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Clasificación histórica de las tipografías

Hay que recordar que, dado que ser diseñador de tipos en la época de la imprenta clásica era una profesión en auge y que aseguraba prestigio personal, fama y la perdurabilidad de la autoría para la posteridad (bautizando la fuente con su nombre o apellido), eran muchísimos los autores que intentaban difundir sus caracteres sobre otros, pese a su similitud en trazos y componentes.

De ahí que empezara a nacer otra necesidad que se alejaba del simple orden alfabético de tipografías, o de la clasificación clásica y muy general creada por Fournier (diferenciaba solo entre tres grupos: romanas o elzevirianas, grotescas y versalitas).


Definición

Elzeviriana

Su nombre proviene los Elzevir, una familia de editores de nacionalidad holandesa que gozó de un gran prestigio por la claridad de sus caracteres y por el tamaño tan pequeño de los mismos durante el siglo XVII.

Cada día nacían nuevas familias tipográficas y, a su vez, las familias existentes eran cada vez más extensas gracias a las variaciones de grosor de la fuente original.

Era necesaria una nueva clasificación de tipografías, y dado que era cada vez más fácil reconocer signos o componentes similares entre tipografías de diferentes autores, se hacía aún más cómoda esa clasificación por rasgos comunes que a su vez diferenciaban a familias de fuentes de otras familias totalmente distintas en su propia constitución y composición.

El pionero fue Francis Thibaudeau, que ya en el año 1924 comenzó con la clasificación de fuentes organizando las familias tipográficas en seis amplios grupos:

Romana antigua o elzeviriana.

Romana moderna o de Didot.

Egipcia.

Palo seco o grotescas.

Caracteres de escritura.

Fantasía.


Definición

Fuentes egipcias

Aquellas en las que el pie o serifa era igual de grueso que el ancho de las líneas o trazos que componían el resto de la fuente.

Este sistema de clasificación se basaba en la forma esencial de cada fuente o por su remate, y extendía algo más la precaria división establecida siglos antes por Fournier. Aunque, aún muy general, esta categorización sirvió de ejemplo para posteriores clasificaciones, y muchas de las acepciones se conservan en la actualidad, como las fuentes del tipo fantasía o las de palo seco y caracteres de escritura, conocidas hoy día como caligráficas.

No fue hasta 1953 que dicha clasificación fue desechada en favor de otra más completa establecida por Maximilien Vox, y aceptada por todos e incluso recogida en la ATypI (Asociation Typographique International). Maximilien Vox consideraba más aproximada la división de tipografías en nueve grupos:

Manuales o góticas medievales (no considera las caligráficas).

Humanistas o elzevirianas (de tipos gruesos con pie redondeado).

Garaldas: bautizadas de este modo por la unión de los creadores de tipografías Garamond y Aldo Manuzio y se catalogan dentro de esta clasificación a fuentes con los pies o serifas más finas.

Reales o transicionales: por estar inspirados en las bases de la romain du roi, en las que existían diferencia de grosor entre trazos.

Didonas: por Didot y su estilo de remate o serifa muy fina.

Mecanas o egipcias: también bautizadas como de Serifa slab. Estos remates o serifas se caracterizan por ser muy gruesos casi sin diferencia con el resto de trazos de las fuentes (gruesas también).

Lineales o de palo seco (sin serifa).

Incisas: aquellas de palo seco que se ensanchan ligeramente en sus terminales.

Escriptas: relacionadas con las caligráficas. Fuentes que imitan el trazo manual y que están unidas entre sí por trazos.

La actual clasificación de caracteres pretende unificar criterios, aunque basándose en estos dos modelos clásicos, y diferencia entre cuatro grupos de familias de caracteres, subdivididos a su vez en doce grupos amplios de familias de fuentes:

Grupo 1: fuentes con pie o serifa:

Romanas antiguas (clásicas): Palatino, Times.

Venecianas (renacimiento italiano): Jenson, Bembo.

Francesas o elzevirianas (renacimiento francés): Garamond, Bell.

Barrocas o de transición: Fournier, Baskerville.

Romanas modernas (posteriores al XVIII, contraste entre astas): Didot, Bodoni.

