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Perspectivas Críticas de la Contabilidad Contemporánea

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Quijano, A. (2007). Coloniality and Modernity/Rationality. Cultural Estudies, 21(2-3), 168-178.

Zucman, G. (2013). La Riqueza Oculta de las NACIONES. El azote de los paraísos fiscales. (Trad. L. Gutiérrez). Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Notas

1 Un Hedge Fund (o “fondo de cobertura”) es un fondo de capital especulativo que no está sujeto a control ni a legislación alguna. El 60 % de ellos se encuentran en los paraísos fiscales y mueven alrededor de un 50 % de las reservas mundiales de dinero. Dichos fondos especulativos de capital privado son los arquitectos de los ataques especulativos y soportan sobre sus hombros la estafa fabricada, a partir de la deuda soberana, en varios países del mundo.

2 La riqueza financiera de los hogares es la suma de todos los depósitos bancarios, portafolios de acciones y bonos, partidas de fondos mutuos y contratos de seguros mantenidos por individuos a lo largo del mundo, neto de cualquier deuda (Zucman, 2013).

3 “Simbolizar es desplazar en sustitutos, recrear con nuevos tropos una relación” (Grosso, 2008, p. 237).

Contabilidad en las economías integradas: la necesidad de la historia de la contabilidad y los estudios de caso

Per Forsberg

Introducción

La investigación contable dentro de la corriente principal, al igual que los organismos de normalización, se ha visto fuertemente influenciada por el proyecto neoliberal1. En especial, cuando se trata de los roles que juega la contabilidad en la arquitectura de los mercados financieros, los cuales, en teoría, hacen circular con mayor libertad los capitales entre las empresas y los países. Un ejemplo de dicha influencia neoliberal sobre los organismos de normalización, es que los Estándares Internacionales de Contabilidad se han diseñado a partir de la idea de que la contabilidad debe permitir a los inversionistas ver el valor de mercado de la empresa, así como también darles mayor información de lo que está sucediendo en ellas y asegurarse de que todos trabajen para el interés de los inversionistas financieros.

Una parte importante en el proyecto neoliberal es la creación del individualismo y la conversión de las personas en máquinas calculadoras racionales que pueden funcionar como inversionistas racionales y representen una fuerza laboral móvil y flexible. En ese sentido, la . investigación dominante no está interesada en lo que realmente ocurre, sino en cómo desarrollar la contabilidad en función de la realización del proyecto neoliberal. Sin embargo, de acuerdo con la investigación contable, dentro de la corriente principal, la contabilidad se ha convertido en lo que es hoy, debido a un desarrollo natural.

Articulada como parte del proyecto neoliberal, la contabilidad utiliza una retórica fatalista para presentarse a sí misma como algo absolutamente necesario2. Por lo tanto, la resistencia al individualismo y la existencia de diferentes estructuras cooperativas de organización social son percibidas como un obstáculo para el desarrollo, entendido en el sentido neoliberal. No obstante, la realidad muestra que el capital social3 es de vital importancia para nuestra sociedad contemporánea; es un elemento que mantiene unido al mundo4.

La economía está inserta en un contexto5 cultural, social y político; no existe como un fenómeno aislado puro. Por el contrario, se entrelaza con la cultura, la religión, las tecnologías y las prácticas o políticas especiales. Por lo tanto, la investigación contable debe centrarse en el papel de la contabilidad en las economías integradas y, sobre todo, en el capital social. En este sentido, el debate sobre las necesidades actuales de la contabilidad debe discutir preguntas como: ¿qué significa realmente la libre circulación del capital (patrimonio)?; ¿cómo funcionan realmente las diferentes organizaciones con limitaciones al capital?; ¿cómo puede aumentarse la transparencia?; ¿cómo la contabilidad resuelve problemas de organización contable?; ¿la contabilidad obstaculiza o facilita la cooperación?; ¿cómo la contabilidad crea alienaciones y conflictos? La contabilidad tiene una dimensión política, pues les da a unos grupos más poder que a otros. Además, afecta las relaciones y distribuye los recursos entre los trabajadores y las gerencias; entre una organización, la sociedad y la naturaleza (Tinker, 1985).

