Buch lesen: «Manual de Investigación Clínica», Seite 2

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James Lind (escoces) 1716–1794

James Lind suele recibir el crédito de ser el autor del primer ensayo clínico de la historia, un experimento controlado en el que evaluó la eficacia de las frutas cítricas contra el escorbuto, en marineros de un barco.

Considerado el primer ensayo clínico de la historia, sólo los dos marineros que tomaron la fruta mejoraron, el resto de los marineros continuaron con la enfermedad. La importancia del estudio de Lind estriba en que acertó al controlar las variables del experimento de modo que todos los sujetos estuvieran en similares condiciones: comparar igual con igual. Según su propio relato, el escocés eligió a pacientes con síntomas parecidos, los mantuvo en el mismo lugar y les suministró una dieta común, aparte de los suplementos, aunque sin un grupo de control.

En realidad, otros antes que Lind ya habían avanzado tales planteamientos, comenzando con el médico persa Al–Razi, que en el siglo IX sangró a un grupo de pacientes y no a otro para comprobar los resultados. Un siglo antes que Lind, otros como el flamenco Jan Baptist van Helmont, el inglés George Starkey o el alemán Franz Anton Mesmer ya habían ensayado la comparación de igual con igual. El diseño primitivo de aquellos ensayos no evolucionaría hasta el siglo XIX con la introducción del doble ciego y el XX con la inclusión de placebos.

Ygnaz Semmelweis– 1819–1866

Médico húngaro de origen alemán que hoy es reconocido como el creador de los procedimientos antisépticos. Semmelweis es llamado el "salvador de madres" pues descubrió que la incidencia de la sepsis puerperal o fiebre puerperal (también conocida como "fiebre del parto", ("childbed fever") podía ser disminuida drásticamente usando desinfección de las manos en las clínicas obstétricas. En definitiva, inventó el lavado de manos, como método elemental de antisepsia.

Johannes Andreas Grib Fibiger (danes)– 1867–1928

Su método de investigación sobre la difteria, se considera como el origen de una importante metodología de investigación en medicina, conocida como ensayo clínico controlado

Pierre–Charles–AlexandreLouis (1787–1872) francés.

Fue médico, clínico y el patólogo conocido por sus estudios sobre la tuberculosis, la fiebre tifoidea y la neumonía, pero la mayor contribución de Louis a la medicina fue el desarrollo de la "Método numérico", precursor de la epidemiología y el moderno ensayo clínico, allanando el camino para la medicina basada en la evidencia .

Sir Ronald Aylmer Fisher (ingles)– 1890–1962

Desarrolló el análisis de la varianza para analizar sus datos inmensos de los cultivos, cultivados desde los años 1840, y donde en los próximos años estableció su reputación como bioestadístico. Creó las fundaciones por la ciencia moderna estadística

Sir Austin Bradford Hill (1897 – 1991), inglés

Epidemiólogo y estadístico, fue pionero en el ensayo clínico, aleatorizado junto con Richard Doll, demostró la conexión entre tabaquismo y cáncer de pulmón . Hill es ampliamente conocido por haber sido pionero en el criterio llamado en su homenaje como, "Bradford Hill", para determinar una asociación causal. Su estudio que evalúa el uso de estreptomicina en el tratamiento de la tuberculosis, es generalmente aceptado como el primer ensayo clínico aleatorizado.

John Snow y su “cólera” (Autor Profesor Doctor Eduardo Halac). 1951–2018

El Dr. John Snow nació en Londres en 1813, y murió en esa misma ciudad en 1858. Se graduó de médico el 2 de mayo de 1838.

Su primera tesis versó sobre Asfixia y resucitación del recién nacido, en la que ya discurría sobre los orígenes de la asfixia, concluyendo que no en todos los casos se debía a problemas obstétricos, sino a otros relativos a la falta de controles prenatales (¡por entonces no existía ninguno!) y sugirió que cuando se debía resucitar por mucho tiempo, ¡se podía concluir que la asfixia había durado casi el doble de tiempo que el empleado en resucitar. El hecho es que Snow conocía muy bien el sub mundo londinense de la época y pudo hacer un estudio sobre las cantidades de casos (hoy, incidencia) de enfermedades venéreas y sobre su forma de transmisión, también produjo dos trabajos más: uno sobre cómo extraer la placenta, y el otro sobre cómo mejorar los resultados de la operación cesárea.

