Los Inuit

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2. También se cree que existía un grupo denominado eskaleutiano que reforzaría las teorías sobre el origen común entre los inuit y los Aleutianos (N. del A.).

3. Respecto a la prehistoria ártica, las fechas han sido tomadas del libro de David Damas (Editor) Handbook of North American Indians. Arctic. En esta obra se establece unos márgenes de error en la datación de las distintas fases culturales. Las culturas de Tradición Microlítica Ártica, Independencia I, Pre-Dorset y Saqqaq, oscilan ± 300 años en sus fechas. Las culturas Dorset, Independencia II, Antigua Cultura Ballenera, Choris, Norton, Ipiutak y Antigua Cultura del Mar de Bering, se establece un margen de error de ± 400 años. Finalmente, las culturas Birnik, Okvik, Punuk y Thule presentan ± 100 años en sus dataciones (N. del A.).

4. Algunos expertos también opinan que estos primeros seres humanos lograron llegar a América del Norte en dos oleadas migratorias. La primera pudo producirse entre 25.000 y 23.000 años atrás y la segunda, unos trece mil años después (N. del A.).

5. Se cree que hacia el 8.000 a. C, tras la última glaciación (o de Wisconsin), el hielo empezó a retirarse, el nivel de los mares subió y consecuentemente, desapareció el puente terrestre de Beringia (N. del A.).

6. Se cree que los pueblos paleosquimales empezaron a usar el arco y la flecha hacia el 1500 a. C. (N. del A.).

7. Investigadores del Museo de Historia Natural de la Universidad de Copenhague (Københavns Universitet) consiguieron, en el año 2010, secuenciar por primera vez en detalle el genoma de un ser humano que vivió hace cuatro mil años y que, seguramente, fue uno de los primeros habitantes de Groenlandia. Este hecho se consiguió mediante el análisis de unos mechones de pelo humano encontrados en Qeqertasussuk (costa oeste de la isla). Recuperando el 80% del genoma nuclear a partir de apenas dos gramos del cabello de un varón, los investigadores lograron reconstruir la imagen de un individuo perteneciente a la cultura Saqqaq y que los científicos han bautizado con el nombre de Inuk: www.nature.com/nature/journal/v463/n7282/full/nature08835.html.

8. La cultura Dorset se puede dividir en tres períodos: Dorset Temprano (800-300 a. C.), Dorset Medio (300 a. C.-500/600 d. C.) y Dorset Tardío (400/500-1400 d. C.). (N. del A.).

9. En esta obra, se ha utilizado el término igluvigak por ser el más común en el Inuktitut de Nunavut (Canadá). Sin embargo, también se conocen otras palabras según qué zonas que sirven para designar este mismo tipo de construcción, como por ejemplo: igluviak, igluvijaq o igluviguk (N. del A.).

10. El término iglu en el Inuktitut de Nunavut o illu en Kalaallisut (groenlandés), simplemente significa «casa» y no necesariamente hace referencia a un hábitat construido con hielo o nieve (N. del A.).

11. En este sentido, destacar los 170 petroglifos Dorset encontrados hasta la fecha en Qajartalik (isla de Qikertaaluk), cerca de la población de Kangirsujuaq (Nunavik). Se trata de uno de los yacimientos más importantes de la prehistoria ártica. Esas caras, grabadas en las rocas, siguen constituyendo una de las representaciones más enigmáticas que nos ha dejado este pueblo (N. del A.).

12. Cuando con posterioridad los vikingos llegaron hasta Vinland (zona del golfo de Saint Lawrence, Canadá), hacia el año 1000 d. C., utilizaron el nombre de Skræling para referirse a los Dorset y, en general, a los nativos de la zona. Más tarde, usaron este término para designar a los Thule (N. del A.).