Con el fin de responder a tales preguntas, la investigación contable necesita abordar más estudios de casos que revelen el papel de la contabilidad en las economías integradas. Los debates sobre la contabilidad contemporánea (la configuración estandarizada de la contabilidad financiera y la contabilidad de gestión) que, en la actualidad, está dominada por el discurso neoliberal, deben enriquecerse con estudios históricos y estudios de caso contemporáneos, pues estos, cuando son profundos y detallados, no dejan de lado las dimensiones esenciales de la realidad y pueden incrementar nuestro conocimiento sobre el papel de la contabilidad en las economías integradas.

Presentaré dos de mis investigaciones anteriores como ejemplos de estudios contables críticos en las economías integradas. El primero es un estudio de caso en historia de la contabilidad y el segundo, en etnografía. Ambos casos tratan especialmente sobre la forma en que la contabilidad define el capital. La historia de la contabilidad considera que la economía integrada nos ayuda a comprender cómo las diferentes formas de capital (industrial, financiero, etc.) afectan la relación entre los propietarios y los trabajadores, y entre las organizaciones y la sociedad. Por otra parte, los estudios de casos etnográficos sobre la formación de la contabilidad y sus efectos sobre las organizaciones contemporáneas, las personas y la sociedad, pueden aumentar nuestra comprensión sobre cómo se utiliza la contabilidad para resolver ciertos problemas en diferentes contextos sociales, políticos y económicos, junto con los problemas que la misma contabilidad genera.

El primer ejemplo, el Caso I, se refiere a un estudio en la historia contable de una fábrica textil sueca5 fundada en 1834. En este, se muestra cómo la contabilidad se integró a un molino y fue utilizada para resolver ciertos problemas que existían al comienzo del siglo XIX, en Suecia.

El enfoque se centra en cómo se empleó la contabilidad para asegurar el capital de la empresa y estructurar el molino como una pequeña sociedad. El otro ejemplo, el Caso II, es un estudio etnográfico de una compañía naviera, en el cual se muestra el papel de la contabilidad en la formación del “pensamiento” económico sobre limitaciones al capital y las reinversiones en buques, y cómo tal pensamiento está anclado a un determinado contexto social y cultural.

Caso I. Historia de la contabilidad en una empresa textil: el papel de la contabilidad para las limitaciones al capital

La fábrica de Rydboholm fue la primera compañía en Suecia con tejido mecánico. Cuando empezó su operación, en 1834, tuvo muchos problemas. Por ejemplo, era difícil hacer funcionar las máquinas, pues debían encontrar y crear un grupo de trabajadores que aseguraran la obtención de la fuente de energía necesaria para operar. Pero el mayor problema era el capital, puesto que el algodón que la empresa necesitaba era producido en EE. UU. y los productores no querían darle créditos a la compañía, por lo que se necesitaba una gran cantidad de capital para pagar el algodón con antelación. Además, los clientes de la época carecían de dinero para pagar la mercancía, por lo que la empresa necesitaba conceder préstamos. Esto dio lugar a la expansión del crédito a largo plazo, pues, para pagar el algodón, la empresa necesitaba, a menudo, diez meses de antelación y debía dar a sus clientes, por ejemplo, seis meses de crédito.

Con el fin de financiar su operación, la compañía recurrió a la administración gubernamental bajo la figura del Consejo Nacional de Comercio, que ayudaba a las empresas industriales a financiar sus actividades. Como condición para el préstamo, la empresa tuvo que hacer un reporte de fábrica (fabriksberättelse). En dicho reporte, la empresa informó cuántas máquinas habían comprado y el estado real de funcionamiento de estas, así como también que habían reclutado experimentados maestros textiles de algodón desde Inglaterra, quienes les ayudarían en el proceso. Además, informaban que tenían tantos trabajadores; que habían construido apartamentos para ellos, y que algunos de ellos ganaban dos veces más de lo que recibía en pago un tejedor con dos asistentes con un telar a mano. Luego, seguía una descripción de la economía. La mayor parte del reporte trataba acerca del “capital muerto”, pues se declaró que el algodón se pagaba un año antes de ser utilizado, lo cual significaba que la empresa siempre necesitaba una cierta cantidad de dinero como capital muerto.