Pero en 1846, le llegó, desde EE UU, la novedad de un hallazgo: la anestesia. Interesado en el tema, realizó investigaciones en los laboratorios de experimentación, creó un nuevo método para administrar éter, y utilizó el cloroformo. Administró más de 450 anestesias a sus pacientes, y la número 451 se la hizo a la mismísima reina Victoria en su parto, de donde se originó esto del “parto sin dolor” o “parto a la reina”. Cuando el cólera hace su llegada a Londres, el Dr. Farr, por entonces el Ministro de Salud del reinado, comunicó a sus pares y a las autoridades reales de las que dependía su puesto, que sus estudios “muy serios” permitían establecer que la enfermedad nada tenía que ver con brechas en la estructura sanitaria, sino que se debía a los miasmas contenidos en una nube que se instalaba muy baja sobre la ciudad. A lo que el bueno de Snow respondió: “qué estupidez”. Enseguida contrató asistentes pagados de su propio bolsillo, y puso manos a la obra. En la esquina de Broad Street existía una bomba de agua que se alimentaba de las conexiones a las plantas de Southwark y Vauxhall las que obtenían su agua de las zonas más contaminadas del Támesis.

El distrito de Lambeth obtenía agua de la planta homónima, cuya fuente era la parte alta (aguas arriba) del río. Munido de estos datos, Snow realizó una encuesta casa por casa, recabando información sobre los servicios sanitarios y las muertes por cólera en cada casa. Después de reunir los datos, los procesó y organizó en lo que hoy se cree fue la primera “tabla de datos” conocida en epidemiología, en la cual utilizó por primera vez, un indicador: el número de muertes cada 10.000 casas y no por número de personas como haríamos hoy. La (hoy) “famosa tabla” de Snow

El veneno colérico contamina apenas los alimentos y las agua y ya es lo suficientemente fuerte como para propagarse entre personas que conviven en hacinamiento y condiciones de escasez higiénica. Las excretas del enfermo, arrojadas al río, van a contaminar norias. Las redes municipales que se sirvan de esas aguas diseminarán el veneno colérico a todo el distrito, por ellas servido. (De donde surge el término “agua servida”). Snow pudo rescatar al cura párroco de la zona Saint James y Golden Square, donde se encuentra Broad Street, el reverendo Henry Whitehead para su propio beneficio y le supo demostrar con hechos y resultados, que su feligresía podría dejar de morirse y seguir asistiendo a los servicios religiosos si se acotaba el brote de una vez. El inteligente párroco comenzó a razonar los postulados de Snow y le brindó lo que el novel epidemiólogo más necesitaba: cerrar la bomba de agua de la calle Broad. El apoyo del párroco fue instrumental para lograr este objetivo. En pocas semanas, la epidemia comenzó a abatirse. La lógica de Snow, y su espíritu investigador le permitieron observar un hecho, documentarlo, investigarlo, conocerlo, cuantificarlo, asociarlo a riesgo y factores de riesgo, y hasta descubrir su agente causal: en este caso el agua. Este error aparente; pero recordemos que, en tiempos de Snow, el “veneno” del cólera era “traído” por el agua. Estamos en 1850; por lo tanto, faltan todavía unos años más para que Koch descubra el vibrio cholerae.

Hasta aquí los hechos puntuales que hacen de Snow el padre de la epidemiología y a los ingleses los profesores titulares de la materia. La Royal Society of Epidemiology and Public Health, convenció –en 1958– a los dueños de la actual cervecería de la esquina de Broad Street (donde estaba la famosa bomba de agua) de cambiarle el nombre al local. El lugar se llamaría, desde entonces, “John Snow Pub” y puede visitarse en dicha esquina.

Edward Jenner– Época: 1749– 1823

Jenner trabajó como médico en Inglaterra. En su época, la viruela se trataba de una seria enfermedad y a menudo resultaba mortal. Fue la simple observación de que las lecheras normalmente no enfermaban de viruela, lo que le llevó a pensar que el hecho de contagiarse de la viruela vacuna (una enfermedad similar a la viruela, pero mucho menos agresiva) las protegía de ella.

En mayo de 1796, Jenner probó esta teoría al inocular a James Phipps, un niño, el contenido de las ampollas de la viruela vacuna de la mano de Sarah Nelmes, una lechera que había contraído esta enfermedad de una vaca llamada Blossom.

Jenner inoculó a Phipps el pus de la viruela vacuna en ambos brazos. Esto le produjo fiebre y algo de malestar, pero no una gran enfermedad. Más tarde, inoculó a Phipps la viruela y no se produjo ninguna enfermedad. Algo que comprobó varias veces antes de informarlo públicamente. Es el creador de las vacunas (vacuna–vaca)

Louis Pasteur– Época: 1822 – 1895

Louis Pasteur fue un químico y biólogo francés que fundó la ciencia de la microbiología. Comenzó investigando los procesos de fermentación del vino y la cerveza y descubrió la existencia de las bacterias que interferían en este proceso. Aplicó sus conclusiones al estudio de la causa y el desarrollo de las enfermedades y demostró la teoría de los gérmenes como causantes de las mismas.