13. El Denbigh Flint Complex (3000-1000 a. C.), es conocido en términos arqueológicos como complejo cultural de los Chukchi y de las regiones litorales del mar de Bering (Alaska). Pertenece taxonómicamente y temporalmente a las culturas de Tradición Microlítica Ártica. Muchos de los asentamientos se encuentran a lo largo de la costa, cerca de las áreas fluviales y en las zonas de tundra. Asimismo, se han hallado algunos establecimientos ubicados entre 50 y 250 km hacia el interior que presumiblemente se utilizaron durante el invierno, y se sabe que tenían casas semisubterráneas muy similares a las casas inuit históricamente conocidas (N. del A.).

14. La cultura actual de los Koniag procede precisamente de las interrelaciones existentes en aquella época entre los Thule de la península de Alaska y los habitantes de la costa del Pacífico (N. del A.).

15. El 9 octubre de 1972, dos cazadores inuit, los hermanos Hans y Jokum Grønvold, hicieron un gran descubrimiento arqueológico, ya que encontraron los cuerpos de ocho momias (seis mujeres y dos niños) en dos tumbas cerca del antiguo establecimiento costero de Qilakitsoq, en el área de Uummannaq (Groenlandia). Se trataba de los restos humanos mejor conservados descubiertos en el Ártico norteamericano hasta la fecha. Estas momias, pertenecientes a la cultura Thule, datan aproximadamente del 1475 d. C. ± 50 años (N. del A.).

16. Más información en el apartado correspondiente a los inuit del oeste de Groenlandia.

17. Es difícil establecer las líneas que separan ambas fases culturales. Normalmente, la mayoría de expertos no diferencian a ambos pueblos, considerándolos uno solo, pero más evolucionado en el caso de los Inuit históricos (N. del A.).

Segunda parte

Mapa étnico de los distintos grupos inuit del Ártico


1- Mapa étnico de los distintos grupos inuit del Ártico. Adaptación del mapa «Key to Tribal Territories», del libro de David Damas (Editor), Handbook of North American Indians. Arctic, vol. 5, pág. IX.

Introducción

En la época en que el «hombre blanco» empezó a frecuentar el Gran Norte (a partir del siglo XVI) en busca del Paso del Noroeste, existían un total de veintiún grupos inuit (o Thule) repartidos a lo largo de las regiones árticas de Rusia (Chukotka), Alaska, Canadá y Groenlandia. Las diferencias existentes entre estas tribus o bandas venían determinadas sobre todo por su ubicación geográfica, las condiciones climáticas y los recursos naturales a los que tenían acceso en las zonas donde estaban asentadas. Debido a estos condicionantes, cada grupo mantuvo su especificidad, que se ha visto modificada y/o afectada con el paso de los años según el grado de acción e intervencionismo de los países a los cuales pertenecen y, consecuentemente, con grados desiguales de afectación a problemas derivados de factores comunes como son el cambio climático, la contaminación medioambiental y el proceso de globalización. Por lo tanto, entre los diecinueve grupos inuit que todavía existen actualmente podemos encontrar diferencias lingüísticas, culturales, económicas y sociales que determinan su singularidad, y que representan en sí la riqueza cultural de este pueblo.

El Paso del Noroeste

Unos años después del viaje realizado por Marco Polo (1254-1324) al continente asiático (1271-1295), se empezaron a planificar una serie expediciones que tenían como objetivo principal la búsqueda por mar de un Paso Nordeste-Noroeste para llegar hasta aquellas tierras exóticas y ricas conocidas como Catay y las Indias. Las exploraciones árticas posteriores respondieron a esta necesidad europea por encontrar rutas marítimas para llegar a Oriente. La búsqueda del Paso del Nordeste por el norte de Asia empezó con Hugh Willoughby (¿1516?-1554) y Richard Chancellor (¿1521?-1556) en 1553-1554, y la del Paso del Noroeste, a través del laberinto de islas de Norteamérica, comenzó unos años antes, en 1497, con Giovanni Caboto (¿1450?-¿1499?).