Egipcias (serifas muy pronunciadas y gruesas): Clarendon, Playbill, Rockwell.

Grupo 2: fuentes de palo seco:

Grotescas (sin serifa, y uniformes): Futura, Helvética.

Bastardas (o incisas, de palo seco pero con cierto ensanchamiento en sus remates): Pascal, Optima.

Grupo 3: fuentes caligráficas, góticas o de fantasía:

Caligráficas o manuscritas: Anglais, Palace.

Fantasía u ornamentales: Ornés, Picadilli.

Góticas (procedentes del norte de Europa): Fraktur, Old English.

Grupo 4: extranjeras: de procedencia no romana. Fuentes griegas, cirílicas, árabes, orientales, hebreas, etc.



Nota

Hay que hacer la apreciación de que, a pesar que la clasificación actual de fuentes es la más extendida y su diferencia en grupos y subgrupos es común, existen diferencias de denominación claras entre países. Por ejemplo, las fuentes de palo seco o grotescas en Francia suelen denominarse como antique, en América como góticas, en Reino Unido como san serif o sin serifa; y, evidentemente, el grupo de fuentes denominadas como extranjeras, por ser de procedencia no romana, tienen su propia clasificación en sus países de origen, como ocurre con esta.


Actividades

10. Busque y abra al menos cinco páginas de Internet al azar, o bien seleccione cinco revistas, libros o periódicos impresos que tenga en su domicilio. Anote en un papel el tipo de tipografía predominante indicando simplemente en una tabla de dos criterios cuáles usan mayoritariamente tipografías con serifa o y cuáles sin serifa.

11. Compruebe el carácter o el público objetivo al que cree que van dirigidas tales publicaciones con el uso de la fuente que han elegido. ¿Cree que es el adecuado? ¿Cree que es habitual ese uso de tipografías para según qué públicos? Razone la respuesta.

 

12.Siguiendo con el ejercicio anterior de la creación de su propia tipografía, y según la clasificación histórica de las fuentes tipográficas, ¿en cuál de ellas cree que se encontraría la que usted ha inventado? Razónelo.

Componentes de las tipografías

Muchos de los componentes que forman una tipografía han sido ya mencionados con anterioridad, dado que se consideran componentes de las tipografías a todos los aspectos que diferencian a una fuente de otra, como pueden ser sus mayúsculas, sus minúsculas, el uso de versalitas, los signos ortográficos (comas, tildes, exclamaciones, comillas, puntos, etc.) y demás signos (asteriscos, matemáticos, paréntesis, corchetes, guiones, etc.).

Pero también son componentes de las tipografías las cifras numéricas, cómo y a qué tamaño queda la fuente en índice y subíndice, las ligaduras entre letras cuando la fuente es de tipo caligráfico, y por supuesto sus espaciados y renglones.

Cada uno de esos rasgos definen a las tipografías, ya sea por el uso que se da de esa variedad de signos, o bien por omisión, puesto que muchas tipografías se reducen solo a mayúsculas o minúsculas, otras no tienen cifras numéricas, no permiten cambiar de tamaño o posición (versalitas, índices o subíndices), o no pueden representar todos los signos ortográficos o no ortográficos.


Nota

Los componentes de las tipografías definen a la propia tipografía. Y es por eso que se consideran a su vez como componentes a los rasgos y las partes que constituyen una tipografía.

Según sus líneas se distinguen el asta, brazo o travesaño, el pie o remate, la barra, la ligadura, la oreja, el vértice o ápice, el anillo, la basa y la cola. Según su superficie impresa se considera su caja, ojo, cuerpo, espesor, prosa o interletraje, ascendentes y descendentes, blanco interno y ojales.

Componentes de las tipografías: superficie impresa

Se empezará a explicar primero la diferencia de los componentes de una tipografía según la superficie impresa que ocupan, dado que define la constitución del tamaño y el espacio que ocupa cada carácter en página:

Caja: se conoce como caja a la superficie total impresa que ocupa cada tipo. La letra en sí sobre el papel. Es conocida también como ojo del cuerpo de letra, aunque el ojo se relacione más con las diferentes alturas del tipo. El nombre de caja proviene de la antigua imprenta en la que se conservaban las letras mayúsculas en cajas más altas y las minúsculas en cajas más bajas para diferenciarlas y hacer un mejor uso de los tipos móviles.