También desarrolló varios tipos de vacunas efectivas en animales y la vacuna de la rabia en humanos.

Fue el creador de la pasteurización, un proceso por el cual, a través de la aplicación de calor durante un breve periodo de tiempo, los microorganismos morían sin que los alimentos en los que se encontraban quedaran dañados en el proceso. La utilización de este método (junto con muchas variantes) aumentó la calidad y seguridad de los alimentos. Y es empleado actualmente tanto en la industria alimenticia (siendo la leche el ejemplo más representativo) como en algunos ámbitos de estudio microbiológico.

Robert Koch– Época: 1843 – 1910

Médico alemán, fue junto a Pasteur, uno de los defensores de la teoría de los gérmenes como causantes de enfermedades. Descubrió el bacilo de la Tuberculosis, también llamado bacilo de Koch en honor a él. Desarrolló, sin saberlo, un método para diagnosticar la tuberculosis, la tuberculina. Un hecho que él consideró al principio, un fracaso puesto que su idea era que la tuberculina funcionara como una vacuna.

También descubrió el bacilo causante del cólera. Y formuló cuatro postulados sobre la causa de las enfermedades bacterianas y demostró la existencia de varias bacterias causantes de la infección de las heridas.

Joseph Lister– Época: 1827– 1912

Joseph Lister fue un cirujano inglés que promovió la idea de la cirugía estéril, mientras trabajaba en la Enfermería Real de Glasgow. En su época, la explicación para la infección de las heridas era que los tejidos expuestos, se dañaban por compuestos químicos del aire o por “polución” del aire. No existían instalaciones para lavarse las manos o para limpiar las heridas de los pacientes e incluso se consideraba innecesario para un cirujano lavarse las manos antes de operar a un paciente.

Lister, a través de la lectura de los artículos de Pasteur, llegó a la conclusión de que la única forma viable para combatir al microorganismo era a través de compuestos químicos. Así que introdujo con éxito el ácido carbólico (fenol) para esterilizar los instrumentos quirúrgicos y para limpiar las heridas. Lo que hizo que disminuyeran de forma espectacular las infecciones y las gangrenas.

También hizo que los cirujanos llevaran guantes limpios y que se lavaran las manos antes y después de las operaciones, con soluciones al 5% de ácido carbólico.

Conforme la teoría de los gérmenes en las enfermedades iba siendo cada vez más aceptada, fue cada vez más obvio que la mejor forma para evitar la infección era evitar que las bacterias se introdujeran en las heridas en primer lugar. Y así surgió la cirugía estéril, considerando a Lister como el padre de la moderna antisepsia.

Crawford.W.

Médico y farmacéutico estadounidense principalmente reconocido por ser uno de los primeros en utilizar éter etílico como anestésico.

El Óxido Nitroso, que fue descubierto en 1772 por Joseph Priestley y postulado como posiblemente útil aplicado en cirugía a comienzos de 1800. Aún a pesar de ser descubiertos con bastante anterioridad, no es hasta mediados del siglo XIX. cuando se realiza la primera intervención con anestesia general. Ocurrió en 1842, la realizó Crawford W. Long y consistió en la extirpación de un par de quistes en el cuello de un paciente, que se mantuvo anestesiado, inhalando éter de una toalla durante el proceso, sin sentir dolor alguno.

Horace Wells y G. Q. Colton, en la mañana del 11 de diciembre de 1844 usan el óxido nitroso para producir analgesia dental. Fue el mismo Horace Wells quien se extrajo una muela sin dolor inhalando gas hilarante, siendo un éxito. Hasta enero de 1845, es decir, en el curso de muy pocas semanas, lo emplea de catorce a quince veces. Obtiene resultados satisfactorios en todos los casos menos en dos, en que no llegó a conseguir un estado de anestesia total.

Wilhelm Conrad Röntgen

Físico alemán, descubrió los rayos X en 1895, mientras experimentaba con los tubos de Hittorff–Crookes y la bobina de Ruhmkorff para investigar la fluorescencia violeta, que producían los rayos catódicos. ... La noticia del descubrimiento de los rayos X se divulgó con mucha rapidez en el mundo.

Alexander Fleming

( Darvel , Escocia ; 1881 Londres , Inglaterra ; 1955 )

Científico británico famoso por descubrir la enzima antimicrobiana llamada lisozima.

También fue el primero en observar los efectos antibióticos de la penicilina, obtenida a partir del hongo Penicillium notatum. Penicilina (1920–1930)

Alexander Fleming descubre la penicilina, a continuación, Howard Florey y Chain Boris aíslan y purifican el compuesto, produciendo el primer antibiótico.