La expedición de Robert McClure (1807-1873) fue la primera que consiguió entrar por el océano Pacífico y salir por el océano Atlántico (1850-1854). Sin embargo, la travesía del Paso del Noroeste fue completada de una manera peculiar, cuando abandonado su barco, el Investigator, McClure y su tripulación recorrieron el tramo que les separaba del navío Resolute a pie. No fue hasta el siglo siguiente que el noruego Roald Amundsen (1872-1928) consiguió navegar a lo largo del Paso del Noroeste, completando así el camino abierto por otros exploradores. La noche del 16 al 17 de junio de 1903 partieron del puerto de Christiania (Oslo), a bordo del Gjøa, Roald Amundsen, Peder Ristvedt, Adolf Henrik Lindstrøm, Helmer Hanssen, Godfred Hansen, Anton Lund y Gustav Juel Wiik, quien moriría durante la travesía. El 30 de agosto de 1906 atravesaron el estrecho de Bering, y el 31 del mismo mes fueron recibidos con todos los honores en el puerto de Nome. De esta manera, el Gjøa se convirtió en el primer barco que cruzaba el Paso del Noroeste. Por fin y después de cuatro largos siglos de intentos fallidos, esta ruta marítima se convirtió en una realidad. Sin embargo, pronto dejó de ser útil, ya que el 15 de agosto de 1914 se inauguró el Canal de Panamá, que conectaba los océanos Atlántico y Pacífico.1

 

Con la búsqueda del Paso del Noroeste se inició una época donde las expediciones árticas jugarían un papel muy relevante en el conocimiento de las regiones polares, pero también cambiarían radicalmente la vida de los inuit que poblaban el Ártico, marcando, de una forma u otra, su profunda involución cultural.

La expedición perdida de sir John Franklin

Junto a la búsqueda del Paso del Noroeste,2 también hubo otras expediciones que por motivos de otra índole supusieron un contacto más continuo con los inuit del Ártico canadiense. Este es el caso de una expedición de 1845, comandada por John Franklin (1786-1847) y compuesta por 129 hombres y dos barcos, el Erebus y el Terror, que desapareció en el Ártico canadiense en algún lugar del Paso del Noroeste. Tres años después de ese trágico hecho, la expedición de Franklin se convirtió en una prioridad nacional para la Inglaterra Victoriana. Sir John Barrow (1764-1848), segundo secretario del Almirantazgo británico, que había organizado esta expedición, estaba ya jubilado y la decisión de buscar a Franklin y sus hombres recayó en el Consejo Ártico por deseo expreso del Almirantazgo. Se estableció una recompensa de 20.000£ para los que rescataran o ayudaran a los expedicionarios, y 10.000£ para quienes supieran de su destino o ayudaran a alguna de las dos tripulaciones del Erebus y el Terror. La búsqueda de Franklin y sus hombres se inició en 1848. En los siguientes treinta años, se enviarían casi cuarenta barcos al Ártico y el coste fue el equivalente a 45 millones de euros actuales. Se cubrieron más de 64.000 km en trineo y casi 13.000 km de litoral ártico fueron cartografiados minuciosamente. En definitiva, se convirtió en la misión de búsqueda más grande y mejor preparada de la Historia. Sin embargo, para cuando empezaron a buscar a los expedicionarios, probablemente estos ya habían perecido.

En mayo de 1859, se confirmó la pérdida total de los barcos y del grupo, gracias a un documento encontrado en un mojón en Victory Point (isla del Rey Guillermo) por el teniente William Robert Hobson (1831-1880), miembro de la expedición de Francis Leopold McClintock (1819-1907). El escrito tenía una primera anotación del teniente Graham Gore y databa del 28 de mayo de 1847. En ella, se decía que todo iba bien y que la expedición, comandada por sir John Franklin, había invernado en el hielo a latitud 70º 5’ N y longitud 98º 23’ O (frente a la costa de la isla del Rey Guillermo). Además, decía el texto que habían pasado el invierno de 1846-1847 en la isla Beechey,3 tras haber remontado el canal de Wellington hasta la latitud 77º N y regresado por el lado oeste de la isla de Cornwallis.

