Hogar desconocido

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Rianda decía para sus adentros: «No sé qué debo sentir, debería estar muy feliz porque tengo un compañero que endulza mi alma. Pero hay veneno en mi mente y solo puedo estar triste al recordar mi pasado».

El rey expresó:

—Mi corazón demanda ser amado absoluta y genuinamente. Solo si ahogas mi alma con atención y afecto a grados inmensurables, sobreviviré.

—No sé exactamente lo que quieres escuchar. Pero te quiero ahora mismo y me siento bien cuando hablo contigo. Me preocupo por ti y quiero que te sientas feliz —respondió Rianda.

Dusan amaba con todas sus fuerzas, hasta entregar el último suspiro de su corazón. Y cuando fue el momento de recibir el amor de regreso, se quedó esperando. Porque a quien entregó su vida, le daba tan poco amor, que para el rey era como si lo hubieran abandonado.

—Abuelo, ¿Rianda realmente lo amaba?

—Sus ojos tenían la respuesta antes de que sus labios pronunciaran una palabra.

»La amistad es como una flor, si no la cuidas se marchita. A veces no quieres rodearte de pétalos porque estás desgastado y quizás te resulten poco interesantes. Una relación depende de dos personas para sobrevivir, forman un equipo. No puedes colocar todo el peso emocional sobre un alma, porque si dejas de sostener tu parte, alguien cargará el vínculo a fin de conservarlo, pero si está solo, se dará por vencido y terminará soltándolo.

—Continúa, abuelo, por favor.

—Estoy ausente y la lluvia no ayuda a borrar los recuerdos —dijo Rianda.

—No es necesario regresar el tiempo para ser feliz —contestó Dusan mientras tomaba su mano.

—En mi mente hay batallas cada segundo, el dolor se convirtió en mi hogar, las personas que tendrían que amarme, me señalan. Pierdo la esperanza y, con ella, las ganas de seguir respirando.

—Abuelo, ¿qué se necesita para sanar?

—Un corazón necesita esperanza, recuerdos venideros que te hagan expulsar el dolor y te permitan ser feliz por un breve parpadeo que dure, como mínimo, cien mil eternidades. Debes aferrarte con uñas y dientes a todo lo que devuelva el fuego a tu alma, la fuerza en tus huesos y el aire a tus pulmones.

—Vivo al día sentimentalmente y solo hay una cosa segura en mi vida, cuando venga la noche, tendré que llorar —decía Rianda desconsolada.

—Es verdad que ahora mismo ves el horizonte con lágrimas en los ojos que te hacen sentir sin esperanza, pero creo firmemente que podrás ser feliz de nuevo y sonreír genuinamente —respondió el rey mientras la abrazaba—. Tú eres una luz en la oscuridad, una flor en medio de espinas, un diamante entre piedras. Por favor, no adjudiques esta titánica asignación sobre tus hombros, pues solo el tiempo y mi corazón pueden sanar las heridas del pasado, y no tienes que sangrar al retirar las espinas.

—Aún recuerdo los momentos cuando viajaba con mi padre mientras oíamos música eslovena y nos reíamos de nuestras muecas, de nosotros mismos, nos reíamos de nuestra felicidad, que provenía de cosas muy simples. Así debió ser mi vida, pero mi alma yace en los abismos de una oscura prisión en mi corazón. Estaba tan acostumbrada a su presencia, que ahora me siento sola en el mundo.

—Habrá vientos de esperanza que traerán cosas mejores a tu ventana, mucho mejores de las que hubo en el pasado. Estos pequeños momentos que tenemos ahora se convertirán en grandes historias y harán que tu dolor desaparezca.

—Estoy enamorada de tus pensamientos galácticos.

—Abuelo, ¿puedes convertir tu dolor en esperanza?

—Un impulso genuino puede hacer latir al corazón más abatido.

—Veo al sol morir en un rojizo atardecer que hace parecer que el cielo está sangrando. Las estrellas se encienden y el viento hostil sacude los recuerdos en mi corazón. El dolor es tan grande, que no puedo respirar.