El descubrimiento de Fleming ocurre totalmente por accidente, cuando se da cuenta que un moho ha matado a una muestra de bacterias, en una placa de Petri, que languidece bajo una pila en el fregadero de su laboratorio.

Fleming aísla una muestra del molde y lo identifica como Penicillium notatum.

Con la experimentación controlada, Florey y Chain más tarde encuentran la cura de ratones con infecciones bacterianas.

Florence Nightingale

Época: 1820 – 1910

Quizás la enfermera más famosa de todos los tiempos. Inspirada por lo que ella pensó que era una “llamada divina”, Nightingale decidió dedicarse a la enfermería. Esta decisión también implicó luchar contra los roles establecidos como mujer, que le habían sido asignados. Estaba prometida y su “destino” era ser una mujer fiel y obediente. (Una de las razones, de ésta y otras muchas épocas, por la cual no aparecen más mujeres en esta lista) En contra de su familia, y especialmente de su madre, anunció su decisión en 1845 y rechazó al prometido que le habían asignado.

Florence Nightingale trabajó en un hospital militar durante la Guerra de Crimea. Las condiciones eran pésimas y el 80% de los soldados morían por infecciones que adquirían en el hospital y no de las heridas originales. Florence Nightingale mejoró la calidad de la higiene y los servicios sanitarios con lo que se redujo de forma asombrosa las infecciones en su hospital (la mortalidad descendió de un 40% al 2%). Cuando volvió de la guerra, Florence Nightingale se embarcó en una campaña para modernizar y mejorar los hospitales. Promovió la profesión de la enfermería como la conocemos hoy y fundó una escuela. El diseño hospitalario y la práctica de la enfermería que defendía aún pueden verse en la actualidad.

Marie Curie. 1867–1934.

Polaca de nacimiento, francesa por adopción.

Primera mujer en recibir un premio Nobel en ciencias y única en recibir un segundo Nobel. El primero de Física junto a su esposo Pierre Curie, por el descubrimiento de las acciones del radio sobre las células enfermas. También por el descubrimiento del polonio (nombre en homenaje a su país Polonia). Tambien fue la primera mujer en ser designada Profesora de la Universidad de Paris. El segundo Premio Nobel, fue de Química, por los descubrimientos del radio y del polonio y por el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de estos elementos. Su hija Irene Joliot–Curie y su esposo, Frédéric, trabajando en el Instituto del Radio que sus padres habían creado, también recibieron el Premio Nobel.

Otros descubrimientos

Vitaminas: En 1912 el bioquímico inglés F. Hoapkins, descubrió que en el alimento se encontraban ciertas sustancias orgánicas indispensables para el desarrollo animal. Esto lo descubrió al hacer experimentos con ratas: sometió a alguna de ellas a una dieta en base de productos purificados contendiendo las sustancias consideradas hasta ese momento necesarias para la nutrición. Las ratas detenían su proceso de crecimiento, y solo se reiniciaba cuando se les suministraba a diario una pequeña cantidad de leche fresca. Este y otros hechos similares demostraron la presencia de las vitaminas, nombre propuesto en 1912 por el bioquímico Casimir Funk.

Los grupos sanguíneos (1902)

El biólogo austríaco Karl Landsteiner y su equipo descubren cuatro grupos sanguíneos y desarrollan un sistema de clasificación. El conocimiento de los diferentes tipos de sangre, es crucial para realizar transfusiones de sangre seguras, que ahora es una práctica común.

Sulfamidas (1930)

Gerhard Domagk descubre que Prontosil, un tinte rojo–anaranjado, cura las infecciones causadas por estreptococos comunes. El hallazgo abre la puerta a la síntesis de los fármacos quimioterápicos (o "medicamentos milagrosos") y sulfamidas en particular.

La insulina (1920)

Frederick Banting y su alumno Best descubren la hormona insulina, que ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre en pacientes diabéticos y les permite llevar una vida normal. Antes de la insulina, la diabetes significaba una muerte lenta y segura.

ADN

El descubrimiento científico del ADN se consiguió en un laboratorio de la Universidad de Cambridge en Gran Bretaña, por el británico Francis Crick y el estadounidense James Watson junto con Maurice Wilkins, que recibieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962. Instituyeron las bases genéticas del cáncer

J. Michael Bishop, de 53 años, y Harold E. Varmus, de 50, fueron galardonados el 9 de octubre de 1989 por el Instituto Carolino de Estocolmo con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, por su descubrimiento del origen celular de los oncogenes retrovirales. Los trabajos de Bishop y Varmus, y sus conclusiones, han tenido una gran significación para el conocimiento de los mecanismos que conducen al desarrollo de los tumores cancerosos. Su trabajo ha facilitado la comprensión de los complicados sistemas que rigen el crecimiento de las células normales.

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