El segundo mensaje, escrito en el mismo documento, y dejado por los capitanes Crozier y Fitzjames el 25 de abril de 1848, explicaba que los barcos seguían atrapados entre los hielos en el mismo lugar desde el 12 de septiembre de 1846. También indicaba que el 22 de abril de 1848, un total de 105 supervivientes de las tripulaciones había abandonado los navíos, y que el 26 de abril se dirigirían hacia el Sur, en dirección a Back’s Fish River, en la costa continental de Canadá, bajo el mando del capitán Crozier. Igualmente, informaba de la noticia que 24 miembros de la dotación (nueve oficiales y quince marineros), incluyendo sir John Franklin (fallecido el 11 de junio de 1847), habían muerto. Se cree que los últimos supervivientes lograron llegar hasta Starvation Cove (península de Adelaide), ya que en ese lugar se han hallado algunos restos humanos de los expedicionarios. Los inuit de la zona acabaron confirmando la tragedia, aportando más información sobre lo allí sucedido.

En la actualidad, se barajan varias hipótesis sobre el destino de Franklin y sus hombres. Se cree que una buena parte de la expedición falleció como consecuencia del envenenamiento por plomo (saturnismo) en la comida enlatada que, además, estaba en mal estado, lo que provocó que la tripulación también se viera afectada por la intoxicación de estos alimentos (botulismo). Esta teoría fue confirmada mediante las autopsias realizadas por el antropólogo Owen Beattie en algunos de los cuerpos encontrados de la expedición. También se han hallado pruebas de que muchos murieron a consecuencia del escorbuto y que algunos miembros de la tripulación practicaron el canibalismo. Si a esto le añadimos la mala planificación y unas condiciones climáticas extremas, que se alargaron durante casi tres años, dan una idea de las causas que dieron lugar a uno de los mayores desastres de la exploración polar.4

1. Francesc Bailón, Los poetas del Ártico. Historias de Groenlandia, Nova Casa Editorial, Barcelona, 2015, capítulos II y XII.

2. Se estipuló un premio de 20.000£ (libras esterlinas) para el primero que lograra cruzar el Paso del Noroeste (N. del A.).

3. Este dato es erróneo, ya que en realidad la fecha correcta era 1845-1846 (N. del A.).

4. Bailón (2015), op. cit., capítulo VII.


2- Mapa de Rusia / Siberia (penínsulas de Chukotka y Kamchatka).

I

Rusia

Yupiit siberianos o Yupigyt

Viven en la parte más oriental de la península de Chukotka o Chukchi (Rusia), cerca del estrecho de Bering. Los inuit de Siberia se llaman Yupigyt (plural de Yuit), un término que significa «la gente auténtica». Yupiit siberianos, Yuhyt o Yupikhyt son otras formas conocidas derivadas del mismo término que se hizo oficial en 1931; a pesar de que en 1938 fueron designados nuevamente con el nombre genérico de «esquimales», denominación que estuvo vigente hasta 1977. En el pasado también se les conocía como «inuit asiáticos». Los Yupiit de la isla Saint Lawrence, en Alaska, pertenecen al mismo grupo cultural que estos.

Los antepasados de los Yupigyt vivieron, probablemente, en una región más extensa que la actual. Hacia el siglo XVII, los grupos que estaban en el norte y oeste de Chukotka fueron desplazados hacia el estrecho de Bering por las tribus Chukchi y Koryak. De hecho, existió un importante comercio y hubo matrimonios mixtos e intercambios culturales entre los Yupiit siberianos, los pastores de renos Chukchis del continente y los Iñupiat que vivían en el lado oriental del estrecho de Bering.

