Organización familiar en la vida urbana

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EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN, OBJETIVO, DESARROLLO Y MÉTODO

En México existen diversos programas e instituciones cuyos objetivos declarados pretenden incidir en el desarrollo de las familias y los niños y niñas; sin embargo, es muy probable que su diseño, formulación e implementación concreta estén muy lejos de responder al problema del desarrollo infantil en toda su complejidad y que, en consecuencia, sus resultados sean de alcance muy limitado, tal y como lo documenta Mejía–Arauz (2015) al referirse a la organización de la participación de los niños en contextos institucionales.

Moreno Jaimes (2016), por su parte, señala que la relativa inefectividad y limitado alcance de las políticas públicas —en especial aquellas que persiguen fines sociales como el combate a la pobreza, la prevención de la violencia o la promoción del desarrollo humano de grupos vulnerables— no es un fenómeno exclusivo de México sino que es un hecho más o menos generalizado debido a múltiples factores: variables de tipo político que reducen el incentivo de los gobiernos para promoverlas (Scharpf, 1997, citado en Moreno Jaimes, 2016); la extraordinaria complejidad que caracteriza su proceso de implementación (Pressman & Wildavsky, 1973, citado en Moreno Jaimes, 2016), pero también por el profundo desconocimiento entre quienes las diseñan sobre las situaciones y comportamientos en los cuales pretenden incidir.

A fin de aportar al conocimiento más preciso de las situaciones actuales del desarrollo familiar e infantil, discutidas en las secciones anteriores, se planteó una investigación enfocada en la Organización familiar en la vida urbana: un análisis de su impacto en la infancia media. Por la complejidad de factores involucrados en esta problemática, la investigación aborda 16 temas que se especifican más adelante.

Como eje central, esta investigación se enfoca en identificar cómo se caracterizan las formas de organización de familias de diversas configuraciones familiares y de diversas características socioeconómicas y culturales en el contexto urbano; cómo esas formas de organización se relacionan con el desarrollo en la infancia media en los aspectos del desarrollo físico, cognitivo, emocional y social; así como en reconocer el impacto que tienen otras esferas y contextos, tales como las instituciones educativas y los espacios públicos en el desarrollo de los niños y niñas.

La investigación tiene como principal objetivo obtener evidencias del panorama actual familiar en el contexto urbano, para sustentar la necesidad de un cambio social y cultural de paradigmas en cuanto a la concepción de la responsabilidad del desarrollo infantil que recae principalmente en la familia, cuando en la sociedad intervienen también en el desarrollo infantil otras instituciones y actores más allá de lo familiar y lo escolar. También se trata de analizar y reflexionar sobre las implicaciones de esta problemática para señalar necesidades y plantear propuestas con el fin de mejorar la participación de las organizaciones privadas y públicas relacionadas de diversas maneras con las familias y el desarrollo infantil, así como de las autoridades gubernamentales que regulan, supervisan o financian programas y políticas que también buscan incidir en el bienestar familiar.

El proyecto de investigación se inició en agosto de 2016. Entre las problemáticas a investigar se incorporaron los 16 temas que se presentan enseguida:

1. La organización familiar cotidiana y las demandas de vida.

2. Las configuraciones familiares y su caracterización.

3. Las redes de cuidado en que se apoyan las familias, las nuevas paterni-

dades y los cambios en las relaciones de género y entre generaciones.

4. Las concepciones parentales del desarrollo situado en la infancia media.

5. Las prácticas parentales de crianza.

6. Las prácticas alimenticias familiares y el desarrollo físico infantil.

7. Condiciones de vida familiar relacionadas con estados de estrés.

8. La relación familia–escuela.

9. Las condiciones de vida de familias con un hijo con discapacidad.

10. Las condiciones de vida de familias con un hijo en albergue.

11. Las condiciones de vida de familias indígenas urbanas.

12. Las prácticas de la familia en la red.

13. Las familias en la ciudad, uso de espacios y servicios públicos y parti-

cipación ciudadana.