—Nunca más estarás sola, te lo prometo —dijo Dusan mientras le daba un beso en la frente.

«Esta esperanza, a la cual me aferro con toda mi alma, es suficiente para creer en un futuro donde los hoyuelos regresen a mis mejillas», decía Rianda para sus adentros.

—Abuelo, entonces ¿el amor puede volverte una mejor persona?

—Te sorprenderías, y por eso debes pensar muy bien antes de encender el corazón de alguien, y entregarle tu vida a una hermosa flor. Tu alma debe estar libre de amores añejos, migajas del pasado y conflictos de identidad. Siempre habla con la verdad y no juegues con los sentimientos de nadie. Cuando se trata de amor, tómalo con seriedad, porque un día te arrepentirás de haber hecho añicos la vida de un alma, pero será demasiado tarde.

—Rianda tiene espinas en su interior y aun así le da una oportunidad al amor.

—Es verdad, pero siempre se trata del corazón, allí es donde las cosas mágicas suceden y todo depende de cuán profundas son las abolladuras de tu alma, eso determinará el tiempo de vida de las mariposas en tu estómago.

—¿Cuál es el promedio de vida de una mariposa en tu estómago?

—Puede ser un minuto y hasta cien años.

—Abuelo, y si el corazón de la persona que amas está roto, ¿debes rendirte?

—Jamás sueltes la soga que sostiene lo que más quieres en la vida. Pelea por cualquier alma que haga aparecer los hoyuelos en tus mejillas. Cuando encuentres un corazón que te haga feliz, no prestes atención a lo que las personas digan, será bastante difícil encontrarlo.

Entonces el rey tomó aire, suspiró…, y fue a buscarla con el corazón en la mano y su alma agitada como un tornado que seguía girando en su cabeza: «¿Y si me rechaza?», se preguntaba angustiado, pero se tragó sus miedos y dejó al coraje florecer para conquistar su corazón. No dejaba de suspirar, pero siguió caminando, se detuvo en los jardines para cortar rosas rojas y llevarle un racimo.

Rianda estaba en el palacio, cuando vio entrar al rey, se levantó de inmediato y lo reverenció.

—No es necesario que hagas eso, ya no más —le dijo Dusan con franqueza de expresión, en sus ojos guardaba el mayor anhelo de su existencia.

—Mi rey, ¿en qué te puedo servir?

—Estás flores son para ti. —Se las dió, caminó por el salón, tomó coraje, sostuvo sus manos, las besó y le preguntó—: ¿Podrías otorgar el bendito privilegio de cuidarte por el resto de mis días? ¿Desearías ser mi reina?

Rianda estaba emocionada, su piel blanca se tornó rojiza y sus ojos eran como fuegos artificiales que iluminaban toda la habitación.

—Mi rey, levántate, por favor… ¿Por qué quieres que sea tu reina?

—Porque desde que escuché la melodía en tu corazón supe de inmediato que era la misma canción que había buscado durante años. Tu sola presencia me hace valorar más la vida. Te necesito, mi anhelo vehemente es por ti, quiero amarte, escucharte y protegerte hasta mi último suspiro.

—Mañana te daré la respuesta. —Le dió un beso en la frente, reverenció a Dusan y se despidió diciendo—: Te veré aquí. —Abandonó el salón, mordiéndose los labios mientras su corazón bailaba desenfrenadamente.

El rey se encontraba en un júbilo contenido, en su corazón había un millar de sentimientos que luchaban salvajemente por escapar. Dusan caminó por los jardines durante horas, no pudo mantenerse quieto. Estaba ansioso, esperando la respuesta de su amada. «¿Y si ella no siente lo mismo?». El rey se hacía un sinfín de preguntas y él mismo fabricaba las respuestas e infinitas posibilidades, aquella noche no pudo dormir.