Desarrollaron una cultura especializada en la caza de mamíferos marinos. La carne y la grasa, sobre todo de las ballenas, focas y morsas, fueron utilizadas para el sustento humano y también como alimento para los perros. La carne de morsa y foca eran secadas en tiras; y en el caso de esta última, también se congelaba; la morsa y la carne de ballena igualmente fueron almacenadas en semifrío, de modo que fermentaran para luego poder ser hervidas como alimento. Esporádicamente cazaban caribúes y parece ser que también se alimentaron de ciertos tipos de alga marina y plantas. A veces intercambiaban sus alimentos procedentes del mar por la carne de reno con los Chukchis del interior. Cazaban desde un barco abierto de piel proveído de una vela y unos remos que se denominaba angyapik. Al igual que el kayak,1 la cubierta estaba formada por pieles de morsa o foca con una estructura de madera flotante o hecha de huesos. Con la ayuda de unos arpones atados a un flotador de vejiga de foca, desde ambas embarcaciones, los Yupigyt cazaban las morsas. Incluso eran capaces de capturarlas imitando el sonido de una orca frotando dos huesos de ballena. La caza de este cetáceo era menos frecuente, ya que un ejemplar proveía a una aldea entera de aceite y carne durante un año. Aparte de estas embarcaciones, usaban los trineos.2 Cuando estos eran pequeños, solían ser arrastrados por los cazadores, y si eran grandes hacían lo propio los perros. Inicialmente conducían los trineos de perros en formación de abanico aunque posteriormente, y como consecuencia de la influencia de los Chukchis, pasaron a la formación de tándem.

En invierno vivían en tiendas de piel de morsa similares al yaranga de los Chukchis, aunque también lo hicieron en trincheras semisubterráneas de hielo y nieve, llamadas nynglyu. Es posible que construyeran grandes casas comunales semienterradas en las que pudieron vivir entre 200 y 400 personas de un mismo linaje. Las viviendas de verano eran rectangulares, con una estructura de madera cubierta con pieles de morsa y reforzadas con rocas, huesos de ballena y tierra.

El grupo Yuit estaba compuesto de clanes patriarcales exogámicos o de linajes, liderados por un anciano y con un sistema de parentesco patrilineal. La tripulación de un barco, por ejemplo, tenía que ser de un mismo linaje y el matrimonio3 debía ser entre miembros de diferentes castas. Cada clan tenía un mito único de origen y poseían sus propios rituales, ceremonias y tradiciones. El propio clan controlaba el derecho a los recursos, compartía los alimentos y enterraban a los miembros del mismo linaje juntos en un lugar común. En un mismo poblado podían vivir varios clanes, y en caso de algún conflicto externo se solía escoger al líder del linaje más fuerte. La guerra entre clanes era común así como los conflictos endémicos con los Chukchis. La organización social en clanes patriarcales, a diferencia de sus parientes de Alaska, se debía a un sentimiento de identidad territorial reforzado por el deseo de formar una comunidad tribal.

Los Yupigyt eran animistas y sus creencias mostraban grandes similitudes con sus vecinos los Chukchis.4 La orca, el cuervo y el lobo eran considerados animales sagrados, y no podían ser matados. El Yuit siberiano, al igual que el Chukchi y el Koryak, creyó que el cuervo había creado el mundo. Este pájaro era venerado particularmente porque pensaban que protegía a los cazadores en el mar.5 Las orcas eran también reverenciadas como protectoras en la caza, y lanzaban un pedazo de carne al mar para bendecir y agradecerles su ayuda. Otra de las ancestrales creencias decía que la orca se convertiría en invierno en un lobo y devoraría al reno a menos que este se sometiera a los cazadores. Las ceremonias especiales se realizaban antes de la salida de los barcos para ir de caza.

