Organización familiar en la vida urbana

Text
0
Kritiken
Leseprobe
Als gelesen kennzeichnen
Wie Sie das Buch nach dem Kauf lesen
Schriftart:Kleiner AaGrößer Aa

CONCLUSIONES E IMPLICACIONES

Hay una heterogeneidad de formaciones familiares tomando en cuenta las categorías analizadas, así como los cinco grupos socioculturales abordados. La estructura nuclear biparental tradicional, con padre proveedor y madre ama de casa, no tiene predominio en algunos de los grupos culturales, y en el resto, el porcentaje no dicta prevalencia. Los hallazgos confirman las tendencias señaladas por CEPAL (2005) para la región latinoamericana.

Los datos muestran cambios en los códigos culturales sobre la jefatura de los hogares. La asunción de una jefatura compartida puede posicionar en una plataforma de mayor igualdad a las mujeres, con respecto a los hombres, en la toma de decisiones.

Hay una participación importante de las abuelas y los abuelos en la economía de los hogares. Este dato debe ser un indicador de la necesidad que están enfrentando las familias de mantener a sus mayores en el mercado laboral para asegurar la subsistencia y la reproducción social.

El estudio muestra la necesidad de diseñar políticas públicas y programas sociales que sean incluyentes de las distintas formas de vivir en familia en entornos urbanos contemporáneos como lo es el AMG. Es necesario tomar en cuenta la relevancia de contar con programas sociales específicos, por ejemplo, para las familias en fase de expansión que requieren resolver múltiples demandas de atención y cuidado de los hijos además de obtener los recursos económicos y materiales necesarios (véase Enríquez Rosas, Medrano González & Maldonado Saucedo, 2020).

Los datos muestran un porcentaje importante de mujeres que trabajan, tanto en el mercado formal como informal, y es necesario poder contar con un mayor número de escuelas con horario extendido para corresponsabilizarse, desde las instituciones del estado, en la procuración de bienestar de niños y niñas y sus familias.

La diversidad en las configuraciones familiares exige el diseño de políticas públicas que tomen en cuenta la conciliación del trabajo doméstico y extra doméstico (véase Mejía–Arauz, Dávalos & Zohn Muldoon, 2020) y, la corresponsabilidad entre los agentes del bienestar implicados (CEPAL, 2005).

La necesidad de un nuevo pacto social que ponga en el centro el criterio de corresponsabilidad entre los agentes del bienestar, y desde el respeto a los derechos sociales, es una acción impostergable para garantizar el cuidado de los niños y niñas y de todos los miembros de la familia (véase Enríquez Rosas, Medrano González & Maldonado Saucedo, 2020).

Existe heterogeneidad también en cuanto a las etapas que viven las familias y esto requiere de comprensión de este elemento interno, en conjugación con las dinámicas socioculturales que sostienen e inciden en la vida familiar.

Los resultados reflejan una necesidad de reflexionar en las dinámicas familiares de las distintas etapas de desarrollo, no solo en términos de lo que sucede con los hijos y sus demandas particulares sino también la situación vital de los padres y otros miembros de la familia, en cuanto a su manera de integrarse en el sistema familiar y sostener dinámicas de interacción que pueden ser desbalanceadas y generar impactos emocionales negativos a diferentes niveles.

Esto quiere decir que, si bien el desarrollo de los niños es esencial, también es indispensable considerar y analizar el contexto familiar y sociocultural.

Es necesario incluir en el estudio de las familias, el análisis psicológico de su estructura y de los modos de interacción que se generan en su interior, así como las formas en que se entabla el intercambio con el mundo extrafamiliar y las mediaciones que esto requiere para un desarrollo favorable de sus integrantes.

Las familias son configuraciones humanas flexibles, cambiantes, creativas y que responden de maneras diversas a las demandas del entorno social. También son escenarios atravesados por las relaciones de género e (inter) generacionales y con recursos educativos y económicos diferenciados. Son, entonces, núcleos humanos en constante trasformación que requieren de sistemas de protección social universal que resguarden y respeten los derechos humanos de cada uno de los miembros de la familia y favorezcan relaciones de equidad en un marco de justicia social.