Hace tiempo que Dusan diseñó un anillo especial para la mujer que se convirtiera en su reina. Entonces mandó que trajeran la argolla que habían forjado. Era una pieza igual a los rayos del sol que irradian hacia el exterior, el anillo de compromiso emitía su luz en todas las direcciones. Con un aura centelleante de diamantes rojos y blancos, en un diseño que solo se veía opacado por su amada Rianda. Cuando se acabó el tiempo, Dusan fue al salón como si su vida dependiera de ello, apresuradamente, llegó a su encuentro. Allí estaba ella, con un vestido de seda verde que robaba la luz del mundo y resaltaba su exquisita figura.

Los labios del rey se vieron obligados a guardar silencio, no podía hablar, se perdió en la inmensidad de aquel paisaje de inmarcesible belleza. Rianda prorrumpió en lágrimas, no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Sostuvo la mano de Dusan y le susurró al oído : —2Ik hou van jou. —Y asintió con la cabeza.

El rey se arrodilló y puso en la mano de su amada el anillo que le daría a la nación una reina sabia, considerada y hermosa. Dusan iba a los jardines y cortaba rosas para su amada, a diario le mandaba un racimo de flores.

Las hojas de los árboles bailaban al compás del suave viento, que traía consigo una delicada brisa que refrescaba los huesos y purificaba el alma de Rianda. Los pajaritos se posaban sobre las ramas de los árboles tratando de comunicar un mensaje, a través de su música transmitían un verso de seguridad y esperanza, como si supieran que todo estaría bien y que las cosas por las que se había preocupado hasta ahora, desaparecerían dentro de poco. Sabían de su sufrimiento y tenían la música que ella tanto tiempo había buscado. Sería el final de sus infiernos y el comienzo de sueños nuevos.

—Tus ojos son como perlas que adornan mi alma. Te amaré hasta que la luna pierda su resplandor plateado —dijo Rianda mientras besaba la mano del rey.

—Dime, por favor, ¿en tu país que expresión de amor se usa? —Rianda se ruborizó y mordiéndose los labios, le dijo:

—puedes decirme Schatje.

—¿Qué significa? —preguntó Dusan.

—Tesoro —le dijo mientras se perdía en los ojos del rey.

Rianda se enamoró de una forma sin precedentes y Dusan se dio cuenta en su mirada, en los ojos de la joven existía ese brillo que el amor hace aparecer. Su sonrisa era cálida, tierna y llena de vida. Su corazón le pertenecía absolutamente.

 

—Abuelo, pienso que la mujer aporta equilibrio al hombre y el hombre aporta felicidad a una mujer.

—Hablas con sabiduría, hijo.

—Quizás mi forma de amar es tan fuerte que lastima. Como cuando alguien te da un abrazo con mucha fuerza y te deja sin aliento, o como un pastel que es demasiado dulce y empalaga. Así resultará ser mi amor para ti, sobrecargado y asfixiante — confesó el rey.

—¡Eso es lo que necesito, alguien dulce, muy dulce! —contestó Rianda seguido de un beso en la frente.

Dusan caminaba junto a su amada a la orilla del inmenso océano, a la par que le decía al oído: «Tengo para ti una dulce sorpresa». El rey forjó una tradición en sus corazones y cada domingo le llevó dulces palabras de amor a la luz de la luna.


.

«Jethro tenía razón, seleccionaste el idioma equivocado».

4

DULCE DOMINGO


KRAKOW

«Soy un hombre ordinario, cuya felicidad ha estado plagada de pequeños momentos de valentía. Con el tiempo descubrirás que no me necesitas y a pesar de compartir hermosos recuerdos, te darás cuenta de que soy reemplazable.

Si decides quedarte después de haber visto mi alma, entonces puedo prometer que mantendré cálido tu corazón durante los próximos inviernos. Aferrándome a tus labios por la eternidad, en un vínculo genuino que te hará sentir amada. Tu bienestar será mi principal propósito. Yo estaré allí para darte la mano cuando tengas miedo.