El chamanismo de los Yupigyt estaba orientado hacia el apaciguamiento de los animales marinos, de quienes dependían los clanes para su propio sustento. Cada aldea tenía un chamán que a la vez servía como curandero y consejero espiritual. El tatuaje de la cara resultaba común y cuando se hacía en la barbilla de una joven era para evitar la infertilidad.6 Las mujeres tatuadas eran confinadas a papeles importantes en ritos religiosos, así como en la preparación ritual del alimento y la conservación de los amuletos sagrados.

La piel de la foca era utilizada para el calzado y los mitones. Las parkas impermeables estaban hechas del intestino de la morsa. Para combatir usaban una armadura hecha de tiras dobles de piel de foca endurecida o de piel seca de ballena, unos protectores de espinillas hechos de colmillos gigantes y escudos de madera con piel de animal seca para proteger los hombros y la cabeza.

Los Yupigyt lograron resistir las primeras acometidas de los conquistadores rusos (como el explorador Simon Dezhnev o Semión Ivánovich Dezhniov, en 1648). Se negaron a pagar cualquier tributo y nunca adoptaron el Cristianismo. En 1822, eran poco más de 1.200 personas y la dependencia con el Estado resultaba de hecho solo parcial. Después de la venta de Alaska, por parte de Rusia, a Estados Unidos en 1867 (por USD $ 7,2 millones de dólares USA), se abrió para los Yupigyt un nuevo mercado comercial que les permitió acceder a una serie de productos tales como armas, munición y barcos. Eso les posibilitó negociar con sus vecinos Chukchis, Koryaks, rusos, inuit orientales y norteamericanos.

En 1923, Chukotka cayó definitivamente bajo jurisdicción soviética. El Gobierno proporcionó cuidado médico, alojamiento y educación para los nativos. Dos años más tarde se abrieron las primeras escuelas y ya en 1928, se establecieron centros de información política. El comercio privado dio paso a las cooperativas, incluso de pescadores. También animaron a fabricar productos artesanales a los indígenas. En los años 30, las autoridades soviéticas asignaron apellidos a los Yupigyt de Chukotka. En 1931, se estableció el primer kolkhoz Yuit (granja colectiva) llamado Novaya Zhizn, que significa «la nueva vida». La colectivización fue más fácil que con los grupos nómadas, y el 95% de los Yupigyt ya trabajaban en estas granjas antes de 1938. Se practicaba la cría de renos y se cazaba en la isla de Wrangel, donde fueron enviadas, en 1935, cuarenta y cinco personas (seis familias) para repoblar la zona. Las mujeres trabajaban en los talleres de costura. Posteriormente, en 1937, los soviéticos introdujeron una nueva ortografía en la lengua nativa, basada en el alfabeto cirílico. De repente, los Yupigyt se encontraron viviendo en una sociedad comunista y disfrutando de las ventajas que esta les ofrecía tanto a nivel económico como social. Sin embargo, poco a poco fue apareciendo un colonialismo más abierto, y en 1949 se cerró definitivamente la frontera, prohibiéndoles comerciar con sus vecinos del este americano (los Yupiit de Alaska), como consecuencia de las tensiones derivadas de la Guerra Fría, acentuadas a partir de 1948,7 y que supuso la militarización del Norte. Varios pueblos fueron «cerrados» en Chukotka, afectando consecuentemente a algunas comunidades Yupigyt de la región. El comercio fue monopolizado por el Estado y los productos primarios serían enviados desde Murmansk. Con posterioridad, el Gobierno de Moscú instaló allí una mina y una prisión. Entre 1958 y 1971 una parte de los nativos fueron deportados al interior.8 En 1972, la Unión Soviética restringió la caza de ballenas a una actividad comercial colectiva. Un poco más tarde, en 1986, las autoridades soviéticas permitieron que artistas Yupigyt de la danza del tambor visitaran Groenlandia en un primer encuentro de intercambio cultural del movimiento Pan-Inuit, con el fin de compartir intereses comunes. En 1988, un grupo de 82 personas, muchas de ellas Yupiit e Iñupiat de Alaska, viajaron de Nome a Provideniya (Chukotka) para restablecer los lazos cortados durante la Guerra Fría. Ese mismo año el Consejo Ejecutivo de la Inuit Circumpolar Conference (ICC) mantuvo conversaciones con las autoridades soviéticas y de Ckukotka respecto a la participación de los Yupiit siberianos en la ICC. En 1989, Estados Unidos y la Unión Soviética firmaron un acuerdo que permitía la libre circulación, a través del estrecho de Bering, de los pueblos nativos de ambas orillas, sin necesidad de tener visado. También en ese año, los delegados Yupigyt asistieron por primera a la Asamblea General de la ICC, celebrada en Sisimiut (Groenlandia), en calidad de «miembros asociados», y no fue hasta 1992 que se convirtieron en miembros de pleno derecho. Gracias a ello, actualmente reciben la ayuda y el apoyo del resto de organizaciones inuit.