14. El desarrollo sociocognitivo y socioemocional en la infancia media.

15. Los factores culturales de riesgo suicida en familias e infancia.

16. La vivencia familiar de la violencia urbana.

Para abordar estos diversos temas y sus interconexiones se integró un equipo de 25 investigadores de varias disciplinas y especialidades con diferentes enfoques teórico–metodológicos; sin embargo, la confluencia entre investigadores y la configuración del proyecto, en general, sigue una perspectiva psico–socio–cultural. En esta perspectiva se considera que la interacción social no se da en un vacío social (Tajfel, 1981) sino que está situada, históricamente y en el contexto social y cultural, en que las personas interactúan.

Esta dinámica sociocultural incide en el desarrollo de los procesos psicológicos tanto cognitivos como emocionales, de ahí que al interactuar de acuerdo a las prácticas situadas social, cultural e históricamente, se dé una mutua influencia en el desarrollo psicológico y cultural (Vygotsky, 1978, 1986; Cole, 1999). Es en este sentido que se consideran las prácticas de vida de las familias, las cuales se dan de acuerdo a los contextos en que ocurren e interconectan los procesos sociales, culturales y psicológicos de quienes participan en ella, incidiendo así, en el desarrollo infantil.

Por la diversidad de temas, perspectivas disciplinares y necesidades de abordaje metodológico, esta investigación es a la vez multimétodo, es decir, se aplicaron métodos mixtos y método de contraste (una versión de método comparativo). Es multimétodo porque en algunos de los temas o subproyectos se siguen distintas metodologías que contestan preguntas de diferente naturaleza a partir de datos recolectados de forma independiente, por ejemplo, el caso de los datos relativos al estrés en familias y algunos datos sobre condiciones físicas y nutricionales, datos que a su vez se analizan con técnicas independientes, aunque los resultados de los diferentes subproyectos eventualmente se relacionan.

La investigación también incluye métodos mixtos, ya que la mayoría de los subproyectos se apoyan en estadística descriptiva básica para dar una visión de conjunto de variables cuantificables; para otros aspectos complejos de la problemática central que se estudian se utilizaron análisis cualitativo–interpretativos. Otros subproyectos, por el contrario, se apoyan prevalentemente en análisis cuantitativos con soporte complementario de análisis cualitativo–interpretativo.

Es también una investigación que sigue el método de contraste, ya que, para la mejor comprensión de las prácticas de vida de los diferentes grupos socioculturales participantes, el contraste entre ellos resulta en una mayor comprensión de lo que los caracteriza después de identificar las similitudes y diferencias entre grupos.

En cuanto a la perspectiva teórica general, el proyecto tiene un abordaje transdisciplinar desde su planteamiento, ya que el modo en que se enfoca el problema central solo puede plantearse desde una perspectiva compleja psico–socio–cultural que incluye las visiones antropológica, bio–psico–socio–cultural y de políticas públicas. Bajo esta perspectiva transdisciplinar, el conocimiento obtenido de la problemática a nivel empírico arroja una nueva comprensión integral y articulada del problema, resultado del diálogo entre los aportes de estas perspectivas teórico–metodológicas.

En este volumen, cada capítulo presenta los referentes teóricos pertinentes a la temática que aborda, pero el trabajo dialogado entre todo el grupo de investigadores, a lo largo de tres años con presentaciones semestrales de avances y juntas mensuales, ha influido en una comprensión transdisciplinar que se refleja en los análisis y conclusiones de los y las autoras de cada capítulo.

Los datos que se obtuvieron provienen de varias fuentes e instrumentos. La entrevista constituyó la fuente común y central. Se realizaron entrevistas semiestructuradas tanto a padres de familia (en su mayoría madres) como a sus hijos de entre 8 y 11 años de edad. Más adelante se detallan las características y tamaño de la muestra (véase tabla 1.2 Muestra de familias y niñas y niños participantes por grupo sociocultural). Estas entrevistas se audiograbaron con el consentimiento de los participantes y se trascribieron para su análisis.

Adicionalmente, los padres respondieron a una escala de estilos y prácticas de crianza, e identificaron, en un instrumento gráfico, su percepción de la imagen corporal actual y deseable del hijo o hija participante.

Los niños y las niñas de las familias participantes que estuvieran entre 8 y 11 años de edad, además de la entrevista, respondieron también a la escala de prácticas de crianza con relación a sus padres (padre y madre), se les aplicaron las subpruebas de vocabulario y de razonamiento perceptivo de la Prueba Wechsler de inteligencia para niños (WISC–IV) como indicadores de algunos aspectos del desarrollo cognitivo y una subescala de recursos socioemocionales de la prueba del Sistema para la Evaluación de Niños y Adolescentes (SENA).