REFERENCIAS

Aldrete, M., Pando, M., Aranda, C. & Franco, S. (2005). Condiciones labores y repercusiones en la salud de mujeres que trabajan en la economía informal de Guadalajara. Investigación en Salud, 7(2), 121–127. Recuperado el 10 de mayo de 2020, de https://www.redalyc.org/pdf/142/14270208.pdf

Arám, M. (2019). Emociones y representaciones sociales en familias recompuestas: Una aproximación narrativo–etnográfica a la construcción de vínculos en seis familias de Colima. Tesis doctoral. Universidad de Colima (UCOL). Colima, México.

Arias, P. (2013). Migración, economía campesina y ciclo de desarrollo doméstico. Discusiones y estudios recientes. Estudios Demográficos y Urbanos, 28(1), 93–121.

Arriagada, I. (2007). Transformaciones familiares y políticas de bienestar en América Latina. En I. Arriagada (Coord.), Familias y políticas públicas en América Latina: una historia de desencuentros (Libros de la CEPAL No.96). Santiago de Chile: Naciones Unidas / CEPAL / UNFPA.

Belart, A. & Ferrer. M. (1998). El ciclo de la vida: una visión sistémica de la familia. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Carter, B. & McGoldrick, M. (1989). The changing family lyfe cycle. A framework for family therapy (2a ed.). Boston: Allyn and Bacon.

Chant, S. (1997). Women–headed households. Diversity and dynamics in the developing world. Basingstoke: Macmillan Press.

Chant, S. (1999). Las unidades domésticas encabezadas por mujeres en México y Costa Rica: perspectivas populares y globales sobre las madres sin pareja. En M. González de la Rocha (Coord.), Divergencias del modelo tradicional: hogares de jefatura femenina en América Latina (pp. 97–124). México: CIESAS.

Combrinck–Graham, L. (1985). A developmental model for family systems. Family Process, 24(2), 139–150.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (2005). Panorama social de América Latina 2004. Santiago de Chile: CEPAL.

De Oliveira, O. (1998). Familia y relaciones de género en México. En B. Schmukler (Comp.), Familias y relaciones de género en transformación (pp. 23–52). México: Population Council / Edamex.

De Oliveira, O., Eternod, M. & López, M. (2000). Familia y género en el análisis sociodemográfico. En B. García (Comp.), Mujer, género y población en México (pp. 211–271). México: El Colegio de México.

Díaz–Guerrero, R. (1974) La mujer y las premisas histórico–socioculturales de la familia mexicana. Revista Latinoamericana de Psicología, 6(1), 7–16.

Enríquez Rosas, R. (2008). El crisol de la pobreza. Mujeres, subjetividades, emociones y redes sociales. Guadalajara: ITESO.

Enríquez Rosas, R. (2009). Configuraciones / Reconfiguraciones familiares y violencia doméstica / social en la Zona Metropolitana de Guadalajara. En Diagnóstico sobre la realidad social, económica y cultural de los entornos locales para el diseño de intervenciones en materia de prevención y erradicación de la violencia en la región centro: El caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara, Jalisco. México: SEGOB–CONAVIM. Recuperado el 10 de mayo de 2020, de http://www.conavim.gob.mx/work/models/CONAVIM/Resource/pdf/GUADALAJARA.pdf

Enríquez Rosas, R., Medrano González, V. & Maldonado Saucedo, M. (2020). Redes de cuidado: género, generación y participación parental en familias con hijos en infancia media. En R. Mejía–Arauz (Coord.), Organización familiar en la vida urbana: un análisis de su impacto en el desarrollo en la infancia media [el presente volumen]. Guadalajara: ITESO.

Esteinou, R. (1999). Fragilidad y recomposición de las relaciones familiares. Desacatos, No.2, 11–25. México: CIESAS.

Esteinou, R. (2006). Una primera reconstrucción de las fortalezas y desafíos de las familias mexicanas en el siglo XXI. En R. Esteinou (Ed.), Fortalezas y desafíos de las famlias en dos contextos: Estados Unidos de América y México (pp. 75–109). Ciudad de México: CIESAS / DIF.