Mi amor será para ti como la miel que sanará tus heridas y limpiará los escombros del pasado. Mis palabras serán para ti como una brisa refrescante cuando tu corazón esté exhausto. Mi compañía será para ti como un lugar agradable en el que te sentirás a salvo.

Te protegeré hasta el último aliento de vida en mi alma. Hasta que los océanos estén sedientos y de los desiertos broten fuentes. Hasta que el sol muera y caigan las estrellas. Hasta que el invierno sea cálido y el verano gélido. Lucharé con tus pesadillas más oscuras y las llevaré lejos, muy lejos de aquí a través de memorias venideras, hasta que no recuerdes de qué estabas huyendo.

Y si un día te pierdo…, te buscaré sobre mares hostiles y desiertos de nieve que perforan los pulmones, aun cuando se quiebren mis huesos y mi espíritu languidezca. Te mantendré con vida en mi corazón, hasta que pueda tenerte entre mis manos.

En los milenios venideros y hasta el final de los tiempos te haré sentir cosas que ni siquiera sabías que existían. No habrá poder en la tierra que pueda apagar nuestro amor, más resplandeciente que el fulgor de las estrellas. Estoy aquí, cariño, para hacer de tu vida más que una esperanza».

—Haces que mi vida no luzca como una mala broma, pero a veces ya no hay fuerza en mis huesos, ni gozo en mi alma y mi corazón está cansado de mí —dijo Rianda.

—Es cuando te rompes y caes en pedazos cuando tienes que apelar a las cenizas de las estrellas que murieron en noches trágicas de proezas antiguas —respondió Dusan.

—Abuelo, ¿el amor es para siempre?

—Un corazón enamorado comienza una relación con los riesgos de que no funcione, pero con la esperanza de que sobrevivirá.

RIANDA KINK

«Érase una vez una valiente flor de belleza genuina y pétalos radiantes, que creció lejos de aquí, en tierras plagadas de trozos de cristal que caen del cielo, donde los campos verdes se vuelven blancos. La flor sentía que debía haber nacido en otro lugar, muy lejos de donde ella estaba. Se sentía triste, como si el sol no saliera y la luna consumiera toda su energía. Cuando veía las estrellas, en la inmensidad de la noche se sentía perdida.

Fue difícil para ella sentirse feliz, porque no tenía un sentimiento de pertenencia, aun buscaba su hogar en esta tierra. La flor susurraba al viento: “La pesadez que tengo en mi corazón me ha aplastado”.

Un viejo pino la escuchó y dijo:

—No llores demasiado, comienza de nuevo.

La flor respondió:

—No sé por qué estoy peleando.

El pino finalmente dijo:

—Haz que tu corazón se sienta orgulloso, quítate esas lágrimas.

La flor jamás volvió a susurrar al viento lo que sentía, había aprendido a guardarlo para sus adentros. Hizo una tregua con las voces en su cabeza, el silencio calmaba su alma».

—Me expresaste que necesitabas un tiempo para destruir a tus demonios… Y si has llegado al campo de batalla, yo pelearé a tu lado. Aunque habrá algunas cruzadas que tendrás que librar sola, pero no estaré lejos, te daré aliento para que puedas ganar en cada una de ellas. Es notorio que mi alma se deleita contigo todo el tiempo. Pero no deseo ser egoísta, prometí ser alguien que no te privará de ningún deseo en tu corazón y si eso implica que enfrentes algunas travesías sin mí, yo no debería impedírtelo, mi dulce miel.

—Es agradable cuando alguien recuerda pequeños detalles acerca de ti. No te angusties, amado mío, no iré a ninguna parte y, si lo hago, lo haré contigo.

—Abuelo, ¿la búsqueda del amor termina?

—Vamos de corazón en corazón tratando de encontrar uno agradable, que nos complemente, con el que seamos tan felices que podamos vivir, como mínimo, para siempre. A veces el amor te encuentra a tus trece primaveras y hay quienes jamás lo han sentido.