El costo total de toda la fábrica (BcoRdr6 123.476) era considerado “capital muerto o capital inmovilizado”. A esto se añadió una explicación de cómo la empresa tenía que pagar el algodón con un año de antelación y que las existencias, por lo tanto, debían ser consideradas como capital muerto de BcoRdr 137.000 en promedio. El monto total de capital muerto era, por tanto, de BcoRdr 260.476. Así, el costo de mantener una reserva de telas confeccionadas por un año también era considerado como “capital muerto”, pero las cifras no se incluyen en este reporte (Mannerfeldt y Danielsson, 1924).

El problema de cómo garantizar el capital muerto fue resuelto de diferentes maneras. Una solución fue pedir dinero prestado al Consejo Nacional de Comercio, como expliqué anteriormente. Por otro lado, el Consejo Nacional de Comercio facilitó para la empresa dar créditos a sus clientes. Cuando los clientes pagaban con letras de cambio, la compañía podría ir directamente al Consejo y pedir prestado dinero con las letras de cambio como garantía. En Suecia, los bancos comerciales no figuraban y solo llegaron a tener mayor influencia hasta antes de finales del siglo XIX. En su lugar, se formaron complejas e importantes redes crediticias (Nyberg, 1999; Brismark, 2008, 2010).

 

La siguiente tabla muestra algunos de los acreedores más importantes de la compañía en 1856.

Tabla 1.Acreedores de la compañía Rydboholm


Fuente: Mannerfeldt y Danielsson, 1924.

El Fondo de Descuento de Manufactura fue parte del Consejo Nacional de Comercio ya mencionado. Otros acreedores importantes fueron una casa de comercio y una hilandería. El Banco de Örebro abrió una pequeña filial en el área de la empresa, donde su fundador era el gerente. El resto eran personas privadas, en su mayoría ricos, quienes, en lugar de poner su dinero en el banco, prestaban dinero a otras personas o empresas privadas. Redes de crédito como estas se basaban en la confianza. Además, los créditos también parecen haber sido una manera de asegurar largos y duraderos intercambios. Las hilanderías, por ejemplo, ofrecieron créditos a fin de obligar a los clientes a permanecer y, de la misma manera, las casas de comercio dieron créditos a las compañías de hilandería.

Durante el siglo XIX, era común que las empresas en Suecia aseguraran su capital garantizando la permanencia de los dividendos en la empresa, como una forma de préstamo de los propietarios que recibían los intereses. Además, dicho interés se sumaba al crédito de la misma manera como los dividendos (Gårdlund, 1947). Así, la empresa podía reducir al mínimo la cantidad de dinero que, efectivamente, era pagado a los propietarios.

En los estatutos de las fábricas de los Rydboholm se puede encontrar una descripción más detallada del funcionamiento de este método. En el primer artículo de los estatutos, se estableció que la distribución del acceso al capital debería ser como sigue. Los propietarios debían tener un 6 % del capital que habían invertido en la empresa. Una cantidad apropiada debía ser puesta en un fondo de reserva; lo que quedaba después de esto debía ser dividido en partes iguales entre los propietarios y representados en bonos (redimibles) o en telas avaluadas, de acuerdo con el valor de mercado (Mannerfelt y Danielson, 1924).

Más tarde, la dirección de la fábrica quiso asegurar que los beneficios se quedaran en la empresa, a través de la promulgación de normas especiales, como que solo los miembros de la familia podrían ser propietarios, o cerciorándose de que la dirección de la fábrica tuviera el poder total sobre la empresa. Los antecedentes del sistema fueron de la siguiente manera: el fundador de Rydboholm, Sven Eriksson, murió en 1866; en su testamento, dijo que las fábricas debían mantenerse como una unidad con la forma jurídica enkeltbolag (empresa simple). Esto significaba que los propietarios eran conjuntamente responsables de la economía de la empresa. Así, no se limitaba la responsabilidad sobre posibles pérdidas.