Estrada, M. (2018). La construcción del vínculo en familias combinadas. En R. Enríquez Rosas & O. López (Coords.), Masculinidades, familias y comunidades afectivas. México: ITESO–UNAM Fes Iztacala.

Estrada, M. & Molina, A. (2015). El matrimonio: costumbres, movilidad social, conflictos, género e intereses. Una aproximación desde la antropología y la historia. En M. Estrada & A. Molina (Eds.), Matrimonio, intereses, afectos y conflictos (Serie: Publicaciones de la Casa Chata). México: CIESAS.

Falicov, C.J. (Comp.) (1991). Transiciones de la familia. Continuidad y cambio en el ciclo de vida. Buenos Aires: Amorrortu.

Falicov, C.J. (2005). Mexican families. En M. McGoldrick, J. Giordano & N. Garcia Preto (Eds.), Ethnicity and the family in clinical practice (3a ed.). Nueva York: Guilford Press.

Flick, U. (2007). Introducción a la investigación cualitativa. Madrid: Editorial Morata.

Fraga, C. (2018). Cuidados y desigualdades en México: una lectura conceptual. México: OXFAM.

García, B. (1998). Dinámica familiar, pobreza y calidad de vida: una perspectiva mexicana y latinoamericana. En B. Schmukler (Comp.), Familias y relaciones de género en trasformación. México: Population Council / Edamex.

 

García, B. & De Oliveira O. (1994). Trabajo femenino y vida familiar en México. México: El Colegio de México.

García, B. & De Oliveira, O. (2006a). La familia y el trabajo: principales enfoques teóricos e investigaciones sociodemográficas. En E. de la Garza (Coord.), Tratado latinoamericano de Sociología (pp. 148–170). México: Anthropos / UAM–I.

García B. & De Oliveira O. (2006b). Mujeres jefas de hogar y su dinámica familiar. En R. Esteinou (Ed.), Fortalezas y desafíos de las familias en dos contextos: Estados Unidos de América y México (pp. 437–484). México: CIESAS / DIF.

Giddens, A. (2000). Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas. Madrid: Taurus.

Golombok, S. (2012). Nuevas formas familiares. En R. Esteinou (Ed.), La nueva generación social de familias. Tecnologías de reproducción asistida y temas contemporáneos (Serie: Publicaciones de la Casa Chata). México: CIESAS.

Gonzalbo P. & Rabell, C. (2004). La familia en México. En P. Rodríguez (Comp.), La familia en Iberoamérica 1550–1980. Colombia: Universidad Externado de Colombia / Convenio Andrés Bello.

González, H. & Rivas, A.M. (2015). Relaciones conyugales y parentales en las familias trasnacionales: trasformaciones y permanencias. En M. Estrada & A. Molina (Eds.), Matrimonio, intereses, afectos y conflictos (Serie: Publicaciones de la Casa Chata). México: CIESAS.

González de la Rocha, M. (1994). The resources of poverty. Women and survival in a mexican city. Oxford, UK: Basil Blackwell.

González de la Rocha, M. (1999). Hogares de jefatura femenina en México: patrones y formas de vida. En M. González de la Rocha (Comp.), Divergencias del modelo tradicional: hogares de jefatura femenina en América Latina. México: CIESAS.

Hopenhayn, M. (2007). Cambios en el paradigma del trabajo remunerado e impactos en la familia. En I. Arriagada (Coord.), Familias y políticas públicas en América Latina: Una historia de desencuentros (Libros de la CEPAL No.96, pp. 63–75). Santiago de Chile: Naciones Unidas / CEPAL / UNFPA.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) (2005). Hogares de jefatura femenina en México (2a ed.). México: Inegi.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) (2019). Hogares. Encuesta intercensal 2015. México. Recuperado el 4 de marzo de 2019 de: http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/hogares.aspx?tema=P#

Jelin, E. (2007). Las familias latinoamericanas en el marco de las trasformaciones globales. En I. Arriagada (Coord.), Familias y políticas públicas en América Latina: Una historia de desencuentros (Libros de la CEPAL No.96, pp. 93–121). Santiago de Chile: Naciones Unidas / CEPAL / UNFPA.