 

En agosto de 1990, se creó la Regional Society of Eskimos of Chukotka. A partir del año siguiente, y tras la disolución de la Unión Soviética, muchos rusos, ucranianos y otros pueblos no indígenas se animaron a ir al Lejano Oriente exsoviético, provocando con ello un colapso económico entre los pueblos nativos de la región. Siete años después, una delegación inuit canadiense se desplazó hasta Siberia para promover el intercambio cultural y económico entre las comunidades indígenas. Ese mismo año se creó la Yupik Eskimo Society of Chukotka en Provideniya. Ya en 1999, los inuit canadienses enviaron USD $300.000 para ayudar a los Chukchis y a los Yupigyt de Chukotka. Posteriormente, en agosto de 2001, la ICC firmó un acuerdo con Román Arkádievich Abramóvich o Роман Аркадьевич Абрамович (1966- ), gobernador de Chukotka por aquel entonces, que permitió la cooperación económica entre los inuit de Canadá, Groenlandia y Estados Unidos (incluyendo los Yupiit de Alaska) con los Yupigyt de Chukotka.

En los últimos años, los inmigrantes han ido controlando poco a poco los municipios locales. Los nativos, por su parte, no han logrado acceder en realidad a ningún trabajo digno y subsisten gracias a los subsidios gubernamentales. El alcoholismo ha hecho mella en ellos, degradándolos de una forma indecorosa. Además están sufriendo los efectos de las pruebas nucleares realizadas en los años 50 y 60, y a consecuencia de la radiación existen muchos casos de hipertensión, tuberculosis, cánceres, etcétera. La esperanza de vida media de los Yupigyt es tan solo de 45 años.

A día de hoy, los Yupigyt han conservado nueve establecimientos que se encuentran en el distrito autónomo de Chukotka, ubicado en el Distrito Federal del Lejano Oriente, perteneciente a la Federación Rusa: Anádyr (50), Lavrentiya (250), Lorino (70), Novoye Chaplino (350), Provideniya (350), Sireniki (300), Uelen (150), Uelkal (200) y Ushakovsky o Ushakovskoye (30). La capital administrativa del distrito se halla en la ciudad de Anádyr. El 10 de septiembre de 2010, se aprobó una ley aboliendo la municipalidad de Novoye Chaplino y Sireniki, las poblaciones que junto a Provideniya tienen más de la mitad de los Yupigyt que viven en Chukotka. Con este cambio se eliminaron los derechos de ambos pueblos, y las responsabilidades fueron asumidas por la administración municipal de Provideniya (Провиденский район) el 1 de enero de 2011, ejerciendo así el control de todos los bienes y derechos de propiedad municipal, lo mismo que todos los presupuestos locales.

