conocidas del mercado de los productos básicos alimenticios, controlan el mercado de la soja: Bayer, Monsanto, ADM, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus. Destaca sobre todo la primera, que tras comprar Monsanto, controla alrededor del 25% del mercado mundial de las semillas, y acapara en especial el mercado de la soja y el maíz.

LA CADENA: IMPACTOS SOCIOAMBIENTALES

Impacto socioambiental

El monocultivo sojero es un caso paradigmático del llamado modelo del agronegocio: empresas transnacionales de biotecnología venden conjuntamente semillas híbridas o genéticamente modificadas en un paquete que incluye fertilizantes y pesticidas que garantizan el crecimiento de la planta. Así, desde la década de 1990, Monsanto vende sus semillas de soja RR con el Roundup, un agroquímico cuyo ingrediente estrella es el glifosato, y que se ha convertido en el herbicida más vendido del mundo. El productor queda así atado a la compra anual de semillas y de los diversos agrotóxicos sin los que no obtendrá la productividad deseada. El modelo conlleva unos costes difíciles de soportar para los campesinos, que son, finalmente, desplazados por los grandes empresarios del agronegocio. La soja ofrece una elevada rentabilidad, pero solo para grandes superficies con altos rendimientos de escala.

Además, el modelo sojero implica la necesidad de pocos agricultores para grandes superficies de terreno. Esto supone la expulsión de una parte de los trabajadores del mundo rural, que deben emigrar a la ciudad; muchas veces, para pasar a engrosar los barrios de tugurios periféricos. En países como Paraguay, resistir al modelo puede tener consecuencias mortales; en Argentina, comunidades indígenas de las provincias de Chaco y Formosa, al norte del país, también se han visto expuestas. (1)

Las comunidades se ven afectadas, además, por los efectos devastadores en los ecosistemas que tiene cualquier monocultivo a gran escala: degradación del suelo, desertificación, contaminación del agua y pérdida de biodiversidad, tanto por la pérdida de especies nativas como por el uso exclusivo de una misma semilla.

En el caso de la soja, los principales efectos son afines a otros organismos genéticamente modificados (OGM). Vaya por delante que el problema fundamental no es, en sí, modificar el ADN de una planta, sino para qué se modifica. Y, en el caso de la soja RR y versiones derivadas, la modificación permite que la planta resista al glifosato y otros herbicidas y plaguicidas que resultan dañinos para el medio ambiente y para la salud humana. En Argentina, las fumigaciones son tan recurrentes que diversos estudios científicos han documentado que, en amplias zonas del país, el agua de lluvia registra glifosato, y son también alarmantes las cantidades de esa sustancia que se encuentran en el fondo de ríos tan importantes como el Paraná.

Un riesgo adicional es que las malezas se vayan haciendo progresivamente resistentes al glifosato y otros agroquímicos; algunos estudios ya evidencian cambios en el espectro de las malas hierbas. Esto puede provocar una peligrosa espiral tóxica para la que será necesario inventar herbicidas más potentes —luego más tóxicos—, al tiempo que el cultivo de especies no transgénicas se torna cada vez más difícil. Algunas investigaciones científicas vienen alertando, además, del vínculo entre el glifosato y la aparición de superbacterias.

LA REPÚBLICA UNIDA DE LA SOJA

El nuevo oro verde avanza sobre todo el Cono Sur: en 2012, la soja ocupaba un 66% de la tierra cultivada en Paraguay, un 59% en Argentina y un 35% en Brasil, según un estudio del Centro para la Bioseguridad de Noruega 1 ; y desde entonces no ha parado de crecer, sobre todo en Paraguay. El Cono Sur americano se ha sojizado hasta tal punto que la multinacional de la biotecnología Syngenta, en una propaganda de 2003, llamó «República Unida de la Soja» a un vasto territorio entre las fronteras de Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay.

En Argentina, y a pesar del creciente movimiento socioambiental en contra, los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, desde distintos modelos políticos y económicos, han sostenido su apuesta firme por el modelo agroexportador tal vez porque la maltrecha economía argentina depende cada vez más de las divisas que aportan las exportaciones sojeras: en 2018, fueron alrededor de 17.000 millones de dólares.

El boom sojero en el país austral ha sido espectacular: en veinte años se ha cuadruplicado la superficie cosechada, que pasó de 5 a casi 20 millones de hectáreas.