López, M. & Salles, V. (2006). Los vaivenes de la conyugalidad. En R. Esteinou (Ed.), Fortalezas y desafíos de las familias en dos contextos: Estados Unidos de América y México (pp. 385–435). México: CIESAS / DIF.

Mejía–Arauz, R., Dávalos Picazo, G. & Zohn Muldoon, T. (2020). Organización de vida cotidiana de familias cuyas madres tienen trabajo remunerado. Estudio en cinco grupos socioculturales. En R. Mejía–Arauz (Coord.), Organización familiar en la vida urbana: un análisis de su impacto en el desarrollo en la infancia media [el presente volumen]. Guadalajara: ITESO.

Minuchin, S. & Fishman, H.C. (2004). Técnicas de terapia familiar. Buenos Aires: Paidós.

Pedrero, M. (2005). Trabajo doméstico no remunerado en México. Una estimación de su valor económico a través de la encuesta nacional sobre uso del tiempo 2002. México: Instituto Nacional de las Mujeres.

Rage Atala, E.J. (1997). Ciclo vital de la pareja y la familia. México: Universidad Iberoamericana.

Rendón, T. (2004). El mercado laboral y la división intrafamiliar del trabajo. En M. Ariza & O. de Oliveira (Coords.), Imágenes de la familia en el cambio de siglo (pp. 49–87). México: Instituto de Investigaciones Sociales / Universidad Nacional Autónoma de México.

Roca, J. (2015). Traspasando fronteras: elección de una pareja extranjera en el supermercado matrimonial. En M. Estrada & A. Molina (Eds.), Matrimonio, intereses, afectos y conflictos (Serie: Publicaciones de la Casa Chata). México: CIESAS.

Rodríguez, C. (1997). Entre el mito y la experiencia vivida: Las jefas de familia. En S. González & J. Tuñon, Familias y mujeres en México (pp. 195–238). México: Colegio de México.

Rolland, J. (1989). Chronic illness and the family life cycle. En B. Carter & M. McGoldrick (Eds.), The changing family life cycle: a framework for family therapy (2a ed.) (pp. 433–456). Boston: Allyn & Bacon.

Salles, V. (2001). Familias en trasformación y códigos para trasformar. En C. Gómez (Comp.), Procesos sociales, población y familia. México: FLACSO.

Selby, H.A., Murphy, A.D., Lorenzen, S.A., Cabrera, I., Castañeda, A. et al. (1994). La familia en el México urbano. Mecanismos de defensa frente a la crisis (1978–1992). México: CONACULTA.

Siqueiros, L.F. (2009). El entorno habitacional formal e informal. En Diagnóstico sobre la realidad social, económica y cultural de los entornos locales para el diseño de intervenciones en materia de prevención y erradicación de la violencia en la región centro: El caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara, Jalisco. Guadalajara: SEGOB–CONAVIM.

Therborn, G. (2007). Familias en el mundo. Historia y futuro en el umbral del siglo XXI. En I. Arriagada (Coord.), Familias y políticas públicas en América Latina: una historia de desencuentros (Libros de la CEPAL No.96). Santiago de Chile: Naciones Unidas / CEPAL / UNFPA.

Tuirán, R., (2001). Estructura familiar y trayectorias de vida en México. En C. Gómez (Comp.), Procesos sociales, población y familia. México: FLACSO.

Vicente, T. & Royo, R. (2006). Mujeres al frente de familias monoparentales. Bilbao: Universidad de Deusto / Instituto de Derechos Humanos.

Zohn Muldoon, T. (1997). Investigación cualitativa con familias: el contexto mexicano. Revista Psicoterapia y Familia, 10(2), 34–38.

Zohn Muldoon, T. (2009). Historia familiar y desempeño profesional en psicoterapia. Revista REDES. La Revista de psicoterapia e intervenciones sociales, No.22, 97–106.

*- Nuestro especial agradecimiento a todas las familias y niñas y niños participantes que de forma generosa nos dieron su tiempo y compartieron información de sus vidas, así como también a las instituciones escolares y de atención infantil que nos facilitaron el contacto con las familias. Agradecemos al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) por el financiamiento para esta investigación, a las estudiantes becarias y a los exalumnos y exalumnas del iteso que colaboraron como asistentes de investigación apoyando en el trabajo de campo y sistematización de datos.