—A partir de ahora le daré un nombre a las palabras que te escribo cada domingo —dijo el rey eufórico.


»Entonces sabrás que es mi carta especial para ti. Mi objetivo con Amor Valiente es que olvides las cosas que te roban la alegría de vivir y pienses en mi amor, quiero ser un bálsamo para tu corazón. Eres una bendición en mi vida, no pude haber encontrado mejor compañera, eres una dulce brisa traviesa, que regocija el alma.

»Cuando hablo contigo, siento que también tienes miedo de perderme y tu voz hace que la pesadilla más oscura se vuelva un pequeño unicornio, porque el poder que infundes en mí es auténtico e ilimitado. Eres una perla imperial y cualquiera que diga lo contrario o se atreva a pensar diferente, debe ir al manicomio, porque está perdiendo la cordura. Sigo pensando en lo afortunado que soy de tenerte.

—Hay ciertas cosas con las que no puedo luchar. Todo se desploma y solo puedo contemplarlo en primera fila —dijo Rianda, impotente.

—Hay momentos en la vida en los que no tienes fuerzas para mover tus huesos, para decir lo que sientes, para exhalar el dolor. En esos momentos debes recordar que mi corazón siempre te acompaña.

—Con tu ayuda, mi corazón ha vuelto a respirar sin la pesada carga del recuerdo.

—Abuelo, ¿los recuerdos pueden lastimar?

—La ausencia de algo que nos hacía sentir vivos, es lo que puede llevarnos a convertir episodios pasados, en nuestra prisión.

Esperanza de sacrificio

«He viajado a través del tiempo buscándote. He soñado con tus ojos toda mi vida. Mi corazón sentía frío y mi alma languidecía. La razón que me mantuvo respirando fue la esperanza de encontrarte, a la que mi alma se aferraba con todo su espíritu.

Imaginé mis labios aferrados a los tuyos en un beso que borraría cualquier rastro de frío en tu corazón. Oh, Rianda Kink, un beso será suficiente, por favor, déjame besarte solo una vez y yo guardaré el sabor de tus labios, por la eternidad.

Mi dulce brisa, quiero grabar nuestros nombres en el corazón de una inmensa secuoya. Quiero volar contigo en un globo aerostático mientras te muestro el futuro. Quiero que no haya bosques, muros, océanos ni lenguajes que nos separen.

Mi vida era una eterna agonía… Hasta que llegaste, mi deseo vehemente es por ti. Contigo he salido de entre las sombras».

—Eres el único al que permitiré besarme.

—Si tuviera que elegir entre vivir cien años sin ti o solo un día contigo, cien veces te elegiría a ti.

—Había esperado años y esperaría un millón más para encontrarte. Nada me preparó para el privilegio de ser tuya.


3Dapper Hart

«Schatje, conquistar tu corazón cada día es mi asignación favorita».

«Tu piel es más blanca que la nieve de las montañas. Tus manos son tan suaves como la seda y perfectas como porcelana refinada, deseo sostenerlas con fuerza hasta mi último suspiro.

Tu alma es más pura que el agua de manantiales. Es un privilegio poder estar unido a tu corazón, en un vínculo inquebrantable de amor.

Tu cuello es tan sublime como el velo de una impresionante cascada al final de un río. Hace resaltar tu exquisita figura.

Tus cejas son hipnotizantes y hacen que caiga rendido a tus encantos, tienen poder sobre mí.

Tus pestañas son como las alas de un águila que inicia su vuelo, son tan profundas y seductoras.

Tus mejillas son como campos de girasol que adornan tu majestuoso rostro. Sentirlas bajo la lluvia es mi mayor deseo.

Tu pelo es más brillante que el oro. Deseo tomar el perfume de tus cabellos dorados y frotarlo sobre mis mejillas.

Tu voz es como el silbido del mirlo, cautivador, genuino e inmarcesible. Al escucharla, los hoyuelos regresan a mis mejillas, levantas mi corazón cuando mis huesos arrastran.