En la actualidad son unos 1.750 individuos, de los que cerca de 800 hablan (algunas fuentes dan una cifra aproximada de quinientos) con fluidez un dialecto Yup’ik (escrito en alfabeto cirílico), básicamente Chaplinski, Ungaziq, Ungazik o Ungazikski.9 Los otros dos dialectos, Naukan o Naukanski y Sirenik, Sirenikski, Vuteen o Uqeghllistun, están extinguidos o prácticamente. Respecto a esta última lengua, comentar que en 1895 era hablada por 122 personas, en las poblaciones de Sireniki (79) e Imtuk (43). En 1964 había 30 parlantes, en 1988, cuatro, y pocos años después tan solo quedaban dos mujeres ancianas que lo utilizaban. Finalmente, la lengua Sirenik se extinguió para siempre en enero de 1997, cuando Valentina Vyie o Валентина Выйе (1917-1997), la última persona que la conocía, murió.10 La mayoría de los Yupigyt también dominan dos lenguas más, el Chukchi (en menor medida) y el ruso, que es el usado en las escuelas desde los años 50, mientras la lengua nativa es estudiada como un idioma. Ambas lenguas parecen destinadas a sustituir tarde o temprano a los dialectos Yupiit en Siberia.

En la actualidad, se está intentando fomentar la producción artística, con el fin de conseguir una recuperación económica de la región y la renovación de la inversión en la infraestructura local. En este sentido, Ludmilla Ainana, portavoz de la sociedad Yuit de Chukotka, periodista y líder política, y Natalya P. Rodionova, presidenta de la ICC de Chukotka, creen que todavía existe esperanza para este grupo inuit.11

1. Cada grupo inuit tuvo su propio diseño de kayak, adaptado siempre a sus necesidades y a las condiciones del lugar. Su longitud oscilaba entre los tres y seis metros, pudiendo llegar incluso a los 9 m de largo. Se cree que los kayaks construidos en Alaska y Groenlandia fueron los más perfectos técnicamente y los mejores para navegar en aguas abiertas (N. del A.). Se ha comprobado que el 35% de los hombres moría en accidentes de kayak. Ramón Hernando de Larramendi, Los indios esquimales, Colección Pueblos y Lenguas Indígenas, n.º 6, Editorial Mapfre y Abya-Yala, Quito, 1995, pág. 66.

2. El tamaño de los trineos varió según qué zonas y el uso que le dieron los distintos grupos inuit que habitaban en el Ártico. En líneas generales, solían tener de dos a cinco metros de longitud por un metro de ancho y podían ser arrastrados por uno o más perros, llegando a veces hasta quince (N. del A.).

3. Como sucedía en la mayoría de grupos inuit, la mujer se casaba cuando tenía la primera menstruación, mientras el hombre lo hacía cuando era capaz de cazar por sí mismo y aportar los alimentos necesarios para mantener una familia (N. del A.).

4. De igual modo cabe destacar que, históricamente hablando, ha habido similitudes importantes en la práctica religiosa y en las creencias cosmológicas entre los inuit del área circumpolar, lo que sin duda es una consecuencia de la relativa y reciente divergencia de las culturas inuit y Yup’ik. Stern, op. cit., pág. 132.

5. Algunas leyendas inuit (sobre todo de Alaska y Canadá), hablan del cuervo (tulugak) como el portador de la luz en un tiempo donde solo existía la oscuridad (N. del A.).

6. Los tatuajes eran muy comunes entre la mayoría de grupos inuit. Normalmente fueron más habituales entre las mujeres, y en algunos lugares podía significar que ya habían tenido la primera menstruación y que, por lo tanto, podían ser fértiles (N. del A.).

7. De hecho, los contactos entre familiares y socios comerciales que vivían en los Estados Unidos de América y la Unión Soviética estuvieron prohibidos entre los años 1948 y 1988 (N. del A.).

8. En 1958, las autoridades soviéticas «cerraron» los pueblos de Chaplino y Naukan, recolocando a los residentes en un área interior de la península de Chukotka (N. del A.).