1- Una descripción densa de cada grupo se presenta en el capítulo introductorio de esta obra colectiva.

Organización de vida cotidiana de familias cuyas madres tienen trabajo remunerado. Estudio en cinco grupos socioculturales (*)

REBECA MEJÍA–ARAUZ

GABRIEL DÁVALOS PICAZO

TANIA ZOHN MULDOON

Resumen: En la actualidad la vida cotidiana familiar —especialmente en los contextos urbanos— resulta cada vez más compleja y demandante, con lo que se llegan a afectar las relaciones familiares y el desarrollo de los hijos. Este capítulo presenta los hallazgos de una investigación que examina la organización de vida cotidiana de familias cuyas madres tienen trabajo remunerado. Se presenta, comparativamente, una caracterización de las familias de cinco grupos socioculturales, habitantes del área metropolitana de Guadalajara, con especial énfasis en algunos aspectos que influyen en la organización del tiempo y de las actividades familiares, como lo son la jornada laboral y otras características del trabajo y la vida diaria de madres y padres de familia. Con ello, se contextualiza el análisis cualitativo que se presenta posteriormente, enfocado en la organización de dos aspectos fundamentales de la vida cotidiana de estas familias: la atención a los hijos y el mantenimiento del hogar. Los hallazgos, conclusiones e implicaciones resaltan la doble jornada laboral de las madres de estas familias, la del trabajo formal y el trabajo del hogar, como parte de un desbalance sociocultural en donde las prácticas y tradiciones se modifican significativa y positivamente con la aportación femenina a la economía, pero se estancan inequitativamente en cuanto a la distribución de las tareas del cuidado de los hijos y del hogar, con una mínima e incipiente incorporación de algunos padres en estas tareas.

Palabras clave: organización familiar, vida urbana, madres con trabajo remunerado, cuidado de los hijos, responsabilidades parentales.

LA FAMILIA EN UN CONTEXTO SOCIOCULTURAL

A través del tiempo se ha considerado a la familia como una unidad en sí misma y pilar de la sociedad, pero aun cuando se le identifique como una entidad por sí sola, la familia no es un sistema cerrado ni un sistema que opera en un vacío sociocultural. Se trata de un sistema abierto con dinámicas continuas de trasformaciones situadas socioculturalmente. Es decir, las familias se van construyendo y desarrollando de acuerdo a los contextos históricos, sociales y culturales concretos en que participan. A su vez, estas trasformaciones de las familias definen y caracterizan aspectos histórico–culturales de la sociedad. Por tal razón, resulta importante estudiar la organización de la vida cotidiana familiar, así como la organización de las participaciones, coordinaciones y relaciones entre los miembros de la familia, situadas en contextos históricos y socioculturales específicos.

Esta línea de pensamiento sigue las propuestas de Bronfenbrenner (1979, 1986), quien señaló la importancia de identificar el entrelazamiento de las influencias de varios sistemas que configuran la ecología del desarrollo de familias e individuos.

Estos sistemas se refieren tanto al tiempo (cronosistema) como al espacio sociocultural configurado por el “microsistema” que refiere a las estructuras, relaciones e interacciones directas de una persona o, en este caso, de la familia y sus miembros; el “mesosistema” que incluye la interconexión de los entornos en que participa la familia o sus miembros; el “exosistema” que incluye estructuras que afectan a la familia, pero con las que algunos de los miembros no interactúan directamente; y el “macrosistema” que refiere a los aspectos culturales que influyen en los diversos sistemas anteriores (Perry–Jenkins, Newkirk & Ghunney, 2013).

En forma similar, Minuchin (1986) coincide en que la familia, como sistema sociocultural abierto, pasa por procesos de trasformación, desplazándose por una serie de etapas de desarrollo con continuas reestructuraciones. Al tiempo que se adapta a las circunstancias cambiantes de su entorno y de sus miembros, la familia mantiene un sentido de continuidad interna y favorece el desarrollo de sus integrantes.