Según lo establecido en el testamento, la propiedad se dividió en seis propietarios principales. Esta estructura de la propiedad debía mantenerse en cinco partes, incluso, cuando los propietarios originales hubiesen fallecido. Se suponía que a cada parte se le asignaría una “acción principal”, la cual, a su vez, podía dividirse sobre una base individual. Sin embargo, este sistema se hizo más complicado, especialmente, en los casos donde los propietarios individuales, que estaban detrás de una acción, no habían alcanzado la edad legal. Otro problema de este sistema de propiedad fue que a los herederos no les gustó la responsabilidad conjunta de enfrentar las pérdidas de la empresa.

La compañía se convirtió en una sociedad de responsabilidad limitada, en 1885, pero el testamento de Sven Eriksson aún se seguía cumpliendo. Las acciones no podían ser vendidas ni compradas por fuera de la familia. Solo se podían recibir por herencia o por matrimonio. En los casos en que alguien externo a la familia se convirtiera en el propietario de una acción, esa persona debía venderla a la familia o a la empresa.

En la nueva empresa, los activos fijos fueron estimados de acuerdo con el valor de tasación (taxeringsvärde), mientras otros activos fueron calculados al mismo valor que antes. En general, esto significa que a los activos se les dio un valor bastante bajo comparado con el que estos habían costado y al que se hubieran vendido. Si alguien externo a la empresa se convertía en propietario de acciones, tenía que ofrecerlas a la familia, para que ellos se las compraran a un precio establecido, según el balance general. Era la misma situación para los propietarios dentro de la familia. Por lo tanto, nunca fue un buen negocio vender las acciones, ya que el precio no estaba vinculado al del mercado, sino al valor en libros. De hecho, el valor contable era muy bajo, pues los activos importantes como los bosques, edificios de la fábrica y las máquinas eran bastante bajos comparados con el resultado de una tasación basada en el precio del mercado. Esta forma de definir los valores en el balance general permitió asegurar que el capital permaneciera en la compañía, pues cuando una parte importante del valor de la empresa se deja por fuera del balance, es difícil para los propietarios externos reclamar o exigir mayores dividendos (Forsberg, 2012, 2013).

El molino como una economía integrada

La necesidad de un “capital muerto” también dio lugar a cierta forma de organización del trabajo. Tal como se verá más adelante, con respecto a la contabilidad en el molino, debe entenderse el papel que desempeñó en la economía integrada en su contexto social, político y religioso.

En lugar de recibir dinero en efectivo, los trabajadores, en gran parte, tenían pagos en especie. Por ejemplo, recibían un apartamento con un pequeño terreno, donde se podían cultivar papas que luego les daban junto con un cerdo. También se les permitía coger leña del bosque y comprar a crédito a la empresa los derechos de pesca y caza. Por otra parte, la compañía contaba con guarderías, iglesias y sacerdotes. El sacerdote pertenecía a un determinado movimiento religioso, en el que los trabajadores estaban para servir a Dios mediante el trabajo duro y aceptar su posición en la sociedad. La mayoría de los intercambios en el molino se hacían no con dinero, sino solo en los libros. Por ejemplo, cuando los trabajadores compraban las cosas del almacén:

Hacíamos nuestras compras en la tienda de la compañía, usted sabe que había una. Uno compraba cosas en el libro, como se le llamaba, y cuando se iba a hacer los pagos el encargado de la tienda por lo general se sentaba junto a la persona que entregaba los salarios y el encargado de la tienda cobraba todo lo que tenía en la deuda. El alquiler de la casa también era deducido directamente del pago. (Winberg, 1989).

Desde 1837, el gobierno y la empresa tenían un acuerdo sobre la responsabilidad de esta última, de cuidar de los pobres en su área de acción. En los periodos en los cuales las fábricas entraban en paro (cuando no podían conseguir el algodón o la fuerza del río era débil para la operación), la empresa permitía que los trabajadores reconstruyeran los edificios de la fábrica o trabajaran en las represas, con el fin de asegurar energía hidráulica a futuro. Tal como se aclarará más adelante, en el siglo XX, uno de los cambios más importantes para la compañía fue convertirse en una unidad de la sociedad, en lugar de ser una pequeña sociedad por sí misma. Cuando esto ocurrió, mucha de la responsabilidad social se trasladó al Estado.