En la actualidad todavía se consideran como caja alta a las mayúsculas y caja baja a la altura de la x, la altura que define a las minúsculas.

Ojo: como ya se ha comentado, el ojo se corresponde con la altura de la mancha impresa del tipo y se divide en medio cuando tiene la altura de la x minúscula, inferior cuando tiene trazos descendentes como la g o superior para las mayúsculas o trazos ascendentes como la d. Hay tipografías que pueden tener diferencias de ojo entre letras similares (siendo la n minúscula más alta que la x por ejemplo), lo que, como es lógico, afecta a la legibilidad del texto completo.

Cuerpo: el cuerpo de texto también tiene su nacimiento en la imprenta clásica de tipos móviles y calcula la altura del bloque de plomo en que originalmente estaba fundida la letra en sí. El tamaño del cuerpo era el tamaño total que tenía ese carácter según el ojo de letra, y sus espacios en blanco de alrededor. En la tipografía digital este concepto se ha mantenido vivo, por ello se sigue estudiando, y los caracteres digitales tienen un espacio superior, por debajo y a los laterales que asemejan el cuerpo metálico de los antiguos tipos.

Importante: en la actualidad se conoce como cuerpo también al tamaño de la letra.

Espesor: el espesor es el ancho total de la letra impresa.

Prosa o interletraje: conocida también por su anglicismo tracking. Indica la separación entre los cuerpos de letra. En la antigua imprenta de tipos móviles eso era algo inamovible, dado que el cuerpo lo limitaba el bloque de metal sobre el que se esculpía el ojo o caja de letra. En la actualidad se pueden acercar o ampliar esos espacios de letra o interletraje, es lo que se conoce como kerning en la edición digital de textos.

Ascendentes: se conocen como ascendentes esos tipos en minúscula que por propia composición contienen trazos que superan la altura de la x hacia la línea de las mayúsculas, como son la b, d, h, k, l, t, algunas f (según tipografía) y la ñ o los puntos de la j y la i.

Descendentes: se consideran descendentes a las minúsculas que por sus trazos descienden bajo la línea de base de la x minúscula como son algunas f (según tipografía), la g, j, p, q, e y. Algunas mayúsculas como algunas Q o algunas Z (según familia tipográfica) también entran en líneas descendentes en sus trazos o cola inferiores.

Blanco interno y ojales: serían los espacios en blanco que la forma impresora del ojo o caja dejan en el interior de las letras cerradas como la a, b, d, e, g, o, p y q.

Componentes de las tipografías: líneas o trazos

Las tipografías y sus familias se diferencian entre sí por su propia composición, por las líneas y trazos que crean su forma impresora, su ojo o caja, y que evidentemente y para que sean más fáciles de reconocer tales partes, tienen su propia nomenclatura.

Asta: es la línea maestra de la letra, su columna vertebral, su trazo principal del que se valen los demás como línea de apoyo. Puede ser una línea recta, como en el caso de ciertas l, b, d; línea curva, como en la c, s, o; o montantes (oblicuas) como en la v, w, x, y o A mayúscula por ejemplo. Se conoce como asta modulada a la posee diferente grosor en el trazo del asta, asta ascendente a las de las d y b por ejemplo, media a las de la m o la n y descendente a las de la p o la q.

Brazo: el brazo o travesaño de una letra es el trazo que se proyecta de manera horizontal o perpendicular (como en la k minúscula) y que nace del asta de la letra como en la T, K, L o E mayúsculas y en la t, f minúsculas por ejemplo.

Barra: la barra, por tanto, sería esa línea horizontal que, a diferencia del brazo, une las dos astas principales en una letra (sobre todo en mayúsculas) como sería la línea horizontal de la H o A mayúsculas por ejemplo.

Pie, remate o serifa: también conocido como gracia, serif o terminal. En las fuentes que la contienen (con serifa o serif) se constituyen como esas líneas de embellecimiento que rematan a las fuentes en sus terminaciones para dar más peso o apoyo. Se consideran elegantes, producen seriedad y aplomo en el lector.