Tus labios son más dulces que la miel del panal, más suaves que el algodón y más húmedos que un rocío matinal. Como leche refrescante es el néctar debajo de tu lengua, un paraíso de emociones ilimitadas. Estoy ansioso por besar tus labios, estoy sediento de tu amor.

Tu corazón es de oro, inquebrantable como los diamantes y valiente como un marinero que navega sobre mares hostiles.

Tus pechos son fuentes de vino dulce que se derrama sobre las montañas, asfixiarme en ellos es como volver a respirar.

Tu sonrisa es como ver el amanecer, la oscuridad muere y la felicidad comienza. Tu sonrisa tiene el poder de hacer olvidar la más infernal de las vidas.

Tus ojos son más hermosos que auroras boreales, me han llevado hacia el brillo de constelaciones y galaxias, en ellos hay un polvo cósmico cuyo poder hace que me sienta a salvo.

Proporcionas descanso a mis huesos y azúcar a mis cicatrices. Le das propósito a mi existencia, esperanza a mi futuro y fuerza a mi voluntad. Tú eres el antídoto que destruye las pesadillas.

Quiero perderme en tu mirada, recostados frente al mar, arrullados con el sonido de las olas que golpean una y otra vez como la melodía de mi corazón cuando pienso en ti. No permitas que el brillo en tus ojos, que te hace tan hermosa, se desvanezca».

—Tengo miedo de perderte y a veces, cuando tienes miedo de perder a alguien, lo arruinas todo.

—Sé que sería fácil soltarme por mis temores, pero alguien como tú no existe dos veces en el mundo. Eres dulce, siempre dices cosas que encienden mi espíritu, haces que mi sangre galope intrépidamente. Tu eres la razón por la que sigo respirando, estoy enferma de tu amor.

A tu lado

«Frente al inmenso océano mis pulmones quedan libres de humo tóxico. Y cuando veo el horizonte…, sé con absoluta certeza que hay alguien que me ama y me hace olvidar los infiernos que he vivido. Para ti, mi esperanza en la guerra y faro en la oscuridad:

Quiero ser joven por siempre, a tu lado. Quiero llevarte el desayuno cuando tu corazón se despierta, una taza de té y un pastel de crema batida con caramelo para dar regocijo a tu alma. Te amo, eres mi hogar, deseo ver la lluvia caer detrás de la ventana, a tu lado. Quiero pasar la noche contemplando tu rostro hasta el amanecer.

Quiero que busques refugio en mis brazos cuando tengas miedo, y que en mis ojos encuentres un mundo nuevo que te haga olvidar tus heridas. Quiero descifrar el misterio en tu mirada. Quiero escuchar el sonido de tu corazón cuando estás conmigo. Quiero hacerte reír hasta que te duela el estómago. Quiero que tengas lágrimas de felicidad y que en tu mente no haya monstruos que te lastimen. Estoy a tu lado, donde la espuma del mar purifica nuestras almas, para entender cada uno de tus miedos.

 

Al cerrar los ojos, se enciende un infierno en tu interior, tus recuerdos te persiguen, te hacen daño y te destruyen. Eres como un abedul que pierde la mayor parte de sus flores en el otoño e invierno, pero ahora estás conmigo, no tienes que temer, nada de qué huir. Estoy a tu lado para que hagamos frente a tus pesadillas.

No tengas miedo de expresar tus sentimientos más profundos, siempre te acompañaré en esta aventura. Hoy te pido, por favor, que dejes a tus ojos brillar de nuevo. Y si tu alma se desmorona, en mis brazos encontrarás refugio, te sentirás protegida y amada de una manera que las estrellas envidien. Toma mi mano con fuerza y no la sueltes nunca, dime al oído que soy el dueño de tu corazón y escucharás a mi alma latir con una fuerza más grande que la voluntad.