El interés del Estado era mantener la tasa de desempleo baja y asegurarse de que el capital se reinvirtiera. Como consecuencia, el Estado comenzó a intervenir más en los negocios de la empresa y le aumentó los impuestos. Los estrechos límites puestos a la empresa, afectaron también a los propietarios y a los trabajadores, quienes se convirtieron en los grupos de interés paralelos al Estado. Los trabajadores tenían interés en continuar con la supervivencia de la empresa y en recibir una parte decente del capital. Los propietarios, quienes en ese entonces también parecían estar interesados en la supervivencia de la empresa a largo plazo, tenían miedo de perder su dinero y querían cerciorarse de recibir los dividendos.

La manera en que el capital se contabilizaba podía verse de forma negativa como resultado de la nueva ley de sociedades anónimas y del crecimiento del grupo de propietarios, que exigía saber lo que pasaba en la empresa. Ellos querían mayores dividendos y la potestad para vender sus acciones, pero la dirección de la empresa (el núcleo interno de los propietarios de la familia), contrarrestaba esta situación presionando los valores de los activos, para asegurar futuras inversiones. Asimismo, el Estado, que aumentó su influencia sobre las empresas en la década de 1920, comenzó a usar las oportunidades de pago de impuestos de las empresas para que, al reinvertir su dinero, redujeran su impuesto obligatorio, en lugar de darlo en forma de dividendos a los accionistas.

Desde la década de 1920, también los sindicatos se hicieron más fuertes. Esto originó una situación donde la dirección, los propietarios, los trabajadores y el Estado acordaron que la racionalización era de suma importancia. En tal situación, la contabilidad se convirtió en una herramienta para demostrar que la racionalización se estaba efectuando. Ahora, el pasivo mostraba que había un colchón financiero en la empresa y todas las oportunidades de esta para hacer reinversiones y expandirse. El capital, entonces, era contabilizado en dos partes. Uno que podría ser dado en forma de dividendos y otro que estaba restringido en la empresa. La mayor parte de los fondos propios estaba en la empresa.

Además del Estado, los propietarios y los sindicatos, los bancos también desempeñaron un papel importante. Cuando la empresa, por ejemplo, comenzó a financiar sus operaciones con capital de los bancos, empezó a usar los valores de mercado de sus activos. Pero los bancos y otras entidades tenían limitada su influencia en el desarrollo de la contabilidad, desde la crisis financiera de los años 20 y 30, la cual había creado cierta desconfianza en las operaciones de las instituciones financieras (Jönson, 1991).

Después de la crisis financiera, el Estado puso el foco en la tasa de desempleo, para asegurar que el capital se reinvirtiera y no se regalara como dividendos; y, sobre todo, en las estrategias para obstaculizar los movimientos de capitales a países extranjeros. Estas ideas se combinaron con la lucha por la racionalización, a la cual se le consideró como la fortaleza de la capacidad competitiva de las empresas suecas. Se pensaba que esta fórmula, en combinación con una alta tasa de reinversión, podía mantener el desempleo en un nivel bajo.

El Estado, los propietarios, los sindicatos, la industria y los gerentes controlaron la empresa hasta que su producción fue cerrada a finales de la década de 1970. Debido a la alta competencia de otros países con bajos costos en la producción (especialmente los de la mano de obra), muchas empresas suecas de este periodo (sobre todo las textiles) fueron cerradas o trasladaron su producción a otros países. Esto dio origen al debate sobre los problemas de un sistema de capital demasiado cerrado o bloqueado (Trolle, 1996). Esta situación fue seguida por la desregulación de los mercados financieros y una creciente influencia del proyecto neoliberal. En esa época, los inversores recibieron más poder en nombre de los sindicatos y del Estado. Las empresas se convirtieron en entes que existían solo para el mercado financiero y ello se manifestó en el diseño de la contabilidad financiera. Sin embargo, las crisis financieras de 2008-2011 parecen haber perturbado la confianza en el proyecto neoliberal, y posibilitaron el surgimiento de un debate acerca de la necesidad de regular fuertemente a los bancos, en cuanto a los soportes financieros que estos requieren.