Ligadura: se conocen como ligaduras a las líneas curvas que, a modo de embellecimiento, se usan en ciertas tipografías para la g minúscula, algunas f, k, el lazo de la l, etc. Se trata de una floritura visual para la letra.

Oreja: se trata de la terminación a modo de embellecimiento o floritura que algunas familias tipográficas añaden a algunos tipos como la g, y, r, minúsculas alguna c, etc. A veces son redondeadas a modo de punto unido a la letra como en las comillas, a veces son rectas, en otras son un lazo como el de algunas l minúsculas, etc. No deja de ser otro tipo de remate.

Ápice y vértice: en tipos de astas perpendiculares como la A mayúscula o en las v. Se le denomina de este modo al punto o unión de las dos líneas oblicuas. Se denomina ápice cuando la unión de esas líneas está en la parte superior de la letra (como en la A) y vértice si es en la parte inferior (como en la v).

Anillo: el anillo, sin embargo, es el trazo o línea curvo que delimita los ojales o espacios en blanco de letras como la a, b, d, o, p, q, g, etc., y que pueden ser abiertas o cerradas según la familia tipográfica, pero que sirven para visualmente delimitar los vacíos o blancos de letra.

Cola: remate a modo de final de asta alargada que suele rebasar la línea descendente en mayor o menor medida y que suele ser muy típica de la letra Q mayúscula, pero que sirve para alargar y embellecer ciertas tipografías de constitución caligráfica como las R o K mayúsculas, por ejemplo en ciertas familias tipográficas.

Basa: es un pequeño remate a modo de mínimo trazo o mínima cola que sirve para embellecer la base de ciertas letras como la b o la d, y que no son por su constitución tan ínfima, ni pie, ni oreja o ápice.



Definición

Gancho

Son conocidas con este término ciertas terminaciones de las letras como la n, m, t, etc., que eleva la base o el remate con forma de gancho o anzuelo; siendo gancho de pie el que eleva esa forma de anzuelo en la parte baja de las letras y generalmente de izquierda a derecha, y gancho de cabeza cuando el gancho apunta hacia abajo, generalmente de derecha a izquierda en las zonas superiores de las letras (como ocurre en la m o n minúsculas de algunas tipografías).


Actividades

13.Continuando con el ejercicio de la creación de una nueva tipografía, indique los componentes principales que conforman la estructura de las letras mayúsculas y minúsculas que usted ha creado.

Familias tipográficas

Existen muchas tipografías diferentes entre sí, como ya se ha podido comprobar. Muchas de ellas similares a otras en ciertos aspectos y componentes de letra, y otras totalmente diferentes a simple golpe visual.

Como se pudo comprobar en el apartado de la clasificación tipográfica, cada fuente, generalmente bautizada por su momento histórico o por el nombre o apellido de su creador, se diferencia de otras por una serie de características generales. Características que a su vez la asemejan a otras y que pueden considerarse del mismo grupo tipográfico. Se podría decir que se conocen como familias tipográficas al conjunto de caracteres basados en una misma fuente (Didot, Bell, Futura, etc.) pero con ciertas variaciones tales como el grosor, la anchura, la inclinación, el interletraje, las formas de la a minúscula con o sin asta ascendente sobre su ojal, pero que a su vez, y en líneas generales, mantiene las características comunes que definen a cada tipografía.

 

Ejemplo

La familia tipográfica de la fuente Arial, por ejemplo, la formarían las fuentes Arial, Arial Narrow, Arial Black, Arial Rounded, etc. Variaciones de la tipografía original (Arial) que integran la familia tipográfica porque, aunque se parecen entre sí, tienen rasgos propios que a su vez las diferencian y las hacen particulares y distintas.

Casi todas las familias tipográficas coinciden en que diferencian unas tipografías de otras de su familia:

Según la inclinación de letra en letras redondas (o normales) y cursivas o italic.

Según el grosor o espesor de la fuente en versiones redondas (o normales) y book, negrita (bold), media (demibold), extrabold, heavy, delgada (thin) fina, extrafina, etc.

Según su interletraje o estrechez o separación, como narrow, condensed, normal o expanded.