La elección de las subpruebas se hizo tratando de eliminar, en la medida de lo posible, las ventajas de familiaridad cultural que implican estos instrumentos para algunos grupos sociales (en lenguaje, contenidos, materiales y tipo de protocolos que siguen las pruebas) tratando de contrarrestar factores de inequidad cultural, pero finalmente se corroboró que, para algunas poblaciones, como es el caso de las familias indígenas, estas pruebas son definitivamente inadecuadas. En relación al tema del desarrollo físico y nutrición, a niños y niñas participantes se les tomaron mediciones de peso y estatura.

 

Además de lo anterior, se invitó a las familias a participar en una actividad que se videograbó, la cual trata de identificar las diversas formas de interacción y participación entre los miembros de la familia.

LAS FAMILIAS PARTICIPANTES

Para identificar la diversidad de contextos de desarrollo familiar e infantil en la zona urbana de Guadalajara y las variantes entre ellos, se invitó a participar a familias que se agruparon en cinco grupos socioculturales. Las invitaciones se hicieron a los padres de familia con la mediación de varias escuelas y centros de atención infantil, por ejemplo, espacios de talleres extraescolares o deportivos, así como por interés directo de algunas familias que se enteraron del proyecto. En todos los casos, se informó que la participación era voluntaria y no tenía implicaciones con la relación entre familia y escuela o familia y centro de atención infantil.

Grupo sociocultural para el caso de esta investigación, refiere a familias que comparten una configuración interconectada de factores que se relacionan con sus condiciones y estilos o prácticas de vida (Rogoff, 2003, 2011).

Para entender las variaciones en los procesos culturales de desarrollo, resulta más útil identificar a los grupos de familias en términos de sus prácticas culturales que en función de categorías sociales más amplias (Rogoff, 2003, 2011; Rogoff, Najafi & Mejía–Arauz, 2014; Mejía–Arauz, Dexter, Rogoff & Aceves–Azuara, 2019). Pero también, los grupos configurados en términos de prácticas culturales compartidas se identifican con relación a la conjunción de diversas variables que se correlacionan tales como el nivel educativo y el ingreso (Nuru–Jeter, Sarsour, Jutte & Boyce, 2010), que en sí se relacionan con otras variables relevantes al estilo y condiciones de vida de las familias y que permiten tener una primera identificación para categorizar los grupos de familias.

En otras palabras, en el caso de dos de los grupos, estas variables (aspectos educativos, sociales y económicos) se toman como indicadores / observables o aproximaciones iniciales para detectar posteriormente en forma más detallada las configuraciones de prácticas culturales compartidas por personas que coinciden en tales indicadores / observables, es decir, esto se verifica o corrobora una vez que se obtienen los datos más específicos de estas familias.

En el caso de los otros tres grupos participantes en esta investigación, se tomaron en cuenta otras condiciones de vida compartidas al interior del grupo que también marcan variantes en sus prácticas de vida: por tener un hijo con discapacidad; por tener un hijo en albergue durante la semana; o por ser familias indígenas o de herencia indígena que se asentaron en zona urbana.

Esta correlación de factores aporta explicaciones variadas acerca de qué influye y en qué medida en las prácticas de vida cotidiana, especialmente en relación con las prácticas de organización de la vida familiar cotidiana y las prácticas de crianza y del desarrollo, temas centrales de nuestra investigación.

Nuru–Jeter, Sarsour, Jutte y Boyce (2010) identificaron una serie de predictores de salud y desarrollo en la infancia media con relación a factores de ingreso familiar, educación en los miembros de la familia, en particular de la persona que asume el papel de cuidadora principal, así como el estatus social determinado subjetivamente, y otros factores de riesgo social. En forma muy resumida, estos autores identifican como relevantes los siguientes factores:

1. Factores económicos, entre otros, por ejemplo, el ingreso familiar conjunto y una razón entre el ingreso y el número de miembros de la familia.

2. Factores educativos, en especial los grados escolares en años de la persona que asume el rol de cuidador o cuidadora principal.

3. Factores sociales, como el riesgo de la percepción de ingreso de la familia, el grado educativo más alto logrado en esta, si se trata de una familia biparental o monoparental, el número de niños en el hogar y la relación con factores de pertenencia étnica.

En el caso de esta investigación, interesan las variantes en las prácticas culturales de las familias, en particular de aquellas prácticas relativas a la crianza. Estos aspectos culturales de una familia no se circunscriben a la educación de los padres y otros factores económicos o sociales sino que en relación a la crianza, entre otras prácticas culturales, resultan relevantes, además de lo señalado, sus elecciones educativas para sus hijos, y el fomento de otras prácticas cotidianas educativas formales e informales de los hijos.

Por lo anterior, se incluyó como indicador la elección familiar de la educación de los hijos en términos ya fuera de educación pública o de educación privada de paga. En México, la calidad de la educación pública no es similar a la de países desarrollados, razón por la que el tipo de escuela, en términos de escuela pública o privada, puede ser un indicador no solo relacionado con la capacidad económica familiar sino también con las posibilidades de desarrollo educativo y social en la infancia media.

Además, siguiendo a Rodríguez Fernández (2012) se incluyó un indicador relacionado con la ocupación de los padres de la familia, pero solo como un factor complementario o de decisión en caso de que los primeros factores de educación parental, ingreso familiar y tipo de escuela de los hijos dificultara tomar una decisión clara acerca de la inclusión de alguna familia en alguno de los grupos socioculturales.

Siguiendo tales lineamientos, se identificaron dos grupos socioculturales que se determinaron bajo los criterios que se presentan en la tabla 1.1. Estos dos grupos son los denominamos grupo 1, familias con recursos educativos y socioeconómicos amplios (GP1 FRA); y grupo 2, familias con recursos educativos y socioeconómicos limitados (GP2 FRL).

Como indica la tabla 1.1, en el caso de las familias biparentales se tomó en cuenta no solo el nivel educativo de la persona cuidadora principal, quien usualmente es la madre (excepto en algunos casos excepcionales), sino también del padre, debido a que de igual manera es un factor que influye directa e indirectamente en el desarrollo infantil (Rodríguez Fernández, 2012).

Se tomaron en cuenta los factores especificados en la tabla anterior para estos dos grupos familiares, considerando satisfacer los criterios de por lo menos dos de los factores y solo para los casos de duda se incluyó la ocupación del principal proveedor de la familia. Por ejemplo, una familia podría corresponder al grupo 1, familias con recursos económicos y educativos amplios (GP1 FRA) por el ingreso económico, pero si la escolaridad de ambos padres y el tipo de escuela elegida para el hijo satisfacía los criterios del grupo 2, familias con recursos económicos o educativos limitados (GP2 FRL), entonces el caso pertenecería a este último grupo, aun sin que se satisficiera el criterio del ingreso. Se considera que estos factores forman parte de “constelaciones de prácticas culturales” relacionadas con decisiones que afectan el desarrollo infantil y la crianza (Rogoff, Najafi & Mejía–Arauz, 2014; Mejía–Arauz et al., 2019). Como ya se mencionó, además se incluyeron otros tres grupos socioculturales: grupo 3, familias con un hijo con discapacidad (GP3 FHD); grupo 4, familias con un hijo en albergue entre semana (GP4 FHA); y grupo 5, familias indígenas urbanas (GP5 FIU).