Para concluir, los cambios en la contabilidad deben ser entendidos según las particularidades de sus contextos. Por ejemplo, cuando el mayor problema era asegurar el “capital muerto”, la contabilidad jugó un papel importante para fijar el capital. Las fábricas de Rydboholm pueden ser descritas como una economía integrada. De hecho, durante el siglo XIX, eran una sociedad propia con fábricas, iglesias y una compleja red de créditos basada en la confianza y en las relaciones personales. La contabilidad estaba entrelazada en dicha economía integrada.

 

Los cambios en la contabilidad dependen de cuales grupos de interés tienen el poder. Los límites de la empresa y las particularidades de los cambios que sufre son importantes para la comprensión de la contabilidad, pues esta establece una frontera en el tiempo y el espacio que delimita la responsabilidad de las empresas. En este caso, el tema más importante es la forma en que la contabilidad define el capital. La contabilidad puede ser una herramienta tanto para limitar la emisión de capital, como para su salida. Muchos grupos de interés quieren tener su participación en el capital, de ahí el importante papel de la contabilidad en la forma de distribución y control del capital. La tabla 2 muestra cómo han cambiado con el tiempo las definiciones de capital.

Tabla 2. Evolución de los pasivos en el tiempo


Pasivos 30 de septiembre 1886
Reserva de capital1.000.000
Cuenta de reserva propietarios821.563
Acreedores varios137.971
1.959.534
Pasivos 1903
Deudas 1903
Cuenta de la reserva de propietarios (reserva de capital)2.000.000
Deuda al fondo de pensiones Sven Erikson70.396
Deuda al fondo de enfermedades. Rydbolholm y Viskafors15.150
Deuda a varias firmas y personas372.120
Deuda a la parroquia Seglora, iglesia comunal y fondo escolar13.200
Fondo para la escuela e iglesia Kinnaromma56.476
Reserva de propietarios (cuenta de los propietarios)2.377.922
Activos sobre Pasivos
Patrimonio restringido200.000
Fondo de mantenimiento y reserva de reemplazo512.048
Fondo2.205
Excedente de pérdida y ganancia de años pasados2.946
Ganancia neta147.794
5.770.257
Pasivos 1911
Pasivos 1911
Reserva de capital2.000.000
Fondo de mantenimiento y reserva de reemplazo806.795
Deuda a los accionistas2.831.135
Deuda a varias firmas, personas y fondos551.877
6.189.807
Activos sobre pasivos
Patrimonio restringido200.000
Ganancia neta312.601
6.702.408
Pasivos 1913
Pasivos 1913
Fondo de mantenimiento y reserva de reemplazo2.000.000
Deuda a los accionistas953.436
Deuda a varias personas, firmas y fondos2.465.413
5.418849
Patrimonio restringido200.000
Reserva no restringida100.000
Excedente de la cuenta de pérdida y ganancia3.444
Ganancia de este año351.437
6.073.730
Pasivos al 31 de diciembre 1926
Pasivos al 31 de diciembre de 1926
Reserva de capital3.000.000
Reserva estatutaria300.000
Reserva no restringida150.000
Fondo de mantenimiento y reserva de remplazo3.309.632
Deuda a los propietarios y fondos etc.867.103
Obligación de hipoteca3.637.000
Deuda al banco888.391
Deuda a proveedores contra letras de cambio712.134
Excedente de pérdida y ganancia24.351
Ganancia año 1926212.699
13.101.310
Pasivos 1933
Pasivos 1933
Reserva de capital3.000.000
Reserva estatutaria300.000
Reserva no restringida101.785
Fondo de mantenimiento y reserva de reemplazo4.958.102
Deuda a los propietarios y fondos etc.655.619
Obligación de hipoteca2.523.000
Deuda al banco1.241.209
Deuda a proveedores contra letras de cambio585.854
Excedente de pérdida y ganancia5.230
Ganancia año 1/1-31/12 1933181.254
13.521.053
Kronor

Fuente: Forsberg, 2013.

Caso II. Un estudio etnográfico de la cultura y la práctica particular en una compañía naviera

Este caso estudia una compañía naviera con respecto a sus prácticas de contabilidad financiera, y al entrelazamiento de la contabilidad en la economía integrada de la región. Aquí, la economía está integrada a la cultura del trabajo, las tradiciones y las costumbres locales propias de la isla donde la empresa funciona.