Minuchin (1986) propone que las diversas funciones que se llevan a cabo en la familia atienden a dos propósitos distintos; uno, que es interno, este tiene que ver con la protección psicosocial de sus integrantes; el otro que es externo, el cual se manifiesta en la adaptación a un determinado contexto cultural, así como en la trasmisión de dicha cultura.

El funcionamiento del sistema familiar, de acuerdo con Bronfenbrenner (1979, 1986) y Minuchin (1986), supone la interconexión entre diversos contextos, implica una tarea que cada vez se vuelve más compleja y demandante en la época actual, especialmente en los contextos urbanos, lo cual requiere de una organización y un manejo cuidadoso del tiempo por parte de la familia.

Pareciera que las demandas que se presentan a las familias, simplemente para seguir la vida diaria, aumentan cada vez más, haciendo más complejas sus vidas. Las familias, entre otras actividades, dedican tiempo a resolver o atender las necesidades de los hijos, mantener un hogar limpio y en buen estado, atender al trabajo, a las demandas escolares de los hijos, lograr el necesario descanso, poner atención a la salud y cuidado personal, proporcionar y tener entretenimiento, lograr espacios y tiempos para la convivencia y para el fomento de buenas relaciones tanto intrafamiliares como con la familia extensa y las amistades. Todo ello implica una organización y participación demandante, como maquinarias de reloj, que de no articularse cuidadosamente dejan de funcionar adecuadamente con consecuencias para la salud física y psicológica de adultos y niños de la familia.

 

En concreto, las diversas demandas de vida diaria que atienden los padres, pueden afectar su disponibilidad tanto en tiempo como en actitudes y energía para la atención adecuada de los hijos. A esto se le ha llamado “disponibilidad psicológica”: un estado mental de disponibilidad junto con la habilidad de dirigir los recursos cognitivos y emocionales para la atención a los hijos (Matias, Ferreira, Vieira, Cadima, Leal et al., 2017).

Se trata de que la madre y el padre estén en un estado de alerta respecto de las necesidades y comportamientos de los hijos, manteniendo el interés de realizar las acciones relevantes o necesarias en el día a día para proveer a los hijos de las condiciones deseables para favorecer su desarrollo. Sin embargo, esta disponibilidad puede afectarse por la necesidad de atender aspectos prácticos de la vida en el hogar o del trabajo, lo que podría causar conflicto y dificultades que afecten a la familia como un todo, y en particular al desarrollo infantil.

El trabajo que aquí se presenta forma parte de una investigación más amplia acerca de la Organización familiar de vida cotidiana en el contexto urbano y su impacto en el desarrollo en la infancia media (Mejía–Arauz, 2016) la cual centra la atención en las familias cuyos hijos se encuentran en la infancia media y obedece a la necesidad de mayor investigación de diversos aspectos psicosociales y psicoculturales del desarrollo en esta etapa infantil ya que, en contraste, abunda la investigación de los desempeños escolares de los niños en estas edades.

En forma similar, es usual que los padres en esta etapa se enfoquen más en aspectos de la educación escolar y necesidades básicas como la alimentación y la salud, descuidando, en muchos casos, otros aspectos de la vida y desarrollo de los niños que son de igual manera importantes, como la sociabilidad, el afecto, y los aprendizajes para la vida, los cuales en sí requieren para su atención, tanto de la “disponibilidad psicológica”, mencionada en líneas anteriores, como de recursos cognitivos, emocionales, habilidades de interacción y del tiempo de los padres.

La investigación referida incluyó entrevistas a 80 familias de cinco grupos socioculturales del área metropolitana de Guadalajara: grupo 1, familias con recursos educativos y socioeconómicos amplios (GP1 FRA); grupo 2, familias con recursos educativos y socioeconómicos limitados (GP2 FRL); grupo 3, familias con un hijo con discapacidad (GP3 FHD); grupo 4, familias con un hijo en albergue (GP4 FHA); y grupo 5, familias indígenas urbanas (GP5 FIU). El detalle de las definiciones de estos grupos de familias se presenta en el capítulo introductorio de este libro, así como otras características de la muestra.