Cualquier lugar es mi hogar si mis ojos se entrelazan con los tuyos, mi dulce, dulce hogar eres tú. Las pesadillas en tu cabeza ya no te seguirán, podrás cerrar los ojos y respirar en paz, porque estamos juntos y el follaje de tu alma será más cálido en los inviernos venideros. Aunque pudiera estar en mil sitios a la vez, tengo claro que seguiría sosteniendo la misma mano cada vez que sintiera que estoy perdido, la tuya».

—Encuentro tu mirada muy interesante, como si en tus ojos hubiera un secreto que te mueres por contar.

—¿Y qué hago si estoy avergonzada de quién era?

—Está en nuestras propias manos enmendar los errores del pasado. Estoy enamorado de lo que Rianda Kink es ahora.

—Hice cosas terribles…

—Puedo imaginar la peor de las acciones, pero ¿sabes algo? No me importa, porque adoro cada parte de ti y todo lo que te ha llevado a ser quien eres ahora. Que tu alma quede libre de la pesada carga del recuerdo, de acciones del pasado, de remordimientos y que tu corazón esté listo para un nuevo comienzo. Ya puedes dejar todo atrás, suéltalo.

—Ik hou van jou, schatje.

—En el palacio tendré los pasteles más deliciosos para ti.

—¿Quién necesita pasteles cuando te tengo?

—Abuelo, Rianda es realmente feliz ahora, ¿verdad?

—Era invierno, pero en el corazón de Rianda parecía verano, era cálido y, por primera vez desde hace mucho tiempo, era feliz, su sonrisa no era fingida, era muy real, tanto como el rey que la provocaba.

Anhelo contenido

«Cada cierto tiempo encuentras un tesoro en el fondo del océano, una perla a la orilla del mar, una auténtica gema en los recuerdos de tu bisabuelo. Estoy extasiado de haberte encontrado, es solo el principio de la historia, viene lo mejor de nuestra vida.

Quiero agradecerte por tu paciencia, interés, por tu afecto y dulce amor. Me haces inmensamente feliz y cuando logre quedarme dormido entre tus brazos, entonces seré la persona más afortunada de todos los tiempos, mis venas tiemblan de emoción.

Tú me mantienes con vida y espero que yo también provoque el mismo efecto en ti. Hice un pacto en mi corazón, reina mía y te pertenecerá toda la vida».

—La lluvia mantiene verdes los jardines, les proporciona vida y alegría. Sabes que mi alma encuentra un regocijo especial cuando el cielo se cae a raudales. ¿Deseas ser mi lluvia, para que mantengas en éxtasis a mi corazón?

—¡Oh, amado mío! Los tulipanes me hablan en sueños y cantan una canción respecto a ti, cuán preciosa es tu alma. Sabes que amo los días brillantes que iluminan mi corazón, tu eres una estrella de sol en su máximo esplendor. Estar contigo por la eternidad será un placer de incalculable valor.

—Abuelo, Dusan hace parecer que el amor es un espectáculo hermoso y memorable.

—Sentía más que mariposas en el estómago. Podía sostener el amor entre sus manos, era un miedo agridulce, agitado como un tornado y la esperanza de un futuro mejor.

.

«Viajaré en el tiempo cuantas veces sea necesario.

Una y otra vez, hasta que seas mía para siempre».

5

OCÉANOS DEL CORAZÓN

«Te lo dije antes, te lo diré ahora y te lo expresaré cada mañana cuando te vea despertar a mi lado.


Estoy convencido de que tus lágrimas desaparecerán y el recuerdo de tu padre dejará de lastimarte. Eres mi corazón valiente y el motivo de mil insomnios.

¿Recuerdas el poema Krakow? Esa fue mi carta de presentación a tu corazón. Cómo olvidar el veintiocho de enero, me hiciste esperar tu respuesta, cuando pedí tu mano.

No tengas miedo de expresar tus pensamientos más profundos. Siempre escucharé con atención tu dulce voz, que me ha levantado de los escombros. Quiéreme con libertad y déjame ver todo el dolor cuando hay agua en tus ojos. Resolveremos las dudas y destruiremos los miedos.