Según sus variantes visuales. Puede haber familias tipográficas que de un mismo tipo conserven versión con serifa o sin serifa (serif y sanserif), normal y caligráfica o de fantasía, con bordes redondeados (rounded) e incluso con variación en la letra a minúscula con o sin asta sobre el ojal según la fuente de la familia.

Según su posición en normal, índice o subíndice. Al igual que existen fuentes que no permiten disminuir de tamaño la fuente en demasía ni colocarla en índice o subíndice, existen otras de la misma familia que palian este problema gracias a que son solo constituidas en índice o subíndice.

Según uso de solo mayúsculas o minúsculas. Al igual que ocurre con los tipos en índice y subíndice, existen tipografías dentro de una misma familia que solo permiten su uso en una de las dos vertientes, en mayúsculas o minúsculas. Pueden incluirse en este caso las tipografías de una misma familia que solo permite el uso de versalitas.



Actividades

14.Para finalizar con el trabajo de la creación de la nueva tipografía, establezca sobre el papel las variaciones que tendría su familia tipográfica teniendo en cuenta al menos tres variaciones: cursiva o italic, negrita o bold y negrita extra o extrabold. Este arduo trabajo y con cada una de las letras del alfabeto, signos ortográficos y números era el de los maestros punzonistas y fundidores de tipos antes de llevar a cabo la construcción de los mismos.

2.4.Análisis de las principales tipografías: analógicas/digitales

Como se ha podido observar en los apartados anteriores, siempre se hace mención a los primeros artesanos tipógrafos encargados de fundir los tipos y de crearlos con martillo y punzón. Es algo lógico, dado que gracias a ellos se fueron formando familias tipográficas y grupos de familias según criterios similares de acabado o composición.

Las fuentes analógicas usadas en la prensa de tipos móviles siguen perdurando hasta el día de hoy, y ya existen versiones digitales de aquellos viejos tipos en toda base de datos de los equipos informáticos para ser elegidas en sus procesadores de texto y programas de diseño gráfico.


Importante

Con la tecnología digital, el proceso y el criterio de selección de fuentes se ha acelerado sobremanera, e incluso permite variar el uso de las fuentes durante todo el proceso, pudiendo elegirse una fuente básica para el desarrollo de textos inicialmente y variar esa tipografía con solo seleccionar y cambiarla mientras se va creando el texto o al final de la escritura.

Algo similar ocurre con el uso de negritas, subrayados o cursivas, pudiendo incluirlas durante la escritura o al final de la misma.

En el proceso analógico de imprenta de tipos móviles, tanto la selección de la tipografía como de sus negritas o cursivas debía hacerse en el momento previo, en el de la composición de las planchas de tipos, y evidentemente, si el proceso de impresión se había iniciado, ya no se podía rectificar. Posteriormente, con el uso de las máquinas de escribir ocurría algo similar al uso de imprentas de tipos móviles.

Unos tipos metálicos (similares a los de tipos móviles de imprenta) estaban unidos a una vara metálica que a su vez se accionaban al pulsar por presión el teclado de la máquina (como los teclados de tipo qwerty de los ordenadores actuales). Al pulsar con fuerza cada tecla, ese tipo pulsaba una cinta cargada de tinta que al presionar sobre el papel marcaba el tipo.

Las máquinas de escribir solo permitían una tipografía, generalmente con remate o pie, como la Times o Garamond, y solo variaciones en cuanto a subrayado, tachado y negrita, y rara vez en cursiva, por lo que la selección de fuentes era inexistente hasta la llegada de las máquinas de escribir eléctricas.

Algo similar ocurría con la corrección. Era habitual encontrar textos tachados o borrados con marcadores de tinta blanca dado que era imposible rectificar una vez se había impreso el tipo. Más tarde, con la máquina de escribir eléctrica se permitía editar los textos en una pequeña pantalla de tipo LCD antes de imprimir sobre el papel, e incluso permitía el borrado con una cinta borradora similar a la entintadora.

Además, tanto en imprenta clásica como en el uso de máquinas de escribir, los textos solo valían para una página (sobre la que se estaba actuando), y había que cambiar la plancha de tipos móviles o quitar la página y comenzar con el nuevo texto tanto en imprenta como en máquina respectivamente.

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