El trabajo que se presenta en este capítulo analiza diversos aspectos de tipo cuantitativo, relevantes a la organización cotidiana en las 80 familias participantes en la investigación, y profundiza con un análisis cualitativo en una submuestra de 38 familias cuyas madres tienen trabajo remunerado con jornadas laborales estables, la mayoría de ellas.

Primero se presenta una caracterización de algunos aspectos que influyen en la organización del tiempo y de las actividades familiares, como la jornada laboral y otras características del trabajo y la vida diaria de madres y padres de familia, para dar contexto al análisis que se presenta posteriormente, de la organización de dos aspectos fundamentales de la vida cotidiana de estas familias, como son la atención a los hijos y el mantenimiento del hogar.

Este análisis se orienta desde la perspectiva psicosociocultural con especial influencia de las concepciones de Bronfenbrenner (1979, 1986) acerca de la importancia que tienen los contextos sociales y el tiempo social para moldear las trayectorias y curso de vida de los individuos.

Si bien, Bronfenbrenner (1979, 1986) planteó la interconexión de los sistemas (microsistema, mesosistema, exosistema, macrosistema) y el desarrollo del individuo a través de una mutua influencia, el énfasis e interpretación de los datos que se presentan en este capítulo está en que los contextos son en sí generados por los participantes de acuerdo a sus prácticas culturales, de manera que contexto e individuo no son elementos independientes que se influyan mutuamente sino que son, en sí, las personas las que configuran sus contextos e incorporan en ellos sus vivencias —en el sentido vygotskiano de perzhivanie— (Vygotsky, 1996; González Rey, 2013), sus experiencias, conocimientos, modos de interacción y los valores y atribuciones que tienen acerca del mismo y los que tienen y viven en otros contextos externos al hogar.

Christensen y O’Brien (2003) señalan que con frecuencia se ha concebido al hogar como un contexto estático, sin considerar que las actividades familiares implican movimientos de entrada y salida de la casa de los miembros de las familias. Asimismo, los autores sugieren que estos movimientos impactan en la comprensión que los niños tienen de la casa y la familia, así como en el desarrollo de sus habilidades y competencias sociales.

Otra contribución teórica relevante proviene de la perspectiva llamada del “curso de vida” que estudia las dinámicas familiares tanto internas como externas situadas histórica y culturalmente como un entretejido que caracteriza el curso de la vida moderna o actual. Esta perspectiva resulta útil para entender el papel y las implicaciones que tienen las trayectorias de vida que siguen las familias, para comprender, a su vez, cómo está organizada una sociedad y cómo ocurre su desarrollo (de la sociedad y de la familia) a lo largo de la vida (Macmillan & Copher, 2005).

Desde el punto de vista de Boscolo y Bertrando (1996) las trayectorias familiares pueden estudiarse desde dos ejes: el eje sincrónico que identifica a la familia tal como es en el momento de la observación en cuanto a sistema de elementos y relaciones entre sus integrantes; y el eje diacrónico que describe a la familia desde los marcos de la estabilidad y del cambio.

La estabilidad del sistema familiar se expresa en los eventos recursivos a través de las generaciones, y el cambio se identifica en las trasformaciones que se producen a lo largo del tiempo y que modifican la estructura y organización familiar. Ambos ejes, estático y dinámico no son excluyentes sino complementarios.

En tales ejes sincrónico y diacrónico de las trayectorias de las familias, se detectan elementos “reguladores” de la estructura familiar; aquellos acontecimientos de carácter habitual que se generan de manera repetida o continua (Boscolo & Bertrando, 1996). Estos elementos “reguladores” orientan a la familia en el tiempo y posibilitan que cada miembro del sistema y la familia en su totalidad puedan sincronizarse en un horizonte temporal compartido.

Las perspectivas teóricas expuestas anteriormente orientan la interpretación de las entrevistas de una submuestra de familias de la zona metropolitana de Guadalajara, para dar cuenta de su cotidianeidad, de cómo responden a las demandas de vida en un contexto urbano junto con las instituciones ligadas a sus vidas y cómo se le sigue atribuyendo a la familia la responsabilidad total del desarrollo de los hijos con pocos apoyos institucionales.