Nos costó mucho coincidir, como para dejarnos ir tan fácilmente. Habrá momentos que pondrán a prueba nuestro amor, pero estando juntos, no habrá ejército que nos separe. Porque tú serás mi reina y yo seré tu rey. A través de sucesos que destrozan el espíritu y de nieve que perfora los pulmones, bajo la calidez de un amor dulce y hasta la sangre, estaremos juntos. Con la fuerza de un vínculo genuino de amor inquebrantable, que perdurará por los años venideros y los milenios que vendrán después.

Corazón valiente, proveniente de la tierra donde las raíces son más dulces. Dividida entre la memoria y el ahora, agitada por el ruido de los monstruos que viven en tu cabeza. El sol desearía tener el brillo de tus ojos, pero sus rayos no son suficientes. Tu mirada es más acogedora que cualquier atardecer.

El cielo llora en forma de gotas que caen de las nubes y a veces pinta su techo de luces que adornan la inmensidad, como velos de colores inmaculados y esto proviene de la idea de que toda esa magia, jamás podrá ser tan espectacular como tú.

Eres un refugio cuando látigos brillantes azotan mi corazón, destruyendo todo lo que tocan. Pero allí estás, salvándome de mis propios miedos y haciendo que me sienta amado. Tú serás mía, por siempre mía y yo seré tuyo, por siempre tuyo, dapper hart».

—Los monstruos luchan por dominar mi mente, oigo las voces en mi cabeza, durante la noche mi alma languidece. Y si sonrío y te digo que estoy bien, es mentira, solo es una máscara. ¡Estoy cayendo, ahogándome en un sitio del que no me puedes salvar! —sostuvo Rianda, desesperada.

—Estamos sumergidos en el dolor, con fragmentos de pesadillas que nos han perseguido hasta ahora. Pero siempre aferrados a una esperanza, tratando de sobrevivir, en un intento desenfrenado por levantarnos de entre los escombros.

»A menudo olvidamos un factor muy importante, dejarnos ayudar. Y queremos librar nuestras propias batallas. Pero no siempre podremos hacerlo así, a veces solo nos estancamos más profundo, sintiéndonos devastados al darnos cuenta de lo inútil que es navegar solos en medio de un océano que trata de asfixiarnos. Te ruego que no te rindas, quiero que tus ojos brillen y el ánimo vuelva a tu voz.

—Solo corría y mi felicidad era fugaz…, hasta que llegaste tú. Cuando mi mundo se desmorona y no sé qué hacer, confío en que lo arreglarás. Eres la perla perdida de los mares que ha emergido de entre las sombras, para rescatarme.

—Abuelo, ¿el amor está sobrevalorado?

—Dímelo tú, el amor hace que sonrías en un día nublado, que la tormenta parezca llovizna, que el incendio parezca acogedor y el hielo, refrescante. El amor alimenta tu corazón, te transforma, dándote poder para lograr lo imposible. Somos de quien hace una mejor versión de nosotros mismos.

Ilusión permanente

«Rianda Kink, eres la mujer que hace de mis días la experiencia más agradable de todos los tiempos. Eres como la sombra que brinda un inmenso fresno, refrescas mis huesos. ¡Me hace una ilusión enorme casarme contigo! y que un día puedas ser la madre de mis hijos, ese es mi mayor deseo, si continúo peleando, es por ti, cariño. Mis ojos brillan como el sol, tengo ese hormigueo en el estómago, a tu lado, todo lo demás carece de importancia».

—Es triste darte cuenta de que, a veces, las personas están contigo, pero ya no sienten nada por ti. Es triste cuando das todo tu amor para arreglar las abolladuras y no es suficiente, porque a veces el amor termina.

—Pero no puedes exigir amor de nadie, no puedes elegir la manera en que alguien te amará o cómo devolverás todo el amor que has recibido, no puedes domesticar a un corazón de esa forma.