Mientras, en el norte de Argentina, en las provincias de Chaco y Formosa, el pueblo Qom ha denunciado que lleva años sufriendo amenazas y agresiones para obligarlos a desplazarse de sus territorios ancestrales, apetecidos por los empresarios sojeros; al sur de Brasil, los guaraní-kawowá se enfrentan al avance de la soja y la caña. Y en Paraguay, donde se ha vinculado a intereses del sector sojero en el golpe de Estado contra Fernando Lugo en 2012, la situación es crítica para campesinos y comunidades indígenas guaraní. (2)

Riesgos para la salud de la soja

No hay consenso científico acerca de los riesgos para la salud que entraña el consumo de soja transgénica, en parte porque la ciencia es, también, un campo de batalla, influido por múltiples intereses. Lo que sí ha quedado empíricamente demostrado es que el glifosato, así como otros agrotóxicos, implica graves consecuencias para la salud de trabajadores y poblaciones aledañas a los cultivos. En la provincia de Córdoba, corazón sojero de Argentina, un juicio pionero sentó en el banquillo en 2012 a varios responsables directos de las fumigaciones con glifosato, que fueron condenados. El tribunal consideró probado que las fumigaciones estaban directamente relacionadas con el sorprendente aumento de casos de malformaciones genéticas, bebés muertos al nacer y casos de cáncer que, en los últimos años, han sufrido los vecinos del barrio de Ituzaingó Anexo, que viven a pocos kilómetros de los cultivos de soja . Más tarde, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la razón a las Madres de Ituzaingó, al situar el glifosato como una sustancia potencialmente cancerígena.

ALTERNATIVAS Y PRODUCTOS SUSTITUTIVOS

La soja es una «materia prima flexible», es decir, tiene usos diversos, como ya dijimos. Uno de los más importantes es la elaboración de agrodiésel: recientes investigaciones (3) han demostrado que el uso masivo de agrocombustibles es tan insostenible o más que los combustibles fósiles: el agrodiésel, como también el etanol, es una pésima opción desde un punto de vista socioambiental.

En cuanto al uso de la soja para la elaboración de piensos —y también, harina de soja para piscifactorías—, forma parte de una cadena también profundamente insostenible, la de una industria cárnica cada vez más globalizada, como veremos en el Informe dedicado a ese producto. La alternativa, en este caso, pasa por disminuir el consumo de carne y buscar alternativas como la compra a pequeños ganaderos locales.

En el caso de la soja que se utiliza en ultraprocesados, la alternativa más saludable y sostenible será siempre evitar al máximo el consumo de ese tipo de productos comestibles, que nada aportan nutricionalmente. Evitando el consumo para estos usos, que son los que han acelerado el incremento de la demanda de soja a nivel global, se puede preservar el consumo directo de soja.

LAS CLAVES

• La soja es cada vez más utilizada en todo el mundo para el engorde de ganado.

• El aumento de los precios internacionales ha llevado a los países del Cono Sur a expandir el monocultivo sojero, con graves consecuencias para las comunidades indígenas y rurales que son desplazadas.

• Las poblaciones cercanas a los cultivos han detectado impactos sobre la salud de los agroquímicos, como malformaciones genéticas, muertes fetales y aumento de los casos de cáncer.

¡OJO CON LA ETIQUETA!

Uno de los derivados de la soja que se utilizan profusamente en la industria alimentaria argentina, y que también se emplea en el Estado español como emulsionante para repostería, es la lecitina de soja. En España, la lecitina, generalmente de soja, aunque también puede proceder de otra planta, figura en las etiquetas como el aditivo E322.

1- Para información más detallada, veáse Castro, Moreno y Villadiego, Los monocultivos que conquistaron el mundo. Impactos socioambientales de la caña de azúcar, la soja y la palma aceitera. Akal, Madrid, 2019.

2- Véase el Informe Chokokne, elaborado por la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (CODEHUPY).

3- Como The land use change impact of biofuels consumed in the EU [El impacto en el cambio del uso del suelo de los biofuels consumidos en la UE], más conocido como informe Globiom, publicado en octubre de 2015, Véase: https://www.carrodecombate.com/2016/09/20/que-comen-los-automoviles-la-disputa-en-torno-a-los-agrocombustibles/