TABLA 1.1 CRITERIOS DE IDENTIFICACIÓN DE FAMILIAS EN DOS GRUPOS SOCIOCULTURALES


GP1 FRAGP2 FRL
1. Escolaridad parental o del cuidador o cuidadora principal:a. Promedio de escolaridad en familias biparentales.b. Escolaridad materna en familias monoparentales cuya jefa de familia es la madre, o escolaridad paterna en familias monoparentales en que el jefe de familia es el padre.c. Escolaridad de la persona cuidadora principal cuando esta no es la madre.≥12(Preparatoria terminada o más grados).< 12(Menos de preparatoria completa, 11 grados o menos).
2. Ingreso familiar: suma del ingreso reportado de los miembros de la familia que aportan al hogar (independientemente de cuánto aporten en total) (punto medio de la escala de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), 2016 (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2016).≥ $12,000.00mensuales< $12,000.00De 11,999.00 o menos mensuales.
3. Tipo de escuela a la que va el niño o niña meta.Privada de pagaPública o privada gratuita
4. Solo en caso de que los tres factores anteriores presenten dificultades de decisión en cuanto a ubicación en grupo 1 o grupo 2, se tomará en cuenta la ocupación de los padres.Profesionistas, niveles gerenciales, directivos o empleados con mando: Grupos 1 a 4 del Sistema Nacional de Ocupaciones 2011 Sinco (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2011).Oficios, empleados de niveles sin mando:Grupos 5 a 9 del Sistema Nacional de Ocupaciones 2011 Sinco (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2011).

La tabla 1.2 incluye la muestra de familias participantes por grupo sociocultural, el número de madres y padres que participaron en las sesiones de entrevista, así como el número de hijos de estas familias, ya fueran niños o niñas, de edades entre 8 y 11 años participantes. Llama la atención que se ofrecieron voluntariamente a participar un mayor número de familias con niños que con niñas. Posteriormente se detallan las características de cada grupo sociocultural.

Originalmente se había planteado enfocarse solo en tres grupos de familias, (GP1 FRA, GP2 FRL y GP5 FIU) con muestras de 30 familias para cada grupo, pero al dar a conocer el proyecto en un colectivo que lucha por los derechos de niñas, niños y adolescentes, algunas organizaciones de la sociedad civil solicitaron que se incluyeran familias con hijo con discapacidad y familias con hijo en albergue. En estos dos casos, se invitó a investigadoras especializadas en las problemáticas correspondientes, quienes solicitaron llevar a cabo estudios de caso, por lo que las muestras se determinaron de 10 y 7 casos respectivamente.

En los grupos 1, 2 y 5 no fue posible conseguir las muestras deseables de 30 casos por grupo. Especialmente en el caso de familias indígenas urbanas resultó muy difícil conseguir su participación. Entre las razones que dificultaron el proceso, se encuentra el hecho de que las familias indígenas se muestran renuentes debido a la saturación, debido a la continua investigación que se hace de sus personas sin que de ello resulte ningún beneficio para ellos.

En los casos de los otros dos grupos (GP1 FRA y GP2 FRL), algunas familias no completaron todos los procedimientos de la investigación, pues a varias de las familias interesadas les resultó complicado debido a la agenda de su vida cotidiana, de manera que el tiempo calculado para la obtención de datos se triplicó hasta llegar al punto en que se debió aceptar la situación de que no se completaran las muestras deseables, con lo que el proyecto quedó conformado con un 76% de familias con respecto a lo que lo inicialmente se propuso.

Se invitó a participar en las entrevistas tanto a padres como a madres de familia; en algunas familias también se ofrecieron a participar las abuelas, o se les invitó expresamente cuando estas eran las cuidadoras principales o frecuentes de sus nietos.

La tabla 1.2 muestra el número de padres y madres participantes. En la mayoría de los casos solo fue entrevistada la madre de familia. En el GP1 FRA, de los 13 padres participantes, tres corresponden a familias monoparentales con jefatura paterna, en cuyo caso fueron solo ellos quienes respondieron a la entrevista y demás instrumentos. Los otros 10 son casos de padres que participaron junto con la madre de familia al realizarse la entrevista.

En el GP2 FRL, cinco padres de familia fueron entrevistados junto con la madre de familia; de forma similar, tres padres del GP3 FHD, y dos del GP5 FIU. En el GP4 FHA, en uno de los casos solo participó la abuela del niño en cuestión ya que ella es quien se hace cargo de él. En el GP2 FRL, en un caso, además de la madre, participó la abuela en la entrevista, y en otro de los casos participaron de la entrevista tanto la madre como la abuela y el abuelo. En el GP3 FHD, se cuenta, entre las 10 madres entrevistadas, una madre adoptiva.

 

TABLA 1.2 MUESTRA DE FAMILIAS Y NIÑAS Y NIÑOS PARTICIPANTES POR GRUPO SOCIOCULTURAL


* No se entrevistó a los niños con discapacidad. Solo a una hermana de uno de ellos, por ser un caso de especial interés.