La empresa naviera tiene su sede en una isla fuera de Gotemburgo, en la costa oeste de Suecia. Después de que la industria de pesca tradicional disminuyó en la isla, el empleo predominante pasó a ser el de la explotación y el transporte de petróleo. Esta región fue influenciada por una cultura de iglesia libre, la cultura tradicional de pescadores y marineros. Por otra parte, tradicionalmente, en la isla existía un capital social enraizado en el tiempo en que fueron un pueblo de pescadores, con la costumbre de asegurar mutuamente las naves y de ayudarse unos a otros con la financiación de estas.

El método especial de pesca utilizado por los pescadores de la isla también fue determinante aquí, ya que exigía que muchos barcos colaboraran unidos. Los barcos tienen un significado especial en la isla y las conversaciones cotidianas se refieren a diferentes barcos, a marineros y a empresas de transporte. Los habitantes, por lo general, están orgullosos de ser miembros de esta comunidad isleña y, en lugar de tener buenos autos, tratan de tener embarcaciones grandes y bonitas, especialmente imponentes barcos petroleros. En la isla hay una cultura emprendedora que, hoy, cuenta con 14 compañías de transporte marítimo centradas principalmente en camiones cisterna. Alrededor de 1.400 personas viven allí, y la mayoría trabaja en el sector del transporte marítimo.

Como lo cuenta la siguiente historia, narrada por uno de los ancianos de la isla, los niños adoptan la cultura y la fascinación por los buques desde temprana edad.

Hacia la hora del almuerzo nosotros, los niños, nos dirigíamos a los muelles a esperarlos a ellos. A veces, nos subíamos a un cerro alto para tener una mejor vista de Gotemburgo. A veces los barcos llegaban en bandadas, y todo el mundo se sentía orgulloso de ser capaz de distinguirlos y llamarlos por sus nombres ‘Karin’ ‘Lisa’ o de no confundir a ‘Bror’ con ‘Äran’. Si por alguna razón usted quería burlarse de uno de sus amigos, usted le decía “pese” al barco de su padre. Esto significaba que el barco era pequeño o feo, que iban lento o que se veía de mal aspecto por todos estos defectos. Por supuesto, usted corría el riesgo de que le dijeran a usted estas mismas palabras. Y, si las cosas se ponían muy mal, había pelea. (Fhager y Fhager, 1996, p. 120).

Por otra parte, hay una socialización de la cultura de buenas prácticas marineras en los barcos. Las personas involucradas en la compañía naviera tienen una firme identidad laboral que propicia una comunidad profesional fuerte. Esta comunidad ocupacional se forma y se mantiene firme a través de las narraciones especiales de los marinos de “todos los días”7.

Después de la Primera Guerra Mundial y hasta 1980, la atención se centró en la racionalización y las reinversiones, y se llevó una contabilidad financiera influenciada, en gran medida, por el Estado, los sindicatos y el capital industrial, en la cual estas ideas políticas y económicas se integraron al sistema tributario. Los objetivos y principios de dicho sistema fiscal pueden resumirse en: estimular el crecimiento del aparato productivo, amortiguar los movimientos cíclicos de la economía del desarrollo, consolidar las empresas más fuertes y contribuir a la política y objetivos regionales (Bertmar, 1986).

Esta contabilidad basada en impuestos fortalece la parte operativa de una empresa, restringe el capital y enfoca el negocio hacia el objetivo de asegurar la existencia de las empresas a largo plazo. En el caso del transporte marítimo, impide la especulación en los buques y apoya la creación de flotas más grandes. Como se verá, este tipo de sistema contable y fiscal hace posible una forma de pensar las inversiones en barcos y centra su atención en la rentabilidad operativa.

Durante una de mis primeras visitas a la oficina de la empresa naviera en la isla, le pedí al gerente general (también uno de los propietarios) que contara la historia de la compañía. Resultó ser una historia sobre la manera de construir mejores y más grandes buques. Por un lado, este relato nos revela el pensamiento económico que les ha permitido sostenerse a través del tiempo y, por otra parte, nos muestra una fuerte identidad con la empresa, la familia y la cultura particular de la isla. A continuación, el relato: